El decisivo testarazo en Múnich del ariete francés del Real Madrid
El 9 de mayo de 2000 el Real Madrid jugó en Múnich la vuelta de las semifinales de la Champions League. Lo hacía con la ventaja favorable del 2-0 de la ida aunque sabiendo de la dificultad de un choque a disputar en Alemania, donde tradicionalmente se sufría mucho en competiciones europeas. De hecho, no habíamos ganado nunca. Aquel martes tocaría sufrir delante de la pantalla, pero el premio podía ser estupendo... Volver a jugar una Final de Copa de Europa sólo dos años después de haber ganado La Séptima.
Los anfitriones entraron con mucha fuerza de inicio arropados por los seguidores que poblaban las gradas del Olympiastadion. Normal, teniendo en cuenta que tenían que levantar una eliminatoria con dos goles en contra. A poco de empezar el encuentro la defensa blanca sacó un balón bajo palos, gracias a la providencial intervención de Iván Helguera, y a los doce minutos Jancker colocó el 1-0 en el marcador con una espectacular media volea. Estaba claro que tocaría sufrir, pero lo bueno era que un gol del Real Madrid se lo pondría crudo a los germanos precisamente por el valor que suponía no haber encajado gol en el Bernabéu. Raúl estuvo a punto de aprovechar un balón rechazado por Kahn tras fortísimo disparo de falta de Roberto Carlos. Y recién superada la primera media hora el gol madridista llegó. De nuevo volvió a aparecer Anelka, el protagonista del encuentro de ida. De nuevo el francés sería relevante. Una jugada por la izquierda concluyó con un espléndido pase de Savio con su pierna mala, la derecha, y el balón volando al centro del área. Por allí estaba Nicolas, que efectuó un salto portentoso superando a su defensor y se elevó para conectar el esférico y alojarlo en la red. Un testarazo perfecto del francés. La televisión mostró las imágenes de los abrazos en el palco entre el presidente Lorenzo Sanz y sus acompañantes. Y es que aquel gol era importantísimo. No era ya solo el empate 1-1, era lo que significaba psicológicamente para el rival. Ya no había prórroga posible. En el segundo tiempo el Bayern hizo el 2-1 con un balón largo al área que Elber tocó de cabeza superando a Casillas. Los alemanes lo intentarían hasta el final, pero necesitaban dos goles más y el Madrid aguantó bien con aquella defensa de cinco hombres con la que Del Bosque reforzó la retaguardia blanca en la recta final de la campaña. Se perdió el partido, pero el 2-1 suponía la clasificación y los jugadores así lo celebraron tras el pitido del colegiado, Sr. Graham Poll.
El Real Madrid se cargó en cuartos al Manchester United y en semifinales al Bayern, es decir, al Campeón y al subcampeón de la anterior edición de la Champions. El equipo de Vicente Del Bosque estaba dando la talla en Europa. El conjunto blanco se clasificó para estar en París, donde se celebraría la primera Final de la Copa de Europa entre dos equipos del mismo país. Faltaba conocer el rival, que saldría de la otra semifinal entre Barcelona y Valencia. En la ida habían goleado 4-1 los de Héctor Cúper, lo que obligaba a los azulgranas a ganar 3-0 si querían clasificarse para la Final. En la vuelta, que se jugó el 10 de mayo, tal día como hoy de hace 20 años, el Barcelona sólo pudo remontar el gol de Mendieta para ganar 2-1 el partido pero quedar eliminado. El Valencia y el Real Madrid disputarían la Final de la Champions League de la temporada 1999-00 y a ello contribuyó decisivamente Nicolas Anelka con sus dos goles al Bayern. Fue el gran recuerdo que dejó el joven ariete galo en su única campaña como madridista.
BAYERN MÚNICH: Kahn, Andersson, Kuffour, Babbel (Salihamidzic, 60'), Lizarazu, Jeremies (Fink, 59'), Effenberg, Scholl, Paulo Sergio, Elber y Jancker (Santa Cruz, 79').
REAL MADRID: Casillas, Geremi, Julio César, Iván Helguera, Iván Campo, Roberto Carlos, McManaman (Baljic, 90'), Redondo, Savio (Karembeu, 81'), Raúl y Anelka (Sanchís, 89').
GOLES
1-0 min. 12 Jancker
1-1 min. 31 Anelka
2-1 min. 54 Elber
No hay comentarios:
Publicar un comentario