jueves, 31 de diciembre de 2020

ADIÓS A 2020

Se acaba un año diferente y muy complicado en todos los sentidos

Últimas horas de 2020. Tradicionalmente suelo aprovechar este último día del año para hacer balance ý repasar lo que han dado de sí los doce meses anteriores. Este año, sin embargo, se hace muy difícil echar la vista atrás y contemplar el panorama que vivimos desde el pasado mes de marzo. Todo se ha desarrollado con tanta anormalidad que resulta complicado sacar ganas para recopilar lo que ha dado de sí este 2020 tan nefasto.

En lo que a títulos se refiere las cosas no fueron mal, la verdad. El Real Madrid ganó la Supercopa de España y la Liga, dos títulos nacionales. La Sección de Baloncesto, por su parte, ganó la Copa del Rey y la Supercopa de España, otros dos títulos nacionales. Quizás los recientes éxitos en competiciones europeas les hagan perder la perspectiva a algunos aficionados, pero lo cierto es que no está nada mal y doy por bueno el balance deportivo. El problema es que todo ha sido tan diferente... Competiciones aplazadas temporalmente por el parón, Euroliga suspendida, estadios vacíos, canchas sin público... La imagen que mejor resume este 2020 es la de la Cibeles vacía el día en el que ganamos la Liga. Celebraciones sin público. Al mismo tiempo, curiosamente, es posible que sea un evento a recordar con orgullo en el futuro. El Club pidió que, por precaución, nadie se acercara a la fuente para evitar aglomeraciones y la afición respondió con civismo y responsabilidad. Sí, fue un motivo de orgullo. Con lo que estamos pasando no era cuestión de arriesgar vidas. Ya habrá otros títulos que celebrar en el futuro. Bastantes desgracias estamos padeciendo.

Este es momento de recordar también a todos los que nos han dejado a lo largo del año. Por desgracia han sido demasiados los personajes vinculados al Real Madrid que han fallecido este 2020: Lorenzo Sanz, Goyo Benito, Radomir Antic, Aurelio Campa, Mark McNamara, Ico Aguilar, Isidro Brunet, Luis Sorribas, Agne Simmonson, José Merino, Juan Cruz Sol, Antonio Gento... Un sentido recuerdo para todos ellos y mi más sincero pésame a familiares, amigos y compañeros.

Sobre este blog, 'Historias del Real Madrid', puedo decir que este año he conseguido escribir un poco más que en 2019, aunque cada vez encuentro más dificultades para sacar tiempo. Circunstancias personales y obligaciones de todo tipo me impiden prestarle la atención que a mí me gustaría, así que quizás en breve tenga que plantearme seriamente la posibilidad de darle carpetazo y poner el punto y final. Tendré que ir viendo cómo se desarrollan los acontecimientos.

Para el 2021 sólo podemos pedir salud. Salud, salud y salud. Lo más importante. Lo único importante. Lo pido todos los años pero esta vez lo hago con más necesidad que nunca. Prudencia y cuidaos mucho todos. Que las cosas mejoren.

sábado, 26 de diciembre de 2020

ADIÓS A ANTONIO GENTO

Jugador de la cantera del Real Madrid y del primer equipo durante la temporada 1961-62

Este 25 de diciembre ha fallecido en Santander el ex jugador de fútbol Antonio Gento López a los 80 años de edad. Será enterrado hoy sábado en su localidad natal en la intimidad familiar. Hermano de Francisco Gento, Presidente de Honor del Real Madrid, Antonio era el menor de los tres hermanos que jugaron al fútbol y también pasó por la entidad blanca. Se le conoció futbolísticamente como Gento III. Julio Gento, el intermedio de ellos, falleció en el año 2016.

Antonio Gento López nació en la localidad cántabra de Guarnizo el 25 de octubre de 1940 y dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol en su tierra. Vistió la camiseta del Unión Club Astillero, al igual que su hermano Julio, y siendo ambos juveniles probaron con el Real Madrid para incorporarse a sus categorías inferiores. Julio Gento jugó con el Plus Ultra, equipo que hacía las veces de filial del Real Madrid, en las temporadas 1957-58, 1958-59 y 1959-60. Antonio, por su parte, no pudo estrenarse con el Plus Ultra hasta la temporada 1958-59, compartiendo los dos hermanos dos campañas en el filial. En la segunda de ellas, 1959-60, coincidieron muchas veces en el campo al ser habituales en las alineaciones de Miguel Muñoz, por aquel entonces técnico del Plus Ultra. Julio Gento, o Gento II según su nombre 'de guerra', actuaba en posiciones ofensivas como extremo derecho o delantero. Su hermano Antonio también era hombre de ataque actuando normalmente como interior o delantero.

El hermano mayor, Francisco, era ya estrella absoluta del primer equipo del Real Madrid. Los tres hermanos sólo coincidieron juntos como madridistas en un partido amistoso disputado el miércoles 28 de enero de 1959 en el Santiago Bernabéu. Visitaba el campo merengue el F. C. Zurich, conjunto que iniciaba una gira de que llevaría también por América. De ese día son la mayoría de las fotografías e imágenes que han llegado a nuestros días de los tres Gento posando juntos para los reporteros gráficos. El partido se resolvió sin muchas contemplaciones a favor del Real Madrid, que se impuso 5-2 con relativa comodidad gracias a las actuaciones de futbolistas como Domínguez, Marquitos, Santamaría, Miche, Kopa, Mateos... Y los Gento, claro. Los tres terminaron siendo el centro de atención de público y medios y lo hicieron muy bien frente a los helvéticos. Al descanso ya ganaba el Madrid con un 2-0 con goles de Mateos y Paco Gento, que marcó en jugada tras combinar con Antonio. Tras la reanudación Mateos hizo el 3-0 de penalti y poco después Gento III anotaba el 4-0. En jugada de poca fortuna local llegó el 4-1. De nuevo Gento III consiguió ver puerta al cazar un rechace para colocar el 5-1 en el marcador. El Zurich cerró la contienda con un disparo lejano que supuso el 5-2 con el que concluiría ese choque tan especial para la familia Gento.

Poco después de aquel amistoso, el 8 de febrero de 1959, Antonio Gento se estrenaba con el Plus Ultra en un partido frente al Hércules que concluyó con el 0-0 inicial. Esa misma temporada también jugaría con el filial un encuentro de Copa en el campo del Granada que finalizó con triunfo local por 3-1. En las dos siguientes campañas se convirtió en una de las piezas fundamentales del equipo. En la temporada 1961-62, con 21 años, el pequeño de los Gento seguía siendo integrante del Plus Ultra, pero en la recta final de aquel ejercicio le llegó la oportunidad de estrenarse con el primer equipo en competición oficial. Miguel Muñoz, que ya le había dirigido en el filial, echó mano del jugador en el tramo final de la temporada. Debutó en La Romareda el 11 de febrero de 1962 en un encuentro frente al Zaragoza que terminó con victoria aragonesa por 2-1. Formaron en aquel choque los madridistas con: Araquistain, Marquitos, Isidro, Casado, Félix Ruiz, Felo, Ruiz, Vidal, Canario, Pepillo y Gento III. Su segundo encuentro con el primer equipo se registró un par de jornadas después en el Benito Villamarín. Y el 25 de marzo de 1962, en el Metropolitano, disputó el que sería su último encuentro como madridista. Era un derbi con el Atlético de Madrid que acabó 1-0 para los colchoneros y en el que Muñoz alineó a: Vicente, Isidro, Marquitos, Casado, Zarraga, Ruiz, Manolín Bueno, Gento III, Pepillo, Canario y Tejada. En total, fueron 3 los partidos oficiales disputados por el cántabro con el primer equipo del Real Madrid, que aquella temporada 1961-62 hizo doblete de Liga y Copa. Como curiosidad mencionar que Gento III actuó en sus tres apariciones con el Real Madrid lejos del Santiago Bernabéu y que no coincidió con su hermano Paco.

Tras su salida del Real Madrid recaló en el Levante de la temporada 1962-63, equipo con el que consiguió el ascenso a Primera. En la temporada 1963-64, sin embargo, regresó a su tierra para enfundarse la camiseta del Racing de Santander, entonces en Segunda División. Con el cuadro cántabro disputa las siguientes cinco campañas, pero el equipo perdió la categoría en el ejercicio 1967-68. Sin haber cumplido todavía los 28 años el menor de los Gento siguió jugando en Segunda al fichar por el Oviedo, donde permaneció tres temporadas: 1968-69, 1969-70 y 1970-71. Posteriormente regresó al Racing para iniciar una segunda etapa con los montañeses. En la temporada 1972-73 contribuyó al ascenso del equipo que dirigía José María Maguregui a Primera División aunque, curiosamente, no llegó a jugar en la máxima categoría con los verdiblancos. Su último equipo fue el Unión Club de Astillero, club en el que había iniciado su andadura deportiva y con el que cerró el círculo retirándose en 1976.

Desde 'Historias del Real Madrid' quiero expresar mi más sentido pésame a toda su familia, amigos y compañeros. Sirvan estas pocas líneas a modo de particular homenaje. Descanse en paz, Antonio Gento López.

jueves, 24 de diciembre de 2020

FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS

Con mis mejores deseos para todo el mundo

Este 24 de diciembre, una fecha tan señalada en nuestros calendarios, quiero mandar un mensaje de felicitación con mis mejores deseos para todo el mundo. Desde 'Historias del Real Madrid' os envío un fuerte abrazo y todo el ánimo posible, dadas las circunstancias que atravesamos. Las de este año no son unas Navidades como las demás, así que muchísima precaución. Pensemos en todos los que lo están pasando mal y tengamos todo el cuidado y atención necesarios para protegernos a nosotros mismos y a los demás. En cualquier caso, espero que paséis unas jornadas entrañables. Feliz Navidad y felices fiestas. Esperemos que el 2021 sea mejor año que el que estamos dejando atrás y que, más pronto que tarde, podamos superar los escollos que padecemos en la actualidad. Hoy, más que nunca, salud. Salud, salud y salud.

sábado, 19 de diciembre de 2020

LUIS FIGO, BALÓN DE ORO

El jugador portugués se llevó el galardón de France Football en el año 2000

El 18 de diciembre de 2000 se hizo oficial la noticia. Tras días de rumores se confirmaba que Luis Figo ganaba el Balón de Oro de aquel año que terminaba. Al día siguiente, 19 de diciembre de 2000, la prestigiosa publicación France Football llevaba a su portada al jugador luso, en aquellos momentos futbolista del Real Madrid. Todos los medios de comunicación se hicieron eco de la buena noticia para el fútbol español. Figo era el primer madridista que posaba con el Balón de Oro desde que en el año 1959 el gran Alfredo Di Stéfano recogiese el segundo de los dos galardones que recibió.

Luis Figo era el jugador del momento. Ese mismo verano había cambiado la camiseta del Barcelona por la del Real Madrid y rápidamente el portugués se convirtió en ídolo del Bernabéu.  Con 28 años se encontraba en el mejor momento de su carrera y a su buen hacer con la camiseta azulgrana se sumó su gran actuación en la Eurocopa de ese verano y sus primeros partidos con el Real Madrid. La noticia del Balón de Oro de Figo llegó en un momento de felicidad para el madridismo. Ese mismo mes de diciembre el Real Madrid había sido designado Mejor Club del Siglo XX por la FIFA. Precisamente en esa misma gala del organismo futbolístico mundial, celebrada en Roma, Luis Figo fue nombrado segundo Mejor Jugador Mundial en un votación realizada entre los seleccionadores nacionales. Figo terminó por detrás de Zinedine Zidane, entonces todavía en la Juventus, y por delante de Rivaldo. En este caso pesó mucho el triunfo de Francia en la Eurocopa disputada en Bélgica y Países Bajos. Luis Figo también fue elegido como el mejor futbolista del año 2000 en los World Sports Award, los conocidos como 'Oscars del deporte'.

En el Balón de Oro de France Football, Figo fue el ganador de una reñida votación con el resto de los cincuenta candidatos que formaban la terna de la que saldría el nombre del mejor jugador del mundo del año 2000. Entre ellos también estaban los madridistas Raúl, Roberto Carlos y Geremi, así como una nutrida representación de lo mejor del fútbol de finales de los noventa y principios de siglo: Redondo, Anelka, Davids, Keane, Rui Costa... Figo acabó por delante de todos ellos con 197 votos, seguido por Zinedine Zidane, que se llevó el Balón de Plata con 181. El ucraniano Schevchenko se llevó el Balón de Bronce con 85 votos. Henry acabó en cuarta posición mientras que Rivaldo y Nesta empataron en la quinta posición

Figo recibió el Balón de Oro de manos de Gerard Ernault, director de France Football entre 1995 y 2007, y posó con él en la portada de la famosa publicación gala. Posteriormente el jugador portugués compartiría su premio con los aficionados en la fiesta que el Club le organizó en el Santiago Bernabéu. Fue el 14 de enero de 2001, día en el que se disputó la jornada 18 de Liga frente al Oviedo. En los prolegómenos, Figo posó con su trofeo junto a otras grandes leyendas como Di Stéfano, Kopa, Luis Suárez, Bobby Charlton y Eusebio, todos ellos ganadores del Balón de Oro. Se desplegó un gran mosaico por parte del público con el que también se homenajeaba a su jugador por el logro cosechado. El Real Madrid, por cierto, ganó el partido por 4-0 con una actuación estelar de su flamante Balón de Oro. Figo fue el encargado de abrir al cuarto de hora un marcador que después completarían Morientes, Munitis y McManaman. La fiesta perfecta.

domingo, 13 de diciembre de 2020

ENTREVISTA CON SANTI ARAGÓN

Técnico del Área de Captación del Real Madrid y ex jugador de fútbol profesional

"EL GOL DE LA SUPERCOPA FRENTE AL BARCELONA ME AYUDÓ A DARME A CONOCER EN EL MUNDO DEL FÚTBOL"

Santiago Aragón Martínez (Málaga, 3-04-1968) se formó como jugador en la cantera del Real Madrid durante los años ochenta siendo parte de la generación que se conoció como la Quinta del Sabio. Debutó en Primera División con el equipo blanco en 1988 y posteriormente vivió dos etapas en la primera plantilla separadas por varias cesiones en el Espanyol, Logroñés y Valladolid. En la temporada 1992-93, tras iniciar una nueva campaña con el Real Madrid, termina recalando en el Zaragoza, equipo en el que jugaría el resto de su carrera deportiva de forma brillante hasta el término de la temporada 2002-03. Una vez retirado siguió trabajando en el Real Zaragoza dirigiendo en las categorías inferiores. En la actualidad forma parte del Área de Captación del Real Madrid siguiendo y analizando a jugadores con vistas a su incorporación a una cantera que él mismo conoció muy bien de joven. Con motivo del treinta aniversario de la consecución de la Supercopa de España 1990-91, en la que fue protagonista destacado, hemos charlado largo y tendido para repasar su carrera deportiva y recordar lo que supuso aquel famoso gol... Y es que Santi Aragón marcó lo que se conocía como 'el gol de Pelé'.

Historias del Real Madrid: 12 de diciembre de 1990. ¿Recuerdas esa fecha?

Santi Aragón: Sí. Sí que la recuerdo. Es una fecha muy marcada en la memoria. Sobre todo para la gente cercana, la familia y para todos los que me rodean. No sabía que se cumplían tres décadas ya, pero sí que me acuerdo, sí. Fueron unos meses un poco convulsos en el equipo porque hubo cambios de entrenadores. Alfredo Di Stéfano, que en paz descanse, en ese tramo de la temporada donde le tocó dirigir al Real Madrid confió en gente de la cantera y en ese caso a gente como Maqueda, Aldana o a mí nos dio bastante protagonismo. Nos dio bastantes minutos a los de la casa porque Alfredo Di Stéfano daba oportunidades a gente de la Ciudad Deportiva. Él creía mucho en la cantera. De hecho, él iba muchos fines de semana a vernos jugar. La verdad es que sí que tengo un excelente recuerdo de esa fecha y de esos meses.

HDRM: ¿Te acuerdas de esos dos partidos? Porque tú juegas los dos partidos, la ida y la vuelta.

SA: Sí. Yo tuve la fortuna de jugar la ida, que fue el día del famoso pisotón de Stoichkov a Urizar Azpitarte, y de jugar la vuelta. Traíamos ya un buen resultado de allí y en Madrid completamos un buen partido. Jugamos bien y nos sirvió para relanzar un poco al equipo porque, como te digo, fueron unos meses con mucho movimiento de entrenadores y nos costó un poquito arrancar en esa temporada.

HDRM: En el partido de vuelta le das el 3-1 a Hugo Sánchez y luego marcas tu famoso gol...

SA: Recupero un balón en su propio campo, en una presión a Nanu Soler, y le cedo el balón a Hugo Sánchez, que acompañaba la jugada, para que marque a puerta vacía. Y el último gol es el famoso, sí... 

HDRM: El extraordinario gol que recordamos todos...

SA: Recupero un balón en el medio campo, me logro equilibrar y golpeo el balón sorprendiendo a Zubi. Casi siempre, en esa época, los equipos de Cruyff jugaban con los porteros, en este caso Zubi, muy adelantados. Le sorprendí. La verdad es que fue un momento muy recordado porque los madridistas lo tienen en la memoria. En aquella época era también el boom de las televisiones y fue, un poco, como una manera de darme a conocer en el mundo del fútbol.

HDRM: ¿Fue un golpeo instintivo?

SA: Fue algo que yo manejaba porque una de mis características era el golpeo de balón tanto en corto como en largo. Estaba acostumbrado a golpear de media y larga distancia cuando me acercaba al área. Era un golpeo que tenía muy trabajado y que mejoras con el tiempo, es algo que dominaba. Yo ya había marcado algún gol de esa factura en juveniles. No tan importante ni en un escenario como ese, pero sí había marcado algún gol en la antigua Ciudad Deportiva de esas características, golpeando desde el medio campo. Recuerdo un partido de juveniles contra el Valladolid, donde jugaba Onésimo, entre otros futbolistas... Fue rememorar un poco aquel gol que hice en su día en la Ciudad Deportiva pero haciéndolo en el Bernabéu y contra el Barcelona, el eterno rival.

HDRM: ¿Qué supuso aquel gol para ti en aquellos momentos?

SA: Sobre todo por mi familia y por la gente que, de alguna forma, estaba pendiente de ti, te alegras mucho por ellos. Yo había llegado a Madrid con 16 años y me había separado de la familia. Vivía en una pensión de la cual tengo grandes recuerdos con muchos jugadores que eran de fuera de Madrid. Nos ayudaron a todos a convivir en esas circunstancias. Te acuerdas de muchísima gente. También te das a conocer en un mundo como el fútbol profesional y te ayuda a centrar ese foco de todo lo que se genera alrededor del Real Madrid. En eso me ayudó.

HDRM: La repercusión de aquel gol fue muy grande. Los días siguientes me imagino que fueron tremendos en cuanto a entrevistas, reportajes...

SA: Sí, sí... Ya te digo que en aquel entonces empezaban las televisiones privadas... Fue un poco ser el foco de atención, sí. Pero ya sabes que cuando generas noticias en un club como el Real Madrid los siguientes días eres el foco de atención de la prensa. Fue algo novedoso para mí porque yo no estaba acostumbrado a tanta entrevista. Todo lo contrario, soy una persona reposada y tranquila. Aquello me alteró un poco el ritmo de vida, pero con los años te vas acostumbrando. Fue la experiencia de vivir esos días un poco a otro ritmo.

HDRM: Para llegar a aquella Supercopa de España de 1990 hubo antes un largo recorrido en la cantera del Real Madrid. Vamos a remontarnos en el tiempo y comencemos por el principio de todo. Tu padre, Santiago Aragón García, fue futbolista, ¿verdad? No sé si le llegaste a ver jugar...

SA: No le llegué a ver jugar. Tengo muchas fotos y luego, posteriormente, sí que le he visto porque Paco Grande en su programa 'Conexión Vintage' me dio la oportunidad de verle jugar. La verdad es que fue un reportaje muy bonito. Mi padre, aunque es de Sevilla, desarrolló su carrera profesional en Málaga durante la década de los sesenta y hasta los setenta. Él empezó en los juveniles del Sevilla, te hablo de hace muchísimos años, pero luego se trasladó a Málaga donde ya desarrolló su carrera profesional e hizo su vida. Allí nacimos mis dos hermanos y yo. También ellos han jugado, nos viene de familia esa afición y esa pasión por el fútbol. A mí me ayudaron mucho desde el principio, mi padre el primero, en el sentido de que siempre que tienes un padre con experiencia en el fútbol sabe un poco cómo se manejan estas cosas. Al principio no estaba muy pendiente de mí porque lo que quería era que me divirtiera y que disfrutara. 

HDRM: ¿Tú tenías claro desde pequeño que querías ser futbolista?

SA: Bueno, no te lo planteas. Al principio cuando juegas tienes siete, ocho o nueve años y no te planteas ser un jugador profesional. Lo puedes soñar, pero es que son años difíciles y es muy complicado llegar porque el embudo se hace más pequeño cada vez. Luego, cuando un equipo como el Madrid se fija en ti, sí que de alguna forma empiezas a pensar que puedes llegar a ser profesional del fútbol. Yo empecé a jugar en un equipo de Málaga, en el Puerto Malagueño, un equipo que me pillaba cerca de casa. Empecé a jugar allí en categoría infantil a través de un buen amigo que estaba conmigo en el Colegio Maristas de Málaga, donde estudiábamos. El Puerto Malagueño es un equipo muy conocido en Málaga, un equipo de solera del que han salido muchos jugadores. Como me pillaba al lado de casa intentas divertirte y disfrutar, porque con esas edades es lo que hay que pensar. A partir de ahí empiezo a jugar y un día, de buenas a primeras, llega una carta al club de que hay dos o tres jugadores de este equipo al que yo pertenecía a los que nos iban a hacer una prueba en Madrid. 

HDRM: Te iba a preguntar cómo se materializó tu llegada a la cantera del Real Madrid...

SA: El Madrid se puso en contacto con el club a través de un ojeador que tenía en Málaga. Entonces vamos dos o tres compañeros del equipo a hacer una prueba a Madrid a finales de la temporada. Te estoy hablando de junio o julio... Era 1984. De hecho, hace poco en una de estas limpiezas que haces por casa apareció la famosa carta de que te convocaban. Yo tenía 16 años. Fuimos a entrenar una semana y nos hicieron jugar dos o tres partidos. Me acuerdo que los veían Molowny, Vicente Del Bosque... Nos dicen al final de esas pruebas que nos podíamos ir a casa, pero a los diez o doce días nos llaman para decirnos que estaban interesados en que me incorporase al Real Madrid para la nueva temporada, que empezaba en julio-agosto de ese año. Al final se pusieron de acuerdo los clubes. En Málaga hubo un poco de revuelo porque mi padre en esos momentos pertenecía al cuerpo técnico del Málaga y no querían que un hijo de un entrenador del Málaga se fuera a Madrid, pero en realidad no habían demostrado interés en que yo fuera para Málaga. Cuando vieron que a lo mejor yo me iba al Madrid fue cuando mostraron interés. El resto de la historia, está escrita. Voy a Madrid y voy subiendo en el escalafón, como otros compañeros, hasta que llego al primer equipo.

HDRM: ¿Fue duro dejar Málaga e ir a Madrid?

SA: Eso fue un poco lo más difícil, separarte de tu entorno, de tus padres... Estamos hablando de los años ochenta. No es como ahora que con los medios de transporte Madrid está a dos horas de cualquier punto de España. En mi época tardabas siete u ocho horas en llegar a Madrid y no tenías la oportunidad de ver a tu familia... Y en esas edades es importante el calor y la compañía de ellos. Pero bueno, conocí allí a mucha gente que me ayudó en la pensión del Madrid. También a jugadores que llegaron con mi edad y con los que se hizo un buen grupo. Entre todos nos ayudábamos. Estaban Eduardo Vílchez, Santi Cañizares, Canales... Jugadores que luego han llegado a Primera División. En esos momentos te apoyas en ellos porque ellos están igual que tú. Estudiábamos por la mañana y entrenábamos por la tarde, ese era nuestro día a día. Luego competías los fines de semana con la ilusión de llegar algún día a vestir esa camiseta del Real Madrid en el Bernabéu.

HDRM: Háblame de la famosa pensión en la que se alojaban los chicos de fuera de Madrid...

SA: Era una residencia que tenía el Real Madrid, una especie de pensión donde estábamos catorce o dieciséis chicos. Ahora ya no, ahora ya tenemos una residencia súper lujosa y para mucha más gente. Pero en aquel entonces sólo teníamos esa residencia donde había un matrimonio de Zamora y una persona que hacía labores de tutoría, que se llamaba José Luis Goñi. Él trabajaba en el Club y era quien hacía de nuestro tutor, porque nosotros éramos menores. Era la persona que estaba pendiente de nosotros, nos marcaba las horas de salida, las horas de entrada, estaba pendiente de que fuéramos al colegio por la mañana... Estudiábamos en un colegio con el que el Madrid tenía concertados los estudios. Por las tardes entrenábamos y los sábados y domingos competíamos. La gente de Madrid se portó muy bien con nosotros. Como estábamos fuera de casa, los sábados y los domingos muchos de nuestros compañeros y sus familias nos invitaban a sus casas a comer y pasábamos la tarde allí con ellos. Era algo muy bonito y se establecían muchos vínculos. Son muy buenos recuerdos. Lo valoras ahora, con el tiempo. Nosotros estábamos fuera de casa y echábamos mucho de menos a nuestra gente, pero aquello te servía también un poco para que tuviéramos mucha relación con esos compañeros y que prácticamente fueran nuestra familia de Madrid.

HDRM: ¿Te acuerdas de los entrenadores que tuviste en las categorías inferiores?

SA: Sí, hombre, claro. Desde Sebastián Fleitas, que fue el primero de ellos, hasta Toni Grande. Paco Alonso, Juan Gea, Juan Santisteban, Mariano García Remón, Vicente Del Bosque... Sí, claro. Me acuerdo de todos. Todos me ayudaron mucho. Para nosotros era una experiencia y un aprendizaje súper importante y nos enseñaron todo. Sólo tenías que escucharles y aprender para después intentar poner en práctica todo lo que te decían. Me acuerdo también de la gente del Club. Era un Club muy familiar. Me acuerdo de Miguel Malbo, Alberto García, Asenjo... Gente no muy conocida pero que ponía su grano de arena para que estuviéramos lo más cómodos posible. Al final, el objetivo era formar personas y formar deportistas. Lo bonito sería que todos pudiéramos llegar pero, al final, si no llegas al primer equipo, te estás formando para poder desarrollar tu carrera profesional en otro club en Primera División si tienes las condiciones para llegar. Esa es la experiencia mejor que te puedes llevar.

HDRM: Entrenabais en la Ciudad Deportiva. ¿Veíais a los jugadores del primer equipo del Real Madrid?

SA: Sí, estaba más accesible que ahora. Antes los jugadores del primer equipo estaban más cerca. A mí el que más me ayudó fue Juanito, que en paz descanse, paisano mío y que siempre se preocupó mucho por mí y porque estuviera bien. Algunas veces también me llevaba a su casa a comer y se preocupaba porque estuviera cómodo. Era paisano y como tenía un corazón como el que tenía, tan grande, me ayudó muchísimo. Él era uno de los jugadores más importantes del primer equipo y él tiraba de todos con ese carácter tan campechano. Me hizo conocer a muchos jugadores, a Ricardo Gallego, Míchel... Todos estos estaban muy pendientes de los jugadores de la cantera. Además, era gente que había salido también de la cantera. Sabían de alguna manera lo que se necesitaba y te daban muchos consejos. 

HDRM: ¿Te fijabas en algún jugador en concreto?

SA: A mí es que el jugador que más me gustaba de siempre era Juanito. Bueno, te fijabas en muchos... En Vicente Del Bosque también, porque jugaba en mi posición y me fijaba mucho en él. Siempre te fijabas en muchos jugadores que habían pertenecido al Real Madrid, claro que sí. Pero de Juanito tengo muy buenos recuerdos, muy bonitos... Se portó de maravilla conmigo. Bueno, se portaba con todo el mundo bien, pero conmigo especialmente tenía mucho vínculo.

HDRM: En aquellos años de mediados de los ochenta os juntáis una buena generación de futbolistas en el Juvenil y en el Castilla. Sois los que posáis para aquel extraordinario reportaje de 'Historia viva del Real Madrid' publicado por ABC. Eduardo Vílchez, César Gómez, Maqueda, Caminero, Cañizares... Os bautizaron como la 'Quinta del Sabio', aunque ya sabes que a Eduardo no le gusta mucho ese nombre...

SA: Como habían sacado la 'Quinta del Buitre' y la habían bautizado así, posteriormente intentaron sacar más "quintas" y nos pusieron ese nombre. Pero lo importante fue que se trataba de una generación muy buena. No todos tuvimos la suerte de poder jugar en el primer equipo pero sí que nos dio el Madrid la oportunidad de hacer carrera en Primera División, que eso es con lo que nos tenemos que quedar. Surgimos en un momento en el que estaba la Quinta del Buitre y eran chicos con un nivel muy alto, así que costaba hacerse un hueco ahí. Ellos estaban en su plenitud y eran la base del equipo. Nosotros lo que queríamos era jugar y agotábamos todas las posibilidades de jugar porque, ya que estabas tan cerca, las querías agotar.

HDRM: ¿Cómo fue el contacto con el primer equipo? ¿Entrenabas con ellos antes del debut?

SA: Nosotros ya íbamos con el primer equipo en alguna pretemporada. Lo típico, te llevan un poco para verte aunque luego te bajen. Yo recuerdo una pretemporada con el primer equipo en Holanda con Beenhakker. Luego, posteriormente, te subían cuando tenían problemas de lesiones o durante algunos tramos de temporada que te subían, unas veces más, otras veces menos, dependiendo de las necesidades. Fue algo progresivo. Ramón Grosso, que casi siempre era segundo entrenador, también tenía mucho contacto con la cantera y conocía de primera mano a los jugadores más destacados. También fue una persona que me ayudó mucho, tanto él como su familia.

HDRM: ¿Te acuerdas del día de tu primer partido con el primer equipo? Es el partido de Vigo en el que debutáis con el Real Madrid León, Mandía y tú.

SA: Sí, fue justo antes del partido de vuelta con el PSV. Ese fue mi debut en Primera División. Fue el 16 de abril de 1988. Esa semana Beenhakker dio descanso a la mayoría de los titulares e hizo un equipo con gente de la primera plantilla y fuimos bastantes del filial, como cuatro o cinco jugadores, si no recuerdo mal. Y la verdad es que fue un buen debut porque empatamos a cero y recuerdo de aquel partido que estaba Santillana, que estaba Ricardo Gallego, Camacho, Maceda... Había jugadores de mucho calado y de mucha historia del Real Madrid en ese partido. Empatamos a cero y pudimos ganar. Con ese partido aportamos un poco a que luego el Madrid fuese Campeón, porque esa temporada 1987-88 se gana la Liga. Contento y feliz por haber aportado aunque sólo fuese en ese partido. De alguna forma lo tengo como un buen recuerdo. Nos dieron además una pequeña copa en miniatura a los que participamos y la tengo en casa guardada con muchísimo cariño.

HDRM: En la siguiente temporada, 1988-89, estás en el Castilla y a mitad de campaña vas al Español cedido...

SA: Yo ya llevaba bastantes años en el Castilla y en ese verano tuve alguna oferta para salir pero no quise marcharme porque estaba jugando en Segunda División con el Castilla. Pero a mitad de temporada el Español me reclama. Estaban las cosas un poco difíciles allí en Barcelona. Dada la relación siempre buena que tienen históricamente el Español y el Madrid me voy allí. El año anterior había estado Sebastián Losada, cuando juegan aquella Final con el Leverkusen en la UEFA. Yo voy al año siguiente y allí estamos José Aurelio Gay, Mandía... Yo llego en febrero de 1989. Fue la primera experiencia en un equipo de Primera División fuera del Madrid. Era distinto. Un vestuario adulto, conviviendo con otro tipo de gente, en una situación difícil porque el Español estaba en los puestos de abajo en la Liga. Jugué muy poco. Clemente me reclamó pero él salió al mes de estar yo allí. Luego vinieron entrenadores de la casa y confiaron más en gente veterana. Yo era joven y la verdad es que no jugué mucho, pero bueno, fue una experiencia más del fútbol y saber que no todo es tan bonito. Ese año descendimos y volví a Madrid.

HDRM: Después viene otra cesión de cara a la temporada 1989-90. Al Logroñés.

SA: Sí. Vuelvo a Madrid y es cuando se produce el traspaso de Ruggeri y nos mandan en paquete para allá. Vamos Vílchez, Maqueda, Rosagro y yo. Estaba también José María, pero él no va en el paquete nuestro. Él ya había fichado por otro lado, no dentro de esa operación. En la operación de Ruggeri nos incluyen a nosotros cuatro más un dinero. Es la segunda experiencia en un equipo profesional y además desde el principio de temporada, algo distinto a llegar a mitad de campaña. La verdad es que se hace un gran grupo de gente joven y de gente veterana. Allí coincidimos con Quique Setién, Manolo Sarabia, Alzamendi... Estaba como entrenador José Luis Romero. Los que vamos del Castilla estamos casi todo el tiempo juntos porque cogemos dos casas en el mismo edificio, así que íbamos a comer al mismo sitio siempre... Siempre estábamos juntos. Fue un año estupendo porque el Logroñés estuvo a punto de clasificarse para la UEFA, se quedó a dos puntos. El año fue muy bueno y con muchas experiencias, muy positivas todas. Igual que el año anterior no fueron tan positivas, ese año fue justo lo contrario. Éramos un buen grupo de jugadores en una ciudad pequeña, un equipo muy familiar, equipo humilde... La verdad es que se hizo una gran temporada en Logroño y de hecho la recuerdan todavía. Cuando posteriormente hemos ido y coincidimos allí con gente, la recuerdan muy bien. Fue un año que nos hizo crecer mucho a todos. A los que íbamos jóvenes porque te empapabas de la gente tan experimentada que teníamos como Setién o Sarabia, que nos ayudaron mucho a conocer un poco lo que era el mundo del fútbol. Además, todo el mundo en Logroño nos ayudó mucho. Recuerdo el sitio al que íbamos a comer, que era el Buenos Aires, un restaurante de allí que prácticamente era nuestra casa. Pasábamos comidas y cenas allí. Como te digo, fue un año muy entrañable y lo tenemos en el recuerdo muy presente.

HDRM: Termina ese año y vuelves a Madrid. Pero antes, acudes a la gira americana del Real Madrid.

SA: Al final de esa temporada en Logroño hay un Mundial, el de Italia, al que no van algunos jugadores del primer equipo del Real Madrid. Así que hacemos una gira por América con jugadores que no van a ese Mundial como Schuster, Hugo Sánchez, Rafa Gordillo, que tampoco va... La experiencia fue muy buena, aunque lo pasamos fatal en un vuelo... Lo pasamos muy mal, muy mal... Si hablas alguna vez con alguno que estuvo también te lo comentará. 

HDRM: Sé que lo pasasteis mal en algún partido por el tema de la altura...

SA: Lo de la altura, sí, también lo pasamos mal porque jugamos en Toluca. Pero lo del vuelo... No sé si fue Monterey-Los Ángeles, pero nos tocó una tormenta eléctrica en pleno vuelo y al avión sólo le faltó ponerse boca abajo. Al ser una tormenta eléctrica las bolsas de aire, los rayos y los truenos fueron muy importantes y dimos cada tumbo en el avión que lo pasamos muy mal. Lo pasamos muy, muy mal. De hecho, cuando lo hemos recordado hemos llegado a la conclusión de que fue el peor vuelo que nos ha podido tocar. Es, con diferencia, el peor viaje de avión que he tenido.

HDRM: ¿Qué más recuerdas de aquella gira?

SA: Allí jugamos varios partidos en varios sitios. Y al final de esa gira, en el aeropuerto de Dallas, Toshack nos comenta y nos va diciendo a cada uno el futuro o lo que tiene pensado para cada uno de nosotros. A mí, en el aeropuerto de Dallas, es donde me comenta que en la siguiente temporada voy a estar en la plantilla del Real Madrid. Aquello fue... Fue un notición para mí porque era muy difícil en nuestra época poder llegar a formar parte de la plantilla. Imagínate para un chico que ha salido de su casa a los dieciséis años... ¡Se cumple el sueño! Y la siguiente temporada es la del famoso gol de la Supercopa. Toshack empieza de entrenador pero en noviembre cambian de técnico.

HDRM: ¿Cómo vives esa temporada 1990-91 en el Real Madrid?

SA: Hubo cambios de entrenadores y el equipo no estaba acostumbrado a este tipo de cambios. Tenía la experiencia del Español, pero la situación era distinta porque en aquel caso estabas luchando por los puestos de abajo. En el Real Madrid tienes que estar todo el rato en los puestos de arriba de la clasificación, en el Madrid te expones a estar siempre en lo más alto. Entonces se vivió de la mejor manera posible... Son cambios que no gustan porque te adaptas a una forma de entrenar y a una forma de trabajar. Vino en este caso Don Alfredo Di Stéfano, con el que tengo lo mejores recuerdos como entrenador y como persona, una persona de mucha experiencia en el fútbol, de mucho aprendizaje... Sabía transmitirlo, sabía contarlo y era una persona muy cercana. Te daba muy buenos consejos y te intentaba ayudar en todos los sentidos. Ha sido uno de los jugadores más grandes que ha tenido el fútbol y el Madrid, por supuesto. Sólo tenías que escucharle y aprender.

HDRM: El problema es que tampoco termina la temporada y llega Antic. Tanta inestabilidad, ¿afecta a los jugadores?

SA: No es muy agradable, desde luego. No es agradable. Durante los meses que estuvo Di Stéfano se ganó la Supercopa, lo que pasa es que luego en Liga no andábamos muy bien y al final vino Antic, que recuperó un poco la regularidad del equipo y terminó la temporada. Yo con Antic no jugué mucho, la verdad, porque tanta inestabilidad a los jóvenes nos afecta bastante, sobre todo a la hora de darnos minutos y de darnos más confianza. Se terminó bien la temporada y al final de esa campaña existe la posibilidad de venir a Zaragoza, pero en un principio no se da. Empiezo la temporada 1991-92 sabiendo que lo voy a tener complicado y difícil para jugar. Pero cuando estás ahí agotas todas las posibilidades para tratar de jugar.

HDRM: Y acabas esa temporada 1991-92 en el Valladolid.

SA: Sí, a mitad de temporada como veo que no juego nada y que apenas participo... El Valladolid estaba en mala situación, en una circunstancia parecida a la del Español. Vamos para allí con la idea de intentar ayudarles pero desgraciadamente no se da. Vivo otra experiencia negativa en el sentido de que hay mucha inestabilidad. Yo fui porque estaba Maturana y por aprender más con un entrenador como él, que en aquel entonces tenía mucho prestigio, pero las cosas no se dan y Maturana está tres o cuatro semanas, por lo que se repite para mí la misma situación que con el Español. Eso sí, juego bastantes partidos en Valladolid, dieciocho partidos, y meto tres goles. Pero descendemos.

HDRM: En la temporada 1992-93 vuelves al Real Madrid.

SA: Eso es, vuelvo al Madrid otra vez, con Benito Floro. Comienzo la temporada y me lo ponen difícil otra vez. Tengo alguna oferta pero no pienso en ella. Las cosas van medio regular, no juego mucho, pero en el mes de marzo el Zaragoza tiene una baja por lesión. Antiguamente no había apertura de mercado, estaba siempre abierto y no había fechas para fichar. Entonces el Zaragoza se interesa otra vez en mí tras algunas intentonas de años anteriores. Estuve en el Real Madrid hasta los 24 años, cuando tienes que decidir entre quedarte allí y esperar y esperar o buscar de alguna manera la carrera por otro lado. Fue una decisión dura porque no te gusta irte de un club al que has llegado muy joven, pero al final tienes que dar ese paso. Vi que Zaragoza era una buena oportunidad para mí y vine en marzo de 1993. Los últimos diez o doce partidos los juego con el Zaragoza, que se guardó una opción de compra. Y las cosas fueron bien. Me adapto muy bien a la ciudad. Yo ya estaba casado y mi mujer también se adapta bien a la ciudad y decidimos quedarnos en Zaragoza, donde desarrollé mi carrera profesional, donde más éxito he tenido y donde he fijado de alguna manera mi residencia y mi vida.

HDRM: Recuerdo que marcas gol en tu primer partido con el Zaragoza...

SA: Sí, marco un gol que saca los pañuelos. ¡En el Bernabéu también sacamos pañuelos el día de la Supercopa! Tengo una anécdota con un directivo, con Javier Paricio, que ya no vive el pobre, y cuando llegamos al vestuario él me da la enhorabuena porque habíamos empatado con ese gol, que fue muy bonito. Él me dijo: "El primer día y ya has sacado pañuelos". Yo le dije: "Javier, esto no va a ser todos los días". Paricio me respondió: "¡Aquí es muy difícil sacar pañuelos!". Yo le respondí que ya lo sabía y por eso le insistía en que no iba a ser así todos los días. La verdad es que había un grupo muy bueno allí en Zaragoza y un entrenador con ideas muy buenas. Encajamos todos en una misma idea y disfrutamos mucho con aquel equipo.

HDRM: Allí en Zaragoza, además, os juntáis una buena colonia de ex madridistas...

SA: Estaban Pardeza, Solana, Esteban... Estaba Aurelio Gay, con el que coincidí en el Castilla y en el Español. Luego ya se enganchan Juanmi, Esnáider...

HDRM: Una época muy feliz, imagino...

SA: Sí, muy feliz y muy gloriosa. La gente nos recuerda con mucho cariño. Ganamos la Copa del Rey, la Recopa de Europa... Luego, en la Liga, hicimos buenas clasificaciones. La gente tiene un gran recuerdo de aquel equipo, fueron años donde los aficionados zaragocistas disfrutaron mucho. Me formé como jugador en el Real Madrid, donde me dieron todas las oportunidades y esa formación que te dan, y donde realmente hago el recorrido de mi carrera profesional más importante fue en Zaragoza, donde más se me recuerda. Así que muy felices y muy contentos de haber desarrollado mi carrera y de haber fijado mi residencia aquí en Zaragoza. Son muchos años, mis hijas han nacido aquí...

HDRM: En la actualidad trabajas en el Área de Captación del Real Madrid. 

SA: Sí. Llevo desde el año 2016 y es un trabajo que me gusta, que me llena, intentando captar jugadores de la misma forma que en su día nos captaron a nosotros con 16 años. El círculo se cierra, ¿no? Cada día tenemos que ver más partidos, realizar más informes y estar atentos a jugadores talentosos y jugadores especiales para que puedan incorporarse a las categorías inferiores del Real Madrid. Trabajamos entre Madrid y Zaragoza. Con todas las cosas y los adelantos que hay ahora puedes trabajar desde casa, viendo partidos... Los desplazamientos son mucho más rápidos y de alguna forma estamos entre Madrid y Zaragoza.

HDRM: Para terminar. ¿Qué balance haces de tu paso por las categorías inferiores del Real Madrid?

SA: La experiencia la recuerdo con muchísimo cariño. Si hablas con gente de nuestra generación todos te dirán lo mismo. Es una forma o una fórmula con la que te han enseñado a crecer, con la que te han enseñado a formarte... Te han enseñado a tener momentos de mucha felicidad, también mezclados con momentos más tristes... En aquellos momentos siempre te apoyabas en el compañero, en el amigo y en el cariño que te podían dar las personas de alrededor, porque al final eso es una escuela de la vida, formarte con gente que está como tú. Esos años los recuerdas con muchísimo cariño. Aunque ya el contacto no es tan directo es fácil de cultivar la relación que puedas tener con distinta gente aunque hables de tiempo en tiempo, porque como es alguien que ha estado tan cercano... Al final, prácticamente, es como si nos viéramos diariamente aunque no nos veamos. Esos lazos con todos aquellos compañeros son difíciles de olvidar, ¿sabes? Aunque cada uno tenga su familia, cada uno viva en su ciudad o cada uno viva su vida... Pero son vínculos para toda la vida. El contacto no es diario, pero para cualquier cosa que se necesite estamos ahí y estamos encantados de saber los unos de los otros.

sábado, 12 de diciembre de 2020

LA SUPERCOPA DE LA TEMPORADA 1990-91

Se cumplen 30 años del triunfo del Real Madrid en el partido del famoso gol de Santi Aragón 

El 12 de diciembre de 1990, tal día como hoy de hace 30 años, el Real Madrid ganaba 4-1 al Barcelona en el partido de vuelta de la Supercopa de España de la temporada 1990-91. "Una Real paliza", tituló el diario Marca en una portada en la que se ilustraba con un gráfico cómo se había conseguido uno de los cuatro tantos madridistas. "Pañuelos blancos para el golazo de Santi", apuntaba el rotativo junto a la caricatura del gran triunfador de aquella noche: Santi Aragón. El canterano consiguió batir a Zubizarreta desde casi el centro del campo, a unos 45 metros de distancia, y firmó un gol absolutamente antológico. Fue su gran noche como futbolista del Real Madrid y destacó en el que acabaría siendo el único título de aquella campaña para el equipo blanco.

La Supercopa de España, heredera de la Copa Eva Duarte que desapareció en 1953, nació en 1982 para medir a los campeones de Liga y Copa pero tuvo unos primeros años complicados. Se jugaba a mitad de temporada y hubo muchísimos problemas para encontrar fechas en las que disputarse, lo que llevó incluso a que alguna edición no llegara a jugarse, como sucedió en las temporadas 1986-87 y 1987-88. Algo que, por cierto, perjudicó a los equipos implicados, a los que se les privó de la oportunidad de sumar un título oficial de la RFEF. El Real Madrid hubiese asistido a esos dos torneos en calidad de Campeón de Liga mientras que el Zaragoza lo hubiese hecho en 1986 como Campeón de Copa y la Real Sociedad en 1987 por el mismo motivo. En los ochenta, además, hubo dos equipos que hicieron doblete de Liga y Copa: Athletic Club en la temporada 1983-84 y Real Madrid en la 1988-89, lo que hizo que en 1984 y 1989 no se disputase la Supercopa y el trofeo se le adjudicase automáticamente a rojiblancos y merengues. En resumidas cuentas, desde su aparición en 1982 sólo se llegaron a jugar realmente cuatro ediciones. ¿Por qué recuerdo todo esto? Para poner un poco en contexto lo que sucedió en la edición de 1990-91. La Supercopa se jugó en el mes de diciembre de 1990 y se la consideró poco menos que un estorbo. En Barcelona se le dio muy poca relevancia y hubo declaraciones que la catalogaron directamente de "amistoso" a pesar de que, curiosamente, José Luis Núñez había sido su principal impulsor en 1982. Ojo, también en el Madrid restaban peso al torneo. "Los partidos con el Barcelona siempre son importantes, pero si se pierde este trofeo tampoco es una cosa que tenga mucha trascendencia", afirmaba el madridista Juanjo Maqueda en la previa del primer partido. Obviamente, la Supercopa era y es un título menor, pero no deja de ser un título oficial de la RFEF que con el paso de los años ha ido ganando un poco más de prestigio. Además, no dejaba de ser un duelo directo entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona. Los dos equipos volvían a verse las caras en esta competición dos años después de la edición 1988-89, que concluyó con victoria madridista.

Como ya recordaba hace unos cuantos días aquí en 'Historias del Real Madrid' el conjunto blanco no atravesaba su mejor momento y vivía días de marejada después de cinco años de rodillo en las competiciones domésticas. El 19 de noviembre John Benjamin Toshack había sido cesado como entrenador y su puesto en el banquillo lo había ocupado Don Alfredo Di Stéfano, al que acompañaban en la tarea Ramón Grosso y José Antonio Camacho. De inicio el cambio le vino bien al Real Madrid, que encadenó varios resultados positivos. El 'triunvirato' se estrenó en el Bernabéu con un triunfo por 3-0 frente al Betis y en la siguiente jornada se ganó 0-1 en Valladolid. El siguiente partido era el encuentro de ida de la Supercopa, que se disputó el miércoles 5 de diciembre en el Nou Camp. "A ver si le damos un susto", titulaba en su portada de aquel día el diario Marca entrecomillando palabras del técnico Di Stéfano. El míster le daba vueltas al equipo que saltaría al campo frente a los azulgranas. "De ayer a hoy he roto diez alineaciones. Tengo que pensar pero no voy a darles ni una pista. Los primeros que lo tienen que saber son los jugadores y hasta la reunión del mediodía no habrá alineación", señalaba Don Alfredo. "El partido no nos llega en el momento preciso. Nosotros necesitamos unos entrenamientos particulares y no lo podemos hacer porque vamos a jugar miércoles y domingo. Los partidos contra el Barcelona siempre han sido difíciles. A ver si les podemos dar un susto", manifestaba el entrenador blanco en declaraciones recogidas por Roberto Palomar para Marca. "A mí me preocupa la adaptación nuestra al partido. Espero que sea un encuentro competido, tenemos gente capaz de resolver. No vamos a cambiar el esquema. Intentaremos hacer un 4-4-2 si nos dejan. Espero que el equipo pegue un empujón, que vaya para adelante. Si aguantamos el tipo, se puede dar la vuelta a la tortilla. El partido es una esperanza de moral para nosotros", añadía el míster. En la misma línea se posicionaban los jugadores blancos en la previa del choque. Hugo Sánchez, por ejemplo, también apelaba a las ganas de ganar para inyectarse de moral y hacer tambalear al cuadro azulgrana. "Lo que buscamos ahora son resultados. No nos importa ganar al Barcelona sin jugar de forma bonita... Nosotros pensamos en ganar el encuentro, pero lo que no vamos a hacer es arriesgarnos a lo tonto. Lo haremos de forma inteligente; jugaremos a ganar el título, no a ganar al Barcelona", comentaba el ariete mexicano. "Trataremos de quitarles la euforia que tienen", decía Fernando Hierro

El encuentro arrancó a las 20.45 horas retransmitido en directo por televisión. Pitaba el colegiado vasco Urizar Azpitarte, al que se le recordará siempre por lo que sucedió en este partido... El Real Madrid no ganaba en Barcelona desde el triunfo liguero de la temporada 1983-84. Chendo era el único superviviente de aquel triunfo de siete años atrás y ninguno de los componentes de la Quinta del Buitre sabía lo que era ganar allí. Pero siempre hay una primera vez... Resultó que el partido marchó mucho mejor de lo previsto. El conjunto blanco se encontró bastante cómodo y mucho menos atenazado de lo que se le estaba viendo desde que arrancó la temporada con Toshack. El juego era bastante bueno y en el centro del campo Santi Aragón llevó la batuta con mucho acierto. Los blancos pudieron adelantarse alrededor del minuto 19 con un lanzamiento de falta de Fernando Hierro, tras tocar Hugo, que acabó con el balón en el poste derecho. Los locales respondieron con un medio disparo de Stoichkov que paró Buyo. Pero los blancos siguieron apretando y hasta se pudo ver un disparo de Spasic a puerta tras saque de esquina. Una buena jugada colectiva con Solana entrando por la banda izquierda fue culminada con un remate de Butragueño que desbarató Zubizarreta enviando a córner. El Madrid estaba dando la cara y llegaba a las inmediaciones del área local con bastante acierto, aunque faltaba rematar. Hugo no tuvo demasiadas oportunidades. El partido transcurría con bastante normalidad hasta que a cinco minutos del descanso la cosa se desmadró un poco... Un poco bastante. Una entrada de Chendo a Stoichkov, en la banda, desató las protestas de Johan Cruyff. Urizar le sacó la tarjeta amarilla, pero el técnico siguió protestando y el colegiado le sacó la tarjeta roja. Ahí mismo ya estaba interviniendo Stoichkov, que no dejaba en paz al árbitro. El jugador también vio la tarjeta amarilla y la roja. El búlgaro respondió propinando un pisotón con la bota izquierda a Urizar Azpitarte, acción por la que siempre será recordado este partido. "Hristo Stoichkov fue expulsado por aplaudir en plan de mofa la decisión que tomé de amonestarle. En ese momento, y de forma intencionada, me pisó con los tacos en el empeine del pie derecho, por lo que tuve que retener la reanudación del juego por los dolores que tenía", escribió en el acta Urizar Azpitarte. El árbitro tuvo que ser atendido antes de poder seguir dirigiendo el choque.

La segunda parte el dominio blanco se haría más evidente. Con un jugador más, los de Di Stéfano pudieron soltarse más. En el minuto 54 Hierro tocó para Sanchís y el defensa envió en profundidad al área que recogió Butragueño por la derecha. Míchel se incorporaba al área por el centro, así que fue el mundo al revés. En aquella ocasión fue el Buitre el que se la puso a Míchel con un pase raso que el 8 blanco sólo tuvo que empujar a la red con Zubizarreta ya vencido en el suelo. Gol del Real Madrid. 0-1 para los blancos, a los que el encuentro se les ponía muy de cara y llevaba su dominio al marcador. La tranquilidad podía ser mayor para los visitantes. El Barcelona no tiró la toalla y trabajó duro para tratar de contrarrestar la inferioridad numérica, pero el Madrid siguió bien y tuvo opciones de conseguir una mayor renta. A falta de diez minutos para el final un balón de Villarroya desde la derecha no llegó a ser rematado por el Buitre, que saltó por encima del esférico dejándolo pasar, y llegó a las inmediaciones de Hugo. El mexicano, de primeras, cómo no, soltó un impresionante disparo con la zurda que se estrelló en el poste derecho de la meta de Zubizarreta. En las postrimerías una contra del Madrid terminó con pase de Villarroya para Aldana, que se quedó solo delante de Zubizarreta. El guardameta vasco salvó a su equipo. Nando envió a córner un balón sin aparente peligro que permitió al Madrid disponer de otra oportunidad antes del final. Hierro, forzado, no pudo cabecear con acierto. El malagueño, con otro disparo de falta, envió otro balón por alto rozando el larguero en la que sería prácticamente la última acción del partido. La vuelta a vestuarios fue un tanto complicada por el lanzamiento de objetos, lo que obligó a varios futbolistas blancos a permanecer en el césped a la espera de la protección oficial. Las cámaras de televisión captaron la imagen de Hugo Sánchez acomodándose sus partes nobles, lo cual supondría otra polémica añadida a lo que había pasado con el pisotón a Urizar. Eso formó parte de lo extradeportivo. 

Pero lo importante era lo deportivo y el resultado estaba ahí: 0-1 para el Real Madrid. La Quinta del Buitre ganaba por fin en el Nou Camp. Di Stéfano calificó de "formidable" la victoria del Real Madrid. "Hemos actuado muy bien en defensa y en medio campo y hemos sacado unos contragolpes que hicieron temblar al Barcelona... Los jugadores han demostrado que tienen tranquilidad y que están a la altura del Barcelona. Hay que tener en cuenta, además, que hoy veníamos como visitantes. Todos se han entregado con entusiasmo", señalaba el entrenador del Real Madrid.

BARCELONA: Zubizarreta, López Rekarte, Alex, Nando, Herrera, Eusebio, Amor, Carreras (Urbano, 59'), Soler, Julio Salinas y Stoichkov.

REAL MADRID: Buyo, Chendo, Spasic, Hierro, Solana, Míchel (Hagi, 86'), Aragón (Aldana, 78'), Sanchís, Villarroya, Butragueño y Hugo Sánchez.

GOL:
0-1 min. 54 Míchel

Encuentro de vuelta

El partido de vuelta en el Bernabéu se jugó una semana más tarde. Los días transcurrieron con noticias sobre la sanción que le iba a caer a Stoichkov y las peticiones desde Barcelona para castigar a Hugo Sánchez, al que acusaban de "provocador" por sus gestos a la grada. El fin de semana, concretamente el domingo 9 de diciembre, el Madrid venció 3-0 al Tenerife prolongando la buena racha de resultados del equipo con Di Stéfano en el banquillo. La realidad era esa, desde que el argentino se había hecho cargo de la situación el Real Madrid sólo conocía la victoria. Y además se disponía a cerrar el primer título de la temporada. Unos 70.000 espectadores acudieron al campo para presenciar un partido que TVE ofreció en directo por su segundo canal.

Echó a rodar el balón. El Barcelona se adelantó en el marcador a balón parado. Goikoetxea, al que le había hecho falta Hierro al borde del área, ejecutó él mismo el lanzamiento soltando un fortísimo disparo que le dobló las manos a Buyo y entró a gol de forma directa. Era el 0-1 con el que los azulgranas se ponían por delante. La reacción del Real Madrid, sin embargo, fue inmediata. Los blancos sacaron de centro y tras tocar varios futbolistas la jugada concluyó con un centro de Míchel desde la derecha y, tras tocar Hierro de cabeza, el remate de Butragueño a gol. Empate a uno con el que los blancos se mantenían por delante en la lucha por el título con un global de 2-1. En el minuto 44, justo antes del descanso, una incursión de Míchel por su banda derecha y su centro preciso al área fue rematado de cabeza por un Butragueño que entró como un toro firmando un gol de auténtico delantero centro. Era el 2-1, gol psicológico con el que los madridistas se podían marchar mucho más tranquilos al descanso. "La verdad es que el Barcelona ha empezado bastante bien, además se ha puesto por delante. Hemos tenido un poco de fortuna, hemos empatado como al minuto y la verdad es que este segundo gol que nos ha venido muy bien porque ya estaba terminando el primer tiempo y nos da tranquilidad absoluta para el segundo... Enfrente tenemos un buen equipo, está jugando bien y ha venido a ganar. Nosotros estamos intentando aprovechar nuestras opciones. Hasta ahora nos va bien pero el partido aún no ha terminado", comentaba Butragueño al micrófono del periodista de TVE Pedro González (QEPD) antes de entrar en el túnel de vestuarios.

En el segundo tiempo los azulgranas volvieron a salir con iniciativa. Pero en el minuto 56 llegó el tercero para el Real Madrid. Butragueño envió a Santi Aragón, que peleó con dos defensores y consiguió salir adelante con el balón. Zubizarreta salió a su encuentro pero el canterano cedió a la izquierda para que Hugo Sánchez, prácticamente a puerta vacía, empujara a la red el 3-1. La victoria ya estaba totalmente encarrilada y en el minuto 70 llegó la acción más recordada de esa Supercopa. En el minuto 70, con la pelota en posesión del Barcelona en el medio campo, Aragón roba el esférico y avanza un poco antes de percatarse de que Zubizarreta está adelantado. En ese momento lanza un espectacular disparo desde unos 45 metros de distancia que realiza una parábola perfecta. Zubizarreta, trastabillándose hacia atrás, no puede detener el lanzamiento y el balón acaba en la red para delirio del público. Un golazo increíble. El público enloqueció y las gradas se poblaron de pañuelos blancos mientras sus compañeros formaban una piña encima del canterano, que jugó los dos partidos de aquella Supercopa con el dorsal 10 a la espalda. El marcador estaba completado pese a que todavía quedaban veinte minutos por delante. Las gradas se divirtieron con 'olés' a los suyos. El Madrid tuvo otra ocasión muy clara con un disparo tremendo de Hierro que Zubizarreta desvió a córner por encima del travesaño. El cuerpo técnico retiró del campo a la delantera sustituyendo en un doble cambio a Hugo y Butragueño por Losada y Aldana, que también pudieron participar de la fiesta de aquella noche. 

"Estoy muy contento por el público y por los jugadores", señaló al término del encuentro Don Alfredo Di Stéfano, que conseguía su primer título como entrenador del Real Madrid después de la mala suerte que tuvo el año de los cinco subcampeonatos de la temporada 1982-83. "Ha sido un partido emotivo y muy brillante", añadió el técnico blanco mientras el capitán Miguel Porlán Chendo subía las escaleras hacia el palco para recibir de manos del presidente de la RFEF, Ángel María Villar, el trofeo que acreditaba al Real Madrid como Campeón de la Supercopa de España. Tras posar un momento con Ramón Mendoza, Chendo regresó al césped con la copa para realizar junto a sus compañeros una vuelta de honor en la que incluso participó el propio Di Stéfano. "Ha sido un bonito partido y creo que la gente se habrá entretenido, por lo menos los madridistas. Llevábamos unas jornadas que estábamos jugando bien y estábamos con alegría y hoy creo que ha sido la culminación", indicaba Míchel al micrófono de Pedro González.

El presidente Ramón Mendoza se mostraba tremendamente satisfecho al término del encuentro. "Hemos realizado un gran juego. Estoy muy satisfecho del rendimiento de los jugadores aunque todo sigue igual. Hay que tener paciencia, no siempre se gana y no hay que echar las campanas al vuelo. Hemos conseguido un título, el primero de la temporada, y es importante pero hay que seguir luchando para conseguir la victoria en el Campeonato Nacional de Liga. El gol de Aragón ha sido bellísimo, pero ha habido otros goles de bella factura en el partido. Estoy muy satisfecho con el rendimiento de todos los jugadores y el comportamiento del público ha sido sensacional. El público madrileño ha dado una gran lección", comentaba el mandatario madridista en declaraciones recogidas por Carlos Moyano para Marca. El delantero Hugo Sánchez, autor de uno de los goles, valoraba el trabajo del conjunto madridista: "Se ha cumplido lo que pretendíamos. Hemos ganado con autoridad, rotundidad y calidad. Estábamos deseando hacer un partido así. Creo que es el mejor que hemos realizado en lo que llevamos de temporada. Hubo garra, fuerza, pasión, buen juego... En fin, un partido lleno de casi todo". Emilio Butragueño, por su parte, destacaba la entidad del rival al que se había vencido. "Hemos hecho un buen partido, aunque hemos jugado contra un grandísimo equipo. Creo que hemos ganado con claridad y justicia... El Barcelona ha venido a ganar", indicaba el Buitre en palabras publicadas por Marca. El rotativo madrileño también recogía declaraciones de Di Stéfano en las que también destacaba la plasticidad del gol de Aragón. "Pocos goles se ven como el que hoy ha marcado Aragón. Lo que ha hecho hay que pensarlo en décimas de segundo y luego golpear el balón con mucha precisión. Ha sido un gran gol", apuntaba Don Alfredo. El protagonista de la noche, Santi Aragón, respondió con humildad a las preguntas de los periodistas. "Si tengo que quedarme con el gol o con la victoria, sin duda me quedo con la victoria, porque era muy importante para el equipo", aseguraba el canterano sin echarse flores. "En el gol he visto salir la pelota y no sabía si iba a entrar o no. En algún partido de juveniles también he metido un tanto así, pero no es lo mismo que aquí, en una Final y en el estadio Santiago Bernabéu. De todas formas, tengo que tener los pies en el suelo y seguir trabajando. Todavía tengo muchas cosas que aprender, me queda bastante por mejorar. Estoy contento por la victoria y también por el gol. Todos mis compañeros se han puesto muy contentos también", añadía el centrocampista, que remató asegurando que el gol conseguido había sido "como un sueño".

En cierto modo, aquel fue el último título del glorioso lustro de la Quinta del Buitre, el comprendido entre los años 1985 y 1990. La Supercopa de diciembre de 1990 fue el último coletazo de aquel Real Madrid. La Quinta del Buitre seguiría todavía varios años más en el Real Madrid pero su siguiente trofeo no se levantaría hasta que en junio de 1993 se ganó la Copa del Rey con Benito Floro. Aquel ya no era el Real Madrid de los ochenta. Ese había puesto el punto final en la temporada 1990-91, una campaña de muchos sobresaltos en la que la única alegría llegó con aquella Supercopa. Tal día como hoy de hace ya 30 años...

REAL MADRID: Buyo, Chendo, Sanchís, Hierro, Solana, Míchel, Maqueda, Aragón, Villarroya, Butragueño (Aldana, 75') y Hugo Sánchez (Losada, 75').

BARCELONA: Zubizarreta, Alex, Serna, Herrera, Soler, Goikoetxea, Eusebio, Amor, Beguiristain (Carreras, 45'), Julio Salinas y Laudrup (López Rekarte, 71'),

GOLES:
0-1 min. 21 Goikoetxea
1-1 min. 22 Butragueño
2-1 min. 44 Butragueño
3-1 min. 56 Hugo Sánchez

4-1 min. 70 Santi Aragón

viernes, 11 de diciembre de 2020

EL MEJOR CLUB DEL SIGLO XX

El Real Madrid fue galardonado con este trofeo entregado por la FIFA en el año 2000

El 11 de diciembre de 2000, tal día como hoy de hace 20 años, el Real Madrid era reconocido como el Mejor Club del Siglo XX en una gala de la FIFA celebrada en Roma. Florentino Pérez y Alfredo Di Stéfano fueron los encargados de recoger de manos del entonces presidente de la institución futbolística mundial, Joseph Blatter, el trofeo que confirmaba al Club blanco como el más importante de los últimos cien años. El Real Madrid superó con claridad y amplitud en las votaciones a clubes del calibre de Manchester United y Bayern Múnich. Ese mismo año 2000 se había adjudicado la Champions League y recibía ese galardón como vigente Campeón de Europa. Este trofeo era la constatación de la grandeza de una entidad que, a punto de alcanzar el centenario, había cosechado un palmarés impresionante a lo largo de 98 años. Entre 1902 y 2000 el Real Madrid presentaba una vitrina extraordinaria en la que lucían 8 Copas de Europa, 2 Copas Intercontinentales, 2 Copas de la UEFA, 27 Ligas, 17 Copas, 5 Supercopas de Españas, 1 Copa de la Liga, 2 Pequeñas Copas del Mundo, 2 Copas Latinas... Y un sinfín más de títulos regionales y títulos menores. Y todo esto sin contar todo lo conseguido por la Sección de Baloncesto.

Tuve la enorme fortuna de poder contemplar el trofeo en la Sala de Juntas del Estadio Santiago Bernabéu para hacerle la fotografía que adjunto en esta entrada. Estaba expuesto en una vitrina al margen de las Copas de Europa de fútbol y baloncesto. Es un trofeo único y exclusivo que preside en solitario la instancia, dándole si cabe mayor importancia y solemnidad. No sé si somos conscientes de lo que significa. Es algo histórico. El reconocimiento a todo lo que consiguieron cientos de futbolistas, técnicos, empleados y trabajadores que durante un siglo se esforzaron para convertir al Real Madrid en la institución más importante del fútbol mundial.

Da un poco de vértigo pensar que ya no estaremos aquí cuando se vuelva a entregar un galardón similar. Ojalá que a lo largo de los próximos ochenta años el Real Madrid consiga muchos triunfos y logre todos los títulos posibles para poder optar a ser el Mejor Club del Siglo XXI. Muy pocos de los que estamos aquí podrán verlo, de la misma forma que generaciones enteras de aficionados y futbolistas no llegaron a ver a Di Stéfano recogiendo el del Siglo XX. Fuimos unos afortunados por ver algo así, algo que muchos no podrán disfrutar nunca. De ahí la importancia y lo extraordinario de lo que contemplamos hace ahora dos décadas. Don Alfredo tenía 74 años cuando Blatter le entregó el trofeo. Para que nos hagamos una idea, Sergio Arribas, el chaval que debutó el miércoles en Champions, tendrá 99 años en el 2100. Alguno como Martin Odegaard quizás anden todavía por aquí con casi 102 años y la ayuda de un bastón. Pero, para entonces, lo normal será que futbolistas ahora veteranos como Sergio Ramos o Benzema ya no estén en este mundo salvo que la ciencia y los avances permitan al ser humano alcanzar edades mucho más longevas. Lo normal sería pensar que el jugador que recogerá el Trofeo al Mejor Club del Siglo XXI allá en el año 2100 esté naciendo ahora mismo o no lo haya hecho todavía. En cualquier caso, esperemos que sea el Real Madrid la entidad merecedora de tal reconocimiento. De momento, en lo que llevamos de siglo no nos ha ido mal la cosa: 5 Champions League, 1 Copa Intercontinental, 4 Mundiales de Clubes, 4 Supercopas de Europa... Pero harán falta muchos más trofeos para conseguir volver a ser los mejores. Historia que tú hiciste. Historia por hacer...

JUANITO EL DÍA DEL BORUSSIA

Se cumplen 35 años de la mítica remontada del Real Madrid en la Copa de la UEFA de la temporada 1985-86

Probablemente sea la imagen más memorable de la Historia del Real Madrid. O, por lo menos, aquella con la que los aficionados más se sienten identificados, sobre todo los que vivieron aquella noche del 11 de diciembre de 1985. Tal día como hoy de hace 35 años el Real Madrid protagonizaba una remontada inolvidable que dejó marcada a toda una generación de aficionados y seguidores del equipo blanco.

Para los que éramos todavía muy pequeños y no estábamos en el campo el partido deja recuerdos de la radio y de los resúmenes posteriores. El partido no se emitió en directo por televisión. El encuentro arrancó a las 21.00 horas  y TVE programó a esa hora por su primer canal un capítulo de la serie 'Platos Rotos' y la película de John Ford 'La Taberna del Irlandés'. En su segundo canal a esa hora se emitía 'Fin de Siglo', un programa de entrevistas presentado por Pablo Lizcano que le gustaba mucho a mis padres. Seguramente era lo que se estaba viendo en mi casa mientras por la radio iban llegando los goles de Valdano y Santillana. Los que lo disfrutaron de verdad fueron aquellos que tuvieron la fortuna de poder asistir a ese espectáculo en el campo. Son muchísimos los que recuerdan este partido como el más intenso de sus vidas. Finales al margen, claro, la remontada frente al Borussia Mönchengladbach significó la cumbre de aquellas gestas que se iniciaron justo una década antes con el partido frente al Derby County. Después vendrían eliminatorias en diferentes competiciones europeas como todas aquellas frente al Inter que dejarían resultados y partidos que forman parte de la Historia del Club: Celtic en 1980, Anderlecht en 1984... Pero la del Borussia en 1985 fue la que dejó marcada a fuego a toda una generación, la que pobló las gradas e hizo vibrar hasta los cimientos del estadio a medida que iban cayendo los goles.

El partido era todo un reto para el Real Madrid, que tenía que levantar un 5-1 adverso tras la derrota del encuentro de ida. Cuatro goles hacían falta para dar la vuelta a la eliminatoria y seguir en la Copa de la UEFA, competición de la que el Madrid era vigente Campeón en aquellos momentos. Lo mejor de todo es que la remontada sirvió para seguir en Europa y terminar levantando el trofeo por segundo año consecutivo revalidando el título.

REAL MADRID: Ochotorena, San José (Cholo, 75'), Camacho, Maceda, Salguero,  Juanito (Martín Vázquez, 90'), Michel, Gallego, Valdano, Butragueño y Santillana. 

BORUSSIA MÖNCHENGLADBACH: Sude, Herlovsen (Herbst, 54'), Hannes, Frontzceck, Krisp (Hochtatter, 46'),  Criens, Lienen, Demsen, Borowka, Mill y Rahn.

GOLES
1-0 min. 6 Valdano
2-0 min. 18 Valdano
3-0 min. 78 Santillana
4-0 min. 89 Santillana