viernes, 24 de abril de 2015

REMONTADA FRENTE AL INTER DE MILAN

Se cumplen treinta años de otra de aquellas grandes noches europeas de los ochenta

Recordaba el pasado mes de diciembre aquí en 'Historias del Real Madrid' aquella mítica remontada del Real Madrid frente al Anderlecht belga en la Copa de la UEFA de la temporada 1984-85 y ya entonces apuntaba que aquella no fue la única gran noche del Madrid en la competición. Y es que, tal día como hoy, 24 de abril, pero del año 1985, es decir hace treinta años, el Madrid certificaba otra remontada frente a otro de los grandes de la época, el Inter de Milan.

Tras haber eliminado al Tottenham británico, vigente campeón de la competición tras haberse alzado con el título en 1984, el Real Madrid se cruzó con el Inter. En el encuentro de ida, los transalpinos consiguieron un 2-0 que les dejaba la eliminatoria en bandeja. Pero aún quedaba la vuelta en el Santiago Bernabéu. Y "noventa minuti en el Bernabéu son molto longos", como decía el malogrado Juanito.

Pues sí. Hoy se cumplen tres décadas del encuentro que le dio la razón a Juanito cuando, dos semanas antes, el 10 de abril de 1985, el conjunto blanco caía en el Giusseppe Meazza. Al término de aquel partido, el de Fuengirola espetó a los jugadores interistas con esta famosa frase que ha pasado a formar parte de la Historia del Real Madrid

Santillana en ataque

La verdad es que, durante la década de los ochenta, los aficionados italianos del Inter debieron de acabar teniendo pesadillas con el Real Madrid y con uno de nuestros jugadores en particular: Santillana. El Madrid eliminó al Inter en la semifinal de la Copa de Europa 1980-81, en los cuartos de final de la Recopa 1982-83, en la semifinal de la Copa de la UEFA 1984-85 y de nuevo en la semifinal de la siguiente edición de la UEFA 1985-86. Y en todos estos cruces marcó el ariete cántabro.

En el partido que hoy recordamos, Santillana fue el encargado de inaugurar el marcador a los doce minutos. Centro desde la banda izquierda de Chendo, sí, desde la banda izquierda, y Santillana baja de cabeza el balón al centro del área. Pineda no logra rematar en el barullo que se forma con los defensores italianos, pero el propio Santillana consigue finalmente conectar de nuevo con el balón para empujarlo a gol. 1-0 cuando no se había alcanzado el cuarto de hora y se reducían las distancias. Era una regla de oro de aquellas remontadas de los ochenta. Marcar el primer gol lo antes posible.

A punto estuvo de igualarse la eliminatoria sólo tres minutos después con un fuerte disparo de Pineda desde fuera del área que repelió el poste derecho de la portería sobre la que atacaban los blancos. El canterano madridista lució aquel día el dorsal número 7 y formó en el once inicial compartiendo ataque junto a Santillana y Valdano.

No fue hasta la recta final del primer tiempo cuando el Madrid logró poner las tablas en la eliminatoria. En el minuto 42, Ricardo Gallego envió un balón a banda derecha que recibió San José. Isidoro lanzó un centro por alto al área y allí saltó Santillana para hacer un gol marca de la casa. De cabeza, como no, y ajustado al palo para superar al guardameta Zenga.

Gol de los llamados psicológicos. Poco antes de alcanzarse el ecuador de la contienda, como mínimo se había conseguido forzar la prórroga.

Míticas son las imágenes de la celebración del cántabro, corriendo en dirección a la banda, exultante de alegría, mientras recibía los abrazos y felicitaciones del resto de sus compañeros.

Michel sentencia

Faltaba rematar la faena con un nuevo gol que le adjudicara el pase al Real Madrid. Y, por supuesto, no encajar ningún gol de los italianos, que tenían un potente equipo en el que destacaban nombres como los del alemán Rummenigge, Walter Zenga, Giuseppe Bergomi, Alessandro Altobelli  o Liam Brady. Del irlandés, uno de los cerebros del cuadro milanés, estuvo pendiente durante todo el encuentro Miguel Porlan Chendo. El de Totana no ocupó aquel día el lateral derecho, jugó de libre anulando al jugador que le había señalado su entrenador, Luis Molowny. El técnico canario había relavado en el banquillo a Amancio, que fue destituido tras la derrota del encuentro de ida en Milán.

Se había ido Amancio, que fue el entrenador que subió definitivamente al primer equipo a Michel aquella temporada 1984-85. Y, precisamente, fue Michel el encargado de darle la puntilla al Inter aquel día.

Fue en el minuto 59 en una jugada que inicia el único integrante de la Quinta del Buitre que actuó aquel día. Y lo hizo, además, ¡por banda izquierda! El número 8 blanco envió el balón a la frontal del área donde intenta recibir la pelota Fraile, que cae al suelo derribado por un defensor italiano. El balón queda suelto y Michel sacude un tremendo latigazo enviando el esférico al palo largo superando con el potente disparo a Zenga. Era el 3-0 con el que el Real Madrid se ponía por delante en la eliminatoria.

Faltaba media hora de juego y a los italianos ya no les valía especular con el marcador. Los del Inter trataron de enviar balones a sus puntas con balones largos, pero los Stielike, Camacho y compañía estaban allí para algo. El alemán, de hecho, salvó un gol italiano bajo palos, con Miguel Ángel ya superado, en la ocasión más clara del rival. Un gol visitante hubiera echado al traste la eliminatoria.

Pase a la Final

Sin embargo, el Madrid no se dedicó a defender. Todo lo contrario. Atacó y pudo ampliar la renta en acciones como un fuerte disparo de Pineda en el minuto 66 que Zenga desvió a córner. Y a falta de un cuarto de hora, Molowny puso sobre el césped a Juan Gómez 'Juanito', en sustitución del defensa Fraile. El de Fuengirola, nada más saltar al terreno de juego, remató a puerta de tacón un balón enviado por Valdano. Poco después, el propio Juanito le puso un balón a Chendo que se incorporó por la izquierda, otra vez por la izquierda, qué ironía, pero su disparo salió desviado. Michel también tuvo otra ocasión clara que el guardameta del Inter desbarató.

Pero no hubo más goles. Daba igual. Nos bastaba. Otra remontada culminada en el Santiago Bernabéu. El 3-0 dejaba al Inter en la cuneta y el Real Madrid accedía a su primera Final de la Copa de la UEFA. Mi primera final europea.

Recuerdo que aquel partido frente al Inter no se televisó. Me tocó saber de él a través de mi padre y de la radio. Pero no se me olvida la alegría al conocer el desenlace de la contienda. Cómo me hubiera gustado haber disfrutado en vivo o en directo de aquel ambiente de las grandes noches europeas...

Hoy, 24 de abril, justo treinta años después, me siguen impresionando las imágenes de las gradas del Bernabéu abarrotadas de banderas y los brazos en alto de los jugadores celebrando la gesta... Sin duda, uno de los grandes capítulos de las Historias del Real Madrid.

REAL MADRID CF, 3
Miguel Angel, Chendo, Salguero [(Fraile, 24′) Juanito 76′], Stielike,
Camacho, Michel, San José, Gallego, Pineda, Santillana, Valdano.
INTER DE MILAN, 0
Zenga, Bergomi, [(Pasinato, 36′) Causio 80′], Collovati, Bini, Baresi,
Cucchi, Sabato, Brady, Mandorlini, Altobelli, Rummenige.

GOLES
1-0 min. 12 Santillana
2-0 min. 42 Santillana
3-0 min. 59 Michel

jueves, 23 de abril de 2015

LA NOCHE DE CHICHARITO

El Real Madrid elimina al Atlético en la Champions con un gol del mexicano

Javier Hernández Balcázar vivió ayer su mejor noche como madridista. Un gol suyo en las postrimerías daba al Real Madrid el pase a las semifinales de la Champions League y de paso cerraba una racha de resultados adversos frente al Atlético de Madrid. Esta temporada, los colchoneros nos habían ganado en Supercopa, en Copa, en Liga... Pero lo de ayer era competición europea y el Bernabéu, en ocasiones así, parece transformarse.

El partido no fue sencillo, ni mucho menos. Tuvimos el balón, sí. Generamos ocasiones... sí, también. Pero costó. Costó porque el Atlético se encierra y defiende como pocos, ya lo sabemos. Era difícil encontrar huecos, pero a veces los encontrábamos... para toparnos con Oblak. Otra gran actuación del meta rojiblanco, que tapió su portería.

Me veía ya en la prórroga y rezando para que no tuviera que decidirse la eliminatoria en los penaltis... cuando en esas apareció Chicharito. Corría el minuto 88 cuando, tras una gran combinación entre James y Cristiano, el portugués enviaba el esférico al punto de penalti, donde el mexicano esperaba para rematar a las mallas. 

Era su día. Su gran oportunidad de hacer algo grande. No ha contado mucho para el entrenador y durante algunas fases de la temporada se puede decir que ha estado desahuciado. Ya sabíamos que venía para ser suplente, pero creo que se le podía haber sacado más provecho a este jugador. Chicharito, sin embargo, no protestó. Ha trabajado y no se ha quejado, lo cual es algo que yo valoro muchísimo. Esperó su gran momento y anoche, por fin, fue protagonista. Me alegro muchísimo por él. 

Chicharito ya había marcado goles con la camiseta blanca, pero, sin duda, el de ayer fue el más importante. Ojalá consiga más. Pero, por lo menos, ya ha escrito su principal página en la historia del Real Madrid. Uno de esos goles que espero recordar dentro de unos años aquí en 'Historias del Real Madrid'. ¿Os acordáis de aquel gol de Chicharito con el que eliminamos al Atlético en Champions?

domingo, 19 de abril de 2015

EL TACONAZO DE REDONDO

Hoy se cumplen quince años del 2-3 en Manchester frente al United

Y parece que fue ayer. Tal día como hoy pero de hace quince años, el 19 de abril de 2000, el Real Madrid firmó una de sus grandes actuaciones en Europa con un partido colosal. En el 'Teatro de los Sueños' de Old Trafford, el conjunto dirigido por Vicente Del Bosque ganaba 2-3 al Manchester United y eliminaba a los diablos rojos clasificándose para las semifinales de la Champions League. Y, sí, aquel fue el encuentro del famoso taconazo de Fernando Redondo.

Sin ninguna duda, es la imagen de aquel histórico partido. Tengo asociado aquel encuentro con la imagen de la famosa acción del futbolista argentino. Entrando por banda izquierda, a Redondo no se le ocurrió otra cosa para sacudirse la presión del noruego Berg que dar un taconazo y superar por su espalda al jugador del Manchester, acelerar hasta llegar a línea de fondo y enviar el esférico a Raúl, que entraba a toda velocidad en el segundo palo. Una jugada para la historia.

La verdad es que aquellos años en la Champions League fueron muy buenos para el Real Madrid. Atrás quedaban tantos y tantos sinsabores. El recuerdo de la Séptima Copa de Europa de 1998 aún estaba muy fresco y habíamos vuelto a sentir la satisfacción de ver al Madrid en la cima de la élite futbolística europea. Aún no lo sabíamos, pero otro cetro continental estaba ya en camino... A la Séptima le siguió la Octava. Y a la Octava la siguió la Novena dos temporadas después...

Pero para llegar a la Final de París antes había que superar las semifinales. Y antes de las semifinales los cuartos de final, que nos habíamos visto emparejados con el Manchester United, vigente Campeón de Europa, no lo olvidemos. Los de Ferguson se habían impuesto al Bayern con la inolvidable remontada en las postrimerías de la Final de 1999. En aquel equipo campeón jugaban mitos de la escuadra roja como Keane, Beckham, Scholes, Giggs...

En el encuentro de ida, disputado en el Santiago Bernabéu, el resultado fue de empate a cero, así que tocaba imponerse en Old Trafford, donde el Manchester llevaba más de un año sin perder. No era fácil la empresa, ni mucho menos.

Recuerdo el partido como si se hubiese jugado ayer por la tarde. Sentado en el sofá de casa, con los nervios habituales de las grandes citas habituales...

Un partido inolvidable

Jugábamos con la segunda equipación, aquella camiseta negra que tanto me gustaba. Tres centrales, Karanka, Iván Campo y Helguera en funciones de libre. Y los laterales al ataque. Roberto Carlos por la izquierda y Michel Salgado por la derecha. De sus botas nació el primer gol. Ataque del Real Madrid, Morientes pasa al balón a 'Il Due', que se incorporaba por la derecha, y el lateral gallego envía un pase al área que el irlandés Roy Keane introduce en su propia portería. 0-1 en el minuto 20.

¡Qué importante era aquel gol! Ya no había posibilidad de prórrogas y cualquier empate en el partido nos daba el pase. Sin ninguna duda, aquella eliminatoria reforzaba la opinión que he defendido toda mi vida de que un empate a cero en casa en la ida es un magnífico resultado. Obliga a llevar la presión en la vuelta al anfitrión y cualquier gol que se consigue tiene un valor enorme.

Al descanso nos fuimos ganando con aquel gol. Pero quedaban cuarenta y cinco minutos por delante. No había que relajarse.

Y en el minuto 50 llegó el 0-2. Golazo de Raúl. El Madrid montó una contra letal tras un despeje con la cabeza de Salgado. Steve McManaman recibió el balón y avanzó por el centro del campo. Al entrar en terreno del Manchester el inglés envió a la derecha, por donde corría Raúl. El madrileño encaró portería y al pisar el área lanzó un precioso disparo arqueado al palo largo que se coló en el marco local. ¡Cómo celebré aquel gol! 0-2 en casa del vigente campeón. Esto ya prometía. La eliminatoria se ponía francamente bien para nosotros. Pero aún quedaba lo mejor.

El taconazo

Sólo tres minutos después del 0-2 llegó la famosa jugada con la que todos evocamos aquel duelo con el Manchester. Fernando Redondo, que aquel día portaba el brazalete de capitán del Real Madrid, tenía el balón en su poder. Hasta tres jugadores del Manchester se encontraban cerca de él mientras el argentino trataba de avanzar, cada vez con menos carril izquierdo por el que seguir con la pelota. Y entonces, el taconazo. Aquella genialidad. ¿Quién podía esperarse algo así? Lo dicho. Una pura genialidad. Taconazo para quitarse de encima a su marcador y quedarse solo en línea de fondo. Pase atrás y gol de Raúl, el segundo de su cuenta particular aquella noche, tercero para el Real Madrid.

0-3 en Old Trafford. Dudo mucho que los más optimistas hubieran llegado a pensar que podíamos ir ganando 0-3 al Manchester en su campo. No puedo explicar con palabras el sentimiento de alegría que estaba experimentando. Y lo orgulloso que me sentía después de haber presenciado aquella maravilla que hizo Fernando Redondo. Siempre podré decir que vi aquella jugada en directo. Aquel partido lo estaba viendo toda la Europa futbolística. Todo el mundo. Y el Real Madrid estaba exhibiendo una actuación histórica.

Cuatro goles tenía que marcar el Manchester United para eliminarnos. La eliminatoria estaba muy bien encarrilada. Pero los de rojo no eran malos, ni mucho menos. El vigente Campeón de Europa no tiró la toalla, ni mucho menos. En el minuto 65 David Beckham firmó una espectacular jugada en la que sorteó a tres jugadores del Madrid para meterse en el área y lanzar un fortísimo disparo que se coló por la escuadra. 1-3 a falta de 25 minutos para el final. Y cuando el encuentro daba sus últimos coletazos llegó el 2-3 desde el punto de penalti. McManaman derribó dentro del área a Keane y el italiano Pierluigi Collina señaló el punto de castigo. Scholes ejecutó la pena máxima, pero los británicos necesitaban aún dos tantos más para dejarnos fuera. Aquello no se nos podía escapar.

Y no se nos escapó. El choque concluyó con triunfo para el Real Madrid por 2-3. ¡Habíamos eliminado al Campeón! Qué partido aquel. Madre mía...

Ni que decir tiene que los héroes de la noche fueron Raúl y Fernando Redondo. Al argentino, al que hace unos meses recordaba aquí en 'Historias del Real Madrid', siempre se le recordará por aquel partido. Por aquella jugada del taconazo. Durante los seis años que vistió la camiseta blanca cuajó un sinfín de grandes actuaciones. Pero la que se quedó en nuestras retinas para toda la vida fue la de aquella noche del miércoles 19 de abril de 2000. Tal día como hoy de hace quince años. ¡Y parece que fue ayer!

MANCHESTER UNITED, 2
Van der Gouw, Gary Neville, Stam, Berg (Sheringham, 62′), Irwin (Silvestre, 46′), Beckham, Scholes, Keane, Giggs; Cole (Solsjkaer, 62′) y Yorke.

REAL MADRID CF, 3
Iker Casillas, Michel Salgado, Iván Campo, Karanka, Roberto Carlos, McManaman (Julio Cesar, 90′), Redondo, Helguera, Savio (Geremi, 64′), Raúl y Morientes (Anelka, 73′).

GOLES
0-1 min. 20 Keane (p.p.)
0-2 min. 50 Raúl
0-3 min. 53 Raúl
1-3 min. 65 Beckham
2-3 min. 89 Scholes (penalti)

viernes, 17 de abril de 2015

AQUELLAS LIGAS INOLVIDABLES

El programa de TVE 'Ochéntame otra vez' repasa el fútbol español de los 80

El fútbol ha sido protagonista del capitulo de la serie 'Ochéntame otra vez' emitido anoche por TVE. El programa documental realizó un repaso al fútbol español de la década de los ochenta y, como no, el Real Madrid tuvo su gran cuota de protagonismo. 

La Quinta del Buitre, las cinco Ligas consecutivas, la figura de Ramón Mendoza, los goles de Hugo Sánchez, el fichaje de Schuster... Recuerdos inolvidables de aquel fútbol que marcó mi infancia y al que tanto cariño tengo. 

Bajo el título de 'Aquellas ligas inolvidables', el capítulo efectúa un recorrido cronológico de los campeonatos disputados a lo largo de la década de los ochenta. Arranca con las dos Ligas de la Real Sociedad, sigue con los dos títulos del Athletic de Bilbao, la Liga del Barcelona 1984-85 y, por fin, aquel lustro de oro del Real Madrid.

El portentoso archivo de TVE permite, además, revivir, momentos históricos de aquella década y ver, con buena calidad de imagen, a los astros del fútbol de aquella década. Quini, Maradona, Mágico González... Y, por supuesto,  a Butragueño, Michel, Sanchís, Pardeza, Martín Vázquez y compañía.

El programa cuenta con los testimonios de destacados futbolistas de aquellos equipos. Jesús Mari Zamora, de la Real, Dani Ruiz-Bazán del Athletic Club, Bernd Schuster en su condición de futbolista del Barcelona y del Real Madrid y José Miguel González 'Michel' como futbolista del conjunto blanco. Junto a las intervenciones de los ex jugadores también se intercalan los análisis de los periodistas Santi Segurola, Manolo Lama y Jesús Álvarez.

Para quien se perdiera su emisión, aquí dejo el enlace a la página web de RTVE donde puede verlo online. ¡Programa absolutamente recomendable!

http://www.rtve.es/alacarta/videos/ochentame-otra-vez/ochentame-otra-vez-aquellas-ligas-inolvidables/3093748/

martes, 7 de abril de 2015

AQUEL 9-1 AL SWAROVSKI TIROL

En la temporada 1990-91, el Madrid ganó en el Bernabéu con un rotundo 9-1

Cuando hace unos días escribía la entrada en la que recordaba cómo había llegado Radomir Antic al banquillo del Real Madrid, recordaba lo mal que le fueron las cosas al equipo en la temporada 1990-91. Estuve a punto de hacer constar que uno de los pocos buenos recuerdos deportivos de aquella temporada, al margen de la Supercopa que le ganamos al Barcelona, fue la goleada contra el FC Swarovski Tirol. De aquel partido tengo un grato recuerdo por la espectacular goleada con la que se ganó al conjunto austriaco. Un 9-1. Sí. La goleada frente al Granada me ha puesto en bandeja la oportunidad de recuperar en la memoria aquel partido.

El miércoles 24 de octubre de 1990 el Swarovski Tirol visitaba el Santiago Bernabéu en la ida de los octavos de final de la Copa de Europa. En dieciseisavos habíamos eliminado al Odense danés con un global de 10-1. 1-4 habíamos ganado en Dinamarca y en Madrid nos impusimos con un severo 6-0. El campeón danés no había sido obstáculo y los austriacos no parecían ser un rival mucho más temible.

Pero ojo, recordemos que en aquella campaña 1990-91 había empezado el declive de resultados del Madrid de la Quinta del Buitre. La situación no era dramática, pero acostumbrados como estábamos a ver al Madrid arrasar en Liga, sí que llamaba la atención que en la segunda jornada ya hubiésemos perdido o que firmásemos tres empates consecutivos frente a la Real, el Logroñés o el Oviedo. Frente a riojanos y asturianos, además, sendos empates a cero... algo realmente raro en aquel Real Madrid tan habituado a ver puerta con una facilidad pasmosa. ¿Dónde se habían dejado los goles Hugo Sánchez, Butragueño y compañía?

Pues, por lo visto, se los debieron reservar para aquel 24 de octubre frente al Swarovski Tirol. Nada más y nada menos que nueve goles se llevaron los austriacos aquella noche de 1990

Obviamente, yo había sido testigo de muchas goleadas del Real Madrid. Sin embargo, no recuerdo si le había visto marcar alguna vez nueve goles. Ni siquiera en amistosos. No lo recuerdo. No estoy seguro, pero casi juraría que no. Yo creo que aquella fue la primera vez que veía a un equipo marcar tantos goles desde el famoso 12-1 del España-Malta de 1983, el primer partido de fútbol del que yo tengo recuerdo.

Aquella temporada 1990-91 sería muy convulsa. Pero me acuerdo mucho de aquel 9-1 porque fue una gozada. Está claro que el campeón de la Bundesliga de Austria no tenía mucho nivel. Pero, a ver, no dejaba de ser un encuentro oficial de competición europea. Y, a ojos de un niño, ver a su equipo encadenar un gol tras otro genera una ilusión tremenda.

No se me olvida aquella noche viendo los goles en el sofá. A cada gol que marcaba el Madrid, mi padre soltaba aquello de "qué malos son los otros", coletilla que le he escuchado toda mi vida, como buen forofo del Barcelona, cada vez que veía un partido con él y el Madrid era netamente superior a su rival. En fin. Nada nuevo. Pero ni los chascarrillos de mi padre me iban a amargar aquella noche de goles blancos.

Cuatro goles y cuatro volteretas nos brindó Hugo Sánchez en aquel partido. 'Hat trick' de Emilio Butragueño, que fue el encargado de abrir el marcador a los cuatro minutos de empezar a rodar el balón. En el minuto 7 Hugo el delantero mexicano hacía el 2-0 y al cuarto de hora ya ganaba 3-0 el Real Madrid. Los austriacos redujeron distancias con el 3-1. Pero no tenían mucho que hacer. Poco a poco, los goles merengues fueron llegando uno detrás de otro. Hasta Hierro y Miguel Tendillo se sumaron a una fiesta que concluyó con el citado 9-1 final.

En el encuentro de vuelta, disputado en Innsbruck, empatamos 2-2 con doblete de Sebastián Losada. La eliminatoria, en cualquier caso, estaba absolutamente resuelta a favor del Real Madrid tras el escandaloso marcador logrado en el Santiago Bernabéu

El FC Swarovski Tirol que había sido fundado en el año 1986, desapareció en 1992. Fue refundado como FC Tirol Innsbruck, que a su vez desapareció en el año 2002 para pasar a ser el FC Wacker Innsbruck, que es como se conoce hoy en día al conjunto tirolés.

No fue el partido más importante de la historia del Real Madrid. Para la alegría que me llevé aquella noche no me la quitó nadie... Nueve goles en partido oficial no se marcan todos los días. Hemos tardado casi 25 años en volver a verlo.

REAL MADRID: Buyo, Chendo, Hierro, Spasic, Aragón (Tendillo, 46′), Maqueda, Solana (Villaroya, 60′), Michel, Butragueño, Hagi y Hugo Sánchez.

SWAROVSKI TIROL: Linderberger, Kortmann, Baur, Streiker, Peischi, Russ, Linzmaier, Gorosito, Hortnagel, Pacult (Westerthaler, 79') y Danek.

GOLES
1-0 min. 4 Butragueño
2-0 min. 7 Hugo Sánchez
3-0 min. 14 Hugo Sánchez
3-1 min. 17 Pacult
4-1 min. 30 Butragueño
5-1 min. 38 Hierro
6-1 min. 48 Butragueño
7-1 min. 72 Hugo Sánchez
8-1 min. 80 Tendillo
9-1 min. 85 Hugo Sánchez

lunes, 6 de abril de 2015

LOS CINCO GOLES DE FERNANDO MORIENTES

En la campaña 2001-02, el 'Moro' también hizo cinco goles en Liga

Fernando Morientes fue el último jugador del Real Madrid que había conseguido anotar cinco goles en un solo partido con la camiseta blanca antes de Cristiano Ronaldo. Lo consiguió en la temporada 2001-02 frente a Las Palmas, equipo al que el Madrid doblegó con un rotundo 7-0.

El encuentro, correspondiente a la vigesimoquinta jornada liguera, se disputó el domingo 10 de febrero de 2002. Y recuerdo perfectamente de que aquel día me tocó trabajar y tuve que escuchar el partido por la radio.

No atravesaba el equipo su mejor momento en el campeonato de Liga. Veníamos de cuatro partidos sin ganar, dos de ellos con derrotas consecutivas frente al Español y el Valladolid a domicilio. Las Palmas visitaba el Santiago Bernabéu con la vitola de equipo menos goleado de lo que se llevaba de temporada. Sin embargo, aquel día todo salió de cara y el Real Madrid cuajó un sensacional partido. Un sensacional partido en el que brilló sobremanera un hombre: Fernando Morientes.

El nueve del Real Madrid fue el encargado de inaugurar el marcador al cabecear un centro desde la derecha de Luis Figo. El dato no es intrascendente puesto que, de los cinco goles que anotó Morientes aquel día, cuatro fueron de cabeza. Y tres de ellos a centro de Figo.

El 2-0 llegó de los pies de Zinedine Zidane, que resolvió una acción individual, entrando desde atrás y disparando al fondo de las mallas cuando ya estaba en el área visitante. Era el minuto 34 y el Real Madrid ponía tierra de por medio. Pero casi de inmediato, dos minutos después, Morientes hacía el 3-0 con el que se llegaba al descanso.

El choque estaba ya resuelto al descanso, pero en el segundo tiempo los madridistas no quitaron el pie del acelerador. Morientes aprovechó un balón rebotado que no había atrapado el guardameta del conjunto amarillo para empujar, casi sin querer y a puerta vacía, y firmar el 4-0. Tercer tanto en la cuenta de Morientes. Desde luego, no estaba teniendo su mejor día el cuadro de Las Palmas, que se hizo el quinto gol de la tarde en propia puerta al cabecear el visitante Ángel un balón alto enviado desde los dominios blancos.

Con el 6-0 llegó la anécdota del partido. Morientes cabeceó, otra vez, un centro de Figo. El delantero, que entró como una moto y en carrera para llegar al esférico, no pudo detenerse y, con la inercia, chocó contra la valla publicitaria, dando una voltereta y cayendo en la grada entre unos aficionados que, seguro, vieron más cerca que nadie al protagonista del choque. Nada grave. El propio jugador se levantó sonriendo mientras recibía el cariño de los espectadores.

Apuntaba antes que Luis Figo fue el autor de tres de los centros que cabeceó Morientes en aquel partido. En el cuarto cabezazo fue Óscar Miñambres el que puso el centro. Fue en el minuto 80 de partido cuando el canterano propició el séptimo gol de aquella tarde, quinto del Moro en su cuenta particular.

Con 7-0 y el choque expirando, el jugador visitante Josico cometió penalti al derribar dentro del área a Miñambres. Recuerdo que nada más escuchar en la radio la palabra "penalti" lo primero que me salió, en voz alta, fue un "¡que lo tire Morientes!". No fui el único que pensó lo mismo. En el Bernabéu, que minutos antes había estado haciendo la ola en el marco de un ambiente festivo provocado por la espectacular goleada, el público comenzó a pedirle al Moro que ejecutase la pena máxima. Y así lo hizo... Pero falló. Una pena. El guardameta rival, Nacho González adivinó hacia dónde iba el disparo y se hizo con la pelota. 

Por aquella época, los penaltis en el Madrid los tiraba Luis Figo. El portugués había sido cambiado en el minuto 72 por el británico Steve Mc Manaman.

En cualquier caso, aquel 7-0 a Las Palmas se convirtió en la actuación más recordada de Fernando Morientes. Todo un repóquer de goles, cinco. Ayer, en cuanto Cristiano firmó su quinta diana, me vino a la cabeza aquel partido de Morientes. Y, efectivamente, ningún madridista había vuelto a conseguir cinco goles en un mismo partido oficial. De lo que no había sido consciente era del tiempo que había pasado desde entonces.... ¡más de trece años! Y parece que fue ayer cuando jugaban en el equipo hombres como Figo, Zidane, Roberto Carlos... o Morientes.

REAL MADRID: Casillas, Miñambres, Karanka, Pavón, Roberto Carlos, Makelele, Iván Helguera, Figo (Mc Manaman, 72’), Zidane (Munitis, 74’), Guti (Solari, 65’) y Morientes.
LAS PALMAS: Nacho González, Ángel, Schürrer, Sarasúa (Álvaro, 69’), Paqui, Josico, Samways, Edu Alonso, Jorge (Tevenet, 52’), Pablo Lago (Carmelo, 63’) y Orlando.

GOLES:
1-0 min. 21 Morientes
2-0 min. 34 Zidane
3-0 min. 36 Morientes
4-0 min. 53 Morientes
5-0 min. 70 Ángel (propia puerta)
6-0 min. 71 Morientes
7-0 min. 80 Morientes

¿QUIÉN FUE PAHIÑO?

El futbolista gallego fue Pichichi con el Real Madrid en la temporada 1951-52

Con sus cinco goles al Granada, Cristiano Ronaldo ha alcanzado 214 dianas en el Campeonato Nacional de Liga. Pasa  a ser el octavo máximo anotador de la historia del torneo al superar las 211 de Manuel Fernández 'Pahíño'. Este jugador gallego militó en las filas del Real Madrid entre las temporadas 1948-49 y 1952-53.

Manuel Fernández Fernández, al que se le conoció deportivamente con el nombre de 'Pahiño', nació en San Pelayo de Navia, Pontevedra, el 21 de enero de 1923. Comenzó a jugar al fútbol en las filas del Navia y del Arenas de Alcabre, antes de alcanzar la Primera División con la camiseta del Celta de Vigo. Con los celestes llegó a ser Pichichi de la Liga en la temporada 1947-48

La siguiente campaña, 1948-49 la disputó ya con la elástica del Real Madrid. Vistió la camiseta blanca durante cinco campañas en las que llegó a disputar 143 partidos oficiales entre Liga y Copa y anotó 124 goles. En la temporada 1951-52 ganó por segunda vez en su carrera el Pichichi, esta vez con el Madrid, al anotar 28 goles.

Tras su etapa en el Real Madrid, regresó a Galicia para jugar tres temporadas en el Deportivo de La Coruña. También militó una campaña en Segunda División con el Granada, en la temporada 1956-57. Al término de aquel ejercicio, colgó las botas. Se retiró habiendo marcado 219 goles como profesional, 211 de ellos en Primera División.

'Pahiño' fue uno de los mejores goleadores del fútbol español de la década de los cuarenta y cincuenta. Fue internacional en tres ocasiones con España y anotó tres goles con la camiseta roja.

Falleció en Madrid el 12 de junio de 2012 a la edad de 89 años.

Cristiano Ronaldo le ha vuelto a poner de actualidad y ha recuperado su memoria con su portentosa actuación frente al Granada, curiosamente el último equipo en el que militó 'Pahíño'. Desde 'Historias del Real Madrid', he querido tener este recuerdo, a modo de homenaje, para este histórico jugador que defendió la camiseta del club blanco.

domingo, 5 de abril de 2015

CRISTIANO, 300 GOLES CON EL REAL MADRID

El portugués anota cinco goles por primera vez en su carrera

No olvidará nunca Cristiano Ronaldo este 5 de abril de 2015. Tenía que ser el Domingo de Resurrección cuando volviera a ofrecernos una de esas brillantes actuaciones a las que nos tenía acostumbrados. Sin duda, la actuación de hoy le servirá para recuperar la confianza después de unos primeros meses de 2015 en los que, desgraciadamente para los madridistas, había perdido algo del olfato goleador que le ha caracterizado a lo largo de los años. Con los de hoy, Cristiano alcanza los 300 goles en competición oficial con el Real Madrid.

Frente al Granada, Cristiano ha conseguido anotar, por primera en su carrera deportiva, cinco goles en un partido. El último jugador del Real Madrid que había conseguido anotar un repóquer fue Fernando Morientes en la campaña 2001-02. Otros ilustres jugadores merengues que han conseguido marcar cinco o más goles en un mismo partido fueron Alday, Miguel Muñoz, Puskas y Pepillo.

Con los cinco goles de hoy, Cristiano vuelve a liderar la tabla del Pichichi con 36 goles. También ha alcanzado su 24º 'hat trick' como futbolista del Real Madrid. En sólo ocho minutos, además.

El repóquer de hoy también le ha servido al siete blanco para avanzar un puesto en la tabla de goleadores históricos de la Liga. Se coloca como octavo máximo artillero de la historia al superar a otro mito blanco, Manuel 'Pahiño', que consiguió anotar 211 goles en los años cuarenta y cincuenta.

El jugador portugués también sigue acumulando récords y méritos para la historia del Real Madrid. Los 300 goles que lleva materializados con la camiseta blanca los ha conseguido en cinco temporadas y media. 287 partidos ha necesitado para alcanzar esta cifra. Por delante, ya sólo tiene a Don Alfredo Di Stefano, que marcó 308 goles de blanco, y Raúl, que alcanzó las 323 dianas durante su etapa en el Santiago Bernabéu.

Hasta el día de hoy, Cristiano Ronaldo ha conseguido marcar con la camiseta merengue 214 goles en Liga, 60 en Champions, 21 en Copa, 3 en la Supercopa y 2 en la Supercopa de Europa.

GOLEADA 9-1 EN LIGA

El Real Madrid logra una de sus mayores goleadas

El Real Madrid ha doblegado al Granada con un contundente 9-1 consiguiente su mayor goleada de la presente campaña. En la primera vuelta del campeonato ya había anotado ocho goles en lo que hasta el día de hoy es la mayor goleada de la historia del Real Madrid a domicilio.

El partido, disputado a las 12.00 horas de la mañana en el Santiago Bernabéu, ha sido resuelto con un tremendo acierto en los metros finales de los jugadores de Carlo Ancelotti. Cristiano Ronaldo ha marcado cinco goles, Benzema dos, Gareth Bale uno, el que abrió la cuenta, y el futbolista del Granada Diego Mainz uno más en propia puerta.

Un marcador tan contundente no lo recordaba yo desde aquel encuentro de Copa de Europa de la temporada 1990-91 en el que ganamos, en el Santiago Bernabéu, y también con un idéntico 9-1, al Swarovski Tirol de Austria.

Este 9-1 pasa a ser uno de nuestros mejores marcadores en la historia de la Liga, aunque no es la mayor goleada cosechada por el Real Madrid ni en Liga ni en competición oficial. En el campeonato de la regularidad, el conjunto blanco cosechó su mejor marcador en la campaña 1959-60, cuando se venció al Elche con un rotundo 11-2.

En Copa de Europa, el récord de goles en un solo partido se estableció en la temporada 1961-62, cuando se doblegó al Odense con un 9-0 a favor del Real Madrid. La siguiente mayor goleada en la máxima competición internacional sería, por tanto, el citado 9-1 al Tirol de la 90-91.

Aún así, la mayor goleada en partido oficial de la historia del Real Madrid se consiguió en la Copa, en la campaña 1942-43, cuando se venció al Barcelona con un espectacular 11-1.

sábado, 4 de abril de 2015

LA MEJOR CAMPAÑA DE MARTÍN VÁZQUEZ

Hace veinticinco años, el centrocampista madrileño atravesaba su mejor momento

Rafael Martín Vázquez cuajó su mejor campaña en el Real Madrid hace veinticinco años. El centrocampista le robó el protagonismo a sus compañeros de la Quinta del Buitre y se erigió en el mejor jugador del equipo durante la campaña 1989-90. Con el permiso de Hugo Sánchez, claro está. El mexicano fue el Pichichi de la Liga con 38 goles. Pero es que Martín Vázquez, desde su posición de interior izquierdo, aportó la friolera de 14 tantos al total de dianas alcanzadas por aquella máquina demoledora que trituró a sus rivales en el campeonato nacional estableciendo el famoso récord de los 107 goles.

Martín Vázquez era un jugador extraordinario. Era el benjamín de la Quinta del Buitre y, pese a que su participación fue fundamental en aquel Madrid de la segunda mitad de la década de los ochenta, quizás siempre estuvo en una especie de segundo plano. Las genialidades de Butragueño, el carisma y la regularidad de Michel y la sobriedad y elegancia de Sanchís eclipsaron a un jugador al que le costó sobresalir en aquella conjunción de estrellas con la que contaba el equipo.

Sin embargo, para los entendidos Rafael Martín Vázquez era el mejor de aquella generación de canteranos. Y estoy completamente de acuerdo. Era un jugadorazo. Técnicamente era el mejor de la Quinta del Buitre. Quizás le faltaba la espectacularidad de Butragueño, pero era un centrocampista soberbio, con un dominio de balón espectacular.

Su punto débil, probablemente, era la falta de garra. Un poco más de 'mala leche' sobre el terreno de juego, por así decirlo. Eso hizo que desde ciertos sectores de la grada del Bernabéu le llegaran pitos y críticas en determinadas ocasiones. Se le exigía mucho, aunque seguramente era debido a que la gente veía que tenía un talento descomunal para jugar al fútbol y le exigía más que al resto.

Hay que tener en cuenta que veníamos de una época en la que la garra de los jugadores era una de las características principales de mitos del madridismo reciente de aquella época. El temperamento de los Santillana, Juanito o Camacho fueron santo y seña de una generación a la que le tomó el relevo otra con menos 'furia' pero con más talento técnico. La calidad que tenían aquellos jugadores de la Quinta del Buitre era tremenda. Pero, cuando las cosas se ponían feas, como sucedía en la Copa de Europa, el público echaba en falta la casta de aquellos veteranos que se habían ido retirando poco a poco y no aguantaba la tibieza que se percibía en el juego de futbolistas como Martín Vázquez.

En cualquier caso, poco se le podía reprochar al interior izquierdo aquella temporada 1989-90. Martín Vázquez, pese a contar con sólo 24 años, acumulaba ya siete campañas en el primer equipo. Su participación había ido incrementándose con el paso de las campañas, así como su aportación al juego y sus cifras realizadoras.

Recuerdo que aquella temporada estuvo pletórico. Muchos de sus goles fueron auténticos cañonazos desde fuera del área, entrando por banda izquierda o recibiendo el pase de algún compañero que se apoyaba en el madrileño cuando se incorporaba al ataque desde atrás.

En total, en la que fue su mejor temporada con la camiseta del Real Madrid, Rafael Martín Vázquez jugó un total de 42 partidos oficiales y anotó quince goles. En Liga disputó 34 encuentros, todos ellos de titular, por supuesto, e hizo catorce tantos. Jugó otros tres choques en Copa de Europa y cinco de la Copa del Rey, competición en la que también vio puerta anotando un gol.

jueves, 2 de abril de 2015

UN BANQUILLO INESTABLE

Muchos entrenadores y poca paciencia

Observaba el listado que recogí ayer aquí en 'Historias del Real Madrid' con los nombres de los entrenadores que han pasado por el primer equipo blanco durante las tres últimas décadas y la palabra que a uno le viene a la cabeza es 'inestabilidad'. Demasiados entrenadores y ciclos muy cortos. Demasiados proyectos echados abajo en poco tiempo.

Desde que Luis Molowny decidió dejar de entrenar para pasar a la dirección técnica del club al término de la campaña 1985-86, es decir, en los últimos treinta años, el máximo tiempo que ha permanecido un entrenador en el Real Madrid de manera continua ha sido de tres temporadas. Tres años.

Bueno, en realidad tres años y medio. Vicente Del Bosque tomó el relevo del cesado John Toshack en noviembre de 1999 y concluyó la temporada ganando la Champions League. Después, siguió en el cargo y logró encadenar tres temporadas consecutivas hasta que expiró su contrato, al término de la campaña 2002-03. En lo que, personalmente, considero un grave error, el Real Madrid no renovó el contrato del técnico salmantino y volvimos a caer en lo que ha venido siendo una seña de identidad en el club desde hace demasiado tiempo. La falta de estabilidad en la dirección técnica del equipo.

Pero, vayamos por orden. Volvamos a 1986, año en el que, tras ganar la Liga y la Copa de la UEFA, Luis Molowny decide por decisión personal dejar de entrenar. Pasa a ser secretario técnico del club y su relevo en el banquillo es Leo Beenhakker. El holandés fue el primero en encadenar tres temporadas consecutivas al frente del equipo. Una época que recuerdo con mucho cariño y en la que siempre fuimos campeones de Liga. En la campaña 1988-89 ganamos todas las competiciones que disputamos a excepción de la Copa de Europa, torneo en el que caímos en semifinales. Tres semifinales consecutivas de Copa de Europa jugamos con Beenhakker. Siempre faltó el último paso. El último paso para la gloria...

Los madridistas estaban tan obsesionados con la Copa de Europa que quizás se perdió la calma y la cordura. Leo Beenhakker se marchó del Real Madrid en el verano de 1989 ganando Liga, Copa y Supercopa. Lo recordaba el verano pasado aquí en 'Historias del Real Madrid'. Ya ha pasado más de un cuarto de siglo... y no hemos vuelto a ver un triplete como aquel.

¿Por qué cambiamos de entrenador? ¿Por qué no se siguió apostando por un técnico que conocía ya al dedillo el club, la plantilla, los jugadores?

Quizás se murió de éxito.

Tras Beenhakker llegó John Benjamin Toshack, en su primera etapa. La campaña 1989-90. Toshack llegaba con la vitola de hombre 'látigo'. Un entrenador duro que debía meter en cintura a los jugadores. Un sargento. El objetivo era conseguir lo que no había conseguido Beenhakker en tres años. La Copa de Europa.

Pero, mira por donde, resulta que Toshack tampoco ganó la Copa de Europa. Ni siquiera llegamos a semifinales. Por aquella época, no había liguillas, ni fases de grupos como ahora... Sorteo puro y duro y eliminatorias a cara o cruz. Y a nosotros, aquella temporada 1989-90, nos tocó el Gordo de Navidad... en octubre. El Milan, otra vez. Pero ahora, en octavos de final. Perdimos 2-0 en Italia y ganamos a nuestros verdugos 1-0 en el Santiago Bernabéu. No bastó. Quedamos fuera.

Al menos, con Toshack siguió nuestro reinado liguero en España. Esta vez, además, con récord de goles incluido. 107 goles que tardaron 22 años en superarse. Pero no ganamos la Copa de Europa. ¿Para qué habíamos cambiado de entrenador, entonces?

En la segunda temporada de Toshack, ya metidos de lleno en los noventa, iniciamos una década en la que el banquillo del entrenador del Real Madrid parecía una puñetera silla eléctrica que se iba llevando por delante a quien se posara en ella.

Hace unos días relataba lo que pasó con Radomir Antic. Sí, al técnico al que se le cesó porque el equipo "no daba espectáculo". Al yugoslavo le sustituyó Leo Beenhakker, que hizo bueno el refrán cinematográfico ese que asevera que "nunca segundas partes fueron buenas".

Temporada y media

Año y medio. Es el máximo tiempo que llegó a disfrutar un entrenador al frente del Real Madrid en la década de los noventa. Los 'afortunados', por decirlo de alguna manera, fueron Benito Floro y Jorge Valdano. Ambos respondieron a las exigencias de éxito inmediato que pesan sobre las cabezas de los técnicos que se visten con el chándal del conjunto blanco. Floro, con todo en contra, logró ganar la Copa del Rey y estuvo a punto de ganar la Liga en su primera campaña. A la segunda, acabó en la calle utilizándose como excusa el incidente de la bronca en Lleida. Era la temporada 1993-94. Le sustituyó Vicente Del Bosque hasta finalizarse el ejercicio.

Jorge Valdano ganó la Liga en su primer año al frente del equipo. Pero, en el segundo, los resultados fueron adversos y también fue destituido. Vicente Del Bosque, de manera testimonial, le sustituyó un partido en el banquillo mientras el club se hacía con un sustituto para el argentino. Arsenio Iglesias, que se había retirado al término de la temporada 1994-95 tras hacer grande al Deportivo. Tras recibir la llamada del Real Madrid, aparcó su jubilación durante unos meses... para vivir un calvario. Francamente, la temporada 1995-96 fue horrible. Una pesadilla.

Un año aguantaron dos técnicos de categoría posteriormente. En el caso de Fabio Capello, que ganó una Liga en su primera temporada con nosotros, hay que decir que fue el propio técnico italiano quien decidió no seguir en el club al concluir la temporada 1996-97.

Jupp Heynckes aún no sé cómo acabó la temporada 1997-98 sin ser destituido. Lo que sufrió ese hombre en el banquillo del Madrid tuvo que ser indescriptible. La presión mediática que hubo ese año fue terrible. Los resultados en Liga, que no fueron muy buenos, tampoco ayudaron en nada, está claro. Dados los antecedentes que habíamos visto aquellos años en el Madrid, recuerdo que yo estaba convencido de que Lorenzo Sanz se lo cargaba una semana u otra. Pero no. Fuese cual fuese el motivo, el técnico germano acabó la temporada... ¡y ganó la Séptima! La Champions League más recordada por los madridistas.

¿Casualidad que se ganase sin haber echado al entrenador a mitad de temporada?

Pero aquello fue una excepción. Después, volvimos a las andadas echando entrenadores a las primeras de cambio en cuanto se torcían las cosas un poco. Guus Hiddink no acabó la temporada 1998-99. Le sustituyó John Benjamin Toshack, al que habíamos cesado ocho años antes. La segunda etapa de Toshack tampoco acabó bien. Destituido mediada la temporada 1999-00. Bueno, mediada, mediada... Como ya he apuntado antes, Vicente Del Bosque le relevó en noviembre de 1999.

Del Bosque protagonizó uno de los pocos casos, el único, mejor dicho, en el que el cambio de inquilino en el banquillo salió bien. El de Salamanca ganó la Octava Copa de Europa.

Y Del Bosque, inició, además, el segundo periodo de relativa calma que se ha vivido en el banquillo del Real Madrid durante los últimos treinta años. Tres temporadas completas consecutivas logró encadenar. Tres años en los que fuimos campeones de Liga dos veces, ganamos otra Champions League, otra Intercontinental, la Supercopa de Europa, dos Supercopas de España...

Pero todos aquellos éxitos no sirvieron para seguir en el Madrid. En lo que, sin duda, fue otra de las grandes meteduras de pata de nuestros dirigentes, se decidió cambiar de entrenador. Del Bosque acabó contrato y no fue renovado. Con lo que nos había costado encontrar a alguien capaz de aguantar en el banquillo... Y encima de la casa.

Quizás se murió de éxito.
Como cuando se prescindió de Beenhakker en 1989.

Así que, en la campaña 2003-04 volvimos a las andadas. Carlos Queiroz, el sustituto de Vicente Del Bosque, duró un año. Lo de la temporada 2004-05 fue peor. Camacho dimitió tras su tercer partido. Su recambio, Mariano García Remón, tampoco acabó la temporada. Vanderlei Luxemburgo llegó para apagar el fuego. Y empezó la siguiente temporada 2005-06. Luxemburgo no tenía experiencia en Europa. Y aquello pesó mucho entre sus detractores. Aún no entiendo por qué se le recibió tan mal y el por qué de aquellas críticas tan duras que recibió por parte de la prensa. Hubo ocasiones en las que, directamente, se le trataba de ridiculizar.

A Luxemburgo se le echó... después de un partido en el que se ganó. No se me olvida. Ganamos 1-0 al Getafe con gol de Ronaldo (Nazario). Pero aquel día hubo pitos. El juego no gustaba. Y es que, como supe desde lo de Antic, ganar no es suficiente. Hay que dar "espectáculo".

A Luxemburgo le sustituyó el entrenador del filial, Juan Ramón López Caro. Títulos no hubo aquella temporada 2005-06. Y es que, por muchos cambios que se hagan en el banquillo, al final, los que meten los goles son los que están sobre el verde del césped.

Otra segunda ocasión

De cara a la campaña 2006-07 y de la mano del recién elegido en las urnas Ramón Calderón volvió un viejo conocido. Diez años después, Fabio Capello volvía a dirigir al Real Madrid. Lo hizo  en medio de un clima de presión tremendo. Llevábamos dos años sin ganar ningún título. Y eso, en algunos sectores de la prensa, parecía algo inconcebible y vergonzoso. Como si hubiera que disolver a la entidad... Madre mía...

Con Capello volvimos a ganar la Liga, realizando una gran remontada en la clasificación en el tramo final de campaña. Pero no. Aquello no servía. Las críticas contra Capello, que tenía el sambenito de "entrenador defensivo", eran tremendas. Recuerdo que en el programa 'El Rondo' de TVE, los palos que le caían a Fabio Capello semana tras semana eran tremendos. Algunos periodistas como Paco García Caridad pedían a gritos, literalmente, la destitución de Capello. Jornada tras jornada. De nuevo, una vez más, yo asistía atónito como aficionado y espectador a la difusión de la máxima de que lo más importante era "el espectáculo" y "jugar bien".

Hago especial hincapié en el asunto de los periodistas y la presión mediática porque, tras ganar la Liga... a Fabio Capello se le echa. Otro cese más. Otro más. Un año en el banquillo y... largo. La presión surtió efecto. Al contrario que en 1997, en 2007 Capello quería seguir entrenando al Real Madrid. Pero la presión fue tan brutal... que una vez más cambiamos de entrenador.

Bernd Schuster, ex jugador del Real Madrid entre 1988 y 1990, se encargó de darle el relevo a Capello de cara a la temporada 2007-08.

Bueno. Sobre Schuster me gustaría recordar una cosa... Se llegó a especular su destitución... ¡en pretemporada! Sí. En pretemporada. Sin llegar a empezar la Liga. Los partidos de preparación de aquel verano de 2007 no salieron todo lo bien que se esperaban y hubo varios tropiezos. Pese a no haber empezado la competición oficial, se llegó a rumorear en los periódicos que Schuster quizás no era el técnico idóneo para el Madrid. Me acuerdo de que yo llegué a temer realmente que se cargasen a Schuster antes de empezar el fútbol 'de verdad'.

Afortunadamente, todo se quedó en eso. Rumores. Rumores típicos de la temporada estival. Con el inicio de la Liga, el equipo carburó y en su primera campaña con el alemán en el banquillo el Real Madrid volvió a ganar la Liga.

Schuster inició su segunda campaña en el Madrid ganando la Supercopa. Pero cuando en Liga las cosas empezaron a  torcerse un poco... ¿Qué decisión se tomó? ¡Bingo! Destitución. ¿Paciencia? ¿Qué es eso? Otro entrenador más. Juande Ramos.

Estamos en el año 2009. Florentino Pérez regresa a la presidencia del Real Madrid y con él vuelve Jorge Valdano a los despachos. Empezamos otra vez de cero. Nuevos fichajes y nuevo técnico. Esta vez, el elegido es un entrenador que encaja en el perfil de técnico ofensivo y abanderado del juego 'bonito'. Manuel Pellegrini llegaba respaldado por sus buenos años al frente del Villarreal.

A mí, francamente, a estas alturas, ya me daba igual lo de las etiquetas de 'fútbol ofensivo' y 'fútbol defensivo'. Me daba igual. Lo único que quería era estabilidad. Apostar por un entrenador y seguir con él hasta el final. Iniciar un ciclo. Algo que se prolongase durante varias temporadas... Pero no. Tampoco. Esta vez tampoco. Un año estuvo el chileno con nosotros. Críticas feroces, tropiezos y eliminaciones deportivas se llevaron por delante al míster... una vez más.

Mourinho, tres años

En las tres décadas que llevo siguiendo al Real Madrid (bueno, ya un poco más de tres décadas, cómo pasa el tiempo de rápido...), Jose Mourinho es el tercer entrenador que más tiempo ha logrado estar en el banquillo del equipo. Tres temporadas. Tampoco es que sean muchas, pero visto lo visto, es lo que podemos ofrecer.

¡Y pensar que Don Miguel Muñoz llegó a estar catorce temporadas consecutivas dirigiendo al Real Madrid!

Mourinho dirigió al Madrid las temporadas 2010-11, 2011-12 y 2012-13. Coincidió en el tiempo con los mejores años de nuestro gran rival, el Barcelona, pero aún así, logró aguantar el tipo y sumar títulos a las vitrinas del Club. Sus enfrentamientos con la prensa y con algunos de los cabecillas del vestuario, sin embargo, derivaron en un clima de tensión que le acabó costando el puesto. Al menos, logró acabar tres años consecutivos.

Desde 2013, Carlo Ancelotti es nuestro entrenador. En poco más de año y medio ya nos ha dado cuatro títulos. Incluyendo la Décima Copa de Europa.

Sin embargo, y como escribía aquí hace pocos días, ahora que las cosas van mal, vuelve a aparecer en el horizonte la posibilidad de llevarnos por delante al entrenador. Otra vez. Me imagino cómo va a acabar esta historia. Sí. Porque esta película creo que la he visto ya demasiadas veces. Y sé cómo acaba. Llevamos treinta años viendo cómo acaba esto.

Sólo espero que, por lo menos, le dejen acabar la temporada al italiano. Personalmente, creo que se lo ha ganado.