Hoy se cumplen veinticinco años de la presentación del Real Madrid 1989-90
Miércoles 26 de julio de 1989. Tal día como hoy de hace un cuarto de siglo se ponía en marcha el Real Madrid con una presentación oficial efectuada en el Santiago Bernabéu. Tras cuatro años de éxitos en el Campeonato Nacional, el equipo partía con el objetivo de redondear el palmarés con una nueva Liga, la última de la década de los ochenta. Esa quinta Liga y la tan ansiada Copa de Europa serían los grandes retos de una escuadra que venía de firmar una campaña en la que se había llevado todos los títulos nacionales, como recordé hace poco aquí en 'Historias del Real Madrid'.
La gran novedad de la temporada estaba en el banquillo. Después de tres campañas, el neerlandés Leo Beenhakker dejaba paso al galés John Benjamin Toshack, procedente de la Real Sociedad. Aunque yo era un crío todavía, recuerdo que asumí aquel cambio de entrenador con un poco de tristeza. Me había acostumbrado a ver a Beenhakker dirigiendo al equipo y no entendía por qué se cambiaba a un entrenador que venía de ganar tres Ligas.
Hago un pequeño inciso para volver a contar, una vez más, que de niño yo le daba más importancia a la Liga, que se jugaba semana a semana, que a la Copa de Europa, que yo percibía como una extraña competición que se jugaba entre semana, los días de colegio y de vez en cuando... Pero los partidos que se jugaban todos los fines de semana eran los de la Liga, que era lo que realmente me interesaba. Por ese motivo, y viendo que con el técnico holandés veníamos de ganar tres seguidas, no entendía mucho la necesidad de cambiar de entrenador. Años más tarde, cuando empecé a ser consciente de la relevancia y de la dificultad que entrañaba ganar una Copa de Europa, entonces ya rebautizada como Champions League, entendí a qué se debía aquel cambio de entrenador del año 1989. El equipo venía de alcanzar tres semifinales consecutivas. Faltaba dar el último paso para alcanzar la final. No era suficiente lo que se había hecho. Algunos, sobre todo en los medios de comunicación, tildaban además de "blando" a Beenhakker y quizás por eso se echó mano de Toshack, que tenía fama de una mayor mano dura.
Nuevos jugadores
En el capítulo de jugadores, y visto que el equipo tenía potencial ofensivo más que suficiente con Hugo Sánchez, Butragueño, Michel, Schuster y Martín Vázquez, se reforzó la defensa con la llegada de Fernando Hierro, como explicaba ayer, y de Oscar Ruggeri. Se cubrían así las bajas de Camacho y Maceda, retirados de la práctica activa del fútbol. El argentino Ruggeri, procedente del Logroñés, venía de firmar una gran campaña con el conjunto riojano. El 'Cabezón', como se le apodaba al de Rosario, llegaba con 27 años. Se trataba de un central duro y expeditivo, con una trayectoria contrastada y su condición de haber sido Campeón del Mundo en México en el año 1986 junto Maradona, Valdano y compañía. La línea defensiva, además, era la que más críticas recibía. Siempre se acordaban de ella cada vez que había un tropiezo europeo. Y el último había sido muy duro. La goleada en San Siro frente al Milan parecía haber hecho mella en las perspectivas europeas de dirigentes, aficionados y críticos. Quizás sabia nueva atrás nos daría el empaque necesario para volver a afrontar, esta vez sí, un nuevo asalto a la Copa de Europa. Otra novedad, menos relevante al no tratarse expresamente de un fichaje, afectaba al puesto de tercer portero. Julen Lopetegui sustituía a Santiago Cañizares, que había sido el tercer guardameta del equipo durante la campaña 1988-89 por detrás de Buyo y de Agustín. El resto de jugadores, los mismos.
Durante la presentación del equipo aquel día, Ricardo Gallego ejerció de capitán. El brazalete le correspondía a él tras la retirada de Camacho. Sin embargo, poco más de dos semanas después, el capitán fue traspasado al Udinese italiano. Con 30 años, le llegó la oportunidad de jugar en el Calcio y el acuerdo fue satisfactorio para el Real Madrid y para el propio Ricardo Gallego. Así pues, hubo un cambio más en el equipo de cara a la temporada 1989-90 y Miguel Porlan Chendo, que ya había portado el brazalete en algunos partidos anteriormente, se quedó con la capitanía.
Como anécdota de la presentación, citar también que estrenábamos sponsor. Tras cuatro temporadas, Reny Picot sustituía a Parmalat en las camisetas del Real Madrid.
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