viernes, 13 de noviembre de 2020

JUAN MONJARDÍN

Futbolista del Real Madrid entre 1919 y 1929 

El lunes 13 de noviembre de 1950, tal día como hoy de hace 70 años, fallecía en accidente de circulación Juan Monjardín Callejón, ex futbolista del Real Madrid e Internacional con la Selección española. Aunque quizás no suene mucho a las nuevas generaciones, Monjardín fue uno de esos futbolistas de culto para los aficionados a la Historia del Real Madrid y recibió la Medalla al Mérito Deportivo de la Delegación Nacional de Deportes por su trayectoria deportiva. En las primeras páginas del libro 'Historia Gráfica del Real Madrid' editado por el Diario As en el año 1997 aparece una lámina con los primeros astros que destacaron jugando en el Club. Alrededor de una imagen de la famosa estatua de Sotero Aranguren y Alberto Machimbarrena aparecen, por este orden, Juan Monjardín, Félix Quesada, René Petit y Santiago Bernabéu. "Héroes de aquella época", como señala el texto en la casilla correspondiente a la imagen. Y es que Monjardín jugó en los años veinte. Hay que olvidarse de buscar vídeos para verle en acción porque no creo que exista mucho material cinematográfico para poder hacernos una idea de cómo jugaba al fútbol. Sólo queda tirar de libros y confiar en las crónicas de la época.

Juan Monjardín Callejón nació el 24 de abril de 1903 en La Coruña. En la obra de ABC 'Historia Viva del Real Madrid' se le describe, de forma resumida, así: "Delantero centro. Uno de los símbolos del club. Ingresó en el Madrid de la temporada 1917, en juveniles, para subir al primer equipo en 1919. Era un todo terreno, valiente, con un impresionante fuelle. Abandonó el club el año 1928". Como después veremos, el propio Santiago Bernabéu recordaba cómo antes de llegar a vestir la camiseta blanca Monjardín ya era un entusiasta seguidor del conjunto blanco. En la enciclopedia 'Cien Años del Real Madrid', editada por el Diario As, dedican dos páginas al jugador señalando que sus comienzos como futbolista se remontaban a su paso por el Colegio del Pilar. Describían lo mejor y lo peor de su estilo de juego. "Sus remates de cabeza eran temidos por los guardametas rivales. Temible cuando Bernabéu le lanzaba pases rasos entre las defensas, ante los cuales nunca se amilanaba, o cuando Muñagorri o Del Campo centraban suavemente buscando su cabeza", señala la obra en cuanto a sus virtudes. Sobre sus defectos se lee lo siguiente: "No era un dechado de técnica cuando el cuero caía a sus pies entre sus piernas zambas. Tosco y atropellado en sus evoluciones lo suyo siempre fue resolver dentro del área y empujar al equipo hacía arriba con su contundencia y su animosidad inacabable". Con las descripciones de la obra de As podemos imaginarnos cómo se desenvolvía Monjardín sobre los terrenos de juego. Se trataba de un delantero centro rematador al estilo clásico de un fútbol todavía no estaba muy desarrollado, un ariete muy físico con buen remate y mucha capacidad de sacrificio. En cierto modo, se puede decir que aglutinaba muchas de las virtudes que siempre han gustado al público del Real Madrid.

Con sus virtudes y defectos Monjardín se convirtió en un habitual del Real Madrid de la década de los veinte. Debutó en enero de 1919 en el Campeonato Regional y se estrenó como goleador en el Campeonato de Copa de la temporada 1919-20. A medida que adelantó su posición en el campo para acercarse más a posiciones ofensivas fue incrementándose su importancia en el equipo y llegó a compartir delantera con Santiago Bernabéu. Se convirtió en uno de los ídolos del madridismo de la época por su implicación y su efectividad en el campo. Participó activamente en la consecución de 6 Campeonatos Regionales, los correspondientes a las temporadas 1919-20, 1921-22, 1922-23, 1923-24, 1925-26 y 1926-27.

Sus actuaciones con el Real Madrid le abrieron las puertas de la Internacionalidad con el añadido además de ser precisamente el primer futbolista del Club blanco en lograr enfundarse la camisola de la Selección. Debutó con España el 17 de diciembre de 1922 en Lisboa en un choque que concluyó con remontada 1-2 frente a Portugal. El segundo gol lo anotó, precisamente, Monjardín. Era el noveno partido del combinado nacional, que apenas llevaba dos años de existencia y había iniciado su andadura en los Juegos Olímpicos de 1920. El delantero volvió a jugar con España el 28 de enero de 1923 en el triunfo por 3-0 ante Francia y dos de los goles llevaron su firma. Unos pocos días más tarde, el 4 de febrero de 1923, Juan fue alineado con el equipo que perdió 1-0 con Bélgica en partido amistoso disputado en Amberes. Un año más tarde fue convocado con la Selección para la disputa de los Juegos Olímpicos de París de 1924. El 25 de mayo el equipo de Italia venció 1-0 a España en partido de la fase preliminar. Aquella derrota en el Estadio Colombes supuso el punto y final de su etapa como Internacional. En total fueron 4 partidos, 2 triunfos y 2 derrotas, en los que marcó 3 goles.

La campaña 1926-27 fue su último ejercicio como jugador en activo aunque tuvo un anecdótico y efímero regreso en la temporada 1928-29. Monjardín respondió a una llamada circunstancial del Madrid para disputar un encuentro de Liga frente al Español el 2 de junio de 1929. Fue el único partido de Monjardín en el Campeonato Nacional de Liga. El Real Madrid alineó a Cabo, Urquizu, Quesada, Peña, Esparza, Pachuco Prats, Del Campo, Rubio, Monjardín, Triana y Lazcano. Rubio y Triana fueron los autores de los tantos de aquel 2-0 con el que, ya sí, Monjardín se despedía de manera definitiva de los terrenos de juego.

En resumen, Juan Monjardín disputó un total de  74 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid en los que anotó 55 goles.

Juan Monjardín se retiró muy joven. No disfrutó de las mieles del profesionalismo y dejó el fútbol con 26 años. Realizó estudios de Ingeniería y trabajó como agente de bolsa. Su relación con el Presidente Santiago Bernabéu fue estrecha y muy especial. El domingo 31 de octubre de 1943 se convirtió en el primer ex jugador del Real Madrid que recibía un partido homenaje. Fue en un encuentro que enfrentó al Madrid con el Barcelona bajo el arbitraje de Pedro Escartín, como podemos apreciar en la portada del Suplemento Gráfico Marca en el que se informaba del choque. "El Madrid y el Barcelona empatan en el partido homenaje a Monjardín", titulaba la publicación sobre aquel 1-1 con el que finalizó el choque. El Madrid formó en este encuentro disputado bajo la lluvia con Bañón, Arzanegui, Corona, Elías, Ipiña, Huete, Alsúa, Alonso, Pruden, Barinaga y Cantero. Anotó el tanto de los blancos Alonso y según la extensa crónica del periódico Mundo Deportivo los destacados por el cuadro madridista fueron Bañón y Huete. Siete años más tarde la carretera truncó su vida. Murió en un accidente registrado en las proximidades de Villatobas, provincia de Toledo, cuando regresaba de una cacería. El vehículo en el que viajaba junto a tres acompañantes chocó violentamente con un camión que se encontraba detenido en la carretera por problemas en el motor. En el siniestro murieron todos los ocupantes del coche. Monjardín tenía 47 años en el momento de su fallecimiento.

En la portada del número 4 del Boletín Real Madrid, el propio Santiago Bernabéu escribe el texto en el que se glosa su figura a modo de recuerdo tras el fatídico suceso. "In Memorian. Juan Monjardín", titula la publicación madridista. "Vigorosa personalidad, entusiasmo sin límites. Nadie como Juanito representa en nuestro Club el fanatismo por nuestro color blanco. Ya de pequeñito, capitaneando un grupo de su edad, se situaba junto a la portería del Duque de Sestao. Y desde allí remataba, anticipadamente, los avances de los que éramos delanteros del Madrid, con algarabía terrible. Era para nosotros un alivio llegar con el balón cerca del grupo formado por los Muñagorri, 'Peloto' e Isidro Sáenz de Heredia, 'El Bañero', Pastor, Escobal y tantos entusiastas chiquillos, capitaneados por Juanito, el que más gritaba y gesticulaba. Con muy pocos años salió a vérselas con jugadores de fama, pero pronto supo hacerse un círculo alrededor. A contrarios y a compañeros nos traía en jaque. ¡Pobre del que se achicase; por el Madrid había que jugárselo todo! Fue, sin duda, el más fenomenal jugador de cabeza que haya habido en España. Fuerte chutador con el pie derecho, valentía arrolladora, sentido perfecto de colocación. ¡El pequeño jefe de un grupo de chiquillos madridistas terminó en el centro delantero español de más empuje que ha existido! ¡Qué pérdida para todos, Dios mío! La historia del equipo del Madrid es la de Monjardín. Ha habido grandes jugadores, pero nadie ha jugado con tanto corazón ni ha sentido a su club como él. Todos hemos tenido, todos, hemos sido capaces de tener un momento de debilidad. Él, jamás. Todos le llevaremos siempre en nuestro corazón, y el Real Madrid le tendrá como el mejor de los mejores. Descanse en paz. Santiago Bernabéu".

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