Jugó en el Real Madrid entre 1980 y 1985
En la última entrada de 'Historias del Real Madrid' recordaba el treinta aniversario de la remontada frente al Inter de Milán que servía para que el equipo se clasificase para la Final de la Copa de la UEFA 1984-85. En aquel partido fue titular, con el número 7 a la espalda, Francisco Pineda, jugador del que guardo un difuso recuerdo de su etapa en el Santiago Bernabéu...
Sus inicios en el Real Madrid me pillaron casi en la cuna, así que no tengo recuerdos nítidos de verle jugar con la camiseta blanca de Zanussi. Algunos pocos partidos de su etapa final, quizás... Y los cromos, por supuesto. Los cromos que coleccionaba. Guardaba los de todos los jugadores del Real Madrid y, como ya he contado muchas veces, seguía las carreras de nuestros ex jugadores cuando actuaban en otros equipos. A Pineda sí que le recuerdo más de su paso por el Zaragoza, que me pilló ya algo más crecido, y donde coincidió con otros viejos conocidos como García Cortés, Fraile, Pardeza...
Francisco Pineda García nació en Málaga el 31 de enero de 1959. Pertenece, por tanto, a una generación anterior a la de la Quinta del Buitre, con cuyos miembros coincidió en el primer equipo del Real Madrid durante las temporadas 1983-84 y 1984-85. Por edad, Pineda pertenece al grupo de canteranos madridistas que subieron al primer equipo nada más arrancar la década de los ochenta junto con el guardameta Agustín o Ricardo Gallego, por ejemplo.
Sus orígenes futbolísticos
En la página 20 del número 361 del boletín mensual del Real Madrid, fechado en junio de 1980, se recoge una interesante entrevista al jugador en el marco de la sección Figuras de la cantera, en la que el propio Pineda habla de sus orígenes y de sus comienzos en el mundo del fútbol. "El fútbol siempre me apasionó desde niño. A los ocho años comencé jugando en un equipillo informal de Málaga", relataba entonces Pineda. "Tal que a los diez años me inscribo en otro equipo, este ya federado, llamado Guimbarda. Estuve jugando el primer año de forma ilegal ya que no tenía la edad para la competición infantil", apunta. "Estuve en el Guimbarda hasta los quince años, fechas duras para mí, en que tuve que dejar los estudios para otra ocasión por llevar a mi casa las necesarias pesetas...", detalla el malagueño.
Francisco Pineda, sin embargo, no abandonó la práctica deportiva. Con dieciséis años pasó a formar parte del Puerto Malagueño, donde permanece sólo una temporada. En el año 1975 se traslada a Madrid y entra en el Real Madrid para jugar en sus categorías inferiores. "Comienzo en el Juvenil B, prosigo en el A y llego al equipo amateur. En cada equipo estoy un año, aprendiendo y formándome en un ambiente técnico formidable, hasta llegar, hace dos años, al Castilla", explicaba Pineda en aquella entrevista a Fernando Llamas realizada en 1980.
Siguiendo los pasos del relato del propio Pineda, sabemos entonces que fue en 1978 cuando llega al Castilla, filial del Real Madrid, donde muestra sus habilidades desenvolviéndose en los puestos de ataque. Pineda explicaba en la entrevista que desde pequeño siempre había jugado de delantero. "Lo mismo en un extremo que en otro, pero el puesto en que mejor me desenvuelvo es el de 9", aclaraba el en aquel entonces ariete del filial.
Ante la pregunta de para cuándo esperaba codearse con su paisano Juanito en el primer equipo blanco, Pineda respondía: "Yo no puedo más que esperar. Confío en llegar, pero muchas veces te crees muy ducho y luego nada de nada. Eso, pregúntaselo a los técnicos, que para eso están".
Su llegada al primer equipo, viéndolo ahora desde la distancia, estaba mucho más cerca de lo que posiblemente se pensaba. Era inminente. Sus actuaciones en el filial no pasaron desapercibidas. Había una buena camada en aquel equipo del Castilla. "Con su juego y su juventud, no tiene nada que envidiar a cualquier equipo de Primera", analizaba Pineda sobre aquel filial en junio de 1980.
Finalista de Copa
Y tenía razón Pineda. Contra todo pronóstico, el Castilla 1979-80 se plantó en la Final de la Copa del Rey después de eliminar a cuatro escuadras de Primera División: Hércules, Athletic Club de Bilbao, Real Sociedad y Sporting de Gijón. La escuadra que dirigía el malogrado Juanjo llenó el Santiago Bernabéu en unas eliminatorias en las que el filial de Segunda División se comportó como un Primera.
Pineda resultó decisivo en el cruce con el Athletic y, en semifinales, una jugada suya propició el primer gol del Castilla frente al Sporting, que llegaba al segundo partido con una ventaja de 2-0 pero acababa en la cuneta tras caer en Madrid 4-1.
La remontada del Castilla servía para clasificarse para la Final, que se jugaría frente al Real Madrid. Final inédita, por cierto. Por primera y única vez en la historia, un equipo y su filial se disputaban la Copa.
No hubo sorpresas. El encuentro, disputado el 4 de junio de 1980 en el Santiago Bernabéu, concluyó con un claro 6-1 a favor de los mayores. Juanito, en dos ocasiones, Santillana, Sabido, Del Bosque y García Hernández hicieron los goles de un Real Madrid que hacía doblete al haberse proclamado también aquella temporada Campeón de Liga. El gol del honor del Castilla lo materializó Álvarez.
Finalizado el encuentro, los dos equipos celebraron juntos el título y muchos de los jugadores se intercambiaron las camisetas. Si se observan fotos de aquella celebración, veremos a futbolistas del Real Madrid alzando la Copa vistiendo la camiseta morada del Castilla y a muchos integrantes del filial con la camiseta blanca. Francisco Pineda era uno de los que vistieron entonces la elástica blanca del primer equipo. Sin duda, un curioso presagio de lo que iba a ocurrir semanas después.
El filial de Juanjo formó aquel 4 de junio del 80 con Agustín, Juanito, Castañeda, Herrero, Casimiro, Gallego, Bernal, Álvarez, Pineda, Paco (Sánchez Lorenzo, 45') y Cidón (Balín, 73').
Al primer equipo
De los once titulares de aquel Castilla finalista de Copa, tres dieron el salto al primer equipo aquel mismo verano de 1980: Agustín, Gallego y Pineda. También fueron novedades Ángel Pérez García, que debutó en el Madrid en la recta final de la campaña 1979-80 pero pasaba a formar parte de manera definitiva en la primera plantilla, y Rafael García Cortés, que regresaba a la entidad después de jugar la campaña 1979-80 en el Burgos en calidad de cedido. Todos ellos habían coincidido en el Castilla.
Así pues, Francisco Pineda iniciaba su periplo como futbolista del Real Madrid. Por aquellas fechas se encontraba cumpliendo el Servicio Militar, por cierto. Una vez superadas las obligaciones castrenses tocó seguir sirviendo bajo las órdenes de Vujadin Boškov, técnico para el que el malagueño siempre ha tenido buenas palabras. Pineda le recuerda en una entrevista para As como "un fenómeno. Un adelantado a su tiempo. Era tosco y serio. No era un hombre de bromas y no entendía que a un futbolista que había venido de viaje le apeteciera tomarse una copa. Fútbol es fútbol y cabeza cuadrada".
Sin llegar a ser titular indiscutible y pese a su juventud, Pineda fue un jugador que respondió desde el primer día a la confianza que se le depositó. Con su 1,85 de estatura tenía planta como delantero.
Años después, en otra entrevista para la edición digital del diario As, Pineda se definió a sí mismo como jugador con las siguientes palabras: "Un delantero que se pegaba con todo el mundo y hacía su trabajo: meter goles. Un estilo Soldado, aunque yo tuve mucha suerte porque había pocos delanteros. Estaban Cunningham, Santillana y poco más".
En efecto, Pineda hizo goles con el Madrid desde que llegó a su primera plantilla. En la temporada 1980-81, por ejemplo, el ariete anotó en las tres competiciones en las que jugó, Liga, Copa y Copa de Europa. 29 partidos oficiales y siete goles en su primera campaña como madridista. Nada mal para un recién llegado.
Analizando los números, se puede decir que Paco Pineda fue un futbolista de gran regularidad y del que todos sus entrenadores echaron mano. Boškov, Molowny, Di Stefano, Amancio... Un jugador cumplidor, como suelo decir. Siempre rondó la treintena de encuentros oficiales por temporada, ya fuese como titular ante la ausencia de alguno de los fijos o como revulsivo para las segundas partes.
Como jugador blanco le tocó vivir alegrías como la consecución de la Copa 1981-82 o la Copa de la UEFA 1984-85. Pero también tristezas como los cinco subcampeonatos de la 1982-83 o la Final de Copa de Europa de 1981 frente al Liverpool. En aquella Final, por cierto, Pineda jugó los últimos minutos al sustituir a su compañero García Cortés.
La UEFA de 1985 le permitió sacarse la espina clavada de París y de Goteborg. "Es lo más importante que me ha sucedido en mi carrera deportiva. Llevo cinco años en el primer equipo y he estado presente en tres finales (europeas), logrando justamente el título en una competición que no tiene ningún equipo español y que creo, por lo que se ha hablado, ha sido por diversas circunstancias la que más trabajo ha costado de las obtenidas por el club. Al final del encuentro he de confesar que se me saltaron las lágrimas, ya que estábamos en un estado de situación y nervios propicio para ello", contaba Pineda sobre aquel éxito europeo en la revista oficial del Real Madrid de julio de 1985.
El periplo de Pineda en el primer equipo del Real Madrid se prolongó hasta finalizada la campaña 1984-85. Fue uno de los damnificados por la profunda renovación de plantilla que se realizó en el verano de 1985 con la llegada de Ramón Mendoza a la presidencia. La Quinta del Buitre y los refuerzos de lujo de Hugo Sánchez, Maceda y Gordillo obligaron a dar numerosas bajas en la primera plantilla.
Pineda inició una nueva etapa en el Zaragoza. Con los maños se proclamó Campeón de Copa en la temporada 1985-86. Vistió la camiseta del club aragonés tres temporadas, hasta la 1987-88. Regresó a su tierra para jugar con el Málaga en Primera División. Allí coincidió de nuevo con su ex compañero del Real Madrid Juan Gómez, 'Juanito'. Anotó dos goles en Liga, pero no pudo jugar todo lo que le hubiese gustado. Pineda fue un futbolista muy castigado por las lesiones. "Sufrí ocho operaciones en mi etapa de jugador", recordaba en una entrevista. En el Málaga permaneció dos temporadas, la segunda de ellas casi en blanco. Concluida la campaña 1989-90, con 31 años, Pineda colgó las botas y puso fin a su carrera como jugador profesional.
Epílogo
En total, Francisco Pineda García disputó un total de 145 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid y anotó 43 goles. Ganó una Copa del Rey y una Copa de la UEFA. Pasó diez años en la casa blanca. Cinco de ellos formándose en las categorías inferiores y otros cinco en la primera plantilla, donde compartió vestuario con numerosos astros y leyendas madridistas. Fue testigo directo de toda una época del Club y participó en aquellas remontadas de las que ahora se están cumpliendo tres décadas.
Treinta años después, sirva esta modesta entrada en 'Historias del Real Madrid' como particular homenaje a Francisco Pineda García. Él también ayudó con su esfuerzo y sus goles a hacer grande al Real Madrid.
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