domingo, 24 de mayo de 2020

20 AÑOS DE LA OCTAVA

El Madrid se llevó la primera Final de la Copa de Europa entre dos equipos del mismo país

El miércoles 24 de mayo de 2000, tal día como hoy de hace 20 años, que se dice pronto, el Real Madrid se proclamó Campeón de Europa por octava vez en su Historia. "Más chulo que un... 8", rezaba en portada el rotativo Marca. "Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... ¡Maambo!", titulaba por su parte el Diario As. En su momento fue todo un acontecimiento puesto que se trataba de la primera Final de la máxima competición continental en la que se enfrentaban dos clubes del mismo país. Hasta en eso ha sido pionero el Madrid, que superó al Valencia por 3-0 con goles de Morientes, McManaman y Raúl. Asusta bastante pensar que han pasado ya dos décadas de un acontecimiento que tengo tan fresco en la memoria. Pero han pasado 20 años...

Con el tiempo y después de haber visto ganar al Madrid siete Champions League tengo la sensación que la Final de La Octava ha quedado como una de las menos valoradas, lo cual no me parece nada justo. Le tengo muchísimo cariño a ese título. Creo que fue muy especial. Sólo habían pasado dos años de la Final de La Séptima. Habíamos tardado 17 años en volver a una Final de la Copa de Europa y 32 en volverla a ganar, y resultó que dos campañas después de Ámsterdam estábamos otra vez peleando por el título en París. Fue un orgullo tremendo volver a sentir las mismas sensaciones que en 1998, pero esta vez había una diferencia importantísima. La presión, la maldita urgencia histórica, había desaparecido. Obviamente el Real Madrid siempre está obligado a ganar, pero el triunfo de La Séptima nos había quitado un tremendo peso de encima y creo que eso le vino muy bien al equipo blanco. 

Le venía muy bien sobre todo porque, aunque parezca paradójico, en lo estrictamente futbolístico el Real Madrid no llegaba a la cita como favorito. Hay que reconocer que la temporada había sido manifiestamente mejorable, sobre todo en las competiciones domésticas. Toshack fue cesado y el banquillo lo ocupó Vicente Del Bosque en su tercera incursión en el primer equipo. En Copa del Rey llegamos hasta las semifinales, donde nos apeó el Español, que a la postre sería el Campeón, tras empatar 0-0 en el Bernabéu y perder 1-0 en Barcelona. En Liga el Madrid terminó quinto en la tabla con un balance de 16 victorias, 14 empates y 8 derrotas, la última de ellas en la jornada 38, que se disputó el viernes 19 de mayo precisamente para dar más descanso a los dos equipos finalistas de la Champions League. Fue el día en el que el Deportivo ganó la Liga. Nosotros perdimos 0-1 en el Santiago Bernabéu con el Valladolid en un encuentro que dejó muy malas sensaciones. De hecho, la derrota nos dejaba fuera de la siguiente edición de la Liga de Campeones obligándonos a ganar en París para poder estar en la competición estrella. El Valencia, por su parte, terminó el campeonato liguero en tercera posición y había llegado a la Final de París ofreciendo una gran imagen. El conjunto de Héctor Cuper se deshizo en cuartos de final del Lazio de Veron, Simeone, Nedved, Marcelo Salas, Nesta... Golearon 5-2 a los italianos en la ida y perdieron por 1-0 en Roma. En semifinales los valencianos se cargaron al Barcelona con una goleada 4-1 en Mestalla y una derrota por la mínima 2-1 en el Nou Camp. En el Valencia los ánimos estaban por las nubes y su afición confiaba ciegamente en la victoria de los suyos. 

Sin embargo no contaban con una cosa. La trayectoria del Real Madrid en Champions no tenía nada que ver con la marcha que había llegado el conjunto merengue en Liga. De hecho, era evidente que el Real Madrid se transformaba en Europa ofreciendo una imagen totalmente distinta a la de la Liga. De hecho, los de Del Bosque alcanzaron París dejando en la cuneta a Manchester United y Bayern de Múnich, es decir, al Campeón y al Subcampeón de la Champions League de un año antes. Los jugadores del Madrid confiaban en su buena estrella lejos de nuestras fronteras, en la ausencia de urgencias históricas y en la inexperiencia del Valencia en citas como la del 24 de mayo de 2000 en París.

Sí, el Valencia partía como favorito para el partido pero resultó que la Final fue una de las más plácidas disputadas por el Real Madrid. El dominio fue más que evidente y al descanso los madridistas, que vistieron de negro, ganaban 1-0 con el gol de Morientes. Tras el 2-0 con la tijereta de McManaman en el minuto 66 la cosa quedó definitivamente encarrilada y sólo quedó disfrutar hasta el pitido del árbitro, sobre todo tras el tanto de la galopada de Raúl. Ese gol, por cierto, es quizás la gran imagen de aquella Final. Me gustó más el gol de Steve, pero el de Raúl es también muy especial... El pase de Savio y aquella carrera de varios segundos desde su propio campo en la que todos los aficionados tratábamos de empujar al 7 para que alcanzara la portería de Cañizares. Luego, el regate al guardameta, el disparo forzado casi sin ángulo y el esférico traspasando la línea de gol sin que Djukic pudiese evitarlo. 

Aquel día funcionó todo, en la portería el jovencísimo Casillas que acababa de cumplir 19 años cuatro días antes, la defensa de tres con Helguera, Karanka e Iván Campo, Míchel Salgado y Roberto Carlos en los laterales defendiendo y subiendo cada vez que podían, Fernando Redondo imperial en el centro del campo junto a un McManaman trabajador y que dejó su golazo, Anelka que participó en la jugada del primer gol, obra de Fernando Morientes y Raúl, que cerró el marcador. No hay que olvidarse de Savio, asistente de Raúl en el 3-0 y de Fernando Hierro y Manolo Sanchís, los veteranos a los que Del Bosque premió con minutos finales para que pudieran recoger el trofeo de corto. Tampoco del resto de la plantilla que participó con el equipo a lo largo de toda la temporada y que festejó por todo lo alto el triunfo en Saint-Denis. Todos celebraron aquella Champions poniéndose una camiseta blanca encima de la elástica negra con la que se jugó el partido.

La Octava se ganó frente a un gran rival como el Valencia, que un año más tarde volvería a clasificarse para la Final de la Champions League, en la que perdería frente al Bayern a penaltis dejándonos aquellas imágenes de Cañizares llorando desconsolado. Hay que reconocer, en cualquier caso, el mérito que tuvieron los valencianistas jugando dos finales consecutivas en 2000 y 2001. La Final de París tuvo el componente histórico de ser el primer enfrentamiento fratricida en una Final de Champions y se la llevó el Real Madrid. Fue un buen partido y tuvo el mejor desenlace posible para los madridistas. No fue tan trascendental como La Séptima, no tuvo un gol en la prórroga como La Décima, no tuvo el mejor gol de la Historia como La Novena, no pasé tantos nervios como con los penaltis de La Undécima... De hecho, la Final de La Octava es la que más tranquilo disfruté, y eso para mí también le da un valor particular. Todas las finales de Champions que le he visto al Real Madrid han sido especiales por algún motivo y la de París también lo fue. Le tengo mucho cariño a esa Final de la Champions League de la temporada 1999-00. Una Final que hoy cumple 20 años que han pasado volando.

REAL MADRID: Iker Casillas, Salgado (Hierro, 84′), Karanka, Heleguera, Iván Campo,  Roberto Carlos, Mcmanaman, Redondo, Raúl, Morientes (Savio, 71′) y Anelka (Sanchis, 79′).
 
VALENCIA: Cañizares, Angloma, Djukic, Pellegrino, Gerardo (Ilie, 68′), Mendieta,  Gerard, Farinós, Kily González, Claudio López y Angulo.

GOLES
1-0 min. 39 Morientes
2-0 min. 66 Mc Manaman
3-0 min. 74 Raúl


PD. Ah, y un 24 de mayo, pero de 2014, ganamos La Décima. Día de muchos recuerdos... 

viernes, 22 de mayo de 2020

35 AÑOS DE LA PRIMERA COPA DE LA UEFA

El primer título para el Real Madrid de la Quinta del Buitre llegó en competiciones europeas

El miércoles 22 de mayo de 1985, tal día como hoy de hace 35 años, el Real Madrid se adjudicó su primera Copa de la UEFA. El equipo dirigido por Luis Molowny perdió ese día 0-1 en el Santiago Bernabéu con el Videoton húngaro pero en la ida los madridistas habían ganado 0-3 con goles de Míchel, Santillana y Jorge Valdano. Sí, la Final de la Copa de la UEFA se jugaba por aquel entonces a doble partido y el global de 3-1 le daba el título a los blancos. Aquel sería el primer título de una etapa dorada que se prolongaría a lo largo del resto de la década de los ochenta, el primer trofeo que levantó la Quinta del Buitre. Un trofeo continental, además.

Aquella Copa de la UEFA suponía un gran premio para el Club en una campaña algo convulsa. La temporada 1984-85 no fue un camino de rosas en Liga, donde el Madrid acabaría quinto clasificado con 10 empates y 11 derrotas. Amancio Amaro, que un año atrás había ganado la Liga de Segunda División con el Castilla, no terminó el ejercicio y antes de la última jornada fue sustituido por Luis Molowny, eterno entrenador apagafuegos del Club. Molowny se estrenó con derrota en el Bernabéu 0-1 frente al Hércules, pero en realidad el objetivo del técnico era recuperar el pulso del equipo de cara a la competición europea, donde el Madrid sí que estaba dando la cara a base de espectaculares remontadas que han quedado grabadas en la memoria de la afición madridista. De hecho, lo que le costó el puesto a Amancio fue la derrota en Milán frente al Inter. La remontada de la vuelta de las semifinales llegó con el veterano técnico en el banquillo. En el tramo final de campaña el Real Madrid alternó la Copa de la UEFA y la Copa de la Liga. De hecho, entre los dos partidos de la Final de la UEFA con el Videoton los blancos jugaron las semifinales de la Copa de la Liga frente al Barcelona, equipo Campeón de Liga ese año. Frente a los azulgranas el Madrid empató 2-2 en el Nou Camp y 1-1 en el Bernabéu. Como en esa competición no estaba vigente la fórmula de computar los goles en campo contrario hubo que jugar una prórroga de 30 minutos y recurrir a una tanda de penaltis en la que sobresalió el meta Miguel Ángel. El partido se jugó el 18 de mayo, cuatro días antes del duelo con el Videoton. El equipo llegaba algo cansado pero había que rematar la faena con los húngaros en un choque, en teoría, de compromiso por la renta obtenida en Szekesfehervar.

El partido, que se emitió en directo por la primera cadena de TVE, prometía ser una fiesta de fútbol y goles sobre todo teniendo en cuenta la superioridad que había dejado patente el cuadro madrileño en el primer partido disputado en Hungría. De hecho, nada más arrancar, un claro penalti sobre Butragueño supuso la oportunidad de abrir el marcador. Valdano, sin embargo, erró el lanzamiento permaneciendo el inicial 0-0 en el marcador. De haber llegado ese 1-0 quizás hubiese habido más tantos para los de casa... Pero no hubo manera. Los blancos generaron muchas oportunidades pero se toparon con el gran acierto del portero del Videoton. El colegiado belga Alexis Ponnet anuló tres goles, dos de ellos a los madridistas Santillana y Butragueño. El que sí acertó, casi al final, fue el Videoton. Un centro al área desde la derecha fue rechazado por Sanchís, pero el balón quedó en los dominios del foráneo Majer que, desde el borde del área, disparó con acierto a la escuadra de la portería de Miguel Ángel estableciendo el 0-1 con el que acabaría el duelo. Los húngaros lo celebraron por todo lo alto. Vencieron 0-1 en el Bernabéu y se marcharon con buen sabor de boca. Todos contentos, el Videoton ganó el partido pero el Real Madrid era el Campeón de la Copa de la UEFA de la temporada 1984-85.

Lo importante fue la fiesta posterior, una vez dejó de rodar el balón. El Santiago Bernabéu estaba abarrotado de público haciéndose notar con banderas blancas. El palco de autoridades también estaba abarrotado y allí coincidieron Ramón Mendoza y Luis de Carlos en lo que se consideró todo un intercambio de poderes. De Carlos, que llevaba al frente del Club desde la muerte de Don Santiago Bernabéu, vivió momentos duros durante el primer lustro de los ochenta. Fue una época con algunos problemas económicos y varapalos deportivos como todas las finales que se perdieron durante esos años. La Copa de la UEFA permitió a Luis de Carlos despedirse con un trofeo europeo en las manos. Sus lágrimas, emocionado, estaban más que justificadas y lo celebró con sus jugadores primero en el palco y después bajando al césped abrazado a Juan José y San José. Los chicos de la cantera soltaron globos blancos en el momento de entregarse la copa y después hicieron el pasillo a los jugadores del primer equipo que lo festejaron por todo lo alto. Hubo imágenes preciosas, como la de la vuelta de honor de los campeones... Y de los subcampeones. Los futbolistas del Videoton también quisieron dar la vuelta en el césped del Bernabéu y después, en vestuarios, intercambiarían sus camisetas con las de los jugadores del Real Madrid. Además de la placa de subcampeones los húngaros se llevaron de recuerdo aquellas preciosas camisetas Adidas con publicidad de Zanussi. Bonito recuerdo... Las fotos de familia y de la vuelta de honor dejaron imágenes inolvidables como la célebre de Juanito ataviado con la gorra castiza del Real Madrid y la bufanda, como si fuese un hincha que había saltado al campo. O esa mezcla de jugadores tan representativa de lo que fue aquel Madrid de primeros y mediados de los ochenta. Los veteranos como Santillana, Camacho, Juanito o Stielike, la generación intermedia como los Gallego, Fraile, Pineda o Agustín y los jóvenes como Butragueño, Míchel, Sanchís y Martín Vázquez. Eso era el Real Madrid de la época.

La Copa de la UEFA fue el primer título para los jóvenes de la Quinta del Buitre y también fue mi primer título como aficionado del Real Madrid. Por ese motivo le tengo mucho cariño a ese trofeo y siempre reivindico su importancia y el nivel que tenían aquellas Copas de la UEFA de los ochenta, cuando la competición enfrentaba a los mejores equipos europeos al margen de los campeones de Liga, es decir, conjuntos que hoy jugarían en Champions League. La Copa de la UEFA era el séptimo título continental para un Real Madrid huérfano de trofeos europeos desde La Sexta Copa de Europa de 1966, 19 años atrás. Nuevo título para el Real Madrid, que todavía no había acabado la temporada 1984-85. Faltaba la Copa de La Liga, para cuyas semifinales ya estaba clasificado...

REAL MADRID: Miguel Ángel, Chendo, Sanchís, San José, Camacho, Míchel, Gallego, Stielike, Valdano (Juanito, 58'), Butragueño y Santillana.

VIDEOTON: Disztl, Vegh, Cshay, Laszlo Disztl, Horvath, Burcsa, Csongradi (Wittmann, 58'), Vadasz, Majer, Szabo y Novath (Palkovics, 52').

GOL
0-1 min. 87 Majer

jueves, 21 de mayo de 2020

CHENDO TAMBIÉN FUE DECISIVO

Marcó un gol que valió dos puntos en la carrera por el título de Liga de la temporada 1994-95

El domingo 21 de mayo de 1995, tal día como hoy de hace 25 años, Miguel Porlán Chendo marcó el último de los tres goles que anotó con el Real Madrid. Lo hizo en un encuentro frente al Valladolid correspondiente a la jornada 34 de la Liga de la temporada 1994-95. Los otros dos goles, en la temporada 1987-88 frente al Zaragoza y en la 1989-90 frente al Athletic Club, los anotó en partidos que concluyeron con goleada. Pero resultó que su tercer y último gol con la camiseta del Real Madrid llegó en un partido que concluyó con el marcador de 1-0, es decir, fue un gol decisivo que sirvió para que su equipo sumase los dos puntos en juego. El triunfo era muy importante puesto que el conjunto de Jorge Valdano, líder en aquellos momentos, se estaba jugando la Liga en el tramo final de aquella temporada y venía de perder una semana antes en Oviedo.

El Madrid dispuso de muchísimas ocasiones, la primera nada más empezar el encuentro en las botas de Amavisca... Pero el de Laredo se topó fortuitamente con la cara del guardameta César. Un taco rozó en su mejilla provocándole un corte que sangraba profusamente, lo que obligó a la sustitución del guardameta vallisoletano. Entró al terreno de juego el suplente González, el portero que un año atrás le había parado el penalti a Djukic, y resultó que el suplente se convirtió en el mejor jugador visitante con sus intervenciones. No hubo manera de batirle. A Zamorano le sacó cada disparo que efectuaba y cuando no era el portero era el palo. Martín Vázquez envió un esférico al poste derecho. Hierro, de cabeza, también se topó con el poste derecho y a Laudrup se le marchó alto un disparo dentro del área. Buen juego local, pero el balón no entraba y el 0-0 seguía en el marcador.

Justo antes del descanso apareció el veterano lateral derecho para recoger un  balón rechazado por el defensa rumano Belodedici. El de Totana controló con el pecho y soltó un disparo con la zurda, sí, con la zurda, que entró con fuerza ajustado al palo de la portería de González. Fue un buen gol y Chendo, fiel a sí mismo, no lo celebró de manera muy efusiva. Siempre fue un gran escudero, un futbolista de equipo, de los que trabajaba, trabajaba y trabajaba. Pero aquel día fue el protagonista. Su gol fue el que decantó la balanza del triunfo porque a lo largo del segundo tiempo tampoco hubo manera de incrementar la cuenta a pesar de que, nuevamente, los blancos llevaron el peso del partido y se aproximaron con mucho peligro a la portería de González. El colegiado Gómez López no pitó un clarísimo penalti sobre Amavisca. Martín Vázquez, que aquel día llevó el 7 a la espalda, jugó un gran partido y dejó acciones de gran calidad. Sólo le faltó marcar en algunos de sus disparos, pero el esférico siempre se marchó rozando la madera. El Valladolid acabó el partido con nueve pero ni aun así hubo más goles. Amavisca, Zamorano y Luis Enrique no estuvieron finos en los metros finales. Así que 1-0 y gol de Chendo.

Desde la temporada 1992-93, superados los 31 años, el defensa había dejado de ser titular en el equipo pero todos los años sucedía lo mismo, siempre igual. En el tramo final de cada temporada el entrenador de turno acababa recurriendo a Chendo y el lateral derecho de la rodillera respondía como en sus mejores tiempos. Se fichaba a un nuevo lateral, se buscaba a un nuevo lateral, pero en la recta final acababa jugando el de Totana que nunca se quejó y siempre trabajó duro en los entrenamientos para estar a disposición del técnico cuando se le requería. Pasó en la temporada 1992-93, en la 1993-94, en la 1994-95, en la 1995-96, en la 1996-97... Cumplía años y siempre, en cada nueva campaña, parecía que sería la última de Chendo en el Madrid. Y siempre terminaba jugando más de lo que se podía pensar al principio. Así hasta la 1997-98 cuando, ya sí, camino de cumplir los 37 colgó las botas después de toda una carrera deportiva siempre en el Santiago Bernabéu. Es uno de los pocos 'One Club Man' del Real Madrid. Lleva en el Club desde 1977, cuando ingresó en categoría juvenil y ahí sigue en el primer equipo ejerciendo de Delegado. Toda una vida dedicada al Real Madrid.

Los dos puntos fueron importantísimos. Con esa victoria el Real Madrid afrontaba la visita al Nou Camp de la siguiente jornada con la posibilidad de ser Campeón de Liga. No fue en Barcelona donde cantó el alirón, pero aquella Liga de la temporada 1994-95 se la llevó el Real Madrid y Chendo, con su gol al Valladolid, puso su granito de arena. Chendo también fue decisivo.

REAL MADRID: Buyo, Chendo, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Redondo, Laudrup, Martín Vázquez (Raúl, 71'), Amavisca y Zamorano.

VALLADOLID: César (González, 3'), Ferreras, Belodedici, Cuaresma, Benjamín, Gracia (Chuchi Macón, 72'), Pablo, Baraja, Urban, Alberto e Iñaki Hurtado.

GOL
1-0 min. 44 Chendo

miércoles, 20 de mayo de 2020

LA IMPORTANCIA DE LA SÉPTIMA

El título más celebrado para toda una generación de madridistas

20 de mayo de 1998. Esta fecha la tenemos grabada a fuego los madridistas que andamos entre los treinta y los sesenta años. Somos un grupo generacional que recordaremos para siempre el gol de Mijatovic como el más importante de nuestras vidas. Fue el gol que acabó con 32 años de sequía en la Copa de Europa fulminando una espera que se hizo interminable para muchos a lo largo de los años, con aquella obsesión que había con una Séptima que no llegaba nunca. Pero llegó, llegó... Llegó y cerró una herida que duró demasiado tiempo poniendo punto y final a unas urgencias históricas que le hicieron mucho daño al Club.

Aquel título fue tan importante que no sé qué hubiera sucedido de no haberse ganado aquella Champions League de 1998. El proyecto que había iniciado Lorenzo Sanz en 1996 estaba destinado a ganar la Copa de Europa y para eso se había reforzado la plantilla con jugadores de tanto nivel. En la primera entrevista que publicó la revista Real Madrid con Mijatovic en su número de julio-agosto de 1996 las declaraciones escogidas para el titular no podían ser más gráficas. "Dos años son suficientes para ganar la Liga de Campeones". Lo clavó el bueno de Pedja. Pero, en cualquier caso, lo que ponían de manifiesto aquellas palabras era que el Real Madrid volvía a poner como meta de su nuevo proyecto el de ganar la Copa de Europa. Para ello había que ganar la Liga y es lo que se hizo en la temporada 1996-97. El siguiente paso, por tanto, era el de ir a por la Champions League en la temporada 1997-98. No haberla ganado hubiera significado una enorme desilusión y volver a escuchar otra vez la palabra "fracaso" por el gran desembolso económico y los grandes jugadores que se ficharon. Las urgencias hubiesen seguido presentes e incluso habrían aumentado añadiendo más presión al Club y minimizando cualquier otro logro deportivo a nivel nacional, como pasó con las Ligas del periodo de la Quinta del Buitre a las que no se valoró en su momento en su justa medida precisamente porque durante aquella etapa no se ganó la Copa de Europa. Ganar La Séptima supuso también acabar con aquel dicho despectivo de que las Copas de Europa del Real Madrid eran en blanco y negro. Con la de 1998 el Real Madrid ya tenía su Copa de Europa en color. Desde entonces el Real Madrid tenía Copas de Europa en blanco y negro y en color, algo que no todos podían decir.

La Séptima dio mucha tranquilidad al Club y permitió afrontar una competición como la Copa Intercontinental, en la que el Madrid no jugaba desde 1966 y que no ganaba desde 1960. Gracias a la Champions League de 1998 llegó la segunda Intercontinental. Y estoy seguro de que esa tranquilidad y esa confianza con la que se volvió a jugar en Europa fue la que permitió volver a ganar la Champions en el año 2000, sólo dos temporadas después de la Final de Ámsterdam, y en 2002. Tantos años de espera para volver a celebrar una Copa de Europa y resultó que en un lustro se ganaron tres. El Real Madrid incrementó su palmarés internacional hasta cotas legendarias y ha seguido haciendo historia con los éxitos más recientes de las cuatro Champions League ganadas entre 2014 y 2018. La puerta de los éxitos internacionales se había reabierto el 20 de mayo de 1998. Feliz aniversario para La Séptima.

lunes, 18 de mayo de 2020

60 AÑOS DE LA QUINTA COPA DE EUROPA

La mítica Final del Hampdem Park de Glasgow entre el Real Madrid y el Eintracht de Francfort

El 18 de mayo de 1960, tal día como hoy de hace 60 años, el Real Madrid lograba su quinta Copa de Europa. La quinta consecutiva para un equipo que dominaba una competición que en aquellos momentos sólo conocía un ganador: El Real Madrid. ¡¡Pentacampeones!! titulaba el diario Marca. "El Madrid siguie siendo el número uno", recordaba el rotativo madrileño en su primera página al día siguiente. El Club que presidía Santiago Bernabéu había ganado las cinco ediciones disputadas hasta ese momento y estaba viviendo una etapa de oro, la de su máximo explendor, de la mano de futbolistas absolutamente legendarios como Di Stéfano, Puskas, Gento, Zárraga, Marquitos...

El Real Madrid eliminó en octavos de final al Jeunesse Esch al que ganó 7-0 en el Bernabéu y 2-5 en Luxemburgo. En la siguiente ronda, cuartos de final, tocó el Niza. El campeón frances ganó 3-2 en el encuentro de ida, pero en la vuelta los blancos golearon 4-0 en el Bernabéu. En semifinales el Real Madrid y el Barcelona pelearon por un puesto en la Final. Los blancos vencieron 3-1 en Madrid y en la vuelta volvieron a ganar 1-3 computándose un global de 6-2 favorable a los futbolistas de Miguel Muñoz. El Madrid estaba en la Final, en la que se mediría al Eintracht Francfort. Los alemanes llegaron al duelo decisivo habiendo superado al Young Boys, el Wiener austríaco y el Rangers escocés.

El encuentro de la Final está considerado por muchos como el mejor partido de fútbol de la Historia. Llegó a ser una tradición que la BBC emitiese este partido por Navidad. Se disputó en Glasgow, en el Estadio Hampden Park, donde en 2002, 42 años después, el Real Madrid ganaría La Novena. Empezó adelantándose en el marcador el Eintracht, pero al descanso habían remontado los blancos gracias a los goles de Di Stéfano y Puskas. Ellos fueron los grandes protagonistas de un partido en el que el hispano argentino marcó tres tantos y el húngaro cuatro.

REAL MADRID: Domínguez, Pachín, Santamaría, Marquitos, Del Sol, Zarraga, Vidal, Gento, Puskas, Di Stefano, y Canario.

EINTRACHT FRANCFORT: Loy, Lutz, Eigenbrodt, Hofer, Weilbacher, Stinka, Kreb, Lindner, Stein, Pfaff y Meier.

GOLES 
0-1 min. 19 Kreb
1-1 min. 27 Di Stéfano
2-1 min. 30 Di Stéfano
3-1 min. 45 Puskas
4-1 min. 55 Puskas (penalti)
5-1 min. 60 Puskas
6-1 min. 71 Puskas
6-2 min. 72 Stein
7-2 min. 73 Di Stéfano
7-3 min. 75 Stein

domingo, 17 de mayo de 2020

5 AÑOS DE LA NOVENA DE BALONCESTO

El Real Madrid doblegó al Olympiacos en el Palacio de los Deportes

El 17 de mayo de 2015, tal día como hoy de hace 5 años, la Sección de Baloncesto del Real Madrid se proclamaba Campeona de Europa por novena vez en su Historia. Los blancos volvían a lo más alto 20 años después de su último triunfo en la máxima competición europea y, curiosamente, lo hacían frente al mismo rival que en 1995: Olympiacos.

El Real Madrid se impuso 78-59 en un encuentro que se jugó en casa, en el Palacio de los Deportes, para mayor disfrute de la afición. El conjunto de Pablo Laso cuajó una gran actuación y alcanzó un éxito que confirmaba la buena marcha de una sección que no ha parado de conseguir logros y de dar satisfacciones a sus seguidores desde que el vitoriano se hizo cargo del banquillo madridista. En aquella ocasión el Madrid arrancó la Final Four el 15 de mayo deshaciéndose en semifinales del Fenerbahce, al que doblegó por 96-87. Por el otro lado del cuadro Olympiacos ganó al CSKA Moscú por 68-70 logrando el billete para el duelo definitivo. En el partido por el tercer puesto, dos días después, el CSKA venció a los turcos. Y en el choque por el trofeo llegó la gesta madridista en un partido en el que Andrés Nocioni sería galardonado como MVP de la Final.

A la tercera fue la vencida. El Real Madrid se había clasificado para la Final Four de la temporada 2012-13 pero tras dejar en la cuneta al Barcelona en semifinales perdió la Final frente al Olympiacos. Un año después, en la temporada 2013-14, los de Pablo Laso volvieron a meterse entre los cuatro mejores de Europa y, nuevamente, en semifinales volvieron a superar al Barcelona con un escandaloso 62-100. Sin embargo, por segundo año consecutivo, volvían a caer en el duelo clave por el título quedando el Madrid subcampeón tras el Maccabi Tel Aviv. En la temporada 2014-15 no se falló y los blancos se desquitaron de la derrota de dos años atrás frente a Olympiacos. Era un justo premio para un grupo de jugadores que han dejado y que siguen dejando huella en el Club: Felipe Reyes, Rudy Fernández, Sergio Llul, Jaycee Carroll...

sábado, 16 de mayo de 2020

EL ÚLTIMO PARTIDO DE GUTI

Se cumplen diez años del último encuentro oficial del canterano con la camiseta del Real Madrid

El 16 de mayo de 2010, tal día como hoy de hace 10 años, el Real Madrid cerraba la Liga de la temporada 2009-10 con un empate a uno en Málaga que no le servía para ganar la Liga. El conjunto de Manuel Pellegrini había llegado a la última jornada con opciones remotas de cantar el alirón. No dependía de sí mismo, tenía 95 puntos y el Barcelona, líder, 96. Los azulgranas jugaban en casa con el Valladolid, en puestos de descenso, y el Madrid se desplazaba a La Rosaleda obligado a ganar esperando un más que improbable pinchazo del líder. No hubo pinchazo y lo peor fue que, aunque lo hubiese habido, tampoco habría servido de nada puesto que el Real Madrid no pasó del empate a uno. Duda adelantó a los locales en los primeros compases del encuentro y Van der Vaart estableció el empate a uno. El Madrid acabó la Liga con 96 puntos pero no fueron suficientes y la campaña se cerró sin títulos.

Aquel partido resultó ser el último encuentro con la camiseta del Real Madrid de José María Gutiérrez 'Guti'. La remodelación del equipo que se había iniciado en el verano de 2009 con la llegada de Cristiano, Benzema, Kaka, Xabi Alonso y compañía seguía su curso y dos canteranos históricos como Raúl y Guti emprenderían nuevos rumbos en sus carreras lejos del Santiago Bernabéu. Raúl disputó sus últimos minutos como madridista en Zaragoza, en la jornada 34, y Guti lo hizo en Málaga. Sustituyó a Gago en el minuto 59 y pudo terminar el campeonato sobre el terreno de juego. Cuando el árbitro pitó el final del encuentro se ponía punto y final a una etapa que se prolongó durante quince temporadas...

Guti era un futbolista con un talento descomunal, técnicamente de lo mejorcito que ha dado la cantera del Real Madrid. Tuvo muchísimos admiradores pero también muchos detractores que afirmaban que, con otra cabeza, quizás hubiera llegado más alto. El debate fue tan intensos durante sus inicios como futbolista de la primera plantilla que yo llegué a estar convencido de que Guti no haría carrera en el Real Madrid. A mí me gustaba muchísimo como jugador, pero veía difícil que alguien tan discutido pudiese permanecer en el equipo durante mucho tiempo. Estaba convencido de que en algún momento tendría que hacerse las maletas y marcharse a otro equipo para triunfar y desplegar su fútbol. Pero resultó que pasaban los años y Guti siempre seguía con la camiseta blanca. Se hizo habitual recurrir a él cuando los partidos se complicaban o se ponían cuesta arriba y el saltaba al campo desde el banquillo para desatascar la situación con su visión de juego y su extraordinaria capacidad para encontrar el pase perfecto a un compañero. Y si había que ponerle más arriba, él respondía con goles, como en aquella temporada 2000-01 en la que, por necesidad, Vicente Del Bosque le colocó de delantero y acabó la campaña con 18 goles, 14 de ellos en Liga incluyendo un 'hat trick' frente al Villarreal. Incluso inscribió su nombre en la Historia del Club al ser el autor del gol 5000 del Real Madrid en Liga en un encuentro frente al Numancia que finalizó con triunfo 4-3 para los blancos. José María Gutiérrez dejó pinceladas de crack, pases espectaculares y auténticas genialidades como aquel día que se le ocurrió efectuar aquel taconazo a Benzema en Riazor. Cuando Guti quería, hacía magia. 

¿Hasta dónde podía haber llegado Guti con otra mentalidad? Eso sería entrar en el terreno de las hipótesis, pero lo cierto es que con otra personalidad Guti no hubiese sido Guti. Recibió muchas críticas pero al final se ganó el aprecio de muchos con su tremenda calidad, su carisma y su madridismo. Valorado por unos y cuestionado por otros, quizás quedó esa sensación de que nunca llegó a ser titular indiscutible y que pudo ser algo más... Pero también es cierto que aguantó quince temporadas en el Real Madrid, lo cual es una barbaridad. Y ahí quedaron los números: 542 partidos oficiales y 77 goles. 3 Champions League, 2 Copas Intercontinentales, 1 Supercopa de Europa, 5 Ligas y 4 Supercopas de España. Fue 13 veces Internacional con España, con cuya camiseta hizo 3 goles, pero nunca estuvo presente en ninguna fase final de Mundial o Eurocopa. En las categorías inferiores sí que ganó un Europeo Sub-18 en 1995 y un Europeo Sub-21 en 1998.

Tras salir del Real Madrid recaló en el Besiktas de Turquía y en la temporada 2010-11 ganó la Copa de aquel país, consiguiendo el único título que no había podido ganar como madridista. Hasta en eso coincidió con Raúl, que también logró ese trofeo esa misma campaña pero en Alemania con el Schalke 04. En su segundo ejercicio con los turcos, iniciada ya la temporada 2011-12, decidió rescindir su contrato y en septiembre de 2012, cerca de cumplir los 36, anunció su retirada definitiva de los terrenos de juego. Muy poco después, en la temporada 2013-14, inició su carrera como técnico en las categorías inferiores del Real Madrid y en la actualidad entrena al Almería en Segunda División.

MÁLAGA: Munúa, Gámez, Mtiliga, Hélder, Iván González, Duda, Benachour (Luque, 83'), Javi López (Juanito, 78'), Apoño, Caicedo (Obinna, 59') y Fernando.

REAL MADRID: Casillas, Sergio Ramos, Garay, Albiol, Marcelo, Xabi Alonso, Van der Vaart (Drenthe, 80'), Granero (Benzema, 71'), Gago (Guti, 59'), Cristiano Ronaldo e Higuaín.

GOLES
1-0 min. 9 Duda
1-1 min. 48 Van der Vaart

viernes, 15 de mayo de 2020

LA VOLEA DE ZIDANE SE HACE MAYOR

Se cumplen 18 años de la consecución de La Novena en Glasgow

Una de esas fechas inolvidables del presente mes para los madridistas. El miércoles 15 de mayo de 2002, tal día como hoy de hace 18 años, el Real Madrid vencía 2-1 al Bayer Leverkusen y se adjudicaba la Champions League de la temporada 2001-02. El partido de la volea de Zidane que tantas y tantas veces hemos visto y que no nos cansamos nunca de volver a ver. La volea que hoy, con dieciocho años, se nos ha hecho mayor.

Se trata de uno de los goles más bonitos de la Historia del fútbol y en los últimos tiempos se discute sobre qué gol es mejor, si la volea de Zidane en Glasgow o la chilena de Bale en Kiev. Dos goles preciosos y decisivos en una Final de la Champions League. En cuanto a belleza y plasticidad yo suelo incluir en la disputa la chilena de Cristiano Ronaldo en Turín frente a la Juve, pero al tratarse de finales la elección siempre suele estar entre los tantos de Zidane y Bale. Personalmente, me sigue pareciendo mejor gol el de la volea de Zidane. Y precisamente hace unos pocos días la prestigiosa revista France Football publicó un listado con los 50 mejores goles de la Historia de la Champions League escogiendo para el número uno el tanto de Zidane al Bayer Leverkusen. Y precisamente los tres goles madridistas que acabo de mencionar están incluidos en el TOP-10 de ese listado. El de Zidane, el primero, la chilena de Cristiano en tercer lugar y la de Gareth Bale en la sexta plaza. France Football también incluye en su listado el gol que fabricaron entre Redondo y Raúl en Manchester hace 20 años.

1. Zidane (Real Madrid) Rival: Bayer Leverkusen Año: 2002
2. Bressan (Fiorentina) Rival: Barcelona Año: 1999
3. Cristiano Ronaldo (Real Madrid) Rival: Juventus Año: 2018
4. Stankovic (Inter) Rival: Schalke 04 Año: 2011
5. Mexes (Milan) Rival: Anderlecht Año: 2012
6. Bale (Real Madrid) Rival: Liverpool Año: 2018
7. Essien (Chelsea) Rival: Barcelona Año: 2009
8. Mandzukic (Juventus) Rival: Real Madrid Año: 2017
9. Ronaldinho (Barcelona) Rival: Chelsea Año: 2005
10. Ramsey (Arsenal) Rival: Galatasaray Año: 2014
11. Claudio López (Valencia) Rival: PSV Año: 1999
12. Ziyech (Ajax) Rival: Chelsea Año: 2019
13. Hugo Almeida (Oporto) Rival: Inter Año: 2005
14. Savicevic (Milan) Rival: Barcelona Año: 1994
15. Messi (Barcelona) Rival: Liverpool Año: 2019
16. Van Basten (Milan) Rival: Goteborg Año: 1992
17. Weah (PSG) Rival: Bayern Año: 1994
18. Ibrahimovic (PSG) Rival: Anderlecht Año: 2013
19. Hagi (Galatasaray) Rival: Monaco Año: 2000
20. Giannakopoulos (Olympiakos) Rival: Oporto Año: 1997
21. Coridon (PSG) Rival: Oporto Año: 2004
22. Crouch (Liverpool) Rival: Galatasaray Año: 2006
23. Cristiano Ronaldo (Manchester) Rival: Oporto Año: 2009
24. Robben (Bayern) Rival: Manchester Año: 2010
25. Etoo (Barcelona) Rival: Panathinaikos Año: 2005
26. Berbatov (Bayer Leverkusen) Rival: Roma Año: 2004
27. Drogba (Chelsea) Rival: Barcelona Año: 2006
28. Messi (Barcelona) Rival: Bayern Año: 2015
29. Henry (Arsenal) Rival: Sparta Praga Año: 2005
30. Lucho González (Oporto) Rival: Hamburgo Año: 2006
31. Sabitzer (RB Leipzig) Rival: Zenit Año: 2019
32. Lee Sharpe (Manchester) Rival: Barcelona Año: 1994
33. Messi (Barcelona) Rival: Manchester Año: 2009 
34. Lampard (Chelsea) Rival: Barcelona Año: 2006
35. Raúl-Redondo (Real Madrid) Rival: Manchester Año: 2000
36. Iniesta (Barcelona) Rival: Chelsea Año: 2009
37. Zahavi (Apoel Tel Aviv) Rival: Lyon Año: 2010
38. Ljungberg-Bergkamp (Arsenal) Rival: Juventus Año: 2001
39. Messi (Barcelona) Rival: Real Madrid Año: 2011
40. Veron (Lazio) Rival: Feyenoord Año: 2000
41. Cristiano Ronaldo (Manchester United) Rival: Arsenal Año: 2009  
42. Silva (Valencia) Rival: Chelsea Año: 2007
43. Papin (Milan) Rival: Oporto Año: 1993 
44. Perisic (Borussia Dortmund) Rival: Arsenal Año: 2011 
45. Mancini (Roma) Rival: Lyon Año: 2007
46. González (Panathinaikos) Rival: Arsenal Año: 2004 
47. Mikael Nillson (Goteborg) Rival: PSV Año: 1993
48. Deivid (Fenerbahce) Rival: Chelsea Año: 2008
49. Juninho (Lyon) Rival: Bayern Año: 2003
50. Henry (Arsenal) Rival: Real Madrid Año: 2006

Sobre el gol de Zidane poco se puede decir que no se haya dicho ya. Por ese motivo me gustaría dar un poco de protagonismo a los dos futbolistas que iniciaron la jugada que concluyó con la volea eterna del astro francés: Santiago Solari y Roberto Carlos. Se han hecho virales declaraciones suyas en las que, en tono distendido y bromeando, poco menos que vienen a decir que se la dejaron a huevo a Zidane para que marcara el gol. Obviamente es una exageración, pero sí que me parece que no está suficientemente reconocida la calidad que exhibe Solari a la hora de meterle el pase a Roberto. Girándose y sin mirar le pone la pelota por alto al lateral para que la reciba en carrera y tras el primer bote el brasileño suelta el globo a las nubes... Zidane hace el resto con su genialidad y deja un gol para la Historia. De aquella noche las portadas fueron para Zidane y Casillas, que con sus intervenciones en la recta final del encuentro también se llevó los focos. Pero creo que es justo reconocer la labor de todo el equipo y mencionar de manera especial a Solari y a Roberto Carlos, que 'sirvieron en bandeja' el gol a Zidane.

REAL MADRID: César (Casillas, 67'), Michel Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos, Makelele (Flavio, 73'), Figo (McManaman, 61'), Solari, Zidane, Raúl y Morientes.

BAYERN 04 LEVERKUSEN: Butt, Sebescen (Kirsten, 65'), Zivkovic, Lucio (Babic, 90'), Placente, Schneider, Ramelow, Ballack, Basturk, Brdaric (Berbatov, 38') y Neuville.

GOLES:
1-0 min. 8 Raúl
1-1 min. 14 Lucio
2-1 min. 45 Zidane