miércoles, 30 de abril de 2014

PALIZA HISTÓRICA EN ALEMANIA

El Real Madrid golea al Bayern y accede a la Final de la Champions League

Victoria histórica del Real Madrid en la vuelta de las semifinales de la Copa de Europa. El Real Madrid goleó 0-4 al Bayern de Múnich en un auténtico partidazo que ya forma parte de la legendaria Historia del Real Madrid. El conjunto blanco firmó una actuación de matrícula de honor jugando su mejor partido de la temporada. Y en un marco que le da mucho más lustre a la hazaña. En el Allianz Arena, donde no había ganado nunca.

Las cosas como son. Ni los más optimistas podían imaginar una actuación tan redonda en un partido en el que muchos nos daban por muertos pese al 1-0 de la ida. Hace poco recordé aquí, en Historias del Real Madrid, las dificultades por las que hemos pasado siempre cada vez que nos tocaba jugar en suelo germano en competición continental. Este año ya goleamos al Shalche 04 demostrando que también podíamos ganar en tierras teutonas. Pero pasarle por encima al Bayern en su propio campo era algo que no hubiésemos podido imaginar teniendo en cuenta todas nuestras actuaciones previas allí.

Pero sucedió. Vaya si sucedió. El Real Madrid cuajó un partido, desde mi punto de vista, perfecto. Seguro atrás, firme en el centro y letal arriba, el conjunto blanco ofreció una imagen seria y sus jugadores se dejaron la piel sobre el terreno de juego. Ninguno se escondió. Todos sudaron la camiseta, del primero al último, cometieron muy pocos errores (alguno hubo, ¿verdad Alonso?), jugaron con criterio, decisión y generosidad a la hora de realizar las coberturas.

Y lo más importante, nos adelantamos en el marcador relativamente pronto. Nada más y nada menos que Sergio Ramos fue el encargado de ponernos por delante al cuarto de hora. El 0-1 era crucial de cara a la eliminatoria. Marcar allí echaba al traste cualquier posibilidad de prórroga. Eran ellos o nosotros. Y nosotros nos poníamos con un global de 0-2, obligando a los de Guardiola a marcar tres goles para eliminarnos.

Para complicar un poco más las cosas a los germanos, Sergio Ramos volvió a repetir cinco minutos después y, de nuevo a balón parado, cosechó el 0-2 para el Madrid. Los dos goles de cabeza. ¿Un homenaje, quizás, al Káiser Beckenbauer?

Corría el minuto 20 cuando el marcador reflejaba ese 0-2 que nos ponía la eliminatoria claramente a favor. El Bayern necesitaba cuatro goles y, lo más curioso, es que no transmitía sensación de poder lograrlo. El Real Madrid estaba siendo claramente superior y los alemanes abusaban de esa famosa posesión a la que algunos alaban pero que no sirve más que para aburrirse si no se llega con claridad y decisión al marco contrario. Allá ellos. No éramos nosotros los que necesitábamos los goles.

Pero bueno. Aprovechando que las cosas estaban saliendo rodadas, nos animamos e incrementamos el electrónico antes de marcharnos al descanso con el tercero de la noche. Llegó en el minuto 34 tras un fenomenal contragolpe de los madridistas. Bale pasó el balón a Cristiano Ronaldo, que fusiló a Neuer. 0-3 y gol número quince del portugués en la presente edición de la Champions. Récord de la competición, por cierto. La noche estaba siendo memorable.

Y aún tuvo el luso la opción de anotar un cuarto gol antes del descanso con un tiro lejano sobre un Neuer adelantado en el minuto 36. No pudo ser. Pero no había nada que lamentar. El Madrid había dado toda una exhibición y gobernaba el marcador con un rotundo e inapelable 0-3.

Tras el descanso el choque siguió más o menos los mismos derroteros. El Bayern protagonizó sus mejores aproximaciones sobre el marco de Casillas, pero siempre con la incertidumbre de recibir un contragolpe del Madrid que le dejara ya absolutamente fuera de combate. Coentrao tuvo en sus botas el cuarto en un disparo a bocajarro tras una jugada elaborada que terminó con Cristiano y el lateral medio estorbándose delante del arquero germano.

El tiempo corría a nuestro favor y la seguridad de la defensa blanca era total. Tanto Carvajal, Pepe, Ramos como Coentrao estuvieron soberbios. Y el centro del campo también ayudó lo suyo. Sobresalientes en labores de retaguardia y en labores de ataque. Entre Xabi Alonso y Modric dirigieron el timón de la nave con acierto, mientras que Di María y Bale creaban peligro cada vez que se aproximaban al área visitante. Benzema no anotó pero ayudó arriba y cumplió bajando al centro del campo para combinar.

¿Y Cristiano? Cristiano a lo suyo. A marcar. En el minuto 89, con la eliminatoria ya resuelta, el astro ejecutó un tiro de falta a 24 metros del marco local. Cuando todos esperábamos el disparo que tratara de superar por alto a la barrera, el siete blanco nos sorprendió a todos lanzando raso. El balón superó por bajo a los jugadores bávaros, que habían saltado, y el esférico se coló en la portería. Era el 0-4. Diana número dieciséis para Cristiano en esta Champions. Era el broche de oro a un partido HISTÓRICO.

Sólo quedaba ya celebrarlo sobre el césped. Por allí apareció, para sumarse a la fiesta, nuestro jugador de la sección de baloncesto Marcus Slaughter, ataviado con la camiseta de Sergio Ramos, uno de los héroes de la noche.

El Real Madrid firmó una página gloriosa para su Historia. Un triunfo espectacular con el que pasó por encima al vigente Campeón de Europa en su propia casa. Doce años después, el Madrid vuelve a jugar una final de la Champions League. Y accede de la mejor forma posible. Con una victoria que recordaremos toda la vida.

domingo, 27 de abril de 2014

DESCANSE EN PAZ, VUJADIN BOSKOV (1931-2014)

Muere el ex entrenador serbio del Real Madrid a los 82 años

Hoy ha fallecido a los 82 años el ex jugador y ex entrenador serbio Vujadin Boškov.

Entrenó en España al Zaragoza, al Real Madrid y al Sporting de Gijón.

Se sentó en el banquillo madridista entre las campañas 1979-80 y 1981-82. En su primera campaña con el Madrid ganó el doblete de Liga y Copa.

Con él como entrenador, el Real Madrid llegó a la Final de la Copa de Europa de 1981 frente al Liverpool. Era el conocido como ‘Madrid de los García’, por la gran cantidad de jugadores madridistas de aquella plantilla que llevaban el apellido 'García'.

Con el Real Madrid ganó una Liga y dos Copas del Rey.

Todos los jugadores que trabajaron a sus órdenes han hablado siempre bien de él. Y nos dejó para la historia frases míticas como el famoso “fútbol es fútbol”.

Desde 'Historias del Real Madrid' quiero rendir mi pequeño homenaje a este técnico que también escribió sus páginas dentro de la historia del Club. Muchísimas gracias por todo, y descanse en paz, Vujadin Boškov.

lunes, 21 de abril de 2014

REFLEXIONES SOBRE LA COPA DEL REY

Apuntes relacionados con la participación del Real Madrid en el torneo

Ver al Real Madrid ganar dos Copas del Rey en tres años es algo nuevo para mí después de tres décadas siguiendo las andanzas del equipo. Las cosas como son, no es la competición en la que más ha destacado el Madrid a lo largo de la historia. Algunos dirán que es el trofeo menos importante de las competiciones que afronta el equipo cada temporada. Y sí. Tienen razón. Quizás sea el menos importante.

Pero una cosa es que sea el menos importante y otra que no tenga importancia. Y, por desgracia, tengo la sensación de que el Real Madrid, muchos años, directamente no le dio importancia a la Copa del Rey. 

Nunca he entendido esa forma de actuar de muchísimos entrenadores, por no decir la gran mayoría, que afrontan la competición directamente con suplentes o con jugadores de los llamados ‘poco habituales’. Por cierto, bonito eufemismo para citar a los futbolistas que no cuentan para un entrenador.

Y muchos entrenadores del Real Madrid han adoptado también esa postura de sacar a jugar alineaciones de lo más variopintas frente a rivales teóricamente inferiores. Pero es que esos rivales que se enfrentan al Real Madrid, van a ir a muerte con sus equipos de gala. Y son teóricamente inferiores frente a un equipo titular del Real Madrid. Pero claro, si empiezas a alinear 'onces' compuestos por suplentes, suplentes de suplentes y jugadores del Castilla que no han jugado previamente ni un partido con el primer equipo, pues la teórica superioridad la estás tirando por la borda. Estás igualando el partido, lo cual puede estar muy bien de cara a un espectador neutral o para el seguidor del equipo de Segunda B o de Segunda que se enfrenta al Madrid. Pero para mí, como aficionado madridista, eso siempre me ha parecido salir a jugar con grilletes al terreno de juego. 

¿El resultado? Pues sólo hace falta echar un vistazo al historial reciente del Real Madrid en la competición del K.O. Descalabros y eliminaciones a diestro y siniestro contra equipos que, con todos mis más sinceros respetos, eran inferiores.

Si te eliminaban un año o dos, podías pensar en accidentes. Pero cuando pasa un año, y otro, y otro más… Y otro más…

Guardo ingratos recuerdos de partidos de Copa contra rivales de cualquier categoría y procedencia geográfica. Entre la Final de Copa del Rey de la campaña 1992-93 y la de 2010-11 tropezamos con el Alavés, con el Toledo, con el Alcorcón y tantos otros, amén de pasarlas canutas, por no decir otra palabra, con escuadras de todo tipo

Si nos fijamos en las alineaciones de todos aquellos partidos de Copa, comprobaremos la gran cantidad de futbolistas que debutaron en aquellos choques y la gran cantidad de futbolistas del Castilla que jugaron su, normalmente, único encuentro oficial con el primer equipo del Real Madrid en una eliminatoria de Copa del Rey que, muchas veces, concluía en ‘tragedia’. 

Y ojo, que no digo que perder una eliminatoria de Copa sea una tragedia. El fútbol es eso, fútbol, un deporte. Y en el deporte, la posibilidad de perder siempre está ahí presente. Pero la prensa siempre se ha encargado de trasladar a su público la etiqueta de ‘tragedia’ a la hora de narrar una derrota en Copa. 

¿De qué le sirve a un jugador del filial debutar en el primer equipo para cosechar una derrota y no volver a aparecer más por él? ¿No resultará más fructífero que ese chaval entre en una ruleta de rotaciones realizadas en Liga, con cabeza y sentido común, y poco a poco?

Creo que tiene más sentido que ese chaval entre en un partido de Liga y que en otro partido de la competición de la regularidad se utilice a otra promesa, si el entrenador lo cree conveniente, que sacar a esos dos futbolistas, junto con otros cuatro compañeros del segundo equipo, el tercer portero, dos suplentes y uno que no entra nunca en las convocatorias en un partido de Copa. ¿Cuántas veces habrán jugado juntos esos futbolistas en un partido de competición oficial? Seguramente ninguno.

“¡Pero si el rival es de Segunda!”, exclamará alguno. Claro. Como si los equipos de Segunda B o de Segunda estuvieran integrados por cojos. ¡Que también son once y saben correr! 

Recuerdo que una de las excepciones en aquella travesía por el desierto de la Copa del Rey entre 1993 y 2011 fue la de la temporada 2001-02. El año del Centenario del Real Madrid, la Final de Copa se disputó en el Santiago Bernabéu el mismo día que el Club cumplía los cien años. Aquella campaña, la Copa del Rey se fijó como una de las prioridades y el equipo se concedió pocas licencias en las eliminatorias previas. Recuerdo partidos  como uno en Lanzarote con Figo y Zidane sobre el terreno de juego. Aquellas eliminatorias se superaron muchas veces con la artillería pesada sobre el campo o a pie de banquillo preparada para salir a disparar en cuanto la cosa se ponía fea. ¿Consecuencia? Pues que llegamos a la Final. 

Luego, nos ganó el Deportivo de la Coruña. Sí. Pero es que las finales se pueden ganar o se pueden perder. Pero para optar a ganarlas hay que llegar a ellas. Y durante muchos años, no hemos puesto todos los medios necesarios ni la intensidad requerida para llegar a ellas. Es mi opinión. Puedo estar equivocado, pero yo así lo siento. 

El caso es que, recientemente, parece que nos hemos vuelto a dar cuenta de que ganar la Copa del Rey no está tan mal y que no hay por qué despreciar de inicio la competición. Ganamos la edición de 2011, fuimos finalistas el año pasado, 2013, y hemos vuelto a ganarla en 2014. 

No guardo recuerdos futbolísticos del año 1982 que no estén relacionados con Naranjito y el Mundial de España. Es de lo único que me acuerdo. Era muy pequeño y, por tanto, no pude saborear el triunfo de la Final de Copa frente al Sporting en el Nuevo  Zorrilla de Valladolid. Eso supone que los únicos triunfos en Copa que vivimos los madridistas de mi generación durante más de un cuarto de siglo fueron el de la temporada 1988-89 frente al Valladolid y el de la 1992-93 frente al Zaragoza. Dos Copas del Rey. 

Curiosamente, el mismo número de trofeos que hemos visto en los últimos tres años.

domingo, 20 de abril de 2014

LA COPA DEL REY DE 2011

Hoy se cumplen tres años de nuestro anterior título copero 

Y con los ecos de la victoria en Copa del pasado miércoles aún resonando, hoy 20 de abril se cumplen ya tres años del anterior título conseguido en esta competición por el Real Madrid. Fue en el mismo escenario y frente al mismo rival.

El 20 de abril de 2011, es decir, tal día como hoy de hace tres años, el Real Madrid conquistó su decimoctavo título de Copa en Mestalla frente al Fútbol Club Barcelona, al que derrotó por 0-1 con un gol de cabeza de Cristiano Ronaldo en la prórroga.

Aquel título cerró un periodo de dos años en los que sólo habíamos ganado una Supercopa, lo que había aumentado a cotas insoportables el nivel de histerismo de la prensa deportiva madrileña que, para colmo, no veía con buenos ojos a José Mourinho al frente del equipo. 

Al técnico portugués le había tocado afrontar el periodo más exitoso del Barcelona y los resultados de los enfrentamientos recientes con el conjunto azulgrana no invitaban al optimismo de cara a la Final de Copa.

El Real Madrid y el Barcelona tuvieron un mes de abril de 2011 en el que se vieron hasta en la sopa en las tres competiciones. El día 16 de abril empataron 1-1 en el Santiago Bernabéu en partido de Liga. Y antes de disputar las semifinales de Champions, los dos equipos tenían que jugar la Final de la Copa del Rey. 

El 20 de abril de 2011 las dos escuadras disputaron el título que se decidió en aquel cabezazo de Cristiano Ronaldo, en el minuto 102. Tras una buena triangulación entre Marcelo y Di María, el argentino sacó un centro medido que Cristiano convertía en gol superando a Pinto con un testarazo inapelable.

Hoy se cumplen tres años de aquel triunfo.
Aquel día se escribió otra de las grandes páginas de nuestras ‘Historias del Real Madrid’.

GARETH BALE, EL HÉROE DE LA COPA

El jugador galés, decisivo en la final del pasado miércoles

Gareth Bale fue y será el nombre propio que asociaremos a la Final de la Copa del Rey del año 2014 en el futuro. Suyo fue el gol que decidió el título y lo hizo además, como ya he apuntado estos días, con uno de esos goles antológicos que recordaremos siempre.

Me alegro especialmente por él, porque me parece un gran jugador y porque, desde que llegó al Club, el pasado mes de septiembre, ha tenido que cargar encima con el peso del elevado costo de su fichaje.

Para complicar un poco más las cosas, he llegado a percibir desde la prensa cierto grado de 'hostilidad' hacia el futbolista. No se han puesto en duda sus aptitudes atléticas, faltaría más, pero sí que se ha puesto en duda su valía, digamos, 'futbolística'. "No me parece que sea un chico que sepa jugar al fútbol, lo digo tal y como lo pienso", llegó a manifestar en antena Santiago Segurola hace unos meses.

Se llegó a hablar de lesiones, "hernias" y otros contratiempos para cuestionar su fichaje. Entiendo, o quiero pensar, que la finalidad de todas aquellas críticas estaban dirigidas a la cúpula del Club, a la que se quería dar una patada, pero en el trasero del jugador, que al fin y al cabo, no creo que tenga la culpa de lo que se ha pagado por él.

Que los 91 millones de euros que se abonaron por el traspaso del futbolista suponen un precio elevado es algo más que obvio. Pero toda la demagogia que se utilizó en contra de la operación el verano pasado me resultó repugnante. A mí también me hubiera gustado que hubiese costado menos. Pero el mercado es el que es y las reglas están ahí. Hay un propietario que fija un precio y un comprador que tiene que hacer cuentas y ver si puede o no puede comprar el producto. Si no puede pagar lo que se le pide, media vuelta y a otra cosa. Si lo puede pagar, tendrá que reflexionar sobre si le conviene pagar el precio o no. Y ya está.

Todo lo demás es humo. ¿Acaso no resultan una obscenidad las cantidades que se barajan en cualquier operación futbolística de cualquier equipo de fútbol, sea el que sea?

Nos guste o no, el fútbol genera esas cantidades de dinero. Las genera. Eso es así.

En cualquier caso, por detrás de las cifras macroeconómicas y los debates éticos o económicos están las personas.

Y detrás de aquellos noventa y un millones de euros había un futbolista de 24 años que cambiaba de país, que llegaba a un club nuevo, a un fútbol diferente, sin hacer pretemporada...

Y desde el primer día se le acomodó en la espalda, con toda la mala leche del mundo, el peso de los fajos de billetes que había costado. Y se le comenzó a exigir desde el primer día.

Ojo, que me parece bien, ¿eh? Que conste. Por supuesto, estamos hablando de un jugador de elite. Un privilegiado, como todos los futbolistas de primera categoría, que tienen la enorme fortuna de cobrar mucho dinero por hacer lo que más les gusta, jugar al fútbol.

El caso es que, varios meses después, Gareth Bale ya acumula veinte goles sin haber concluido su primera temporada, y ya ha firmado una de sus grandes actuaciones con la camiseta del Real Madrid. Su gol del miércoles contra el Barcelona, a falta de cinco minutos para el final, con empate a uno en el marcador y decidiendo el título de Copa, fue extraordinario.

Por hacer un pequeño símil, me recordó un poco al gol de Zidane en la Final de la Champions de Glasgow en el año 2002. ¿Alguien recuerda los 'palos' que le cayeron a Zizou durante sus primeros meses en el Real Madrid? ¡Se llegó a decir que el Real Madrid jugaba mejor sin Zidane que con el astro galo! Por cierto, os sonará de algo ese argumento, ¿verdad? Bueno. Aquella campaña 2001-02 se ganó la Champions con la maravillosa volea del francés. 

El gol de Bale, el otro día, tenía un cierto aroma a gol de Zizou. Después de los 'palos', el galés ha acabado decidiendo un título para el Madrid a su manera. Potencia, físico, velocidad y cincuenta y nueve metros de carrera para entrar en la Historia del Real Madrid por la puerta grande.

Me alegro mucho de que Gareth Bale haya escrito con éxito el primer capítulo de sus 'Historias del Real Madrid'. Ojalá escriba muchas más.

sábado, 19 de abril de 2014

UN GOL QUE 'BALE' UNA COPA

El tanto que decidió el decimonoveno triunfo del Madrid en el torneo del K.O.

No sé cuántas veces lo he visto y cuántas lo volveré a ver. La verdad es que resulta todo un placer conseguir un título con un gol de esos que son inolvidables. Un gol de esos que, cuando eres niño, sueñas con marcar algún día con la camiseta de tu equipo. En una final, frente a tu máximo rival, deshaciendo un empate y decidiendo una Copa a falta de cinco minutos para el final. ¡Qué maravilla!

Gareth Bale tuvo el privilegio de conseguirlo. Y probablemente sólo él hubiera podido hacer lo que hizo. Con Cristiano Ronaldo en la grada por lesión, el galés se puso el traje de superhéroe y acudió al rescate de sus equipo.

Corría el minuto 84 cuando Carvajal despeja un centro de Messi con la cabeza. Isco evita que el balón salga fuera por la banda izquierda y combina con Fabio Coentrao para sacar el esférico. El lateral izquierdo saca bien el balón y pasa a Gareth Bale, que ya está corriendo desde terreno madridista y toca la pelota justo en la raya de medio campo.

El resto es historia. Otra de las 'Historias del Real Madrid' que recordaremos y seguiremos recordando dentro de muchos años.

Marc Bartra sale al encuentro con Bale y le empuja al galés desplazándolo fuera del campo. Cualquier jugador caería al suelo y reclamaría la falta. Bartra hizo lo que cualquier jugador tiene que hacer, una falta táctica con la que interrumpe la jugada y permites que tus compañeros retrasen posiciones.

Pero Bale no cae. El 'Coyote' Bartra no consigue detener al 'Correcaminos' Bale y el 'once' madridista sigue corriendo como una locomotora por fuera del campo. Adelanta por el exterior a Bartra y vuelve a cruzar la línea blanca para regresar al terreno de juego galopando. Y corre, sigue corriendo como un rayo dejando atrás al defensa del Barcelona y entrando en el área del guardameta Pinto.

El portero aguarda la llegada del 'Expreso de Cardiff' cerca del pico derecho de su área pequeña. Bale encara al portero y dispara a gol colando la pelota por debajo de las piernas de Pinto. Gol. Golazo de Gareth Bale en una acción individual de bella factura y, al mismo tiempo, colosal esfuerzo.

Y todo eso en ocho segundos.
Ochos segundos de carrera en los que Gareth Bale recorre 59 metros.

Casi sesenta metros que el futbolista galés recorrió a una velocidad aproximada de treinta kilómetros por hora. Impresionante. Tenía mucha prisa por entrar con letras bien grandes en la historia del Real Madrid

jueves, 17 de abril de 2014

CAMPEONES!!!

El Real Madrid conquistó en Valencia la Copa del Rey de 2014

El Real Madrid doblegó al Barcelona en la Final de Copa y escribió así una página más de su exitosa historia. Un triunfo ante el eterno rival que ha valido un título y que ha supuesto una inyección de moral y alegría para los aficionados madridistas.

La victoria llegó, además, con un gol de esos que recordaremos siempre y que anotó Gareth Bale, el fichaje estrella de la temporada. En las postrimerías de un partido empatado a uno y con la prórroga a la vista, el jugador galés recibió un balón de Coentrao en el medio campo y arrancó en una galopada increíble que culminó con el gol del triunfo. Un triunfo más que merecido en un encuentro en el que los futbolistas blancos se emplearon a fondo desde que el esférico empezó a rodar.

El Real Madrid salió al terreno de juego con las ideas muy claras, presionando, cerrando espacios y saliendo a la contra en cuanto se hacían con el balón. El premio llegó bastante rápido y en el minuto diez, el Madrid marcó el primero de la noche. Isco, que cuajó un muy buen encuentro, combinó con Benzema y el francés le pasó rápido al 'Fideo' Di María. El argentino, en línea y posición legal, encaró porterías y, tras deshacerse de Jordi Alba, la cruzó a gol. Pinto llegó a tocar, pero no lo suficiente y el balón llegaba a la red para poner el 0-1 en el marcador. Jugábamos de visitantes.

El Madrid creó más peligro que el Barcelona durante la primer parte, si bien es cierto que el equipo catalán, con el paso de los minutos, trataba de hacerse con el balón para sobarlo una y otra vez. La posesión, a la que tanta importancia suelen dar.

A todo esto, destacar la labor del colegiado, Mateu Lahoz, que cuajó un gran arbitraje, para mi gusto. Sin interrupciones absurdas y dejando seguir el juego en contactos nimios con los que, la gran mayoría de colegiados, no dudan en pitar falta. Y lo hizo tanto a favor como en contra. Me parece bien. Para mí el fútbol es un deporte de contacto y trabar el juego con faltas de chichinabo es desesperante. Basta con no pitar dos o tres para que los jugadores se den cuenta de que el trencilla no va a picar con esos forcejeos. Y a la siguiente jugada, ya se lo piensan mejor. Cuando es falta, que se pite falta. Pero, por favor, los roces no pueden interrumpir el juego.

En la segunda mitad el Madrid volvió a tener opción de matar el choque con un disparo de Bale de volea desde la frontal del área que se marchó por los pelos por encima del larguero. Benzema también la tuvo en sus botas y Ramos, en un saque de esquina, cabeceó sin acierto a la portería de Pinto.

El jugador del Barcelona Marc Bartra, que había tenido la ocasión más clara de los azulgranas hasta lo que se llevaba de partido, fue el encargado de anotar las tablas en el marcador. En un saque de esquina, cómo no. Era el minuto 68 y Pepe, en uno de sus escasos despistes durante el partido, dejó libre de marca al defensor culé, que superó a Casillas con un gran remate de cabeza. Empate a uno y todo como al principio. Era el momento de lamentar las ocasiones falladas.

En el minuto 81, Luka Modric se sacó un fuerte disparo lejano con la diestra y el balón se estrelló en el poste. Estábamos en los últimos diez minutos de partido y cualquier gol, de uno u otro lado, podía decantar la balanza a favor de cualquiera de los dos bandos. El Barcelona se acercaba a la meta de Casillas y, en cualquier momento, una acción desequilibrante de los hombres de vanguardia del equipo del Tata Martino podía echar al traste todo el trabajo de los de Ancelotti. Nadar para ahogarse en la orilla o preparase para una prórroga que, de no haber más goles, sería una realidad en pocos minutos. Pero hubo un gol más. ¡Y vaya gol!

Gareth Bale. El jugador cuyo fichaje había generado tantos y tantos titulares el pasado verano, quiso entrar en la historia, perdón, en la 'Historia' del Real Madrid con el gol del que hablaba al principio. Uno de esos que recordaremos y seguiremos recordando con el paso de los años. Zancada a zancada, encarando portería, los aficionados del Real Madrid contuvieron la respiración con el corazón en un puño y explotaban de júbilo al ver el balón pasar por debajo de las piernas de Pinto.

Gol. Golazo de Gareth Bale que hacía justicia y que nos ponía por delante en el marcador a sólo cinco minutos del final de la contienda. Cinco minutos en los que pasaron más cosas y en los que todo se pudo volver a ir por la alcantarilla si Neymar hubiera acertado con su remate en el minuto 89. Pero la pelota se fue al palo y, rebotada, cayó en las manos de un afortunadísimo Iker Casillas. Faltaba el descuento, pero la suerte estaba echada ya de nuestro lado.

El Real Madrid se proclamó Campeón de la Copa del Rey y los jugadores lo celebraron por todo lo alto. Había escrito una página más de sus 'Historias del Real Madrid'.

miércoles, 2 de abril de 2014

WALLPAPER DE JUANITO

Se cumplen 22 años de la muerte de Juanito

Y para recordarle, aquí dejo un fondo de escritorio que he realizado sobre Juan Gómez ‘Juanito’. Es mi particular homenaje en memoria de este gran jugador que nos dejó, por desgracia, tal día como hoy, 2 de abril, del año 1992. No te olvidamos, Juanito.