jueves, 8 de septiembre de 2016

RECORDANDO A BODO ILLGNER

El guardameta alemán debutó con el Real Madrid tal día como hoy de hace veinte años

El domingo 8 de septiembre de 1996, es decir, tal día como hoy de hace veinte años, el Real Madrid recibía al Hércules en partido correspondiente al Campeonato Nacional de Liga. En la segunda jornada de la Liga de las Estrellas, el equipo blanco puso sobre el terreno de juego a un nuevo astro más. El cancerbero alemán Bodo Illgner debutaba con la camiseta madridista.

Fue un fichaje de última hora. Durante la pretemporada del verano de 1996 tanto Cañizares como Buyo se repartieron los minutos y, a priori, Santi Cañizares parecía ser el destinado a ponerse bajo los palos como guardameta titular. Sin embargo, los gustos de Fabio Capello con los porteros eran muy particulares e iban por otro lado. Ninguno de los dos guardametas con los que contaba el Madrid parecían del agrado del técnico italiano, que instó al Club a que contratara a otro guardameta. 

A primeros de septiembre de 1996, con la pretemporada finalizada y la competición de Liga ya en marcha, se conoció al elegido para ponerse los guantes. El alemán Bodo Illgner. Otro extranjero de relumbrón para el equipo. Al ser alemán, es decir, comunitario, no ocupaba plaza de extranjero. Otro fichaje que llegaba avalado por la entonces recién estrenada Ley Bosman. 

Reconozco que me sorprendió mucho aquel fichaje en su momento. A Illgner le conocía, supongo que como la mayoría de aficionados de la época, por sus intervenciones con la Selección de Alemania. De hecho, Illgner fue el portero titular del combinado germano que se proclamó Campeón del Mundo en el Mundial de Italia 1990. Sin embargo, le había perdido la vista desde que dejó la Selección tras el Mundial de Estados Unidos 1994. Qué curioso... Ahora dos años no me parecen nada, pero por aquel entonces dos años me parecía muchísimo tiempo. ¿Qué había sido de Illgner durante aquellas dos temporadas? ¿Seguía siendo un guardameta de primera categoría? ¿Encajaría en el Real Madrid?

Su carrera

Bodo Illgner, que tenía 29 años cuando recaló en el Madrid, nació el 7 de abril de 1967 en la localidad alemana de Coblenza. Destacó desde muy joven como guardameta, primero en el FC Hardtberg y después en el Colonia, equipo al que recaló como juvenil y a cuyo primer equipo llegó en la temporada 1985-86. De hecho, fue subcampeón de la Copa del UEFA al caer los germanos precisamente frente al Real Madrid. Por aquel entonces Illgner aún era suplente de Harald Schumacher, aunque poco después el alumno superaría al maestro y le sucedería bajo los palos de la portería del Colonia y de la Selección alemana. Durante varios años fue aclamado como uno de los mejores porteros del continente.

No obstante, como indicaba antes, le había perdido la pista tras el Mundial de Estados Unidos y tenía mis dudas sobre si realmente era necesario que el Madrid se hiciese con sus servicios. De entrada, eso sí, parecía encajar con el perfil de portero que le gustaba a Capello. El italiano siempre se ha sentido más seguro con los guardametas altos y con Illgner altura sí que había, sí. Concretamente 1,90 frente al 1,81 de Cañizares y el 1,79 de Paco Buyo. 

El 2 de septiembre de 1996 se hizo oficial el pase de Illgner al Real Madrid, que dejaba Colonia después de trece temporadas, once de ellas en el primer equipo. Además de altura, desde luego, el nuevo portero del Real Madrid acreditaba experiencia, eso estaba claro. Aquella misma semana ya se puso a las órdenes de Capello, que le puso bajo los palos en el siguiente partido. Llegar y besar el santo, que se suele decir.

No se me olvida. El partido frente al Hércules del 8 de septiembre de 1996, tal día como hoy de hace veinte años, se jugó en domingo y se emitió por Canal Plus. Seguramente algunos recuerden que aquellos partidos se emitían codificados pero que antes de que el balón echara a rodar se emitía una previa bastante pormenorizada en abierto. Durante esa previa, un reportero, micrófono en mano, preguntaba a los aficionados que se acercaban al estadio cuestiones relacionadas con el encuentro que iban a ver. Lo típico. Pronósticos y opiniones del público... Aquel día las preguntas del reportero giraban en torno al inminente debut de Bodo Illgner. Y no se me olvida que casualmente se toparon con un aficionado que había vivido en Alemania. Aquel hombre se mostró convencido del acierto de aquel fichaje y realizó una convincente defensa de nuestro nuevo guardameta. Aseguraba de manera vehemente que Illgner era un porterazo y que triunfaría en el Real Madrid. Terminó su intervención televisiva dándole la bienvenida en alemán.

No sé por qué, recuerdo que aquel señor me convenció. Las dudas que tenía sobre la llegada de Illgner desaparecieron. Aquel día inició su etapa madridista un portero que dejaría muy buenos recuerdos entre los aficionados madridistas.

Reconozco que entonces sentí un poco de pena por Santi Cañizares, que había regresado al Real Madrid en el verano de 1994 y que, después de dos temporadas a la sombra de Buyo, parecía que por fin iba a convertirse en el guardameta titular del equipo. De hecho, fue titular en la primera jornada de Liga frente al Deportivo. Para la segunda, recién llegado desde Colonia, sería Illgner quien se calzara los guantes. Y ya no se los quitaría prácticamente en lo que restaba de temporada. El alemán sólo se perdió dos partidos de Liga, el de la primera jornada y el de la última. El resto de la campaña fue titular en las dos competiciones llegando a jugar 46 partidos, 40 de Liga y 6 de Copa del Rey

Cañizares quedó relegado al papel de guardameta suplente. Mucho más doloroso fue lo de Paco Buyo. El gallego, después de diez temporadas como titular indiscutible, quedaba fuera de las convocatorias por primera vez. Fue muy duro ver a Buyo lejos de la portería. Aunque aquella temporada recuerdo que empecé a dejar de lado ciertos sentimentalismos. Hasta tuve que ver a Luis Enrique, uno de mis jugadores favoritos, con la camiseta del máximo rival, así que...

Lo dicho. Sentimentalismos al margen, había que reconocer que Bodo Illgner era todo un portero. Sobrio, regular y muy seguro, sobre todo muy seguro, aquella temporada 1996-97 fue designado como el mejor portero de nuestro campeonato nacional y contribuyó con su buen hacer a la consecución de la Liga. Curiosamente aquel sería su primer gran título a nivel de clubes, puesto que con el Colonia sólo había alcanzado dos subcampeonatos en la Bundesliga.

Bodo Illgner se mostró como un tipo bastante peculiar durante su estancia en Madrid y en su primera campaña con nosotros ya se conocieron muchos detalles de su vida personal y profesional un tanto curiosos. El alemán, para empezar, estaba representado por su mujer Bianca, que tenía fama de ser realmente dura en las negociaciones con los clubes. Illgner, al contrario que otros futbolistas de élite, no se movía por la capital en un coche de gama alta. Qué va... Se presentaba en la antigua Ciudad Deportiva con un utilitario corriente que llamaba la atención al lado de los flamantes vehículos de sus compañeros. Tenía fama de ser esquivo con la prensa y de no acudir a las cenas y reuniones de la plantilla. Recuerdo que recibía bastantes críticas por cuestiones de ese calibre... A mí, la verdad, todas aquellas cosas me empezaban a dar igual. ¿Cual era el rendimiento de Illgner en el campo? ¿Paraba los balones que le tiraban? Pues ya está. Eso era lo que me importaba a mí. Su vida personal no era asunto mío.

Campeón de Europa

La segunda campaña de Bodo Illgner en el Real Madrid no empezó con buen pie para el guardameta. O, mejor dicho, no empezó con buena mano, si se me permite el chiste fácil. Una lesión en el hombro le apartó de la titularidad y la temporada 1997-98 empezó con Cañizares en la portería. Con el de Puertollano bajo los palos se ganó la Supercopa de España al Barcelona en agosto de 1997 y el canterano siguió de titular al arrancar la Liga. Cañizares incluso tuvo tiempo para igualar el récord de imbatibilidad en la meta madridista que Paco Buyo había dejado en 709 minutos.

Cañizares se mantuvo buena parte de la temporada 1997-98 como guardameta titular del Real Madrid. Sin embargo, en el tramo final Bodo Illgner volvió a la portería. El alemán había jugado en Copa del Rey, pero el equipo quedó apeado a las primeras de cambio por el Alavés. En Liga jugó su primer partido en la jornada 27 y ya no se quitó los guantes. Disputó 19 partidos oficiales aquella campaña.

Illgner terminó jugando el resto de la Liga y los cinco últimos partidos de la Champions League. Los de las cuartos frente al Bayern Leverkusen, los de semifinales con el Borussia Dortmund y la inolvidable Final de Amsterdam frente a la Juventus. ¿Cómo olvidar aquellas imágenes de Bodo Illgner levantando los brazos tras el gol de Mijatovic?

Durante la temporada 1998-99 Bodo Illgner siguió siendo dueño y señor de la portería del Real Madrid. Jugó nada más y nada menos que 47 partidos partidos oficiales, entre ellos el de la Final de la Copa Intercontinental en Tokio en el que el Madrid se adjudicó su segundo título en la competición. Illgner sólo cedió siete partidos aquella campaña a Pedro Contreras, cuatro de Liga y tres de Copa.

El declive

En la temporada 1999-00 los problemas físicos hicieron mella en el portero. El hombro derecho, que ya le había ocasionado problemas anteriormente, le causó muchos quebraderos de cabeza. También tuvo problemas en la rótula que le apartaron de los terrenos de juego. Aquella campaña había llegado con fuerza, además, un jovencísimo Iker Casillas. Entre el canterano y el argentino Bizarri se repartieron la gran mayoría de encuentros oficiales. Bodo Illgner sólo actuó en cinco partidos. Fueron, además, sus últimos encuentros oficiales como madridista. Se puso bajo los palos por última vez en un encuentro de Copa del Rey disputado el jueves 17 de febrero del año 2000 frente al Mérida en el que los de Vicente Del Bosque accedían a las semifinales.

Illgner no volvió a jugar más. Los problemas físicos le dejaron fuera de la primera línea del equipo. La temporada siguiente, 2000-01, se la pasó en blanco. Casillas ya se había erigido en uno de los referentes del equipo y como suplente teníamos a César Sánchez, al que se le había fichado aquella misma campaña procedente del Valladolid. Desde la grada, a Illgner le quedó el consuelo de ver a sus compañeros hacerse con el título de Liga. Al término de la temporada el alemán puso fin a su carrera deportiva y lo hizo levantando el trofeo del campeonato de la regularidad.

Balance final  

En total, Bodo Illgner permaneció cinco temporadas en el Santiago Bernabéu en las que disputó un total de 119 encuentros oficiales. Con la camiseta del Real Madrid conquistó dos Ligas, dos Copas de Europa, una Copa Intercontinental y una Supercopa de España.

Fueron cinco campañas que dieron comienzo tal día como hoy de hace veinte años, el 8 de septiembre de 1996. Aquel partido frente al Hércules se ganó 3-0. Dejó para el recuerdo de los aficionados madridistas un encuentro que se jugó bajo la lluvia, el primer gol oficial de Mijatovic con la camiseta del Real Madrid y el debut con el conjunto blanco de un porterazo llamado Bodo Illgner.