sábado, 30 de marzo de 2019

LA SECCIÓN DE BOLOS, TROFEO PACO GENTO 2019

Cuarta edición del galardón que entrega anualmente la Paña Madridista Alfoz de Cantabria

La extinta Sección de Bolos del Real Madrid fue ayer viernes protagonista en la entrega del Trofeo Paco Gento que otorga anualmente la Peña Madridista Alfoz de Cantabria. Enrique Murillo, veterano jugador de la sección en la década de los sesenta, fue el encargado de recibir el premio en un acto que tuvo lugar en la Casa de Cantabria en Madrid. Asistieron al evento, entre otros, José Luis Díaz de Rojas, presidente de la Federación Española de Bolos y José Manuel Conde Pérez, presidente de la Casa Cantabria de Madrid. En representación del Club blanco acudieron Manuel Gómez Barrera, Director de Peñas del Real Madrid y el ex jugador José Antonio Salguero. Asimismo la Peña Madridista Alfoz estuvo acompañada por representantes de la Peña Madridista de Fuengirola, con su presidente Antonio Carrasco al frente, y de la Peña Madridista Los Blancos de Sestao.

El Trofeo Paco Gento cumple con la presente cuatro ediciones. El primer galardón lo recibió el propio Paco Gento, que no dudó en ceder su nombre al trofeo. En su segunda edición el reconocimiento lo recibieron las dos Asociaciones de Veteranos de fútbol y baloncesto del Real Madrid. Y en la edición del pasado 2018 el premiado fue el ex jugador de fútbol Ico Aguilar, que acudió al acto acompañado por los también ex futbolistas cántabros Carlos Santilla y Vicente Miera.

"Este año, conmemorando que el Real Madrid tuvo un equipo de bolos, hemos contactado con nuestro amigo Murillo y hemos querido que él sea este año el encargado de recibir este Trofeo Paco Gento", señaló Tomás Noriega, presidente de la Peña cántabra. Manuel Gómez Barrera fue quien realizó la entrega al galardonado. "Es un placer entregar este trofeo a Murillo en nombre de la Peña Madridista Alfoz y un placer compartir este momento con esta buena gente de Santander y de la bonita tierra de Cantabria", comentó el Director de Peñas del Real Madrid.

Enrique Murillo recibió con enorme satisfacción el trofeo, una figura en la que aparecen talladas una estela cántabra y la diosa Cibeles. La Peña Madridista Alfoz pretende simbolizar con esa bonita escultura la unión entre Cantabria y el Real Madrid. El veterano jugador de bolos desconocía que precisamente él sería el encargado de recibir el galardón. "Verás cuando se enteren mi mujer y mi hija", señalaba con orgullo y emoción.

El acto sirvió para homenajear a la antigua Sección de Bolos, deporte de enorme arraigo y popularidad en la comunidad cántabra, donde tiene su origen la famosa modalidad del Bolo Palma. "Usted y yo hemos vestido la misma camiseta", le decía José Antonio Salguero a Enrique Murillo constatando el reconocimiento a todas las secciones deportivas con las que ha contado el Real Madrid a lo largo de su Historia. El propio homenajeado acudió a la comida portando sus antiguos carnets de jugador madridista y compartió muchas anécdotas de aquella etapa del Club blanco. Murillo contaba con una sonrisa cómo en ocasiones los jugadores del equipo de fútbol acudían a realizar lanzamientos a la bolera con la que contaba la antigua Ciudad Deportiva. Los cántabros como Paco Gento, Marquitos, Miera y compañía eran los que tomaban la iniciativa. Lo hacían después de los entrenamientos, por lo que acudían con las botas de tacos de fútbol, algo que alteraba un poco a los jugadores de la Sección de Bolos porque podía dañar la superficie de lanzamiento.

Al término de la comida también se realizaron intercambios y obsequios entre los presentes. En nombre del Real Madrid nuestro ex jugador José Antonio Salguero entregó una camiseta oficial a la Peña Madridista Alfoz y Tomás Noriega también ofreció una camiseta de su peña al Club. Antonio Carrasco también entregó un bonito cartel de su peña de Fuengirola firmado y dedicado en el que aparece, cómo no, la imagen de Juan Gómez 'Juanito', figura relevante de la localidad malagueña. 

El acto de ayer viernes se ha prolongado hoy sábado 30 de marzo con la disputa de la primera edición del Trofeo de Bolos Paco Gento. Un fin de semana muy especial cargado de madridismo, deporte y, sobre todo, muy buen ambiente por parte de todos los presentes. Desde 'Historias del Real Madrid' quiero hacer público mi más sincero agradecimiento a Tomás Noriega por su invitación y por permitirme acompañarles en una jornada tan especial para los componentes de su peña.

miércoles, 27 de marzo de 2019

HUMMEL 1993-94

Recordando la camiseta del Real Madrid de hace 25 años

La temporada 1993-94 fue la última campaña en la que la firma danesa Hummel vistió a los equipos del Real Madrid. Desde la temporada 1986-87 y a lo largo de ocho ejercicios fueron seis los modelos de camiseta que lució el equipo blanco. Ya realicé en su día aquí en 'Historias del Real Madrid' un artículo en el que analicé las distintas elásticas que vistió el equipo durante la etapa en la que Hummel fue proveedor oficial del Real Madrid. Hace ahora 25 años, por lo tanto, el conjunto madridista jugaba con una camiseta que en la actualidad, curiosamente, se confunde mucho con la de la anterior campaña a pesar de que, a simple vista, son muy diferentes...

La camiseta de la temporada 1993-94 era una evolución de la de la temporada 1992-93, con la que se suele confundir. Fueron las camisetas más polémicas de aquella etapa con Hummel porque, por unas razones u otras, no terminaron de convencer a todos los aficionados. Durante la pretemporada del verano de 1993 el Real Madrid siguió utilizando la camiseta de la temporada 1992-93. Esa es la principal razón de que hayan llegado a nuestros días fotografías de futbolistas como Alkorta o Dubovsky ataviados con la equipación de la temporada 1992-93. De hecho, eran las camisetas con las que fueron presentados como nuevos jugadores madridistas. La nueva camiseta no se estrenaría hasta el inminente inicio oficial de la temporada 1993-94. 

En septiembre de 1993, en su ejemplar número 49, la revista oficial Real Madrid dedicaba una página completa a la presentación de la nueva camiseta. "El Real Madrid estrena esta temporada una nueva indumentaria. Hummel Spain ha diseñado una equipación mucho más personal, exclusiva para el Real Madrid. Se ha vuelto al color morado, en detrimento del azul tanto en la segunda equipación como en los adornos de la camiseta blanca, tomando como patrón el que aparece en el fondo de nuestro escudo. El tejido ha sido expresamente confeccionado en Inglaterra. El cambio de equipación también incluye ropa de entrenamiento y de paseo. El Madrid está de plena moda, tanto dentro como fuera del campo", explicaba, textualmente, la publicación del club sobre una fotografía de la nueva camiseta y el pantalón y un par de bocetos informáticos realizados por ordenador en el que se nos presentaba el nuevo chándal del equipo y las equipaciones de jugador en sus dos versiones, blanca como primera y morada como segunda.

"El Madrid tiene una imagen fenomenal, impresionante", señalaba Fernando Barriopedro, director general de Hummel, que posaba en otra fotografía con la elástica. La revista incidía en la recuperación del color morado como una vuelta a los colores tradicionales y preguntaba si se trataba también de una innovación estética. "El morado es el color de Castilla, un color íntimamente ligado a la tradición del Real Madrid. Pero también, en efecto, es un color en línea de moda, más innovador que los clásicos blancos, negros o azules", respondía Barriopedro. El dirigente de Hummel argumentaba que en el fútbol cada vez se le daba más importancia a la moda y explicaba que la opinión de los jugadores también era valorado a la hora de diseñar las prendas. "Por supuesto, nosotros les hacemos una propuesta y ellos nos reflejan sus puntos de vista, aceptamos sus sugerencias. Los jugadores y la dirección del Club pueden opinar, tanto del color como de la forma", señalaba.

En aquella pequeña entrevista a una columna de la página 49 de la revista, Fernando Barriopedro hacía balance de la colaboración entre Hummel Spain y el Real Madrid. un balance "muy satisfactorio", por cierto. "Hemos tenido una extraordinaria acogida por parte del Real Madrid, que ha visto nuestra buena voluntad para hacer las cosas de la mejor manera posible. Estamos recibiendo mucha ayuda del Club, su personal colabora con nosotros y nos han puesto todos los recursos que tenían a su alcance con el fin de ayudarnos", señalaba el dirigente. Desde la revista se le preguntaba también qué balance se hacía en cuanto a lo comercial. "Excelente. El Real Madrid tiene una imagen fenomenal, impresionante. Su carisma y fuerza es impresionante. La respuesta de la gente es sensacional en todo lo que representa la equipación del Real Madrid y sus réplicas. La verdad es que estamos desbordados", contestaba el Sr. Barriopedro.

Camiseta al detalle

El cuello marinero de la prenda del año anterior había generado algunas críticas, pero el de la temporada 1993-94 no le quedó a la zaga. Insisto en que eran muy diferentes. Seguramente era la principal seña de identidad de aquella camiseta, aquel llamativo cuello de solapa en forma de pico. Como acabamos de leer, el color morado era otra de las novedades y el cuello, elaborado con un material más duro que el poliéster, era completamente morado pero decorado con unos pequeños 'chevrones', aquellos picos en forma de 'V' que utilizaba la marca a modo de decoración. En total eran seis, cuatro de ellos visibles en la parte delantera, como podemos apreciar en la fotografía adjunta, y otros dos en la parte posterior. El cuello, quizás demasiado ajustado, utilizaba un botón a presión o de cierre automático. Muchas veces, los jugadores durante los partidos lo llevaban suelto y sin abotonar. 

La tela de la camiseta estaba elaborada con poliéster 100% y estaba estampada toda ella con el nombre del Club, "Real Madrid". Este detalle sólo se puede apreciar con la camiseta en la mano. En las fotografías es practicamente imposible percatarse de ese detalle. En anteriores temporadas lo normal era que el estampado de la camiseta llevara el nombre de la empresa, "Hummel". Era otra de las grandes primicias de esa elástica y un detalle de exclusividad con el Club, pues quedaba patente de esta forma que se trataba de una prenda fabricada única y expresamente para el Real Madrid.

Y había una gran novedad. Por primera vez Hummel bordaba directamente en la prenda el escudo del Club. Desaparecía así el parche plástico directamente adherido que se utilizó en la temporada 1988-89 y en la anterior campaña, 1992-93. En las temporadas 1986-87, 1987-88, 1989-90, 1990-91 y 1991-92 se habían utilizado escudos bordados, pero estaban fabricados al margen de la prenda y después se cosían a la camiseta. Entiéndase la diferencia, en la temporada 1993-94 no se trata de un escubo bordado cosido a la tela. No. El escudo estaba bordado directamente en la tela de la camiseta, otro detalle que denota que estamos hablando de una camiseta exclusiva y elaborada expresamente para el Real Madrid. Tiene su importancia, además, puesto que a la mayoría de aficionados siempre le han gustado más los escudos bordados que los parches o sucedáneos. Además de lucir más bonitos suelen ser muchísimo más resistentes a los lavados.

En las mangas, sin embargo, la camiseta seguía siendo similar a la de los modelos de los años noventa. Al igual que en las tres campañas anteriores sólo se lucían un par de chevrones en forma de pico en cada lado. La manga estaba rematada con un ribete o adorno elaborado con el mismo material con el que estaba hecho el cuello. 

La segunda equipación era idéntica a la primera pero con los colores invertidos, es decir, la camiseta era morada y eran los detalles y ribetes los que aparecían en color blanco. Tengo que decir que, en mi humilde opinión, la camiseta morada era muchísimo más bonita que la blanca de la primera equipación. El morado de la tela era presioso, muy vistoso. Y hay que verlo en vivo, con la camiseta en mano, para percatarse de lo bonita que era aquella segunda equipación. De verdad, las fotografías no le hacen justicia a esa camiseta. En periódicos y revistas de la época parecía que tenía un tono azulado, nada que ver con el aspecto de la camiseta en vivo. Insisto, si alguien tiene la ocasión de hacerse con una segunda equipación de la temporada 1993-94 que lo compruebe. Parece una camiseta diferente a la que veíamos en las fotos. Han quedado muy pocas imágenes en las que se aprecie de verdad la intensidad que tenía aquel color morado, algo radicalmente diferente al azul que veníamos vistiendo desde la llegada de Hummel en 1986. Por cierto, se llegó a comentar, juro que no es broma, que el azul quedó desterrado "por gafe" y que por ese motivo se cambió al morado. Y es que en 1993 veníamos de perder dos Ligas en Tenerife jugando con la camiseta de color azul. En Eindhoven, en 1988, también caímos de la Copa de Europa con la camiseta azul. Y el día del 5-0 del Milán... ¿Casualidad? ¿Leyenda urbana?

En el pecho la camiseta de la temporada 1993-94 seguía luciendo el sponsor del año anterior, la firma de mobiliario de cocina Teka. En este apartado quiero incidir en un aspecto del que ya escribí en su momento y sobre el que me preguntan muchísimo. Las camisetas que Hummel vendía al gran público en tiendas de deporte y grandes almacenes eran de color blanco pero sin la publicidad de Teka. De hecho, la primera camiseta del Real Madrid que yo compré y que todavía conservo en perfecto estado es la de la temporada 1993-94 y no lleva publicidad. Eso no quiere decir que no se vendieran camisetas con el sponsor oficial. En el Santiago Bernabéu, en los puestos de venta adyacentes y en algunas tiendas concretas podían comprarse ejemplares de la camiseta con la publicidad de Teka. Sin embargo, en el resto de tiendas y comercios lo normal era adquirirla en color blanco inmaculado sin publicidad. Ese es el motivo por el que la gran mayoría de camisetas de aquel modelo que han llegado a nuestros días no llevan publicidad, algo muy común con las prendas madridistas de la etapa de Hummel. La publicidad era cosa del Club, un contrato entre el Real Madrid y, en este caso, la firma cántabra Teka. Hummel estaba al margen y por lo tanto las camisetas que vendía no llevaban publicidad.

La camiseta se vendía perfectamente empaquetada en una bolsa transparente estampada con el nombre de la firma Hummel. El precio era de 6.800 pesetas, un auténtico dineral de la época. Sobre todo si tenías que comprarla ahorrando de la paga semanal. No se me olvidará en la vida... 

Puesta en escena

La nueva camiseta se estrenó el 1 de septiembre de 1993 en el marco del XV Trofeo Bernabéu. El Real Madrid se enfrentó al Inter de Milán en un encuentro amistoso que el equipo de Benito Floro llegó a ir ganando 2-0 con goles de Butragueño y Sanchís pero que concluyó 2-2 al marcar los italianos por mediación de Schillaci y Pancev. El segundo gol, el del empate, llegó en el minuto 84. El triunfo final fue para los italianos después de una interminable tanda de lanzamientos en la que fueron necesarios 22 disparos. Hasta los guardametas, Buyo y Zenga, tuvieron que lanzar y marcaron gol. En la tercera tanda de cinco disparos Hierro falló y el Trofeo Bernabéu fue para el Inter. No comenzaba con buen pie la nueva camiseta...

No es una camiseta que haya dejado el mejor de los recuerdos. Y eso que se trataba de una prenda exclusiva diseñada específicamente para el Real Madrid. No se trataba de un modelo estándar que podían utilizar varios clubes al mismo tiempo. Por ejemplo, a comienzos de los noventa las camisetas de Real Madrid y Tottenham eran casi idénticas salvo ligeros detalles. Hummel equipaba a los dos clubes. Pero la camiseta de la temporada 1993-94 era específica para el conjunto madridista. Como acabo de señalar, la tela estaba serigrafiada con el nombre del Club y el escudo, por primera vez, estaba directamente bordado en la prenda. ¿Qué pasó entonces? Pues al margen de que la temporada en cuanto a resultados no fue muy buena, y eso siempre influye de manera negativa, lo que sucedió con aquella camiseta es que parecía demasiado sobrecargada. Era una camiseta un tanto 'barroca', si se me permite la expresión. Sobre todo en lo que respecta al cuello, demasiado ajustado, demasiado grande, demasiado llamativo... En cierto modo era una camiseta tan moderna que no parecía una camiseta de fútbol. Hummel apostó aquel año por un modelo un tanto revolucionario para lo que estábamos acostumbrados a ver en los campos y a la gente no le entró por el ojo aquella elástica...

Es evidente que no fue el mejor modelo de Hummel, para mí a muchísima distancia de las camisetas que vistió el equipo entre las temporadas 1986-87 y 1989-90. Esas sí que eran preciosas. Para mí, lo he apuntado muchas veces, las camisetas más bonitas que ha vestido el Real Madrid, con su publicidad de Parmalat y Reny Picot. En mi caso dejaron tanta huella que un cuarto de siglo después yo sigo vistiendo ropa deportiva de Hummel. Y todo viene de haber crecido viendo a mi equipo de fútbol con aquellas camisetas tan chulas. 

Reconozco que el modelo de la temporada 1993-94 no era la mejor camiseta que hemos tenido, pero quiero insistir en que se trataba de una prenda más bonita de lo que aparentaba en las fotografías y en las imágenes de televisión. Una camiseta que ganaba mucho en vivo. Y ojo con la segunda equipación, la morada, porque era realmente bonita. La última vez que vimos estas equipaciones Hummel del Real Madrid fue durante las presentaciones como jugadores del equipo blanco de Fernando Redondo y Michael Laudrup. De hecho, en las primeras fotografías del danés como futbolista merengue en el Santiago Bernabéu aparece vistiendo la camiseta de la temporada 1993-94. Se van a cumplir 25 años de todo aquello...

martes, 26 de marzo de 2019

LOS TRIUNFOS DE LA TEMPORADA 1993-94

Victoria frente al Valencia y primer gol de Dubovsky en Liga

'Historias del Real Madrid' no deja de ser un blog en el que vuelco muchísimos recuerdos personales. Hay partidos que se le quedan a uno marcados en la memoria por las razones más variopintas que sean. No siempre deportivas, además. El duelo que hoy voy a recordar no se me olvidará jamás porque me encontraba de viaje de estudios. Fue el sábado 26 de marzo de 1994 y no lo olvidaré nunca porque sufrí muchísimo pero el partido terminó bien. También lo recuerdo porque ese día me compré mi primera camiseta del Real Madrid. Una de verdad, la Hummel de aquella temporada, no las clásicas camisetas de imitación que se vendían en mercadillo y tiendas de souvenirs como pude comprobar precisamente durante aquel inolvidable viaje con los compañeros de clase...

El partido en cuestión era un encuentro de Liga. Trigésima jornada del Campeonato Nacional. Ya lo he contado unas cuantas veces, la temporada 1993-94 no estaba marchando bien. El equipo era tercero, a un punto del Barcelona, segundo, y a tres del Deportivo, líder. Visitaba el Santiago Bernabéu el Valencia, equipo al que tampoco le estaban saliendo muy bien las cosas. Eran novenos y habían protagonizado un curioso baile de banquillos aquella campaña. Empezaron con Guus Hiddink y al holandés le sustituyeron, atención, Paco Real, Héctor Núñez y José Manuel Rial. Cuatro entrenadores en 29 jornadas. Y lo más chocante era que en la jornada 30, en el partido con el Real Madrid, regresaba al banquillo de nuevo... ¡Guus Hiddink! Tanto cambio de entrenador era señal inequívoca de que el conjunto "ché" no estaba en su mejor momento. Sin embargo, el Valencia llegó a jugar realmente bien a principios de los noventa, sobre todo, precisamente, con Hiddink de entrenador. Y siempre contaba con buenos futbolistas. Menos mal que aquel sábado no jugaría uno de sus fichajes de aquella temporada que estaba rindiendo realmente bien, un tal Pedja Mijatovic... De todas formas, jugara quien jugara, tenía motivos para no estar tranquilo. El equipo encajaba muchos goles y ya habíamos tropezado demasiadas veces esa campaña.

Pues sí, tenía motivos para no estar tranquilo. El partido se emitió en directo por televisión pero en el apartamento en el que estaba hospedado con mis tres compañeros de habitación de hotel no había televisor y me tocó tirar de la radio. Y casi nada más empezar... Gol del Valencia. Gol de Gaizka Mendieta, segundo gol en Liga que marcaba aquel joven jugador que yo recordaba por ser uno de los 'colocas' de la colección de cromos de Este del año anterior y que, con el tiempo, se convertiría en uno de los futbolistas más emblemáticos del conjunto valenciano.

Prosinecki seguía viviendo sus mejores momentos como madridista, tal y como recordaba hace unos días con motivo del aniversario del estreno de Vicente Del Bosque como entrenador. Desde que el técnico salmantino cogió al equipo, tres jornadas de Liga atrás, el jugador croata había pasado a destacar y había marcado tres goles. Durante la retransmisión por la radio Robert seguía siendo protagonista de casi todas las acciones de ataque. Y un pase al área suyo supuso el gol del empate del Real Madrid. Dubovsky, que aquel día jugó de delantero centro con el 9 a la espalda, trató de combinar con Butragueño dentro del área pero el esférico rebotó en un rival y volvió a caer en su poder. Un disparo del eslovaco con la zurda entró ajustado al palo izquierdo. ¡Gol del Real Madrid! ¡Gol de Dubovsky! Qué ilusión me hizo aquel gol... Le cogí un cariño tremendo a aquel jugador, que no tuvo nada de suerte con la camiseta blanca. Era su primera temporada con nosotros y la irregular marcha del equipo le pasó factura pese a que le ponía muchas ganas. Jugó principalmente de centrocampista por la izquierda y en septiembre de 1993, en la Recopa frente al Lugano, había marcado su primer gol como madridista. Su segundo gol, frente al Valencia, era su primera diana en Liga. Qué ilusión me hizo y cómo me alegré por él...

La segunda parte arrancó con un nuevo gol para el Real Madrid. ¡Gol de Prosinecki! Tercera jornada consecutiva marcando y cuarto gol en tres jornadas. Hierro lanzó un fuerte disparo desde fuera del área y Sempere desvió como pudo, quedando el rechace a disposición del croata, que alojó el balón en la red. Era el 2-1 y el Real Madrid remontaba. Pero poco duró la alegría. Unos minutos después el visitante Álvaro protagonizó una espectacular galopada en jugada individual que él mismo culminó con un potente disparo cruzado que superó a Buyo. Empate a dos y jarro de agua fría. Cómo sufrí aquella temporada y cómo sufrí aquel partido... Para mí siempre ha sido lo malo de no poder ver los partidos en directo, que por la radio me pongo muy nervioso. El equipo llegaba arriba pero no terminaba de marcar el tercero y el cronómetro corría. Pasaba el tiempo y encima yo tenía miedo a que un nuevo gol del Valencia nos dejara en la cuneta. Pero en el minuto 86, cuando todo parecía abocado al empate, llegó el gol del triunfo. Jugada de Míchel por la derecha, pase al interior del área y el omnipresente Prosinecki conectó un disparo flojo que tropezó en Mendieta. El balón, suave y de rebote, quedó en poder de Butragueño, que sólo tuvo que empujarlo a la red superando a Sempere. ¡Gol del Real Madrid! Remontada en Liga con gol del Buitre. Y el grito que pegué al celebrar el gol me lo tuvieron que escuchar hasta en el quinto pino... 

Una vez terminado el partido, y con la inmensa alegría del triunfo, decidí estrenar mi nueva camiseta del Real Madrid, comprada aquella misma tarde y aún en la bolsa y con su embalage original de Hummel. Resultó que en aquel momento entró en la habitación mi compañera Laura, también madridista, (qué habrá sido de ella, que hace años que no la he vuelto a ver), y me quitó histérica la camiseta para salir corriendo con ella y hacerse una foto. Hay que tener en cuenta que por aquella época no era tan fácil y habitual ver camisetas oficiales de fútbol como en la actualidad. Así que resultó que fue ella la que estrenó mi camiseta... 

Mi primera camiseta, el primer gol de Dubovsky en Liga, aquel triunfo con emoción en los instantes finales, el cambio de hora de aquella noche... No dejan de ser bonitos recuerdos de aquel sábado 26 de marzo de 1994, tal día como hoy de hace 25 años.

REAL MADRID: Buyo, Velasco, Alkorta, Sanchís, Luis Enrique, Míchel, Hierro, Prosinecki, Martín Vázquez (Zamorano, 66'), Butragueño y Dubovsky (Lasa, 75').

VALENCIA: Sempere, Quique, Camarasa, Belodedici, Serer, Arroyo, Mendieta, Gálvez (Álvaro, 45'), Tomás, Eloy y Aristizabal (Ribera, 86').

GOLES  
0-1 min. 7 Mendieta
1-1 min. 35 Dubovsky
2-1 min. 47 Prosinecki
2-2 min. 55 Álvaro
3-2 min. 86 Butragueño