Recuerdos compartidos del Mundial de 1986
No hace tanto tiempo podíamos decir eso de que, en fútbol, éramos los mejores. Sin embargo en Brasil, durante el último mes, hemos vuelto a recordar los tiempos en los que no ganábamos nada.
Durante los últimos meses se ha editado un auténtico montón de libros en los que se recogen los recientes triunfos de la Selección Española. Todos los secretos, anécdotas, más secretos, más anécdotas, curiosidades y detalles que ha generado el combinado nacional durante las dos últimas Eurocopas y el Mundial de 2010 han quedado plasmados en obras de todo tipo que atiborran las estanterías de las secciones de deportes de librerías y grandes almacenes. Quizás por ese motivo me llamó tanto la atención el libro que me he leído este fin de semana.
Cuando éramos los mejores (pero no ganábamos nunca) es el título de un libro que salió al mercado el pasado mes de mayo y que desde entonces tenía pendiente. Y no. No habla ni de Austria-Suiza, ni de Sudáfrica, ni de Polonia-Ucrania. Habla de México. Del Mundial de México de 1986. Escrito por Santi Giménez y Luis Martín, el libro es una auténtica gozada de principio a fin. Se lee de un tirón y puedo decir que me he quedado con ganas de más. Se me ha hecho corto.
Como ya he escrito alguna vez por aquí, el de México fue mi primer Mundial, aunque yo todavía era pequeño y los partidos se jugaban por la noche. Precisamente por eso, ha sido todo un placer leer un libro en el que los protagonistas son todos aquellos jugadores cuyos nombres me retrotraen automáticamente a la infancia y a los cromos. No es ninguna casualidad que la portada llamase tanto mi atención, con esa cubierta decorada con los cromos de Panini de México 86. Butragueño, Camacho, Gordillo... Un libro que parece escrito expresamente para mí, vamos. Hace unos días recordaba aquí, en 'Historias del Real Madrid', las figuras de José Antonio Camacho y Antonio Maceda con motivo del vigesimoquinto aniversario de su retirada. Si hubiese leído el libro antes podría haber sido más preciso en algunos de los pasajes que recordaba. Me refiero, claro está, al episodio de la brecha en la cabeza de Camacho o la lesión de rodilla de Maceda.
La obra es una completa sucesión de anécdotas narradas por los jugadores que componían la Selección que formó Miguel Muñoz (QEPD) para disputar el campeonato de 1986. La información sobre los partidos se puede encontrar con facilidad. Pero los testimonios de los jugadores, sus vivencias, sus recuerdos... Para mí ha sido toda una novedad conocer cómo vivieron aquel Mundial los jugadores que estuvieron allí.
El libro está redactado de un modo muy ameno, lo cual facilita enormemente la lectura. Y, por lo que he podido apreciar, no ha sido... 'censurado', por así decirlo. Las declaraciones han sido transcritas literalmente, tacos incluidos, de tal manera que se los testimonios se hacen realmente frescos y cercanos. "En el Mundial de España nos cagamos vivos", cuenta Camacho. Claro como el agua, como siempre. También me ha cautivado el "volvería a nacer para jugar aquel Mundial en México, te lo juro", del mismo Camacho. A muchos de los jugadores de aquella generación los tenía ya en un pedestal. Pero tras leer el libro, les admiro aún si cabe más. Qué recuerdos, qué jugadores, qué generación... Qué fútbol aquel... El prólogo lo firma Jorge Valdano y el epílogo Vicente Del Bosque.
LO MEJOR: Las anécdotas sobre la concentración de los jugadores. Algunas son desternillantes. Yo he leído el libro con una permanente sonrisa y en algunos momentos me he reído a carcajadas. Libro absolutamente recomendable.
LO PEOR: Que te quedas con ganas de más.
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