Apuntes acerca de la inestabilidad en el banquillo del Real Madrid
Un año y un día. El pasado lunes 25 de mayo se hacía oficial que Carlo Ancelotti no seguiría en el banquillo del Real Madrid la temporada que viene. Exactamente un año y un día después de que el equipo blanco sumara su Décima Copa de Europa, concluía la etapa en el Club del entrenador con el que se había conseguido el éxito de Lisboa.
No ha sido ninguna sorpresa. De hecho, los rumores que apuntaban a la salida del técnico italiano han sido constantes durante los tres últimos meses y yo mismo hable del tema aquí en 'Historias del Real Madrid'. Al final, se han confirmado los augurios y, a día de hoy, 28 de mayo, el puesto de entrenador del Real Madrid está vacante. Bueno. Al menos le dejaron concluir la temporada oficial, como era mi deseo. De nada hubiera servido un cese a media campaña, de eso estoy absolutamente seguro.
Tengo que reconocer que las sensaciones son muy encontradas para mí. Por un lado, entiendo que la dirección y la gestión que ha realizado Carlo Ancelotti de la plantilla durante el recién concluido curso ha sido manifiestamente mejorable, por no utilizar adjetivos más duros.
El equipo empezó como un cohete la temporada 2014-15, pero ha terminado el ejercicio con el equipo físicamente hundido y cargado de lesiones. No se han hecho rotaciones y jugadores como el alemán Kroos no han descansado absolutamente nada. Los cambios siempre se han hecho tarde y en puestos que, como mínimo, han llamado la atención. No se entiende que cediéramos en verano a un jugador como Casemiro que nos hubiera ayudado muchísimo en un centro del campo sin recambios de garantías y en el que la ausencia del croata Modric a causa de las lesiones ha sido una pesada losa.
Tampoco entiendo la política de Ancelotti en el caso de la portería, donde el Real Madrid tiene un serio problema al no estar manejando con acierto la recta final de la carrera de Iker Casillas, cuyo rendimiento está en franca decadencia. El ocaso de nuestro portero titular le está haciendo mucho daño al propio Casillas, pero sobre todo al equipo y al Club, que tiene encima de la mesa un problema que, lejos de arreglarse, tiene visos de empeorar y sobre el que no se están tomando las medidas adecuadas.
El Real Madrid ha sido el equipo que más goles ha hecho en Liga con 118, ocho más que el Barcelona, que ha sido el Campeón. La diferencia ha estado atrás, donde los azulgranas han encajado sólo 21 goles por los 38 que ha recibido el Real Madrid. Nuestro equipo ha sido el que más dianas en contra ha recibido de los cuatro primeros clasificados. Y ahí ha estado nuestro talón de Aquiles. Los 48 goles de Cristiano han sido insuficientes para contrarrestar los puntos que se le han escapado al equipo con los goles en contra. El Madrid tenía incluso ganado el golaveraje con el Barcelona, por lo que en un hipotético empate a puntos nos hubiésemos llevado el título.
Keylor Navas ha participado mucho menos de lo que se hubiera esperado tras llegar el verano apasado al Santiago Bernabéu. Llegó avalado por su gran Mundial y por la brillante campaña que realizó con el Levante en la temporada 2013-14. Diego López salió el pasado verano con dirección a Milán, pero Iker Casillas fue el elegido por Ancelotti para cubrir la portería blanca.
Otro de los puntos débiles del Real Madrid 2014-15 han sido los malos resultados en los enfrentamientos directos contra rivales fuertes. Dejando al margen la Supercopa de España y la Copa del Rey, donde no fuimos capaces de ganar al Atlético de Madrid en cuatro partidos, el Real Madrid sólo ha ganado en el encuentro de la primera vuelta de la Liga frente al Barcelona. En la vuelta perdió frente a los de Luis Enrique, frente al Atlético de Madrid perdió los dos encuentros, frente al Valencia perdió a domicilio y sólo se consiguió un empate como local... Con los duelos directos perdidos, cualquier tropiezo añadido era letal por necesidad. El empate frente al Villarreal en el Bernabéu y la derrota en San Mamés fueron claves en el debenir de una competición que se nos escapó en aquel horroroso mes de marzo. Todo lo que vino después fue un nadar para ahogarse en la orilla. En definitiva, una campaña que arrancó bien y finalizó al más puro estilo Queiroz 2004.
¿Culpable Ancelotti?
Todos los factores que acabo de mencionar desgastaron el crédito y la figura de Carlo Ancelotti. Los fallos en los duelos clave han propiciado la extensión de una sensación de que el equipo no estaba bien trabajado, que no evolucionaba y que no se daban soluciones acertadas al bajo rendimiento de algunos jugadores y al mal estado físico de la plantilla.
El responsable, obviamente, ha sido el entrenador. Y eso le ha costado el puesto en un Real Madrid acostumbrado a ser una picadora de carne con los entrenadores, como también apunté aquí hace bien poco. El listado de técnicos que se han sentado en el banquillo del Madrid durante los últimos treinta años es demoledor. Dos años ha durado Carlo Ancelotti en el puesto. Teniendo en cuenta que lo máximo que se ha aguantado a lo largo de estas tres últimas décadas son tres años ya nos hacemos una idea de la poca paciencia que se ha tenido en el Santiago Bernabéu con los entrenadores.
¿Merecía un voto de confianza Ancelotti? Pues la verdad es que no lo sé... Llevo desde el lunes dándole vueltas al asunto y realmente no lo sé... Los errores cometidos han sido, desde mi modesto punto de vista, claros y notorios.
Pero, por otro lado, estamos hablando de un técnico que ha ganado cuatro títulos en dos años, entre ellos el premio gordo, el de la Champions League. Como decía al comienzo de la entreda, un año y un día después de agarrar La Décima echamos al entrenador... ¿Tiene sentido?
Pues si soy honesto y coherente con mi manera de pensar, que ya dejé aquí plasmada negro sobre blanco, no. No tiene ningún sentido. Seguimos alimentando la trituradora de técnicos y seguimos devorando entrenadores a un ritmo vertiginoso que no le trae al Club más que inestabilidad.
Creo que yo hubiera apostado finalmente por dejar a Carlo Ancelotti cumplir su contrato y haberlo mantenido en el puesto un año más. Al fin y al cabo, tras la consecución de La Décima, las urgencias históricas no son tan extremas como a veces pensamos.
Quizás deberíamos haber tomado nota de lo que ha pasado con la sección de baloncesto. Tras dos tropiezos consecutivos en la Final Four, muchos hubieran optado por sustituir a Pablo Laso en la dirección del equipo. Pero Laso siguió y los resultados, hasta el momento, no están siendo nada malos en la temporada 2014-15.
Además... ¿qué garantías tenemos de que el nuevo entrenador lo vaya a hacer mejor? Otra vez toca empezar de cero. Otra vez... Otro proyecto nuevo, una vez más... ¿Cuál es el criterio que seguimos?
Venga quien venga (hasta que el Club no lo haga oficial no voy a hablar de quien se dice que va a venir a entrenar) me gustaría que se le dejase trabajar y que se confiase en él a... medio plazo. Iba a escribir "a largo plazo", pero eso es tontería. Eso parece imposible en el Real Madrid.
¡Ah! Por cierto, que se le haga contrato por un año al nuevo entrenador. Total, si firma por dos o más no los va a cumplir, visto lo visto. Lo más seguro es que dentro de un año, si es que sigo por aquí, vuelva a escribir sobre el mismo tema pidiendo la paciencia que no se le va a dar a nadie en nuestro banquillo. Ojalá me equivoque. De verdad. Ojalá me equivoque.
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