martes, 26 de junio de 2018

LA COPA DE LA TEMPORADA 1992-93

Tal día como hoy de hace un cuarto de siglo el Real Madrid ganaba la Copa del Rey en Valencia

Sólo habían pasado seis días desde el disgusto de la segunda Liga consecutiva que se había perdido en Tenerife pero el Real Madrid no había terminado la temporada. Le quedaba una última bala. La Final de la Copa del Rey para la que se había clasificado de manera brillante eliminando a domicilio al Barcelona. El equipo tenía que levantarse del duro golpe para tratar de adjudicarse el único título que quedaba en juego de aquella temporada 1992-93. Un año antes el Real Madrid también había jugado la Final de Copa tras perder la Liga en Tenerife y el equipo de Leo Beenhakker hincó la rodilla completando un desastroso cierre de campaña 1991-92. Se perdió todo.

Sin embargo, tal y como señalaba el otro día al recordar el capítulo del segundo tropiezo en Tenerife, las sensaciones del final de la temporada 1992-93 eran diferentes a las de un año antes. Al contrario que en el ejercicio anterior el Real Madrid había ido de menos a más y el trabajo de Benito Floro había empezado a dar sus frutos. La tendencia era buena. Sí, es cierto, se había perdido la Liga en el último partido. Pero aquella derrota se había producido en unas circunstancias muy concretas que ya detallé el otro día. Pero hubo opciones hasta el final y se llegó desplegando un buen juego, ganando partidos y rodeados de un ambiente de bastante optimismo. La prueba del buen momento que atravesaba el equipo había sido, precisamente, la semifinal que había jugado el Madrid para meterse en la Final de Copa. En aquellos momentos el Barcelona de Cruyff atravesaba su mejor época hasta la fecha y el Real Madrid de Floro fue capaz de eliminarlo ganando además en el Nou Camp pese a jugar con diez desde la primera media hora.

La Final de Copa del Rey suponía la posibilidad de cerrar la campaña con un título. De no ganar se cerraría la temporada en blanco por segundo año consecutivo y habiendo ganado sólo una Supercopa de España en tres años. Desde luego, no corrían buenos tiempos para el Real Madrid. Pero con mucho esfuerzo y frente a muchas críticas y muchas adversidades Benito Floro había conseguido levantar al equipo, lo cual tenía mucho mérito. Ahora tocaba refrendar que se marchaba por el buen camino ganando la Copa, lo cual no sería nada fácil. El otro finalista era el Real Zaragoza, equipo que contaba con buenos jugadores, varios de ellos ex madridistas, y que por aquellos años noventa era habitual en la lucha por clasificarse para la Copa del UEFA. En la temporada 1992-93 terminó noveno en Liga, pero los de Víctor Fernández se clasificaron para la Final de Copa tras eliminar a Sporting de Gijón, Oviedo y Valencia. Nosotros habíamos dejado en la cuneta a Mallorca, Real Sociedad y Barcelona. 

La Final 

El partido se jugó en el estadio Luis Casanova de Valencia, actual Mestalla, el sábado 26 de junio de 1993. Es decir, tal día como hoy de hace 25 años. El Real Madrid llegó a la cita con algunos problemas... Martín Vázquez estaba lesionado. Luis Enrique y Rocha sancionados. Y Zamorano se encontraba ausente al haber sido convocado por su selección para la disputa de la Copa América. Se trataba de cuatro de los teóricos titulares, así que Benito Floro alineó un once de circunstancias. Curiosamente sin extranjeros. Las principales novedades fueron la presencia de Villarroya en la banda izquierda y Alfonso en la delantera acompañando a Butragueño. El equipo estaba compuesto por Buyo, Chendo, Nando, Sanchís, Lasa, Míchel, Milla, Hierro, Villarroya, Butragueño y Alfonso.

El encuentro arrancó a las 21.00 horas y fue emitido en directo por el primer canal de TVE con la narración de José Ángel de la Casa. Puso el balón en juego el Zaragoza. El partido resultó de lo más entretenido y emocionante puesto que el equipo de Víctor Fernández plantó cara y dispuso de ocasiones muy claras incluso con el 0-0 en el marcador. Sobre todo en un cabezazo de Poyet a centro de Belsue que se marchó por los pelos a la derecha de la portería de Buyo. El Madrid, que había probado ya fortuna con un lanzamiento de falta de Hierro a las manos de Cedrún, dispuso de otra ocasión en la que Alfonso remató forzado un centro de Míchel desde la derecha.

El primer gol llegó a punto de alcanzarse la primera media hora de partido. Inició la jugada Villaroya desde la banda izquierda, que consiguió aproximarse hasta el vértice del área del Zaragoza para enviar un centro que recibió Míchel por la derecha, dentro del área. Míchel, de primeras, pasó al centro el balón. El esférico boto aunque iba bastante bajo y Butragueño se lanzó en plancha para cabecear a la red superando a Cedrún. Gol del Real Madrid. 1-0 para el equipo blanco.

El Real Madrid pudo haber ampliado su ventaja instantes después cuando Butragueño le devolvió a Alfonso un balón que le dejó solo mano a mano con el portero. El joven canterano, aquel día con el 9 a la espalda, disparó de vaselina pero el esférico acabó en el larguero. En la recta final del primer tiempo el equipo de Floro se encontró cómodo sobre el césped pero el 1-0 no se movió estando el Zaragoza en todo momento metido en el partido.

En el segundo tiempo el cuadro de Víctor Fernández apretó. Moises falló una ocasión clarísima al cabecear alto a bocajarro casi en la misma línea de gol. El Zaragoza parecía hacer muy bien las cosas en el centro del campo y conseguía generar peligro en algunas llegadas al área. Pero se mostró muy desacertado de cara a puerta. El punto de mira no lo tenían muy ajustado aquella tarde noche. En cualquier caso, el solitario gol de Butragueño hacía que los maños estuviesen todavía metidos en el partido. El Real Madrid no podía estar tranquilo y necesitaba otro gol para encarrilar de manera definitiva la Final. 

El segundo gol, el de la sentencia, llegaría cerca de las postrimerías. Fue en una incorporación por banda izquierda del lateral Mikel Lasa, que recibió un balón de Emilio Butragueño y se quedaba solo con la pelota controlada dentro del área. Lasa no tenía un buen ángulo de disparo y Cedrún había salido a taparle, pero el lateral regateó dejando sentado al guardameta y se quedó con la portería vacía para marcar el segundo. Gol del Real Madrid. 2-0 para los de Floro a falta de doce minutos para el final. La Copa del Rey estaba más cerca.

El equipo blanco manejó muy bien los espacios en lo que restó de partido. Ya había hecho lo más difícil y con la renta de sus dos goles el reloj corrió a su favor. Floro había reforzado la defensa con la entrada de Ramis por Chendo, mientras que arriba Juan Eduardo Esnaider había sustituido a Alfonso. Butragueño, además de por el gol, destacó por su buen hacer a la hora de combinar con sus compañeros y fue el gran referente ofensivo del equipo ante la ausencia de Zamorano.

Pero si hubo en aquel partido un nombre propio a destacar ese fue el de Francisco Javier Pérez Villarroya. Siempre recuerdo aquella Final de Copa como el mejor partido que jugó el futbolista aragonés con la camiseta del Real Madrid. La baja de Martín Vázquez por lesión un día antes de la Final permitió la entrada en el equipo de Villarroya, que no había gozado esa temporada de demasiadas oportunidades. Ju17 partidos en total y al margen de aquel destello que propició nuestro triunfo postrero en Valencia, aquel partido frente al Zaragoza fue su mejor aportación. Cuajó una gran actuación por la banda izquierda, originó la jugada del primer gol y se movió con mucho criterio y acierto durante los noventa minutos. Aquel día Villarroya se reivindicó. El diario Marca le puntuó con un 3, su nota máxima, y la revista Don Balón le destacó como el hombre del partido.

El Madrid, Campeón

No hubo más goles. Con el pitido final se confirmaba la victoria por 2-0. El Real Madrid era Campeón de la Copa del Rey. Nuestro primer título relevante en tres temporadas. "¡Por fin!", tituló en portada el diario Marca. "El Real Madrid pone fin a tres años de ¡Bendita Copa!", tituló por su parte el semanario Don BalónEstoy seguro de que todos los madridistas que vivimos aquella Copa del Rey recordamos este título de una manera especial. Con todo lo que habíamos sufrido y con todo lo que habíamos pasado aquellos años esa Copa supo a gloria... Los años noventa fueron duros, pero la noche del 26 de junio de 1993 una Copa del Rey nos hizo muy felices...

REAL MADRID: Buyo, Chendo (Ramis, 74'), Nando, Sanchís, Lasa, Míchel, Milla, Hierro, Villaroya, Butragueño y Alfonso (Esnaider, 63').

REAL ZARAGOZA: Cedrún, Belsue, Solana, Julia (Lizarralde, 61'), Aguado, Esteban, Gay, García San Juan, Poyet, Moises (Seba, 71') e Higuera.

GOLES
1-0 min. 29 Butragueño
2-0 min. 78 Lasa

3 comentarios:

  1. Que gran recuerdo guardo de esta copa, en general es un torneo que siempre me ha gustado mucho. Nunca olvidare la vuelta de los cuartos de final cuando la Real Sociedad nos puso al borde de la eliminación, lo escuche por la radio sufriendo con cada ataque a la porteria de Jaro.
    Luego el orgullo de eliminar al Barcelona en su campo ¡¡jugando con 10!! y por ultimo la gran alegria y alivio que supuso ganar la copa despues de perder la liga otra vez en Tenerife.
    Mi padre me compro ese año la camiseta despues de ganar la copa y no me la quite en todo el verano. Aun la conservo en mi armario.

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    1. Sí señor! Me pasó igual! Habíamos ganado 4-0 a la Real Sociedad en el Bernabéu. Pero en la vuelta perdimos 4-1 y casi nos quedamos fuera. Lo que valió aquel gol de Esnáider en Anoeta... Pero los minutos finales, a través de la radio, fueron agónicos. Con el 4-1 un gol más de la Real nos dejaba fuera...

      Por cierto, qué bonita anécdota la de la camiseta ;-)
      Un saludo!

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    2. Para mi el jugador del partido fue Butragueño, Villarroya tb hizo un partidazo pero el Buitre mete un gol asiste en el otro y deja solo a Alfonso en la ocasión que este envía al larguero, hoy en día sería impensable que no se llevara él el galardón. Recuerdo que en esa época ya se llevaba algún tiempo diciendo que estaba acabado y yo lo seguía defendiendo en las discusiones con mis amigos, pues creía y sigo creyendo que a pesar de haber perdido aquel arranque que lo hacía imprevisible todavía era un jugador super útil por su visión de juego, inteligencia y sentido del desmarque como demuestemra en este partido.

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