viernes, 14 de julio de 2017

EL VERANO DE 1992

Recuerdos de la formación del Real Madrid 1992-93

Recuerdo que el verano de 1992 fue muy especial. Y no sólo por los Juegos Olímpicos de Barcelona. Todos los años seguía la actualidad de las pretemporadas del Real Madrid con inusitado interés. La incorporación de los nuevos fichajes, las presentaciones de futbolistas, la presentación oficial de la plantilla, los torneos veraniegos... Sin embargo, en aquella ocasión, lo hice con mayor rigor si cabe. No ganar la Liga en la temporada 1990-91 no me dolió mucho. Pero perder aquella Liga 1991-92 en Tenerife sí que me dolió. Muchísimo, además. En el verano del 92 seguí con atención todos los movimientos que hubo alrededor del equipo. Deseaba y esperaba volver a ver un Real Madrid competitivo que ganara títulos. 

En el capítulo de bajas hubo dos muy tristes para mí. Hugo Sánchez no siguió. Sus problemáticos últimos meses de la temporada 1991-92 hicieron inviable su continuidad. De hecho, durante la recta final de la anterior campaña estuvo suspendido de empleo y sueldo. Tras siete temporadas también puso punto y final a su etapa madridista otro ilustre, Rafael Gordillo, que a sus 35 años regresó al Betis, entonces en Segunda División. Era el final de una época. Gordillo y Hugo Sánchez habían llegado juntos al Madrid en el verano de 1985. También abandonó el equipo Adolfo Aldana. El canterano era un muy buen futbolista, tal y como demostraría en su siguiente destino, el Deportivo. Se trataba de otro de los jugadores que había saboreado algunos de los triunfos de la gloriosa época de la Quinta del Buitre. Había debutado en la temporada 1987-88 y aunque no gozó de demasiadas oportunidades cumplía cuando salía y dejó el Santiago Bernabéu con un balance de 95 partidos oficiales disputados y 17 goles con la camiseta blanca.

Pero, sin duda, lo que más me dolió fue la marcha de Gica Hagi. El rumano tuvo que hacerse las maletas en un momento de plenitud, con 27 años y habiendo realizado una muy buena temporada. Es cierto que las expectativas generadas con el futbolista en su primera campaña, 1990-91, no se cumplieron. Pero su segundo ejercicio fue realmente bueno. Era un jugadorazo, con una zurda descomunal, técnica exquisita y un gran olfato de gol. Se había convertido en uno de mis ídolos en una época en la que aún seguía teniendo ídolos a la vieja usanza, como cuando era un chavalín. Me hubiese gustado que hubiera seguido en el Real Madrid. Pero en aquellos tiempos sólo podían jugar tres extranjeros e iba a llegar algún nuevo fichaje... Lo que nunca entendí fue el destino que tuvo Hagi. Del Real Madrid pasó al Brescia, que aquella temporada 1992-93 descendió a la Serie B italiana. Y allí siguió en la 1993-94. No entiendo cómo pudo llegar a jugar en Segunda División. Tenía calidad para mucho más...

El Madrid 1992-93

Unos se marchaban y otros llegaban. Empezando por el banquillo. Leo Beenhakker renunció a su contrato como entrenador. Había que iniciar un nuevo proyecto y eso suponía la llegada de un nuevo preparador. El elegido fue Benito Floro, técnico del equipo revelación de la campaña 1991-92. Floro había llevado al Albacete de Segunda B a Primera División en dos temporadas y en su primer ejercicio en la élite había sorprendido con el equipo manchego, que estuvo a punto de clasificarse para la Copa de la UEFA

En el capítulo de jugadores se especuló y se barajaron varios nombres. Se habló del alemán Jürgen Klinsmann para la delantera. También se barajó la incorporación de Miquel Soler, futbolista del Barcelona que había jugado la temporada 1991-92 cedido en el Atlético de Madrid. Soler no entraba en los planes de Cruyff, pero claro, desde el Barça no pensaban facilitar la salida de un futbolista con dirección al Real Madrid. La operación hubiera sido muy costosa, así que Soler se quedó una campaña más en el Barcelona.

Al que se fichó fue a un jugador del Sevilla que, curiosamente, había jugado cedido en el Barcelona. Fernando Muñoz García, conocido futbolísticamente como Nando, disputó dos campañas (1990-91 y 1991-92) con el conjunto azulgrana, que finalmente no ejerció la opción de compra que tenía sobre el futbolista, de tal manera que el defensa regresó a Sevilla y en julio de 1992 recaló en el Real Madrid.

También de Sevilla llegó el recambio para Hugo Sánchez. El nuevo ariete encargado de perforar las redes de las porterías rivales sería el chileno Iván Zamorano. El nuevo futbolista blanco fue presentado en el Santiago Bernabéu el martes 14 de julio de 1992, tal día como hoy de hace veinticinco años.

Las relaciones institucionales entre Real Madrid y Sevilla parecían atravesar un buen momento. Los dos fichajes llegaron desde el club hispalense. E incluso se habló de un hipotético pase de Luis Enrique al Sevilla. La operación debió de estar cerca de cerrarse, pero finalmente el futbolista asturiano se quedó en el Madrid y lo cierto es que con Benito Floro jugó mucho aquella temporada demostrando ya su característica polivalencia.

Al margen del cuerpo técnico y de los dos fichajes, Nando y Zamorano, hubo alguna incorporación desde la cantera. El guardameta Juan Miguel García Inglés, Juanmi, se incorporaba a la primera plantilla del Real Madrid en calidad de tercer portero. Jugó en algún amistoso, aunque no llegó a debutar en competición oficial. También subió al primer equipo José Alberto Toril, que contó con minutos en la pretemporada del equipo y que llegó a disputar dos partidos de Liga y dos de Copa de la UEFA en aquella campaña 1992-93.

Con la pretemporada volvería al equipo Robert Prosinecki, lesionado de gravedad desde octubre de 1991. El centrocampista se había perdido prácticamente toda la temporada 1991-92, así que se podía decir que empezaba de cero. De hecho, la vuelta de Prosinecki fue celebrada casi como la llegada de un fichaje.

Aquel nuevo Real Madrid se presentó en el Santiago Bernabéu el lunes 27 de julio de 1992. Una presentación a la vieja usanza, con la plantilla posando para los medios gráficos. En la primera foto oficial de la nueva temporada posó la plantilla con los siguientes jugadores: Buyo, Jaro y Juanmi como porteros. Chendo, Nando, Rocha, Sanchís, Tendillo, Villarroya como defensas. Míchel, Hierro, Milla, Prosinecki, Aragón y Maqueda como centrocampistas. Butragueño, Zamorano y Paco Llorente como delanteros. Faltaron a la presentación Alfonso, Luis Enrique y Mikel Lasa, que ese día jugaban con la Selección Olímpica frente a Egipto.

A lo largo de la temporada 1992-93 debutó algún canterano con el equipo y con la campaña ya empezada se incorporó un nuevo jugador que regresó a la entidad tras su periplo por el extranjero. Pero eso ya lo recordaremos más adelante. De momento, así estaban las cosas en el Real Madrid en el verano de 1992.

jueves, 13 de julio de 2017

LA QUINTA DE COBI

La Selección Olímpica de España se adjudicó el Oro en fútbol en los Juegos Olímpicos de 1992

Seguramente fue la medalla de oro que más celebré en aquellos Juegos Olímpicos de Barcelona '92. La medalla de oro en fútbol. El deporte rey en nuestro país. Nuestra gran afición. Mi gran afición. Seguramente serían pocos los que hubiesen apostado por un triunfo del combinado olímpico antes de que arrancase la competición. Pero el equipo nacional llegó lejos y consiguió uno de los logros más recordados por un fútbol español huérfano de grandes gestas hasta épocas más recientes.

No era la Selección Absoluta. Pero España vibró con el éxito de aquel grupo de jóvenes, muchos de los cuales llegarían a convertirse en nombres propios de nuestro fútbol a lo largo de la siguiente década. La Selección Olímpica estaba compuesta por jugadores Sub-23. La verdad es que hasta aquellos juegos olímpicos nunca había prestado especial atención a las categorías inferiores de la Selección. Recordaba el triunfo de la Sub-21 en el Campeonato de Europa de 1986, pero poco más. No recuerdo que se llegaran a televisar partidos de las inferiores. Seguramente se emitían, pero yo no los recuerdo. Así que Barcelona '92 fue la primera ocasión en la que recuerdo ver en acción a futbolistas de un combinado nacional que no fuesen los del equipo sénior. Pese a su juventud, en cualquier caso, prácticamente todos los componentes de aquella selección habían debutado ya en Primera División. Algunos, incluso eran ya titulares en sus equipos de procedencia.

En aquella Selección jugaban tres futbolistas del Real Madrid: Alfonso, Luis Enrique y Mikel Lasa. También estaba Santiago Cañizares, que en la temporada 1991-92 había jugado en el Mérida en calidad de cedido por el Real Madrid y que estaba a punto de fichar por el Celta de Vigo para jugar en Primera División. Cañizares volvería al Real Madrid en la temporada 1994-95. Y otro 'olímpico' que recalaría en el Madrid con Cañizares en el verano de 1994 sería José Emilio Amavisca, que en 1992 venía de jugar con el Lleida en Segunda

Tampoco hay que olvidarse del Seleccionador, Vicente Miera. El técnico cántabro jugó ocho temporadas en el Real Madrid entre 1961-62 y 1968-69. Miera, que también vistió las camisetas del Racing de Santander y del Sporting de Gijón, tuvo uno extensa carrera como entrenador y llegó a ser Seleccionador Nacional entre 1991 y 1992. En junio de 1992, tras ser sustituido por Javier Clemente, pasó a dirigir al combinado olímpico. No quedaron del todo claras las intenciones de los dirigentes de la Federación Española, con Ángel María Villar a la cabeza, a la hora de ubicar a Miera al frente del equipo que jugaría en Barcelona '92. Era evidente que Villar quería colocar a Javier Clemente como Seleccionador de la Absoluta y lo que se hizo fue, en cierto modo, darle una patada hacia arriba a Vicente Miera otorgándole el puesto de coordinador técnico de la Federación Española de Fútbol y sentándole en el banquillo del equipo olímpico.

Era una etapa muy convulsa la que atravesaba nuestro equipo nacional, que no levantaba cabeza tras la sensación de fracaso que quedó tras el Mundial de Italia de 1990. España, de hecho, ni siquiera llegó a clasificarse para la Eurocopa de aquel año que se disputó en Suecia y que ganó Dinamarca.

El 11 de julio de 1992, Miera hizo pública la lista con los veinte futbolistas que acudirían a los juegos olímpicos. Como porteros Santi Cañizares y Toni, como defensas Berges, Paqui, Abelardo, Ferrer, Miguel, Lasa, López y Solozabal, como centrocampistas Guardiola, Billabona, Soler y Vidal, como delanteros Amavisca, Manjarín, Kiko, Pinilla, Luis Enrique y Alfonso. Ellos serían los elegidos para representar al fútbol español.

Empiezan los juegos

La competición arrancó un día antes de la inauguración oficial de los juegos, es decir, el viernes 24 de julio de 1992. Y otro dato curioso es que España jugó todos sus partidos en Valencia, en el estadio Luis Casanova, a excepción de la Final, que se disputó en Barcelona, en el Nou Camp. Los de Vicente Miera partieron encuadrados en el Grupo B junto a Catar, Egipto y Colombia.

En su primer partido, España se impuso con autoridad 4-0 a los colombianos con goles de Guardiola, Kiko, Berges y Luis Enrique. Posteriormente se ganó 2-0 a Egipto con tantos de Solozabal y Soler. La fase de grupos se cerró con un nuevo triunfo por 2-0, frente a Catar, con dianas de Alfonso y Kiko. España accedía a los cuartos de final como primera de grupo y sin haber encajado un solo gol en contra. El 1 de agosto el combinado español se enfrentó a Italia buscando un puesto en las semifinales. Y nueva victoria para los nuestros, que ganaron 1-0 con gol de Kiko. Las semifinales se disputaron el 5 de agosto de 1992. España se impuso 2-0 a Ghana con goles de Abelardo y Berges mientras que en la otra semifinal Polonia barría a Australia con un inapelable 6-1

El 7 de agosto de 1992 se disputó el tercer y cuarto puesto en un encuentro en el que Ghana 'ganó' (chiste fácil) a los australianos. Pero lo que de verdad nos interesaba se jugaba al día siguiente. España estaba en la Final

La expectación generada por el equipo de fútbol español fue más que evidente. Vuelvo a recordar que a nivel de selecciones no estábamos atravesando un buen momento. Desde Italia '90 parecía que el equipo nacional no daba pie con bola. Aún resonaba aquella famosa derrota frente a Islandia. No nos clasificamos para la Eurocopa de Suecia, tal y como apuntaba unos párrafos atrás... Si echábamos la vista atrás, tampoco es que pudiéramos presumir de grandes gestas... En la Eurocopa de Alemania de 1988 nos volvimos para casa a las primeras de cambio. Tan sólo el buen sabor de boca de México '86 y la Final de la Eurocopa de 1984. Para mi generación, la gran gesta de la Selección seguía siendo la goleada del 12-1 a Malta. Pero nada de títulos. No había llovido nada desde que se había levantado el último trofeo... Había que remontarse a la Eurocopa de 1964 y a la Plata de Amberes en 1920. Curiosamente en unos Juegos Olímpicos...

La gran Final

Sábado 8 de agosto de 1992. España-Polonia. Hay que recordar que aquella selección se había plantado en la pelea por el oro asegurándose una medalla. Una más para España, que estaba firmando unos juegos extraordinarios. Los aficionados estábamos eufóricos. Los de Vicente Miera, además, no habían encajado ningún gol en todo el torneo. España saltó al terreno de juego con un once que recuerdo de carrerilla. Toni; Ferrer, López, Solozabal, Abelardo, Mikel Lasa; Guardiola, Berges, Luis Enrique; Kiko y Alfonso.

Pintaba bien el partido en sus primeros minutos. España dispuso de ocasiones para adelantarse en el marcador. El defensa colchonero López envió un cabezazo a la madera en un saque de córner. Pero se perdonó en la primera mitad y justo antes del descanso, mazazo. Gol de Polonia. El primer gol que encajábamos desde que arrancó la competición. Nos fuimos a vestuarios perdiendo. 

En el segundo tiempo los futbolistas españoles empujaron a base de garra. Para el recuerdo quedó la anécdota de la llegada de los Reyes al palco. Se decía que actuaban como talismán. Y así fue... En el minuto 65 Abelardo establecía el empate y cinco minutos después, en el 70', Kiko ponía por delante a España. Los polacos, sin embargo, empataron el encuentro. El 2-2 se mantuvo hasta el minuto 90... Parecía que la prórroga sería inevitable. Pero llegó el 3-2. Un balón botado en saque de esquina desde la derecha. El balón le llega a Luis Enrique, en la frontal del área, que tira con fuerza. Pero había una nube de futbolistas delante de la portería. Todos los polacos estaban metidos atrás y el esférico rebotó en un defensor. La pelota, en cualquier caso, acaba en las inmediaciones de Kiko y el gaditano realizó un fuerte disparo a media altura por el centro que se coló en la portería rival. El gol del triunfo en el minuto 90. Todavía recuerdo cómo gritamos todos aquel gol en la cocina de la casa de mi abuela. 

Me llevé una alegría tremenda con aquella victoria de la Selección Olímpica. El único gran triunfo que pude celebrar con el fútbol en aquel año 1992 que tanto me marcó. Todavía tenía abierta la dolorosa herida de Tenerife. Sí, Tenerife. Aquella Liga perdida y aquel acontecimiento deportivo que me dejó marcado de por vida. Como ya recordé en su día, y no exageraba nada, Tenerife me cambió como aficionado al fútbol. De hecho, tengo una pequeña anécdota al respecto relacionada directamente con la Final España-Polonia de Barcelona '92. Y es que aquella tarde, en pleno partido, tuve la primera riña 'seria' con mi padre. Hasta entonces, nuestros piques Barça-Madrid habían sido absolutamente inocentes e incluso hasta cierto punto divertidos. Pero tras lo del Heliodoro Rodríguez López yo ya nunca estaría para bromas... Si no recuerdo mal, fue en una jugada al de poco de empezar el partido. Albert Ferrer era el lateral derecho, pero en una jugada de ataque el defensa apareció por allí arriba y se quedó dentro del área solo delante del portero polaco. Ferrer regateó al cancerbero y con la portería vacía envió el balón... al lateral de la red. Yo, con toda la mala leche, grité: ¿Pero qué haces? ¡Del Barça tenías que ser! A lo que mi padre, con evidente mosqueo, me respondió con un amenazador: "Oyeeeeeee, tú, cuidado"

La cosa no pasó a mayores, por supuesto. Con nuestras evidentes diferencias futbolísticas, el respeto y el cariño que nos hemos mostrado toda la vida ha sido y es encomiable. Y al final de aquel partido, los dos estábamos celebrando la victoria de la Selección Olímpica. Yo, por aquella época, empezaba a estar convencido de que nunca llegaría a ver al Real Madrid ser Campeón de Europa. Afortunadamente, me equivoqué. También estaba convencido de que sería imposible ver a España ganar algún campeonato de fútbol. También me equivoqué. Aún faltaban muchos años para ver al combinado nacional  ganar Eurocopas... ¡Y un Mundial! Pero aquella medalla de Oro debería de haber bastado para hacerme entender que quizás no éramos tan malos como algunos nos hacían ver. En cualquier caso, era todo un logro ver a nuestros jugadores colgándose el metal mientras escuchaban el himno. Me alegraba especialmente, claro está, por Alfonso, Lasa y Luis Enrique.

Al día siguiente, domingo 9 de agosto de 1992, último día de los juegos, me compré el diario Marca. Era la tercera vez que lo hacía. La primera vez que adquirí el periódico fue tras la aciaga jornada de Tenerife, la segunda el día del segundo triunfo de Miguel Indurain en el Tour de Francia y la tercera fue con motivo del oro en fútbol de Barcelona. Todavía conservo esos ejemplares en mi archivo particular. España en el Olimpo, titulaba el rotativo en grande. "Ayer, dos oros que hacen historia", apuntaba el diario en referencia a la gesta del equipo de fútbol y a la trascendental victoria del atleta Fermín Cacho en la carrera de los 1.500.

Recuerdo que, una vez acabado el partido frente a Polonia, le pregunté a mi padre por qué no jugaban esos futbolistas con la Selección Absoluta. Claro... Si acababan de ganar el Oro, es que eran muy buenos. ¿Por qué no llevarlos a Eurocopas y Mundiales? Mi progenitor trató de hacerme entender que no era tan sencillo, que había que ir fogueando y quemando etapas en la formación de los jugadores... Lo cierto es que alguno como Abelardo, Ferrer, Solozabal o Luis Enrique ya habían debutado y jugado algún partido con la Selección A. Y, efectivamente, poco a poco fueron introduciéndose en el equipo nacional hasta llegar a convertirse en referentes. Sólo dos años más tarde, en el Mundial de Estados Unidos '94, algunos de los medallistas olímpicos ya eran fijos en los esquemas de España. Y siguieron acudiendo a las llamadas de los seleccionadores Javier Clemente y José Antonio Camacho durante los años posteriores. Jugaron Mundiales, Eurocopas...

Aquella generación, la que se colgó el Oro en Barcelona '92 vistiendo aquellas vistosas camisetas de Kelme, no ganó más títulos con la Selección. Cuando en 2008 se ganó la Eurocopa de Austria-Suiza, muchos llevaban ya tiempo retirados. Sin embargo, protagonizaron uno de los mejores capítulos del fútbol español a nivel de selecciones. Entraron en la historia en aquel mágico verano de 1992. La Quinta de Cobi.

miércoles, 12 de julio de 2017

BARCELONA 92

Se cumplen 25 años de las Olimpiadas de Barcelona 1992

No sé si le sucederá a más gente. Tengo la sensación de que a medida que me he ido haciendo más mayor, más rápido y más deprisa pasan los años. De niño no era lo mismo. Parecía que los días cundían mucho más, que las semanas avanzaban muy despacio, que los meses transcurrían lentamente y que los años eran largos e interminables...

En 1986 ya sabíamos que en el año 1992 se celebrarían unos Juegos Olímpicos en Barcelona y que aquello sería un acontecimiento único para nuestro país. Incluso el Real Madrid había promocionado la candidatura de Barcelona portando el anagrama olímpico de Barcelona '92 en su camiseta en partidos de Copa de la UEFA, tal y como expliqué en su día aquí en Historias del Real Madrid.

Pero todo aquello parecía tan y tan lejano... 1992 era, literalmente, el futuro. Seis años aparentaban ser toda una eternidad, como si aquel 92 no fuese a llegar nunca... 1992 se convirtió en un año que parecía rodeado de un aura mística. De esta forma, crecí con cierta fascinación hacia aquel año del que permanentemente se hablaba. Aunque faltase mucho tiempo para que llegara, 1992 estaba presente en el día a día de nuestro país y en las noticias. Rara era la jornada en la que no surgiese alguna información relacionada con el evento olímpico. Las obras en la ciudad condal, las remodelaciones de recintos deportivos, planes de toda índole, preparación de los deportistas... 

Por si los Juegos Olímpicos no fuesen suficiente, en 1992 también se celebraría una Exposición Universal en España. La Expo de Sevilla. Y llegaría el AVE. Y también se conmemoraría el V Centenario del Descubrimiento de América... Parecía que España sería el centro de atención mundial en el año 1992.

El tiempo fue pasando y llegó 1992. Sí, al final llegó... El año del que tanto y tanto se había hablado... Recuerdo la mañana del 20 de abril de 1992, el día de la inauguración de la Expo de Sevilla. Estábamos en plenas vacaciones de Semana Santa y seguí con inusitado interés a través de la televisión y de la radio lo que consideraba todo un acontecimiento histórico. En realidad, para mí era un anticipo de lo que a mí me interesaba de verdad... Los Juegos Olímpicos.

Un año deportivo

Por aquella época, como ya he comentado muchas veces en el blog, el deporte, en general, era una de mis principales aficiones. No sólo el fútbol y el Real Madrid. Me encantaba el ciclismo y en general todo tipo de pruebas y campeonatos... Había más tiempo libre y uno podía prestar más atención a todo tipo de competiciones. Y eso que aquel año fue bastante frustrante... Recientemente expliqué lo mal que lo pasé con el fútbol en 1992. La temporada 1991-92 terminó en despropósito para el Real Madrid y Tenerife supuso un auténtico trauma para mí con aquella Liga perdida en el último partido. Tenerife fue el disgusto deportivo más gordo de mi vida. 

Pero aquel 92 hubo más decepciones... Recuerdo el palo que me llevé en la Vuelta Ciclista a España cuando en la última contrarreloj, en la antepenúltima etapa, un suizo llamado Tony Rominger explotaba como corredor a sus 31 años para llevarse la etapa y enfundarse el maillot amarillo de líder. Yo era fanático de Pedro Delgado, que había ganado en el ascenso a Lagos de Covadonga y se había colocado segundo en la general. Yo estaba convencido de que Perico ganaría aquella contrarreloj y que le arrebataría el primer puesto a Jesús Montoya. Estaba convencido de ello. Y de que el Real Madrid ganaría la Liga... No sé cómo no me olí lo que pasaría en el fútbol después de que mis pronósticos ciclistas saltasen por los aires en pedazos. Qué decepción me llevé en aquella crono del 15 de mayo de 1992...

Pues sí. Tony Rominger ganó aquella Vuelta del 92 por delante de Jesús Montoya. Perico Delgado subió al podio con un tercer puesto que me supo a poco... El Real Madrid perdió la Liga. Y la Copa del Rey. Tanto hablar y tanto esperar el año 1992... Y deportivamente estaba resultando un auténtico truño para mí...

Mis ídolos de la época no estaban teniendo fortuna... Por suerte, en el Tour de Francia las cosas fueron mejor con Miguel Indurain. Qué recuerdos de aquellos veranos de julio, con las vacaciones recién estrenadas y todas las asignaturas superadas con buena nota y sin ninguna materia pendiente para septiembre... Y Miguelón apalizando a sus contrincantes pedalada a pedalada... Bueno. Por fin buenas noticias para mí. Pero el Tour no sería aquel verano el principal acontecimiento deportivo. ¡Ni mucho menos! Por fin estaba a punto de dar comienzo el evento marcado en rojo en la agenda deportiva del país... Barcelona '92.

Juegos Olímpicos

Fue el sábado 25 de julio de 1992. El gran día. Tanto se había hablado de los Juegos Olímpicos de Barcelona durante años que para mí la expectación fue brutal. Seguí la ceremonia de apertura por la segunda cadena de TVE y por Antena 3 Radio. Me resulta curioso rememorar la atención que le prestaba antiguamente a la radio a la hora de recibir información. Sin duda una influencia de mi padre. Crecí viéndole siempre pegado a la radio. Recuerdo de aquella retransmisión radiofónica la presencia del periodista Christian García, que narró la ceremonia desfilando entre los propios periodistas para descomunal sorpresa de sus propios compañeros de estudio. 

A través de la pantalla los espectadores asistimos al espectáculo de La Fura dels Baus, a las actuaciones de Montserrat Caballé, Plácido Domingo, Carreras... Pero, sin duda, el gran momento de aquella noche llegó después de que el Rey declarar inaugurados los Juegos Olímpicos. Sí, me refiere al encendido del pebetero. El baloncestista Epi, último relevista, ofreció el fuego al arquero paralímpico Antonio Rebollo, que prendió una flecha y se colocó en posición de disparo. La verdad es que ver aquello en directo, al igual que hacíamos millones de personas, fue impresionante. Esos segundos de espera, ver la flecha surcando el cielo y finalmente las llamas brotando del pebetero... Impresionante. Impresionante.

Arrancaron unos Juegos Olímpicos inolvidables. Los seguí con un interés terrible. Todo tipo de pruebas, modalidades... Recuerdo a Carl Lewis volviendo a ganar el oro en Salto de Longitud. Y, cómo no, al mítico equipo de baloncesto de Estados Unidos. El Dream Team. Por primera vez podían participar jugadores de la NBA y los norteamericanos se presentaron en Barcelona con Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, Karl Malone, Scottie Pippen, David Robinson, Pat Ewing, John Stockton, Chris Mullin, Clyde Drexler y Christian Laettner. Aquel equipo de ensueño dirigido por el difunto Chuck Daly fue una apisonadora. Ni siquiera el lituano  Sabonis, en semifinales, ni Drazen Petrovic, en la Final, pudieron frenarles. Era un Oro adjudicado antes de empezar.

Y hablando de oros, cómo olvidar los nuestros... ¡España se salió! Por una vez aprovechamos bien lo de 'jugar en casa' y firmamos como país nuestra mejor participación en unos juegos olímpicos. Alcanzamos el sexto puesto en el medallero con un total de 22 metales. 13 oros, 7 platas y 2 bronces. ¡Impresionante!

Las medallas empezaron a llegar bien pronto. No se me olvida el oro de José Manuel Moreno en ciclismo en pista. Fue el lunes 27 de julio, día en el que la vela, deporte que nos ha dado siempre muchas alegrías, nos dejó cuatro oros y una plata. En total, seis medallas en una sola jornada. Al día siguiente, Martín López Zubero, en natación, dejó un nuevo oro. 

Recuerdo especialmente la jornada del viernes 31 de julio. Mi padre ya tenía vacaciones y aquel mismo día nos marchamos al pueblo. Con la tarde ya avanzada y en pleno viaje, en el coche, llegó la noticia a través de la radio (cómo no) del oro de Daniel Plaza en 20 kilómetros marcha. Y aquella misma noche, ya en casa de mi abuela, presenciamos en directo otro oro, el de Miriam Blasco en Judo. También en Judo, al día siguiente, cayó otro oro, el de Almudena Muñoz

Los días sucesivos seguí pegado al televisor. Matías Prats y Olga Viza nos ponían al corriente de todo lo que sucedía a través de TVE. Hubo más medallas. Oro en tiro con arco masculino, hockey sobre hierba femenino, un bronce para Arantxa Sánchez Vicario y otro para Javier García Chico en salto con pértiga...

Pero la traca final llegó el sábado 8 de agosto... Aquel día tuvimos visita en casa, puesto que un compañero de trabajo de uno de mis tíos vino con su familia a comer. Se montó una buena parrillada. Un día inolvidable, la verdad... Y por la tarde volví a pegarme al televisor y empezaron a caer más medallas para nuestros deportistas. Cuatro platas para Faustino Reyes en boxeo, Carolina Pascual en gimnasia rítmica, Jordi Arrese en tenis individual masculino y Arantxa y Conchita Martínez en dobles femenino. Y dos oros legendarios. El de fútbol, del que ya escribiré mañana más en profundidad, y el del atleta soriano Fermín Cacho en la prueba de 1.500. Creo que son las dos medallas más recordadas de aquellos juegos.

Al día siguiente, última jornada de los juegos, llegaron las dos últimas medallas, dos platas para el equipo de waterpolo masculino y para Antonio Peñalver en decatlón. En total, 22 medallas al cierre de unos juegos en los que el deporte español brilló como nunca. La preparación de nuestros deportistas mereció la pena.

Clausura

Una cosa que me chocó mucho de Barcelona '92 fue que todo terminó muy rápido. Las dos semanas que duraron los juegos olímpicos se pasaron en un volado. ¡Tantos años hablando de Barcelona '92 y resulta que todo transcurrió en un santiamén! Se me hicieron muy, muy cortos. Hacía nada que habíamos visto a Antonio Rebollo encendiendo el pebetero y resulta que ya estábamos apagándolo. Sinceramente, me dio mucha pena. 

La ceremonia de apertura fue espectacular, pero lo de la de clausura fue tremendo también... Aquella actuación de Tricicle, el Amigos para Siempre, los fuegos artificiales, Los Manolos, los atletas bailando en el estadio olímpico... ¡Y la despedida de Cobi! Qué emotivas imágenes aquellas de la mascota abandonando el estadio y surcando los cielos en un barco hinchable...

Le acabé cogiendo mucho cariño a Cobi, la mascota de los juegos. Y eso que yo había sido de los detractores... Cuando fue presentada al público, en el año 1988, muchos no recibieron de buen grado el diseño de Javier Mariscal. Bueno... No recibimos. Me incluyo. Y eso que yo era un crío y supuestamente los chavales deberíamos haber sido los primeros en recibir con los brazos abiertos a la simpática mascota. Pero no... Es que era... Muy raro. Cobi era un perro muy raro. Un tanto amorfo. Y parecía dibujado por un niño de seis años. Parecía un poco cutre... Como Los Aurones. Sí, que veías las marionetas, te entretenías... Pero los muñecos te parecían un poco cutres, con perdón. Tampoco es que Curro, la mascota de la Expo de Sevilla, fuese para tirar cohetes... Muchos teníamos la sensación de que ni Cobi ni Curro fuesen las mejores mascotas para nuestros principales eventos del año 1992. Además, uno se acordaba de Naranjito y... Es que no había color. Naranjito sí que parecía una mascota chula, no había comparación...

En cualquier caso, Cobi se convirtió en un personaje más de la actualidad española de finales de los ochenta y principios de los noventa. Se comercializó todo tipo de imágenes, juguetes y figuras con su imagen... Cromos, barajas, pegatinas... Y a fuerza de verle y de verle, pues resulta que mi percepción fue cambiando y acabé aceptando a Cobi como mascota. Al final resultó que aquel perrito tan deportista me acabó cayendo bien. Muchos años después, y gracias a la mediación de un compañero de trabajo, conseguí que el mismísimo Javier Mariscal me dibujara un Cobi original. ¡Cobi jugando al fútbol, cómo no! Guardo este dibujo dedicado con muchísimo cariño.

Sí. Recuerdo el final de aquellos juegos olímpicos y me viene a la cabeza automáticamente la imagen de Cobi marchándose del estadio olímpico de Montjuic en aquel barco... Era el punto final de un evento deportivo histórico... "Los mejores juegos olímpicos de la historia", como dijo Juan Antonio Samaranch. Algo que recordaríamos en el futuro. Y, juro que es verdad, no sé por qué, aquella noche empecé a pensar cómo recordaría esos juegos 25 años después... No sé por qué. 25 años... ¿Cómo sería la vida 25 años después de los juegos olímpicos de Barcelona? Parecía una eternidad. Toda una vida... Pero la vida pasa y, aunque parezca mentira, esos 25 años han pasado. Ya estamos en 2017 y dentro de unos días se cumplirá un cuarto de siglo de la inauguración de Barcelona '92. Y aquí estoy, plasmando algunas pincelados de tantos recuerdos que tengo agolpados en la cabeza de aquellos días...

Siento mucha nostalgia cuando recuerdo los meses de julio y agosto de 1992. Por diversos motivos, aquel verano fue el último que vivimos juntos unos cuantos amigos de infancia del barrio. Mudanzas, cambios de residencia, nuevos estudios... La vida es así. Pero echo la vista atrás y nos recuerdo a todos juntos en julio del 92. Recuerdo que al día siguiente de la ceremonia de inauguración todos estábamos hablando de aquel espectacular encendido de la llama olímpica. Allí estábamos todos juntos. Hablando, riendo, jugando en la calle, dándole patadas a un balón... Aquello fue el verano de 1992. Un verano inolvidable marcado por los Juegos Olímpicos de Barcelona.

martes, 4 de julio de 2017

MUNDIAL DE ESPAÑA 1982

Recuerdos del Mundial que no recuerdo

Hace 35 años se estaba disputando en España el Mundial de Fútbol. La XII Copa Mundial de Fútbol se jugó en nuestro país del 13 de junio al 11 de julio de 1982. Ya sé que a la Selección no le fue muy bien aquel campeonato que se celebró en casa, pero me hubiese gustado mucho haberlo vivido... No recuerdo absolutamente nada de aquel evento en el plano futbolístico. Era muy pequeño. Seguramente mi padre vio partidos estando yo presente en el salón de casa, pero no recuerdo nada. Ningún partido, ningún jugador, ninguna selección, ningún gol... Todas las imágenes que me vienen a la cabeza de España 82 las conozco por haberlas visto a posteriori en reportajes, reposiciones, partidos emitidos en diferido...

Yo era un renacuajo, pero sí que conservo algunas cosas con la cabeza de 'nuestro' Mundial, aunque no son estrictamente futbolísticas. Más bien pertenecen a todo lo que había alrededor del evento, al clima que se respiraba alrededor del fútbol y que me permiten hacerme una idea del enorme impacto que debió de suponer la organización de una Copa del Mundo de fútbol en aquella España del año 1982 que todavía peleaba por asentar la democracia.

Sé que se emitió un programa en TVE titulado "Gol y al Mundial 82" por una recurrente anécdota que se ha contado siempre en casa por parte de mis padres. Una de esas anécdotas que ahora se recuerdan con una medio sonrisa pero que, en realidad, a punto estuvo de terminar en tragedia. Yo, la verdad, no recuerdo nada de todo aquello. El caso es que en mi casa mis progenitores debían de estar tan enganchados a aquel programa que presentaba Miguel Vila (el dato lo he sacado de Wikipedia, reitero que no me acuerdo de nada) que una noche mientras lo veían se olvidaron de que habían dejado en el fuego de la cocina un recipiente de leche hirviendo. Supongo que todo el mundo sabe lo que le pasa a la leche cuando se la deja en el fuego... Bueno, el caso es que la que se debió de preparar en la cocina debió de ser bien gorda... La humareda y el olor a leche quemada se encargaron de recordarles lo que habían dejado al fuego... No se debió de quemar la casa por los pelos, por lo que cuentan. Desde entonces, en mi casa, la expresión "Gol, y al Mundial 82" fue siempre sinónimo de alimento quemado. Si algo quedaba demasiado tostado, se decía "Gol, y al Mundial 82". Si algo se quemaba se utilizaba el título de aquel programa. O para pedir precaución en la cocina: "Ten cuidado con el fuego, que luego, Gol y al Mundial 82"

Por supuesto, otro de los recuerdos de España 82 es el de su mascota. La omnipresente mascota. Naranjito. Hubo una serie de dibujos animados con Naranjito de protagonista. Se titulaba Fútbol en Acción. Creo que se emitía los fines de semana, me imagino que después del Telediario, en aquel inolvidable horario de las 15.30 horas. Sé que veía la serie porque, curiosamente, sí que recuerdo la sintonía... Pero la sintonía de cierre, no la del comienzo. Una cosa muy rara, sí... Muchos años después, en concreto en 2005, durante una reforma que se hizo en casa de mis padres, se movió un enorme mueble que había en la sala de estar y debajo, como si de un hallazgo arqueológico se tratara, aparecieron algunos objetos de mi más tierna infancia. Entre ellos, unos cromos de Naranjito que se debían de entregar con los yogures de Danone. Pertenecían a una colección sobre aquella serie de dibujos.

Me imagino que el merchandising que se movió alrededor de la simpática mascota fue abundante. Especialmente en lo que a productos dirigidos a los más jóvenes se refiere. Me vienen a la cabeza una especie de calcomanías que se entregaban en algunas bolsas de chuches... Juraría que de Matutano. El obsequio consistía en un cromo troquelado o doblado, no lo recuerdo bien, en los que había que pegar la figura de Naranjito. También recuerdo a mi vecino con el brazo "tatuado" con imágenes de Naranjito que, seguramente, provenían de aquel coleccionable...

Califico de omnipresente a Naranjito porque debía de estar en todas partes. Muñecos, figuras, camisetas, juguetes, pegatinas... Aquel año 1982, el mayor de mis primos acababa de sacarse el carnet de conducir. Su primer coche, un Renault 7 de color blanco, estuvo decorado en la parte trasera durante algunos años con varios adhesivos de Naranjito promocionando el Mundial de España. Y seguramente aquellos adhesivos para vehículos recorrieron las carreteras españolas en más coches...

En cuanto a los juguetes, una de las primeras cosas que me vienen a la mente cuando recuerdo aquel Mundial es la de un muñeco de cuerda con la figura de Naranjito. Recuerdo a algún niño llevándolo colgado del cuello. Lo estiraba de la cuerda y se accionaba el mecanismo del muñeco, que se recogía de nuevo mientras Naranjito movía los brazos o las piernas...

Pero, al margen de Naranjito, lo que más recuerdo de España 82 fueron las chapas de las botellas de Coca Cola... En el interior de la chapa venían imágenes de jugadores de fútbol. Mi padre acudía a una bodeguilla para comprar el vino de la comida y en algunas ocasiones yo le acompañaba. La dueña, Doña Laura, siempre tenía guardadas unas cuantas de las que los clientes tiraban al suelo para dármelas a mí. Y si algún amigo de mi padre se tomaba algún refresco, también guardaba la chapa para dármela. Así, poco a poco, fui completando una gran colección de "tapones", como yo llamaba a las chapas, con las efigies de los futbolistas más destacados de la época. Después, en casa, mi padre me contaba en qué equipos jugaban aquellos futbolistas, si eran porteros o delanteros, con qué selección jugaban... Recuerdo que tenía un bote de Cola Cao lleno de aquellas chapas con las que, supongo, los niños jugaban con ellas en los suelos de parques y aceras. Digo que "supongo" porque por aquella época yo todavía no podía bajar a jugar a la calle... Pero sí que recuerdo jugar en casa con ellas... 

Sí. Para mí es el gran recuerdo del Mundial de España. Un día construí en la cocina de casa un campo de fútbol, con sus porterías y todo, utilizando plastilina... Seguro que se trataba de una birria de campo, pero recuerdo que empleé mucho tiempo en construirlo y que me sentí muy orgulloso una vez acabado. Sentía que había logrado algo muy grande. Una vez concluida la obra, el campo acogió vibrantes partidos con los jugadores de aquellas chapas de Coca Cola... De verdad, lo recuerdo con muchísimo cariño... Para mí es el gran recuerdo de España 1982.

Sabiendo lo futboleros que eran en mi casa, sobre todo mi padre, y lo mucho que me acabó gustando a mí el fútbol, es obvio que tuve que ver algún partido de aquel Mundial. Pero no lo recuerdo. Me da mucha rabia, pero no me acuerdo absolutamente de nada. Todo lo que sé de aquel Mundial lo he conocido posteriormente... La inauguración de Barcelona con aquel niño soltando una paloma en el centro del campo, el papel de las grandes estrellas de la época como Rummenigge, Breitner, Stielike, Dino Zoff, Maradona, Platini, los goles de Paolo Rossi, las celebraciones del presidente Sandro Pertini en la Final celebrada en el Santiago Bernabéu...

Sobre la Selección española todos sabemos que la decepción fue enorme en el país. Las expectativas eran muy altas y jugándose en 'casa' como se jugaba aquella Copa del Mundo es lógico que todos los aficionados esperaran llegar algo más lejos de la segunda fase en la que cayó el combinado de José Emilio Santamaría. Encima, sólo se ganó un partido... Me imagino cómo se tomarían todo aquello los aficionados... Aquellas tertulias futboleras en las barras de bar debieron de ser antológicas... Por desgracia, la Eurocopa de 1964 empezaba a quedar un poco atrás... Y todavía faltaba más de un cuarto de siglo para que España demostrara sobre el césped la calidad de su fútbol... Pero, seguramente, muchos en el año 1982 serían un poco pesimistas en cuanto a lo de llegar a ver un triunfo de su Selección. Si jugando un Mundial en casa casi nos caíamos a las primeras de cambio... Como para pensar en cotas mayores...

En fin... Es lo poco que recuerdo de aquel ya tan lejano 1982... Por razones de edad son todo recuerdos muy difusos y que poco tienen que ver con lo futbolístico... Se trata más bien de unos pequeños apuntes referidos a lo que rodeaba al Mundial que al Campeonato en sí mismo... Pero quería aportar mi pequeño homenaje a ese Mundial que se estaba celebrando en nuestro país hace ahora 35 años... El Mundial de España 1982.