viernes, 4 de septiembre de 2020

CAMPEONES DE LA COPA INTERCONTINENTAL DE 1960

El Real Madrid se coronó como primer ganador de la nueva competición

Este 4 de septiembre se cumplen 60 años de la consecución de la primera Copa Intercontinental del Real Madrid. ¡Campeón de Campeones! titulaba en portada el diario Marca resumiendo de manera muy gráfica lo que significaba aquella nueva competición. El cuadro blanco, vigente Campeón de Europa, doblegaba al Campeón de Sudamérica y hay que tener en cuenta lo que significaba algo así para una entidad como la que presidía Santiago Bernabéu en el año 1960. El Real Madrid se coronaba como Campeón del Mundo de clubes, puesto que la UEFA y la CONMEBOL estaban consideradas como las confederaciones más importantes. Hablamos de un éxito rotundo para nuestro fútbol y para nuestro deporte. Una vez más el Real Madrid era motivo de orgullo y pionero, puesto que además de contar con el honor de haber sido el primer Campeón de Europa también se convertía en el primer equipo que levantaba la Intercontinental. Aquello era la cima. El Real Madrid de la época dorada con los Di Stéfano, Puskas, Gento y demás leyendas acumulaba cinco Copas de Europa consecutivas, es decir, todas las que se habían jugado hasta ese momento, y además pasaba a ser el primer Campeón Intercontinental.

El Madrid se hizo con el título tras doblegar en el choque de vuelta al Club Atlético Peñarol. El encuentro de ida, como ya recordamos aquí en 'Historias del Real Madrid', se disputó el 3 de julio de 1960 en el Estadio Centenario de Montevideo y finalizó con un empate sin goles. El 0-0 dejaba todo abierto para el segundo partido, que se disputó dos meses más tarde, el domingo 4 de septiembre de 1960, a las 20.30 horas, en el Estadio Santiago Bernabéu. La expectación era máxima y el choque fue retransmitido por Televisión Española para Eurovisión. "Trece países y más de ciento cincuenta millones de espectadores pudieron ver la Final Mundial de clubs gracias a la televisión", recordaba el Boletín oficial del Real Madrid en su número 124 correspondiente al mes de septiembre de 1960. Se trataba de un ejemplar extraordinario "dedicado a la primera Copa Intercontinental de Clubs Campeones", tal y como se especificaba en portada, y su precio era de 5 pesetas. En aquella revista se informaba con detalle de todo lo que había rodeado al evento y se ofrecía abundante material gráfico con imágenes y fotografías que ya todos conocemos y que forman parte de la Historia del Club. Pero, sobre todo, se desprende la enorme importancia que el Real Madrid le otorgaba a ese logro deportivo y la seriedad y el rigor con el que la entidad se tomó el evento. La publicación oficial, que titulaba su editorial con la palabra "alegría", no dudaba en calificar el choque como "partido del siglo", denominación que se pondría de moda 36 años después para referirse a los duelos contra el Barcelona. Sin embargo, en el año 1960, la Copa Intercontinental sí que parecía un duelo de carácter planetario. "El verdadero 'partido del siglo' puso a prueba la organización madridista", aseguraba el boletín para dar entrada a las aportaciones que el Gerente Antonio Calderón realizaba para explicar los pormenores de todo lo que había detrás de un choque de aquella trascendencia. Los ojos de todo el mundo futbolístico estaban puestos en Madrid. La revista también prestaba atención a los rivales, de los que se hizo un exhaustivo seguimiento para ofrecer un bonito reportaje gráfico con imágenes de la expedición uruguaya llegando a la capital, entrenando en el césped del Santiago Bernabéu o aprovechando también para hacer turismo.

En lo estrictamente deportivo hay que decir que fue un partido que los de Miguel Muñoz encarrilaron por la vía rápida. Para la vuelta el equipo blanco volvía a contar con Paco Gento, ausente en la ida dejando su puesto a Manolín Bueno, y en un inicio de choque portentoso los madridistas se escaparon en el marcador. "En nueve minutos, el Madrid desarboló al Peñarol", explicaba Marca en su primera página. "Tres goles en frío decidieron el partido a poco del comienzo. El pentacampeón, en ese plazo, fue dueño de todos los resortes del juego. Luego amainó el tren, pero los uruguayos, no repuestos del golpe, fueron incapaces de reaccionar", detallaba el rotativo madrileño. "Un partido para el recuerdo", titulaba por su parte el Boletín oficial del Real Madrid a la hora de ofrecer su crónica. La publicación madridista hablaba de "nueve minutos de fábula" para referirse al arranque de partido y ofrecía fotografías a página completa para ilustrar los goles del cuadro blanco. A los dos minutos y medio de comenzar a rodar el balón llegó el primer gol, obra de Puskas, que cruzó el esférico a la red tras una serie de toques entre Luis del Sol y Di Stéfano cerca del área. Tan sólo un minuto después Don Alfredo materializaba el 2-0 con un poco de fortuna. Un centro de Gento desde la izquierda fue rechazado por la defensa visitante, pero Puskas acertó a lanzar un potente disparo que pegó entre las piernas de Di Stéfano desviando la trayectoria del balón y despistando al guardameta. Un fuerte disparo raso de Puskas en el lanzamiento de una falta significó el 3-0 a los nueve minutos, consiguiendo así el Madrid dejar el partido más que controlado de manera contundente. Los foráneos trataron de reaccionar pero el conjunto blanco, que firmó una actuación portentosa, aguantó sin problemas e incluso amplió la renta justo antes del descanso. Gol psicológico de Chus Herrera, que resolvía con acierto y serenidad delante del portero en el minuto 44 anotando el 4-0. El malogrado futbolista, que moriría joven víctima de una cruel enfermedad, dejaba su nombre en la Historia del Real Madrid. Ya en el segundo tiempo, por si había alguna duda de quién levantaría la Copa, el extremo Paco Gento anotaba de manera espectacular el 5-0 con una preciosa vaselina desde lejos ante la salida del arquero Luis Maidana. El equipo que entrenaba Roberto Scarone no se marchó de vacío y en la recta final materializó el gol del honor por medio de Spencer. Los uruguayos lo celebraron con alegría, pero ya tenían poco que hacer. El resultado final de 5-1 era más que elocuente. El Real Madrid era el Campeón de la Copa Intercontinental.

"Apoteosis madridista en olor de multitud", titulaba el boletín en páginas interiores sobre dos conocidas fotografías a página completa en las que vemos a José María Zárraga alzando el trofeo y a los jugadores del Real Madrid levantando a su capitán mientras eleva a los cielos de Madrid la Intercontinental. Los blancos lucían en sus camisetas, al igual que habían hecho en el encuentro de ida, el escudo de la UEFA, no el del Real Madrid, puesto que participaban en la competición como representantes del organismo europeo. Con ese escudo posarían también los jugadores en los preciosos reportajes fotográficos que se realizaron en el Bernabéu inmortalizando al equipo que había conseguido el trofeo intercontinental. Posters de un conjunto de leyenda que un 4 de septiembre de 1960, se cumplen ahora 60 años, llevó al Real Madrid a la cima del planeta fútbol.

REAL MADRID: Rogelio Domínguez, Santamaría, Marquitos, Pachín, Zarraga, Vidal, Luis del Sol, Chus Herrera, Di Stéfano, Puskas y Gento.

C.A. PEÑAROL: Luis Maidana, Pino, William Martínez, Walter Aguerre, Pancho Majewski, Salvador, Luis Cubilla, Carlos Linazza, Juan Hohberg, Alberto Spencer y Carlos Borges

GOLES
1-0 min. 3 Puskas
2-0 min. 4 Di Stéfano, 
3-0 min. 9 Puskas
4-0 min. 44 Chus Herrera
5-0 min. 51 Gento
5-1 min. 80 Alberto Spencer

jueves, 3 de septiembre de 2020

ARRANCA LA TEMPORADA 1995-96

El Real Madrid inicia con goleada un ejercicio que terminó resultando nefasto

El domingo 3 de septiembre de 1995, tal día como hoy de hace 25 años, el Real Madrid visitaba Vallecas para disputar la primera jornada de Liga de la temporada 1995-96. Los de Jorge Valdano, vigentes Campeones, arrancaban la competición después de una pretemporada preocupante en la que los resultados no fueron los esperados y en la que se perdió de forma contundente la Supercopa de España frente al Deportivo. Sin embargo el resultado de ese partido, 1-5 favorable a los madridistas, que aquella mañana jugaron de morado con la segunda equipación, nos hizo tener un poco de esperanza de cara al ejercicio que acababa de arrancar. Quizás las cosas no estaban tan mal como había parecido en verano. Al fin y al cabo teníamos, teóricamente, un buen equipo y veníamos de haber ganado una Liga que hizo muchísima ilusión entre los aficionados.

El Real Madrid realizó un buen partido e inauguró el marcador con un tanto de Amavisca, que había sido uno de los destacados el año anterior. Con el tanto del cántabro parecía que las cosas seguían igual y que en esa nueva temporada tanto él como Zamorano seguirían siendo dos pilares del juego de ataque del equipo. En el segundo periodo fue el canterano Sandro el que consiguió ver puerta al definir con tranquilidad y precisión delante de la meta local. Con el 0-2 los de Valdano pasaban a controlar la situación con claridad, puesto que los anfitriones además estaban con diez por expulsión. Fernando Hierro ejecutó una falta y tras desviar un rival el balón entró en la portería estableciendo el 0-3. El malagueño, de zurda, volvió a llevar el esférico a la red con el 0-4. Esnaider tuvo la oportunidad de anotar desde los once metros con un lanzamiento de penalti pero el guardameta Wilfred acertó a la hora de evitar el gol. Los vallecanos incluso recortaron distancias 1-4 con un precioso tanto del brasileño Guilherme. A pocos minutos del final los foráneos redondearon el marcador con el quinto, obra de Quique Sánchez Flores. El lateral derecho se había incorporado al ataque y fusiló un pase de Míchel, que había saltado al terreno de juego sustituyendo a Sandro. Resultado final, 1-5.

El encuentro dejó algunos detalles para la Historia. Por primera vez el Real Madrid lució en sus camisetas de Kelme los dorsales personalizados que todos los equipos empezaron a utilizar aquella temporada. De esta forma, con esta nueva normativa de la Federación cada jugador pasaba a lucir a la espalda su nombre y su propio número, un dorsal que utilizaría durante toda la temporada. Desaparecían las alineaciones del 1 al 11 de toda la vida y cada futbolista pasaba a llevar su propio dorsal. Aquel año Raúl, por ejemplo, llevó el número 17 y el 7 quedó en manos de Juan Eduardo Esnaider, que regresó al Club blanco tras dos temporadas en el Zaragoza. Los dos jugadores fueron titulares en Vallecas el mismo día que, por otro lado, debutaba en Primera División el canterano Álvaro Benito, que sustituyó a Amavisca entrado el segundo periodo.

Con aquel triunfo en Vallecas el Real Madrid sumaba los tres puntos, otra de las novedades que entraron en vigor ese 3 de septiembre de hace 25 años. Las victorias ya no valían 2 puntos, valían 3, en un intento de propiciar el fútbol de ataque y el espectáculo. Se suponía que los equipos serían más valientes y buscarían la portería contraria con más ahínco sin conformarse con el empate. La diferencia estaba en conseguir un punto o tres. Ese día frente al Rayo el Real Madrid se hacía con los tres puntos e iniciaba la Liga con buen pie, pero todo aquello no fue más que un espejismo. Las cosas se empezaron a torcer sólo una semana más tarde con la derrota de los blancos en el Bernabéu frente al Athletic Club por 1-2. En la tercera jornada, de nuevo en el Bernabéu, el Madrid volvió a perder frente al Oviedo.... Sólo eran los primeros capítulos de una campaña lamentable, la peor que recuerdo como madridista y sobre la que ya escribí en su día aquí en 'Historias del Real Madrid'. La dolorosa temporada 1995-96.

RAYO VALLECANO: Wilfred, Cota, Lema, De Quintana, Palacios, Cortijo, González, Barla (Alcázar, 67'), Andrijasevic (Josemi, 67'), Onésimo y Guilherme.

REAL MADRID: Buyo, Quique Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Sandro (Míchel, 67'), Amavisca (Álvaro, 70'), Raúl y Esnaider.

GOLES
0-1 min. 29 Amavisca
0-2 min. 54 Sandro
0-3 min. 66 Hierro
0-4 min. 71 Hierro
1-4 min. 77 Guilherme
1-5 min. 86 Quique Flores