Emilio Butragueño recibía el cariño del público en la noche de su despedida como jugador del Real Madrid
"El Buitre dijo adiós... Y voló", titulaba el Diario As al día siguiente en su portada. En realidad no fue su última aparición con la camiseta del Real Madrid, tres días después posaría con el resto de sus compañeros para recoger el trofeo que acreditaba al equipo como Campeón de Liga de la temporada 1994-95 en la fiesta final de la última jornada celebrada en el Santiago Bernabéu. Pero sí que fue su despedida como futbolista blanco. Su gran noche. El jueves 15 de junio de 1995, tal día como hoy de hace 25 años, Emilio Butragueño recibía el homenaje del público del Santiago Bernabéu y se cerraba una etapa muy especial de la Historia del Real Madrid.
Tuvimos tiempo para intentar asimilarlo. Emilio Butragueño jugó muy poquito aquella temporada 1994-95. El nuevo Real Madrid de Jorge Valdano necesitaba caras nuevas y el Buitre quedó relegado al banquillo y a la grada. Sólo participó en 12 encuentros siendo titular en 3 y jugando completo nada más que uno. Marcó un gol frente al Racing de Santander el 9 de octubre de 1994, el que sería su último gol oficial con la camiseta blanca, y jugó su último partido el 22 de enero de 1995 sustituyendo a Laudrup en el último cuarto de hora del triunfo 4-0 frente al Celta de Vigo. No le volvimos a ver más. La juventud pedía paso aunque, curiosamente, no fue Alfonso su sucesor sino Raúl, la nueva estrella que había debutado a lo grande esa misma campaña procedente de la cantera. Emilio terminaba contrato el 30 de junio y era obvio que no seguiría en el Madrid. Aun así, la confirmación de su marcha fue un shock para una afición que le apreciaba mucho. Fue el jueves 18 de mayo de 1995 en una rueda de prensa que congregó a numerosos periodistas para escuchar las palabras del Buitre. "Mi adiós al Madrid es lo más conveniente. Hace tres semanas que se lo comuniqué al presidente", señaló en una comparecencia en la que también estaba el propio Ramón Mendoza. El jugador avanzaba que seguiría jugando al fútbol fuera de España. No se sabía en qué equipo y aunque todos los medios deslizaron en su momento que el futuro inmediato de Butragueño estaba en Japón, destino habitual de los jugadores veteranos allá por los noventa, terminó siendo el Atlético Celaya de México su último club como futbolista. Lo que sí se conoció era el nombre del rival elegido para el partido homenaje que se jugaría el 15 de junio, la AS Roma. Ese día disputaría Butragueño su último partido como jugador madridista puesto que, como el propio Emilio confirmó, le había pedido a Valdano que no le alineara en la última jornada contra el Betis.
De cara al homenaje el Real Madrid se 'reforzó' con dos fichajes puntuales para la ocasión: Rafa Gordillo y Hugo Sánchez volvían a enfundarse la camiseta blanca para acompañar al Buitre de tal forma que la alineación madridista en el Homenaje traería buenos recuerdos de aquel Madrid de los ochenta. Buyo, Chendo, Hierro, Sanchís, Gordillo, Martín Vázquez, Hugo Sánchez, Butragueño... Pena que Míchel no estuviese ya recuperado de su lesión para haber tenido al grueso de la Quinta del Buitre al completo. Redondo, Laudrup y Luis Enrique completaron el once del conjunto que dirigía Jorge Valdano.
El partido fue una fiesta en la que, lógicamente, Emilio Butragueño fue el gran protagonista. Su padre realizó el saque de honor y el Buitre fue el único jugador que estuvo sobre el campo los noventa minutos. Además, participó en todos los goles. Le dio el pase a Luis Enrique para que el asturiano anotara el 1-0 a los veinte minutos. El 2-0 llegó con un centro al área del Buitre que Hugo Sánchez envió a las mallas con la consiguiente voltereta en lo que fue todo un guiño a la dupla de ataque del Madrid del segundo lustro de los ochenta. En el segundo tiempo Rafa Alkorta hizo el tercero tras incorporarse al ataque y hacer una pared con Emilio. Faltaba el gol del gran protagonista y la oportunidad llegaría casi en el último minuto con un lanzamiento de penalti. El Buitre ejecutó desde los once metros ajustando al palo derecho y el portero Lorieri se tiró del lado correcto adivinando la dirección del disparo, por lo que estuvo a punto de repeler el balón en lo que hubiera sido una auténtica p... Afortunadamente no lo consiguió y el esférico acabó en la red. Era el 4-0 y el último gol de Butragueño como futbolista del Real Madrid. El broche perfecto para su homenaje. Todos sus compañeros corrieron a celebrarlo con él. Amavisca y Dubovsky le subieron a hombros junto a la grande ofreciendo como estampa una de las muchas grandes imágenes que nos dejó la noche.
A la conclusión del partido los focos del Santiago Bernabéu se apagaron. Luces y láser como en las fiestas de celebración de un título. Dos fotografías de Butragueño fueron proyectadas sobre el césped mientras un haz de luz iluminaba al jugador, que recibía el calor de todo el público. Emilio realizó una vuelta al campo entre los aplausos y ovaciones de los espectadores. Para acabar, sus propios compañeros de equipo le mantearon por los aires de tal manera que el Buitre, efectivamente, "voló", como titularon al día siguiente los diarios deportivos. "El madridismo se emocionó en el adiós al Buitre. El Bernabéu despidió a su último mito en una noche para el recuerdo", señalaba el periódico Marca en primera página.
Todo salió perfecto. El Homenaje estuvo a la altura y sus imágenes se incluyeron en el documental 'Butragueño, La Leyenda' que se comercializó aquel mismo verano de 1995 en kioscos y grandes almacenes.
Fue todo una mezcla de alegría y de tristeza. Butragueño se marchaba por la puerta grande, con el cariño y el calor del público, con un homenaje que resultó ser espectacular, con un título de Liga bajo el brazo... Pero al mismo tiempo era el final de una época. Era un ídolo para toda una generación de aficionados. Los más críos habíamos crecido viendo siempre a Butragueño en el Real Madrid. En mi caso, mis primeros recuerdos sobre el fútbol arrancaban en la temporada 1983-84, la de su debut con el primer equipo. Es decir, el Buitre siempre había estado ahí. Se iba a hacer muy raro no tenerle en el equipo. Pero era ley de vida. Recuerdo que estaba en plena época de exámenes pero aquel jueves por la noche dejé los libros a un lado durante un par de horas para ver el partido por televisión y grabarlo en vídeo. Era un momento histórico y sentimental en la Historia del Club. Emilio Butragueño abandonaba el Real Madrid y entraba en la Leyenda.
REAL MADRID: Buyo (Cañizares, 45'), Chendo (Quique, 45'),
Gordillo (Lasa, 37'), F. Hierro
(Nando, 45'), Sanchis (Alkorta, 45'),
Redondo (Milla, 45'), Luis Enrique (Alfonso, 45'), M. Vázquez (Dubovsky, 45'), Hugo Sánchez [(Raúl, 37',
Amavisca, 66')], Laudrup (Sandro 45') y
Butragueño.
AS ROMA: Lorieri, Aldair (Cappioli, 33'), Lanna (Annoni, 82'), Statuto (Benedetti, 66'), Petruzzi (Colonnese, 75'),
Carboni (Borsa, 85'), Moriero,
Piacentini, Giannini, Totti y Fonseca.
GOLES
1-0 min. 20 Luis Enrique
2-0 min. 29 Hugo Sánchez
3-0 min. 77 Alkorta
4-0 min. 89 Butragueño (penalti)
Fue un bonito homenaje, lo recuerdo perfectamente. Si la memoria no me falla creo que Hugo y Gordillo volvierón a jugar en el homenaje a Juanito. Como curiosidad imagenes de este partido y la retirada de Butragueño formaban parte de la trama de la pelicula "Y decirte alguna estupidez, por ejemplo te quiero"
ResponderEliminarEl homenaje a Juanito se celebró aquella misma temporada 1994-95, pero unos meses antes que el de Butragueño, el 4 de octubre de 1994. En el de Juanito estuvo también presente, efectivamente, Rafael Gordillo. Pero Hugo Sánchez no. Hugo jugó el de Butragueño y el suyo propio el 29 de mayo de 1997.
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