martes, 29 de marzo de 2016

RECORDANDO A SOLANA

Hoy se cumplen treinta años del debut oficial de Jesús Solana con el Real Madrid

El sábado 29 de marzo de 1986, tal día como hoy de hace tres décadas, el Real Madrid disputaba en el Estadio Insular de Las Palmas el partido correspondiente a la trigésimo primera jornada del Campeonato de Liga. Una Liga que, desde hacía seis días, ya tenía dueño. El Real Madrid aterrizó en las Islas Canarias como Campeón. Con la Liga ya ganada, y quizás pensando en el partido de ida de las semifinales de la Copa de la UEFA que se disputaba pocos días después frente al Inter de Milan, el cuerpo técnico madridista dio descanso a algunos de los titulares habituales del equipo y dio entrada a algunos de los menos habituales. 

Con la expedición blanca viajó un joven defensa del Castilla, Solana. El canterano jugó. Y lo hizo, además, de titular. Hoy, treinta años después de su debut oficial en Primera División, voy a recordar la figura de Jesús Solana.

Sus comienzos

Jesús Ángel Solana Bermejo nació en la localidad riojana de Arnedo el 25 de diciembre de 1964. "Comencé jugando al fútbol en el Arnedo juvenil, equipo de mi pueblo; por medio de unos ojeadores que el Real Madrid tiene por la zona de Logroño vine al club madridista en 1980", recordaba el propio Solana en una entrevista para el boletín oficial del Club. Concretamente, se incorporó al Real Madrid el 6 de marzo de 1980 como jugador juvenil tras superar una prueba en la Ciudad Deportiva. Tenía quince años de edad. Una vez en la capital, Solana fue superando etapas en las categorías inferiores del Madrid. Jugó en el Castilla B de juveniles, en el Castilla A de Liga Nacional de juveniles, en el Real Madrid Amateur y pasó dos temporadas en el Castilla, el filial de Segunda División.

Su progresión no estuvo carente de problemas, como detallaba el jugador en una entrevista publicada en la revista oficial del Real Madrid. "He tenido mala suerte con las lesiones. Cuando quedamos campeones juveniles de España, subimos al Castilla una serie de jugadores, como Pardeza. Hicimos la pretemporada con el equipo en Riaza, era el primer año de Amancio (1982-83), y tuve una serie de molestias que hicieron que me operasen de pubis. La recuperación la realicé con los juveniles, ya que aún tenía edad juvenil, y a continuación  pasé al conjunto Amateur (1983-84). En mi primera temporada con el Castilla (1984-85) tuve que volverme a operar, ahora de un abductor, y a finales de la misma campaña, cuando había sido convocado para jugar en la Selección Nacional Sub-21, y en el último encuentro de la Copa de la Liga frente al Atlético Madrileño, me rompí el peroné. Una vez recuperado, y en la presente temporada (1985-86), en un torneo disputado en Albacete, me dieron un balonazo en el peroné y se me volvió a romper. He tenido, en el campo de las lesiones, una mala suerte increíble", recordaba Solana.

Como se puede comprobar, el paso de Solana por las divisiones inferiores no fue un camino de rosas, ni mucho menos. "Si la gente supiera las lloradas que me he pegado... Llega un momento en que dices que no vales para esto y piensas, incluso, en dejarlo, en abandonarlo todo. Pero, a fuerza de ilusión y trabajo se supera", explicaba el jugador riojano. "Sabía que estar en el Real Madrid era lo más importante para mí. Cuando vine me planteé una meta, la de llegar arriba, al primer equipo. Y cuando estás un poco hundido, desilusionado, vuelves a pensar que has venido y trabajas para algo, para lo que has soñado desde muy niño, y que por una serie de problemas no puedes ni debes tirarlo todo por la borda. Tienes que seguir trabajando para superar las dificultades y adversidades que se planteen", añadía Jesús Solana.

La temporada 1985-86, así pues, la comenzó el jugador riojano lesionado del peroné. Hasta el mes de octubre, una vez recuperado, no pudo empezar a jugar con el Castilla, en Segunda División. Su primer encuentro fue en la octava jornada, curiosamente en su tierra y frente al Logroñés. Dos meses después, a mediados de diciembre de 1985, Solana fue incluido en la lista del primer equipo del Real Madrid para disputar la Copa de la UEFA. En base a la normativa de la época, esta inclusión en la lista de la UEFA le imposibilitaba actuar con el Castilla en Segunda División. Hasta aquel momento había disputado nueve partidos con el filial. Se inició así un periodo de varios meses en el que el futbolista no jugó ni en el primer equipo ni en el filial. De poder jugar, tenía que ser con la primera plantilla...

El debut 

Solana no se vino abajo y el premio a tanto esfuerzo y a tanta paciencia le llegó aquel 29 de marzo de 1986 en el Insular de Las Palmas. Dirigió el equipo aquel día el segundo entrenador Ramón Moreno Grosso, por una indisposición de Luis Molowny. Grosso alineó aquel día a Agustín, Solana, Salguero, Gallego, Camacho, San José, Martín Vázquez, Gordillo, Cholo, Santillana y Hugo Sánchez. Aquel día, la felicidad no pudo ser completa para el debutante. El Madrid llegó a la recta final del duelo ganando 1-3. Se había adelantado el cuadro local en los primeros compases de la segunda parte y el Campeón volteó el marcador con dos goles de Cholo y uno de Butragueño, que había sustituido a Hugo Sánchez. Sin embargo, en las postrimerías y en menos de cinco minutos, la Unión Deportiva Las Palmas marcó tres goles casi consecutivos con los que dejó el resultado final en un 4-3 favorable al equipo canario.

La derrota, sin embargo, no le pasó factura al joven debutante. Luis Molowny siguió contando con Jesús Solana en todo lo que restaba de temporada. Literalmente lo jugó todo hasta que concluyó aquella campaña 85-86. El cuerpo técnico tenía a su disposición a un futbolista que se desenvolvía bien en varios puestos. Solana se refería a aquella polivalencia en una entrevista que publicó el boletín oficial del Real Madrid bajo el título de Solana, prometedora realidad. "Jugar en diversas posiciones es beneficioso para los jugadores. Estando fijo en una posición las posibilidades de jugar se acortan. Por mis condiciones he jugado en diferentes posiciones y eso ayuda bastante a la hora de optar por un puesto, así como en el momento de reaccionar a determinadas situaciones o jugadas que se produzcan en un encuentro", explicaba el futbolista.

En total, aquella recta final de campaña 1985-86 se saldó con ocho partidos completos. Tras el debut en Las Palmas jugó otros tres encuentros de Liga. Es decir, disputó las cuatro últimas jornadas del campeonato liguero. También jugó dos partidos de la extinta Copa de la Liga frente al Barcelona. Pero, sin duda, los dos partidos más importantes que jugó fueron los de la Final, a doble partido, de la Copa de la UEFA. El 30 de abril de 1986, en el Santiago Bernabéu, se disputó el encuentro de ida de aquella finalísima frente al Colonia alemán en la que el Real Madrid optaba a revalidar el título cosechado un año atrás. Y allí, en el equipo titular, formaba Jesús Solana en su particular bautismo en competición europea. Salió de inicio aquel día el equipo de Molowny con Agustín, Salguero, Solana, Camacho, Martín Vázquez, Míchel, Juanito, Gordillo, Butragueño, Hugo Sánchez y Valdano. 

"Fue increíble. Jugar una final europea, con el Real Madrid y en el estadio Santiago Bernabéu, es algo que difícilmente podía imaginar. Fue como un sueño, porque recordaba que tan sólo una temporada antes había estado presente en las gradas en la anterior conquista de la Copa de la UEFA y ya estar ahí me parecía algo impresionante", comentó después Solana al recordar aquel día. "Humildemente, por lo que salió en la prensa, creo que no desentoné; aunque todo jugador siempre piensa que lo sabe y puede hacer mejor. Inicialmente tenía miedo y a la vez estaba alegre. Era mucha la responsabilidad para un joven como yo que únicamente había disputado cuatro encuentros de Liga, y más al tener que marcar a un jugador de fama mundial como es Allofs. Lo fui superando según  transcurrió el encuentro y, sin querer echarme flores, no lo hice mal", añadía el joven riojano.

El Real Madrid dejó casi en las vitrinas su segunda Copa de la UEFA aquel 30 de abril del 86. El Colonia se adelantó 0-1 con un tanto de Klaus Allofs, pero al descanso el Madrid ya había remontado 2-1 gracias a los goles de Hugo Sánchez y Gordillo. En la segunda parte, dos goles de Valdano y otro de Santillana, que había sustituido a Martín Vázquez en el minuto 81, servían para completar un rotundo 5-1 que, salvo catástrofe en Alemania, le daba la Copa de la UEFA al Real Madrid

En el encuentro de vuelta, disputado en el Olympiastadion de Berlín, el Colonia se impuso 2-0, pero el marcador global servía para coronar al Real Madrid, por segundo año consecutivo, como Campeón de la Copa de la UEFA. Jesús Solana volvió a ser titular en aquel encuentro y a su término disfrutó de la gloria del triunfo. "Cuando tuve la copa en mis manos, no me lo creía. Es imposible explicar lo que sentí en esos momentos. Creo que cuando pase un poco más de tiempo me daré plena cuenta de lo que esto ha significado para mí", reconocía Solana para el boletín del Real Madrid en junio de 1986.

En el número extraordinario del boletín del Real Madrid correspondiente al mes de junio de 1986 se hacía un pormenorizado repaso a todos los partidos de la temporada recién concluida. Se recogían además las declaraciones de todos los jugadores de la primera plantilla del equipo. Y entre ellos estaba Jesús Solana. "Es inenarrable la alegría que tengo por haber podido actuar en Liga y Copa de la UEFA con el Real Madrid, no lo esperaba y, tal vez, por ello la alegría sea mayor. El equipo ha estado fenomenal y ha sido un justo vencedor de cuantos títulos consiguió. Será difícil, casi imposible, que borre de mi mente este año", aseguraba entonces Solana

No era para menos. Aquella temporada 1985-86 había conseguido debutar con el primer equipo del Real Madrid y había sumado sus dos primeros títulos oficiales. Aquella campaña la había empezado jugando con el Castilla y la había acabado como titular indiscutible del Real Madrid. Terminaba contrato con la entidad de Concha Espina. Pero, visto su rendimiento y el prometedor futuro que tenía por delante, su continuidad en el conjunto blanco parecía más que segura.

"Acabo contrato con el Real Madrid y tengo toda la ilusión puesta en renovar. Mi meta de momento es que el entrenador de la primera plantilla cuente conmigo y por ello me planteo todo en base al trabajo, que está claro es con lo que realmente se puede conseguir tus objetivos. Luego, si se cuenta con Solana para el Real Madrid, comenzaré a plantearme el luchar por un puesto; algo muy difícil, pero no imposible. Espero el año que viene poder ofrecer buenos momentos al aficionado madridista y triunfos al Real Madrid", declaraba Jesús Solana al boletín oficial blanco.

Temporada 1986-87

El viernes 18 de julio de 1986 se presentó en el estadio Santiago Bernabéu la plantilla del Real Madrid para la temporada 1986-87. Por supuesto, Jesús Solana había renovado su contrato y allí estaba con el resto de sus compañeros. El holandés Leo Beenhakker sustituía a Luis Molowny en el banquillo merengue. El capítulo de fichajes se cerró con la contratación de Paco Buyo y de Bernardino Serrano 'Mino'. Lo curioso de aquel día es que Buyo y Mino no posaron solos para los medios gráficos. Les acompañaron en las fotos Miguel Pardeza y Jesús Solana. Pardeza regresaba de manera oficial al Real Madrid tras un año de cesión en el Zaragoza, aunque en realidad ya había jugado los dos últimos partidos oficiales de la temporada 1985-86 con el Madrid, los de la extinta Copa de la Liga. Solana, por su parte, ascendía de manera definitiva al primer equipo y pasaba a ser oficialmente jugador del Real Madrid.

La temporada 1986-87 no pudo empezar mejor para el Real Madrid en general y para Jesús Solana en particular. El riojano arrancó la etapa de Leo Beenhakker como titular indiscutible. El técnico holandés valoraba la facilidad que tenía el de Arnedo para adaptarse a diferentes posiciones. "En la actualidad, estar en el Real Madrid supone lo máximo para mí. Soy un jugador polivalente, y con tal de estar entre los once que saltan al terreno de juego me doy por satisfecho, ya sea de defensa central, lateral o centrocampista. Ahora, por mis condiciones, estoy actuando con asiduidad como centrocampista retrasado tapando los huecos  que dejan Míchel y Gordillo cuando se incorporan al ataque", explicaba el propio Solana para el coleccionable Historia viva del Real Madrid, publicado por ABC.

En un texto firmado por el jugador, Solana recordaba su trayectoria en el Club y se percibía la felicidad que vivía por haber llegado a lo más alto. "Dar el salto y formar parte de la primera plantilla al lado de los jugadores que hasta hace poco admiraba y sigo admirando supuso como estar en un sueño", señalaba en el coleccionable de ABC. "Yo tenía la esperanza de llegar, y trabajaba con ahínco por conseguirlo. Cuando lo logras, miras hacia atrás, recapacitas y te das cuenta que ha merecido la pena todos los sacrificios que has hecho, incluido el dejar a tu familia al salir de casa a los quince años. Yo lo único que puedo prometer es: trabajo, constancia y seguir sacrificándome para cosechar todos los títulos que nuestra afición se merece", aseguraba el futbolista riojano.  

Campeón de Liga, campeón de la Copa de la UEFA, titular con el Real Madrid... Su buen momento de forma no podía pasar desapercibido para los técnicos de la Federación Española. Solana se acaba convirtiendo en un fijo en las alineaciones de la Selección Sub-21 y en el mes de octubre de aquel fabuloso año 1986 Jesús Solana añade una muesca más a su palmarés particular. España se adjudica el título de Campeón de Europa Sub-21 al doblegar a Italia en la Final, disputada a doble partido. Los transalpinos se habían impuesto 2-1 en Roma el 15 de octubre y los españoles ganaron por idéntico resultado en Valladolid dos semanas después. El título se dilucidó desde el punto de penalti y el cancerbero Ablanedo resultó decisivo al detener dos lanzamientos. ¡España era campeona! Jesús Solana jugó los dos encuentros completos de la Final. En aquella Selección que dirigía Luis Suárez también estaba el madridista Manolo Sanchís.

Desde luego, 1986 fue un año que tuvo que dejar recuerdos imborrables en la carrera deportiva de Jesús Solana. Y 1987 tampoco estuvo nada mal. La Liga 1986-87, aquella Liga del Play Off tan larga, cayó de nuevo para los madridistas. Para Solana, aquella fue la temporada en la que más partidos jugó: 34. De ellos, en 27 saltó al campo de titular. En total, contando las tres competiciones en las que participó, Liga, Copa del Rey y Copa de Europa, disputó un total de 45 partidos oficiales a lo largo de la campaña 1986-87. Y, por si fuera poco, consiguió anotar sus dos primeros goles en Primera División.

La fecha de su primer gol con la camiseta blanca no pudo ser más señalada. El domingo 14 de junio de 1987 el Real Madrid se adjudicaba el título de Liga al ganar en Zaragoza 1-3. Desde luego, La Romareda iba a ocupar un lugar muy especial en la biografía del Chucho Solana. Era la jornada 43 y Butragueño, con dos goles, se encargó de encarrilar un triunfo muy especial. Y en el minuto 80, llegó el 0-3. "Gran pase de Hugo a Solana, que profundiza en jugada individual, y desde la izquierda, casi sin ángulo de tiro, consigue batir a Cedrún", detallaba el diario Marca en su crónica, en la que se calificaba de "soberbio gol" el tanto anotado por Jesús Solana. Seis minutos después, el ex madridista Pineda marcaba el 1-3 para el Zaragoza. En Gijón, el Sporting doblegaba al Barcelona y el triunfo blanco en Zaragoza servía para certificar su vigesimosegundo título de Liga.

Una semana después, en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid cerraba la Liga en un ambiente festivo con un partido ya intrascendente frente al Español. El resultado fue de 2-2. Pero lo relevante, en este caso, es señalar que el 2-1 lo consiguió... Jesús Solana, que una semana después de anotar su primera diana en Primera División conseguía hacer la segunda. Definitivamente, el riojano estaba en estado de gracia.

Durante la recta final de campaña una lesión del capitán José Antonio Camacho dejaba al equipo cojo en el lateral izquierdo. El encargado de suplirle fue Solana y lo hizo además dejando muy buenas sensaciones. "La demarcación de lateral izquierdo resultó extraña para mí, pues con anterioridad a ese instante nunca había actuado en esa posición. Creo que me adapté bien y realicé a satisfacción la misión que el técnico me había confiado. La prueba es que ahora, de vez en cuando, me sigue poniendo en esa zona", explicaba tiempo después Jesús Solana. 

Temporada 1987-88 

En el ejemplar de septiembre de 1987 del boletín oficial del Real Madrid se recopilaba información detallada de la nueva plantilla del equipo para la temporada 1987-88. En la página 15 se refieren a Solana en los siguientes términos: "La temporada pasada resultó muy importante para este joven jugador. Su final de campaña, superando con creces la reválida que resultaba el sustituir al lesionado Camacho, fue sencillamente magnífica. Por ello, no es extraño que piense en ésta como la de su asentamiento definitivo". 

"En el Real Madrid nadie tiene asegurado un puesto, y es, por este motivo, por el que hay que seguir luchando para jugar el mayor número de partidos posible. Lo importante es luchar y superar cuantas dificultades se planteen. Espero que sea mi confirmación", declaraba Solana en el verano de 1987 de cara a aquella nueva temporada. 

La temporada 1987-88 arrancó igual que la anterior para Jesús Solana. Como titular. Sin duda, la polivalencia del jugador seguía convenciendo a Leo Beenhakker, que era consciente de que el de Arnedo rendía allí donde se le pusiese. "Menos de guardameta y delantero, prácticamente he actuado en todas las demarcaciones del equipo. Lógicamente actuando en el centro del campo se está más en contacto con el esférico, se interviene más en las jugadas y, por ello, se participa en mayor medida del juego que realiza el equipo. De lateral he jugado y creo que he realizado buenos partidos, encontrándome bastante bien en la zona izquierda. Además, en el Real Madrid jugando como defensa no sólo se tiene la misión de marcar a un jugador, sino que, también, por la forma ofensiva de jugar, tenemos libertad para ir arriba y disfrutar ofensivamente", declaraba Jesús Solana en una entrevista que concedió a la revista Real Madrid en mayo de 1988 y que no podía llevar un título más acertado: Solana, un auténtico comodín.

En aquella entrevista, Chucho se lamentaba de una lesión que le apartó de la titularidad en diciembre de 1987. "Estoy contento porque el equipo va bien. Personalmente no estoy del todo satisfecho, pues sufrí una lesión que me apartó de la titularidad, aunque ahora estoy volviendo a actuar. Esta temporada me había planteado refrendar, demostrar lo realizado la anterior, es decir, que puedo estar ahí. Comencé los primeros encuentros actuando, pero tuve mala fortuna y me lesioné", explicaba el jugador, que ofrecía detalles del daño sufrido en un partido de Copa del Rey frente al Sestao. "En esta ocasión, además, el percance fue cuestión de mala suerte, pues en una jugada desafortunada me cayó encima de la pierna el portero y se me giró la rodilla. Las lesiones, juegues o no, siempre llegan en mal momento, aunque lógicamente son cosas del fútbol. Estás jugando y, por tanto, expuesto a algún percance. Saben mal, pero son 'gajes' del oficio", sentenciaba resignado Solana.

La temporada 1987-88 se saldó con un nuevo triunfo en el Campeonato de Liga. El tercero consecutivo para el equipo y el tercero también para Solana. Al término del campeonato, Solana calificaba la campaña 1987-88 con un 9 sobre 10. "El punto que falta es la suerte con la que hay que contar y esta vez se nos negó absolutamente", aseguraba el riojano en una clara referencia a la eliminación del equipo en Eindhoven en la Copa de Europa. A nivel particular, el jugador se mostraba satisfecho con su rendimiento aquel año. "Creo que he cumplido con todo lo que se esperaba de mí. El único 'pero' a nivel personal han sido las lesiones que me han mermado mucho cuando comenzaba a conseguir la forma óptima", declaraba Solana a la revista Real Madrid. "Mi principal objetivo es recuperarme lo más rápido posible y poder estar a tope en la pretemporada. Después, Dios dirá", añadía el riojano con vistas al futuro próximo.
  
Internacional con España

Jesús Ángel Solana Bermejo llegó a ser Internacional con la Selección Nacional Juvenil y con la Selección Sub-21. Le faltaba jugar con la Absoluta. Ya en la temporada 1987-88 su nombre había sonado de cara a alguna convocatoria del combinado de Miguel Muñoz que en el verano de 1988 disputaría la Eurocopa en Alemania. Las lesiones, sin embargo, le habían privado de tal privilegio. 

El 16 de noviembre de 1988, por fin, el defensa madridista llegó a debutar de manera oficial con la Selección de la mano del entonces ya nuevo seleccionador Luis Suárez, que había tenido a sus órdenes a Solana en la Sub-21. 

España jugó aquel día en el Benito Villamarín de Sevilla frente a Eire un partido de clasificación para el Mundial de 1990 y se impuso 2-0 con goles de Manolo y Butragueño. En el minuto 84, el seleccionador Luis Suárez dio entrada a Jesús Solana en sustitución de Quique Sánchez Flores. Aquel acabó siendo su único partido con España, pero al menos consiguió colgarse la etiqueta de Internacional A

Aquella temporada 1988-89 el riojano siguió estando en primera línea, pero las lesiones, una vez más, se cruzaron en su camino y no le permitieron jugar todo lo que a él le hubiese gustado. Aun así, disputó 33 partidos oficiales, una cifra más que notable. Y un año más, de nuevo, empezaba la campaña de titular, incluyendo los dos partidos de la Supercopa de España frente al Barcelona que los blancos se adjudicaron con vuelta de honor en el Nou Camp incluida en septiembre de 1988

Lo peor para él, sin duda, fueron los tres meses de parón que sufrió entre diciembre de 1988 y febrero de 1989, periodo en el que sólo pudo disputar unos minutos en un encuentro frente al Valencia correspondiente a la decimonovena jornada de Liga. En la recta final del campeonato, sin embargo, Solana volvió a formar parte de los onces iniciales del Real Madrid. Incluso consiguió anotar su tercer gol con la camiseta blanca, en un encuentro frente al Elche en el que se despedía del fútbol el ex madridista Isidro. Fue el 18 de junio de 1989 en el Martínez Valero, en el marco de la penúltima jornada de Liga. Se adelantó el cuadro local precisamente con un gol de Isidro y Chucho Solana estableció el empate a uno. Julio Llorente y Losada culminaron la remontada merengue estableciendo un definitivo 1-3 en el marcador.

Aquella sería la última campaña de Leo Beenhakker en su primera etapa como entrenador del Real Madrid. Y a nivel de títulos no le fue nada mal al equipo, que se adjudicó Liga, Copa y Supercopa de España.

"Creo que ha sido, para mí, una temporada un poco regular. Empecé jugando al principio, luego me lesioné y estuve dos meses parado con problemas musculares. Luego he ido jugando algunos minutos, pero peor de lo esperado, en vista de cómo empezó", explicaba el propio Solana en declaraciones recogidas en el diario Ya. 

La quinta Liga

Temporada 1989-90. La quinta campaña de Solana en el primer equipo del Real Madrid se saldó con su quinto título de Liga. La Liga de los 107 goles se ganó con John Benjamin Toshack en el banquillo. El galés, que había sustituido a Leo Beenhakker, no confió tanto en Solana como lo había hecho el preparador holandés. No obstante, el jugador participó en 24 encuentros oficiales, 21 de ellos de Liga. Se puede considerar que el futbolista de Arnedo seguía siendo una pieza importante del equipo, pero como primer recambio de la defensa y saliendo muchas veces desde el banquillo. Aquel año salió de titular en 10 partidos de Liga y sólo jugó seis partidos completos. En la Copa del Rey disputó dos partidos y en Copa de Europa jugó un encuentro frente al Spora de Luxemburgo que se saldó con victoria 0-3 para el conjunto madridista.

Al comienzo de la campaña 1990-91, Jesús Solana siguió ocupando el rol de primer recambio de la defensa. Tras el cese de Toshack y la llegada de Alfredo Di Stéfano al banquillo madridista el jugador riojano recobra el protagonismo y vuelve a ser habitual en las alineaciones del equipo blanco. En el mes de diciembre de 1990 es titular en los dos partidos de la Supercopa de España en la que el Real Madrid doblega al Barcelona. En total, aquella campaña jugó un total de 35 partidos oficiales.

Sin embargo, aquella temporada 1990-91 supuso el fin de una época. La gloriosa etapa de las cinco ligas consecutivas llegó a su fin. Una campaña, sin duda, convulsa. Derrotas, ceses de entrenadores... Se avecinaban cambios en el equipo y en la plantilla. Y uno de los afectados fue Jesús Solana, que terminaba contrato. En mayo de 1991 se hizo público que el futbolista riojano no seguiría en el Real Madrid.

En el mes de junio de 1991 la revista Real Madrid, en su número 25, ofreció su última entrevista a Jesús Solana como jugador del Real Madrid. Llevaba por título Adiós sin ira y servía para despedir al jugador. "Con la marcha de Solana se dice adiós a un jugador polivalente, sacrificado y cumplidor que ha vivido mano a mano con los acontecimientos más memorables de estos últimos cinco años. Ahora, cuando sus pasos se encaminan a otro club español, recordamos sus comienzos en el Real Madrid como jugador juvenil y los acontecimientos que han marcado la última temporada", escribía Javier Cuesta, autor de la entrevista. 

El periodista le preguntaba en aquella última entrevista como jugador blanco si le había perjudicado el no ser un integrante de la Quinta del Buitre. "Particularmente no creo que me haya beneficiado ni perjudicado porque la 'Quinta del Buitre' es la 'Quinta del Buitre' y está compuesta por cinco jugadores  sin que se pueda incluir ni excluir a nadie más de ella. Lo que no admite ninguna duda es que el actual Real Madrid ha girado en torno a la 'Quinta del Buitre' y es normal que ellos se hayan llevado la gloria de las victorias de los últimos años, como también entra dentro de la lógica que ahora se les achaque el desconsuelo producido por las derrotas. Creo que para ellos ha sido beneficioso y a la vez perjudicial porque ha habido veces en las que se ha personificado injustamente gran parte de las derrotas en este número reducido de jugadores", respondía Jesús Solana.

Aquel era el Real Madrid que estaba a punto de dejar atrás el futbolista de Arnedo. Atrás quedaba una etapa esplendorosa cargada de éxitos y, seguro, de grandes y muy buenos recuerdos.

En total, Jesús Solana disputó un total de 177 partidos oficiales a lo largo de las seis temporadas en las que vistió la camiseta del primer equipo del Real Madrid. Fueron 128 de Liga, 21 de Copa del Rey, 20 de Copa de Europa, 2 de Copa de la UEFA, 2 de Copa de la Liga y 4 de Supercopa de España. Anotó tres goles, los tres en Liga. En su palmarés particular como madridista figuran cinco Ligas, una Copa de la UEFA, una Copa del Rey y tres Supercopas

Etapa en Zaragoza

En el verano de 1991, tras desvincularse del Real Madrid, Solana recala en el Real Zaragoza, equipo en el que acabaría completando una extraordinaria trayectoria deportiva. Se iniciaba así una nueva vida en la capital aragonesa, a la que llegó además recién casado. Había pasado por la vicaría en el mes de mayo de aquel 1991

Jesús Solana buscó la estabilidad personal y profesional en la ciudad en la que había conseguido anotar su primer gol en Primera División hacía ya algo más de cuatro años. Al llegar al equipo maño Solana se reencuentra con ex compañeros del Real Madrid como Miguel Pardeza y Esteban Gutiérrez. También está en el equipo José Aurelio Gay, compañero de Solana en el Castilla en las temporadas 1984-85 y 1985-86 y que jugó en el filial madridista hasta la temporada 1987-88.  Por su parte, Alfonso Fraile afrontaba la que sería su última temporada como profesional. Solana, en definitiva, se encontraba en el equipo aragonés a una notable colonia de ex madridistas. Una colonia que, por cierto, aumentaría en años sucesivos con la llegada de futbolistas como Santi Aragón, Juan Eduardo Esnaider o Juanmi. De ahí la simpatía con la que yo siempre miré al Zaragoza.

Con el Zaragoza el Chucho Solana juega un total de nueve temporadas en las que, sin duda, disfruta del fútbol. Allí se convierte en uno de los fijos de aquel equipo que vivió una de las etapas doradas del club aragonés. Bajo la batuta de Víctor Fernández, el Zaragoza conquistó la Copa del Rey 1993-94 y la Recopa de Europa 1994-95. También jugó otra Final de Copa, la de 1993, frente a sus ex compañeros del Real Madrid.

Colgó las botas al término de la temporada 1999-00. Se despidió de la Primera División con 361 partidos a sus espaldas tras quince temporadas en la élite. En total, jugó 425 partidos oficiales en la máxima categoría, incluyendo encuentros europeos y resto de competiciones. Alcanzó la Internacionalidad con la Selección absoluta y fue Campeón de Europa con la Sub-21.

Tras retirarse como jugador Jesús Solana siguió ligado al Real Zaragoza como técnico de las categorías inferiores. Entrenó al Zaragoza B, en Segunda B, en las temporadas 2003-04 y 2004-05. Volvió a dirigir al filial en la campaña 2005-06 y en la 2012-13. También ha ejercido como seleccionador juvenil de Aragón.

Esta misma temporada 2015-16, Solana regresó a la que siempre fue su casa. Desde el pasado mes de octubre forma parte del organigrama técnico de las categorías inferiores del Real Madrid en calidad de coordinador captación de zona. Trabaja a las órdenes del que fuera su entrenador en el Zaragoza Víctor Fernández, actualmente Director de Formación de la cantera del Real Madrid. "Vuelvo a donde empezó todo en 1980 con la misma ilusión de entonces", anunciaba Solana en su cuenta de Twitter el pasado 28 de octubre de 2015. El Chucho Solana vuelve a estar con nosotros. 

Epílogo 

Aunque no formaba parte de la Quinta del Buitre, Jesús Solana pertenecía, por edad, a aquella formidable generación de futbolistas que salieron de la cantera de la antigua Ciudad Deportiva a comienzos y mediados de los ochenta. Era un año menor que Míchel y Butragueño y sólo unos meses mayor que Pardeza, Sanchís y Martín Vázquez. Seguramente, de no haber sido por aquellas lesiones que sufrió durante su etapa en las categorías inferiores hubiese acabado llegando con todos ellos al primer equipo. Pero llegó. Lo importante es que llegó y triunfó. 

Jesús Ángel Solana Bermejo fue testigo directo y protagonista de una etapa inolvidable de la Historia del Real Madrid. Pocos jugadores podrán presumir de haber pasado seis temporadas en el primer equipo del Real Madrid y de haber ganado cinco Ligas consecutivas. Compartió vestuario con auténticas leyendas y con su esfuerzo, dedicación y entrega contribuyó a la consecución de aquellos éxitos que aún perduran en la memoria de muchos aficionados como yo.

Hoy, en el día en el que se cumplen treinta años de su debut con el Real Madrid, espero que este recuerdo sirva de homenaje a este gran jugador. Sin ninguna duda, todo un clásico del fútbol de los ochenta y los noventa.