martes, 8 de diciembre de 2020

ENTREVISTA A JUAN FRANCISCO ESCUDERO

Autor del libro 'Rey Mirza. Descubriendo al genio Delibasic'

"COMO DICE 'JOE' LLORENTE, NO OIRÁS A NADIE HABLAR MAL DE MIRZA DELIBASIC"

Nieto e hijo de socios del Real Madrid de toda la vida, a Juan Francisco Escudero Sánchez (Madrid, 12-09-1969) le insuflaron madridismo casi desde la cuna. Muy aficionado al baloncesto, ha publicado varios libros de referencia sobre el deporte de la canasta destacando biografías como las dedicadas a Drazen Petrovic o Fernando Martín. En noviembre de 2018 llegó a las librerías 'Rey Mirza. Descubriendo al genio Delibasic', de Letrame Editorial. La obra repasa la vida del extraordinario jugador bosnio que militó dos años en el Real Madrid, temporadas 1981-82 y 1982-83. Dos campañas fueron suficientes para dejar huella entre muchos aficionados que recuerdan con cariño al malogrado ex jugador blanco. Mirza Delibasic nos dejó el 8 de diciembre de 2001 con sólo 47 años. Hoy, aniversario de su fallecimiento, Juan Francisco Escudero me concede un buen rato para charlar de este baloncestista que tan bien conoce y del que tantas cosas buenas ha leído y escuchado. Sirva de homenaje al gran Mirza, allá donde esté.

Historias del Real Madrid: ¿Llegaste a ver jugar a Mirza Delibasic? 

Juan Francisco Escudero: Yo era socio del Real Madrid porque mis padres me hicieron socio desde muy pequeño, casi desde nacer, pero el primer recuerdo que tengo del antiguo pabellón de la Ciudad Deportiva del Madrid fue a partir de que él se marchase, fíjate. El primer recuerdo nítido fue a partir de que él se fue. Yo sé que le vi jugar con el Madrid en la televisión, pero no tengo el recuerdo ese nítido que sí que tengo a partir de 1983. A partir de 1983 yo me acuerdo perfectamente de muchos partidos y de los equipos que tenía el Madrid, pero de antes... Sí que tengo alguna imagen y algún recuerdo de verle por la televisión, sobre todo del día de Barcelona, cuando ganó la Liga el Real Madrid... Pero no lo tengo tan nítido, no tan claro como a mí me hubiera gustado. Fue mala suerte, cosa de que cuando eres pequeño a lo mejor no te fijas tanto.

HDRM: Para alguien que no le conociese... ¿Quién era Mirza Delibasic? ¿Cómo me lo puedes describir?

JFE: Alguien le definió como "la elegancia personalizada en el baloncesto". Mirza Delibasic era un jugador tremendamente elegante, era un jugador que podía dirigir, podía asistir, podía anotar... Podía hacer de todo. No era un gran defensor pero era un jugador con mucho peso en ataque, con una visión de juego tremenda. No había muchos jugadores con la visión que tenía Mirza. También se le puede considerar como una especie de antítesis de la escuela soviética. La escuela soviética era, en general y con alguna excepción, una escuela mucho más robotizada, más física... La escuela yugoslava, personalizada en él, era mucho más viva, mucho más lista en algunos sentidos y con mucha más visión, un poco más de talento... Yo creo que era el perfecto ejemplo de esa escuela, de la escuela yugoslava, sin tener el aspecto negativo que tuvieron otros coetáneos suyos y posteriores de la mala leche y de la ultra competitividad llevada al extremo. Mirza era mucho más caballero. Era un jugador, en ese sentido, diferente al resto. Formó parte del Bosna Sarajevo y de la Selección de Yugoslavia de los setenta y hay que recordar lo que fue aquello... Fueron equipos de leyenda tanto a nivel de clubes como de selecciones. De Mirza yo destacaría su elegancia, la visión de juego y la capacidad de tener un partido en la cabeza.

HDRM: Me imagino que al no haberle visto mucho en acción, la descripción que haces sobre él se basa en lo que has investigado después y no en el recuerdo que tú tienes.

JFE: Efectivamente. Tengo algunos recuerdos sobre todo del partido del Madrid en 1982 en el que gana la Liga en Barcelona. Ese es el partido del Real Madrid con Mirza del que más recuerdo tengo, porque el Madrid recuperaba otra vez la Liga después de haberla perdido el año anterior. Digamos que Mirza y Fernando Martín, que llegaron al mismo tiempo, supusieron una especie de inyección de savia nueva y de otro tipo de juego para el Real Madrid. Supuso un poco como la reconquista del poder aquí en España. Sí que recuerdo que ese día Mirza se salió, hizo un gran partido, y digamos que suponía otra vez el orgullo recuperado. El mayor recuerdo que tengo de Mirza en su etapa en el Madrid fue ese partido.

HDRM: Lo que ocurre es que a esas edades, siendo pequeño, no puedes hacerte una idea de su dimensión real como jugador. Puede ser un ídolo, pero en tu caso ni eso porque él se marcha al año siguiente...

JFE: Claro... Él se marcha y además coincide que, cuando Mirza se marcha, el Real Madrid ficha a Brian Jackson y a Wayne Robinson y pega otro subidón hacia arriba. No es que fuese que Mirza se marchase y el Madrid pegase un bajón y se le echase de menos... Sí, se le echa de menos, pero el Real Madrid pega un subidón competitivo que le convierte en Campeón de Liga y de Recopa en el mismo año. El Real Madrid volvía a ser el equipo dominante. Pero luego, a través de las investigaciones consigues ponerle un poco más en el contexto histórico y te das cuenta de lo que fue Mirza.

HDRM: Antes de entrar en el contexto histórico me gustaría preguntarte cómo le describirías en lo personal. ¿Cómo era?

JFE: Era un jugador tirando a introvertido. Un caballero en la pista. Era un jugador callado, no demasiado expresivo.... Le llamaban el Buster Keaton yugoslavo, una especie de cara de palo. El tío no movía un músculo de la cara. Pero muy inteligente. Personalmente era así, un jugador tirando a introvertido, digamos que la antítesis de lo que eran los compañeros de su época que eran todo expresividad y competitividad. Él era competitivo pero mucho más tranquilo, más pausado... No era como Drazen Petrovic posteriormente en el sentido de que era un ultra, un trabajador estajanovista. Era un poco más tirando al talento que al trabajo, sin desmerecer nada el aspecto físico y el trabajo también. Mucha gente dice que si Mirza hubiera estado orientado hacia más trabajo y más capacidad de sacrificio a lo mejor hubiera llegado a mucho más, incluso. Porque talento... Yo creo que de la generación suya de los setenta el que más talento puro tenía para jugar al baloncesto era él.

HDRM: ¿Qué Real Madrid se encuentra Delibasic cuando llega a España?

JFE: Él llega con Fernando Martín en el año 1981, en el mes de junio, y se encuentra un Real Madrid que no ganó absolutamente nada esa temporada. En el año 1980 el Madrid es Campeón de Europa pero hay una serie de cambios en el equipo. Walter Szczerbiak se va, se incorporan otros jugadores... Problemas de lesiones y que el Barcelona tirase para arriba hacen que el Madrid firmase una temporada horrible, no gana absolutamente nada. Lo que se encuentran Mirza y Fernando Martín es un equipo que tiene que volver a escalar otro peldaño hacia arriba. Lolo Sainz y la cúpula directiva del Real Madrid lo que se proponen es eso, devolver un poco el ímpetu que había perdido. Y es lo que consiguen, sobre todo en el primer año.

HDRM: ¿Qué es lo que aporta Mirza a ese Real Madrid?

JFE: Lo que aporta es dirección en juego, inteligencia y capacidad de pase. Y sobre todo, y esto también lo destacan los jugadores que fueron compañeros suyos en la época, lo que llaman el 'clutch time'. En el momento decisivo de los partidos a quien hay que dársela ya saben a quién es. Cuando el Real Madrid gana la Liga en 1982 él dice que no le habían fichado para meter 40 puntos a un equipo menor, de la parte baja de la tabla. A él le habían fichado para que cuando llegase el partido decisivo él estuviese ahí para ponerlo todo encima de la mesa. Para eso es para lo que le fichó el Real Madrid. Lolo Sainz lo dijo, que era su "jugador decisivo en el momento decisivo".

HDRM: ¿Encajó bien en el equipo?

JFE: Sí, sí. Totalmente. Absolutamente. Todo el mundo habla maravillas de él, no hay nadie que hable mal de Mirza. Además el idioma era un tema sobre el que había cierta preocupación porque te tienes que adaptar al principio y se tarda unos meses en coger el hilo de lo que es el idioma español. Aquí Lolo Sainz, aunque hubiera americanos o gente extranjera, hablaba en español en los tiempos muertos. No es como ahora, que los entrenadores actuales tienen que ser un poco políglotas y tienen que saber, por lo menos, inglés para que los catorce americanos que hay en el equipo les entiendan. Pero entonces había que adaptarse a las reglas de aquí y Mirza, aparte de que empezó a estudiar castellano antes de venir, era un tío muy inteligente que aprendió español en pocas semanas y a los pocos meses estaba jugando al mus con los compañeros de equipo. Por ese lado, la adaptación al equipo en el tema del idioma fue perfecta y en el tema del juego también fue perfecta porque era un tío superdotado para eso... No hubo ningún problema.

HDRM: Por lo que cuentas encaja bien incluso con los compañeros metiéndose en la rutina social con ellos...

JFE: Sí. Él, desde el primer momento, con el tema del idioma ya ganado no tiene ningún problema y todo el mundo le acepta. Además dicen que era un caballero, una persona que se integraba perfectamente no sólo con los jugadores sino con todos los componentes de los estamentos del Club. Hay otros jugadores a los que les cuesta un poco más. Me contaron que al año siguiente, cuando Drazen Dalipagic viene para jugar la Copa de Europa, los compañeros le perciben como una persona mucho más distante, que no se integró demasiado. El tema del idioma también le costó más. Era la diferencia. Era un gran jugador, un súper jugador y tirador increíble, pero en ese sentido le costó más adaptarse al equipo y cuando se fue prácticamente nadie le echó de menos.

HDRM: Con toda esta visión tan positiva que hay sobre Mirza muchos se pueden preguntar por qué estuvo tan poco tiempo...

JFE: Estuvo dos años, sí. El primer año fue magnífico en resultados y en adaptación. Lo que pasa es que en el segundo año ocurrió una circunstancia que le perjudicó bastante y que fue el divorcio con su primera mujer. Con el tema del divorcio... En el tema físico no estuvo tan bien como el primer año. Él, ya sabes, no se cuidaba demasiado. Fumaba mucho más de lo que debería cualquier profesional en cualquier deporte. Al margen de lo del divorcio, fumaba mucho, no se cuidaba... Entonces, cuando llegó la hora de la verdad, en el final del segundo año, resultó que el Real Madrid perdió la Liga de una manera increíble en un tercer partido de desempate. La Final de la Copa también la pierde. En esos dos partidos Mirza no está especialmente bien, sobre todo en la Final de la Copa en la que está muy mal, creo que es su peor partido. Coincide que la Liga ACB empieza ese año con los dos extranjeros en Liga y Lolo Sainz se da cuenta de que el Madrid necesita otro tipo de jugador. Es entonces cuando Mirza dice la famosa frase de que él comprende perfectamente la situación. Tenía un año más firmado pero comenta que si el Madrid prescindía de él no habría ningún problema y que no cobraba el tercer año. Por ese lado se fue siendo un caballero y además comprendiendo perfectamente que su etapa en el Madrid había finalizado y que él se ponía a disposición de lo que el Club quisiera.

HDRM: Hagamos un poco de ciencia ficción. Por lo que tú piensas, por lo que has leído, por lo que te han dicho, por lo que has investigado sobre él... ¿Piensas que pudo haber seguido en el Real Madrid?

JFE: Claro, es un poco ciencia ficción... Hombre, él podía haberse adaptado perfectamente a la Liga ACB, además como se ampliaba a un extranjero más... El tema es que ocurrió la desgracia del derrame. Justo cuando se va del Real Madrid y ficha por el Caserta de Oscar Schmidt y de Bogdan Tanjevic, su antiguo entrenador en Bosna, es cuando al acabar un entrenamiento sufre el derrame cerebral. No había ni debutado en la Liga italiana... Claro, ¿hubiera ocurrido lo mismo en Madrid? Es imposible saberlo. ¿Quién sabe? Si se recupera del tema anímico del divorcio y luego recupera un poco el tono físico podía haberse adaptado perfectamente a la Liga ACB y al nuevo Real Madrid. Y podía haber jugado un par de temporadas más. Pero, claro, ese baloncesto ficción de qué hubiera pasado en Madrid y si le hubiera ocurrido lo mismo... Pues vete tú a saber... El caso es que él nació en 1954 y antes de cumplir los 30 años ya estaba prácticamente retirado porque el derrame le obliga a parar. Fue una desgracia lo que le ocurrió.

HDRM: Aunque físicamente no hubiese estado a tope el año anterior o tuviese problemas personales, la realidad es que es la enfermedad la que realmente le corta la carrera.

JFE: Claro, la enfermedad le corta totalmente la carrera. Los profesionales de la medicina lo achacan a que él no se cuidó excesivamente nunca y cuando llega una edad, te pega un arrechucho de este estilo y te tienes que ir a tu casa. Pero, bueno, esto también es baloncesto ficción. Si él hubiera sido un Petrovic de la vida y hubiera sido un súper profesional de estos de dedicarse en cuerpo y alma al baloncesto podía haber durado cinco, seis o siete años más, pero tampoco lo sabemos. A lo mejor su genética no correspondía a ese tipo de trabajo. Nunca lo sabremos. Desgraciadamente la realidad fue así. Mira, no es lo mismo, pero mucha gente se pregunta qué hubiera sido Arvydas Sabonis si no se hubiera lesionado el tendón de Aquiles... Bueno, pues fue lo que fue. Probablemente el mejor pívot de la historia de Europa con todas las lesiones y con todo lo que conllevó aquello. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera ido a la NBA con 23 años y hubiera estado sano? Pues imagínate... Pero tampoco podemos arriesgarnos a decir nada. No se sabe.

HDRM: ¿El hecho de morir prematuramente puede haber sobredimensionado su figura de cara a los aficionados?

JFE: Yo no lo creo. No. Porque, además, él muere con 47 años y su carrera hacía mucho que había terminado. En el aspecto deportivo no creo que esté sobredimensionado. Fernando Martín muere con 27, Drazen con 28... Esa gente son mitos. A parte de que eran grandes jugadores, obviamente, y nadie les regala nada. Pero son mitos jóvenes. Nuestra imagen se queda con el Fernando joven y el Drazen joven y en plenas facultades, eso siempre lo tendremos ahí. De Mirza, desgraciadamente, nos queda el recuerdo de que cuando muere con 47 años parece que tiene 70. Digamos que él va progresivamente deteriorándose física y mentalmente por todo lo que le ocurre. Pero creo que su imagen deportiva está considerada en su justa medida. Incluso, fíjate lo que te voy a decir, creo que un poquito infravalorado. La distancia hace que la gente de ahora no llegue a comprender lo que fue. Los pocos partidos que hemos podido ver de él y las pocas imágenes que hay de él y de toda la gente de su época coartan un poco a la hora de elegir rankings y tops en los que están más los jugadores de ahora. El tiempo lo va difuminando todo. Pero bueno, para eso estamos nosotros, escribimos para rescatar un poco el baloncesto de otra época que, aunque no lo hayamos vivido de cerca, también gusta y nos gusta revivirlo.

HDRM: ¿Cómo surge tu interés por su figura? ¿Cómo te vas acercando a Mirza Delibasic?

JFE: Fue progresivo. Mi padre también era socio del Real Madrid e íbamos bastante al baloncesto y al fútbol. La gente que es de otra generación siempre te recuerda los ídolos de su infancia o de su juventud. El jugador de mi infancia, personalmente, fue Petrovic que además luego vino al Madrid, un jugador mediático al 100%. La gente como mi padre decía que sí, que Petrovic era muy bueno, "pero" que tenía que haber visto a Mirza Delibasic, por ejemplo. Te empiezan a hablar de "Mirza, Mirza, Mirza"... Cuando preguntas a jugadores de su época como Llorente te dicen que Petrovic era muy bueno "pero Mirza era tal o cual". Entonces se te queda el nombre recurrente de "Mirza" por parte de la gente de su época y como a mí me gusta lo de bucear un poco en la historia vi que Mirza Delibasic, con todo lo que fue de jugador, con todo lo que le pasó después, con la guerra, convirtiéndose en un símbolo de su ciudad y de su país, era un personaje para tener un libro. Totalmente. Si Drazen Petrovic tiene un libro, imagínate también Mirza. Hay jugadores que, a mi parecer personal que no tiene que compartir nadie, merecen un libro y otros que no tanto. A mí Delibasic me pareció un personaje sobre el que merecía la pena escribir. Y eso es lo que intenté.

HDRM: Y entonces surge la idea de hacer un libro sobre él.

JFE: Es un proceso. Yo, sin desmerecer a otros, creo que Drazen y Mirza son los jugadores que más me llaman porque no es sólo su parte deportiva, que es tremenda, sino que también hay una vivencia y hay un contexto histórico. Hay mucho alrededor de ellos. A mí, por ejemplo, hacer un libro sobre Predrag Stojakovic, un jugador puede que mejor que estos, no me interesa. ¿Entiendes? Es algo personal. Predrag me parece un jugadorazo tremendo, probablemente mejor que estos dos, pero a mí como jugador y por el contexto que hay alrededor no me interesa tanto. Yo creo que estos dos, Drazen y Mirza, sí que merecían un libro.

HDRM: ¿Qué fue lo más difícil a la hora de elaborar el libro sobre Delibasic?

JFE: El paso del tiempo dificulta más las cosas. Ahora tú buscas estadísticas de partidos de los años 2000, de este siglo, y no tienes ningún problema. Pero si buscas estadísticas de la selección yugoslava de los años 70... ¡Eso ya no es tan fácil! Y de la selección, vale, ¿pero del Bosna Sarajevo de 1975? Eso es mucho más complicado. Por la parte del Real Madrid como conocía a Lolo Sainz y a 'Joe' Llorente no fue excesivamente difícil. Por la parte yugoslava me ayudó el periodista que hace el prólogo, Vladimir Stankovic, que es un cerebrín con una memoria tremenda y te puede hacer una disertación y una conferencia sobre él. Luego investigué en libros y en internet sobre la guerra de Bosnia y las vivencias suyas en el sitio de Sarajevo. Para mí lo más difícil fue lo de encontrar referencias deportivas de los años setenta en la Yugoslavia profunda. Pero bueno, de aquí y de allá se fueron sacando datos.

HDRM: La parte de la guerra es la más dramática y además influye en la etapa final de su vida, marcada por la enfermedad. Muchas cosas en su contra.

JFE: Cuando la guerra yugoslava empieza a principios de los noventa con la independencia de las repúblicas él prefiere quedarse en Sarajevo, no quiere irse a ningún lado, a pesar de que tiene la opción de marcharse con la familia. Como su entrenador
Tanjevic ya vivía en Italia él tiene la oferta de poder ir con toda su familia allí. Digamos que Tanjevic le ofrecía irse. Él dijo que la familia, de acuerdo, pero que él se volvía para Sarajevo. Delibasic era un símbolo viviente de la resistencia contra las tropas serbobosnias y era el símbolo del nuevo país. Él prefiere quedarse allí con todo lo que conllevó y con todo el drama humano, el drama personal de la enfermedad... Porque él se fue consumiendo. Cada vez fumaba más, cada vez bebía más... Las circunstancias y las condiciones en un Sarajevo totalmente sitiado por las tropas fueron algo tremendo que le fueron minando personalmente hasta que pocos años después, con el cáncer, ya no pudo resistir más. Pero él consigue hacer un llamamiento público de lo que estaba ocurriendo allí con el tema del Europeo de Alemania de 1993. Consiguió salir de chiripa del aeropuerto con las tropas disparando. Fue una odisea tremenda. Mirza como símbolo o alma mater de aquella selección consiguió salir adelante y hacer un llamamiento al mundo de que Bosnia existía, que era un país pequeño que estaba asediado por la guerra y que ahí estaban ellos para pelear. Y hacen un papel más que digno en ese Europeo. 

HDRM: Como para no hacer un libro de todo aquello...

JFE:
En un libro es imposible intentar describir las condiciones del sitio de Sarajevo, si no lo vives es imposible hacerte a la idea. Uno puede escribir y contar lo que ha pasado, pero imagínate estar allí con tantos años de asedio... Las condiciones eran terribles, porque te podían disparar en cualquier momento como asomaras la cabeza en cualquier sitio. Las condiciones higiénicas, el famoso túnel que se construyó por los subsuelos de Sarajevo hasta la zona controlada por los bosnios... Hay gente que ha oído hablar de la guerra de Bosnia y sabe que sí, que fue algo peligroso... Pero hay que estar ahí. Todo eso le fue minando la salud hasta que en el año 2001 ya no pudo resistir más. 

HDRM: ¿Sus compañeros del Real Madrid siguieron en contacto con él después de que se marchara?

JFE:
El Real Madrid en la época de Jackson y Robinson va a jugar un partido homenaje a Mirza allí en Sarajevo. Luego él tenía mucho contacto, sobre todo, con Juanito Corbalán. Brabender también era un gran amigo suyo... En el año 2000 fue la última vez que él viene a Madrid, cuando inauguran la nueva Euroliga y está en el palco del Pabellón Raimundo Saporta del Real Madrid. A Mirza le dijeron que podía bajar al centro de la pista con su hijo para saludar a la afición y él dijo que no podía ni siquiera prácticamente bajar. Prefirió quedarse en el palco y saludar allí con la ovación de la gente. Esa fue la última vez que vino por aquí. Un año después ya murió. La gente le seguía recordando porque todos han hablado muy bien de él desde siempre. Es muy recordado y la gente ha intentado mantener viva la imagen de Mirza además como apego al madridismo a pesar de que sólo estuvo un par de años en el Real Madrid. A través de la Asociación de Veteranos y por mediación de Corbalán y de Brabender mantenían contacto con él y hay un vínculo con los jugadores que permanece ahí hasta el último día. De hecho, cuando Mirza muere en 2001 Juan Corbalán es uno de los que va al entierro y creo que Wayne Brabender también. 

HDRM: Tengo en la cabeza la imagen de una foto que se publicó de la cena con los veteranos en esa última estancia en Madrid...

JFE: Sí, la recuerdo. Me consta que hubo una cena con los veteranos y me imagino que sería la típica cena de las 'batallitas' recordando sus buenos momentos. Pero todo el mundo decía que ya en aquellos momentos Mirza no era el que era. Se le veía mal física y anímicamente. ¿Cómo iba a estar después de todo lo que le había pasado? Lolo y la gente que estuvo allí decían que ya no era el Mirza de siempre, obviamente. Había quedado físicamente en la mitad o menos, era otro Mirza. La vida, a veces, es terrible en ese sentido.    

HDRM: Para acabar... Con el paso de los años, ¿se le reconoce lo suficiente? ¿Somos justos a la hora de recordarle o está en el olvido?

JFE: Ufff... Es una pregunta complicada esa... Claro, uno tiene que tener una cierta edad para haberle visto o escuchar a gente que le ha visto y que te puede dar buenas opiniones sobre él. La gente más joven va perdiendo un poquito la perspectiva y se centra en lo que es actualidad. A mí me gusta mucho la frase que me dijo 'Joe' Llorente y que puse en el libro: "No oirás a nadie hablar mal de Mirza Delibasic". La gente que lo vio de cerca es la que mantiene la llama. Tanto los que le vimos un poquito jugar como la gente que compartió vestuario con él somos los encargados de mantener viva la llama de las antiguas glorias, de las antiguas leyendas del equipo o de cualquier otro. Para eso también intentamos escribir y hacer cosas para que la gente vaya recordando. El baloncesto antiguo también era un baloncesto muy atractivo y tenía jugadores con un talento increíble, tanto como los de ahora. Las condiciones físicas eran totalmente distintas y los entrenamientos y todo es diferente, ahora todo está mucho más igualado. Pero el talento ha estado siempre ahí y siempre es bueno recordar lo que fue aquella maravillosa década de los setenta y principios de los ochenta tanto en el Real Madrid como en el Bosna.

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