El brazalete de una generación para la que la Champions llegó diez años tarde...
Cuando Manolo Sanchís levantó al cielo la Champions League el 20 de mayo de 1998 aquella escena y aquel gesto eran bastante simbólicos. Sanchís era uno de los dos supervivientes que quedaban en la plantilla del Real Madrid de aquel equipo que diez años antes, curiosamente también en Holanda, se habían quedado a las puertas de la Final de la Copa de Europa de la temporada 1987-88. La que tenía que haber sido la Copa de Europa de la Quinta del Buitre. El otro superviviente era Miguel Porlán Chendo. En el equipo también estaba Fernando Hierro, otro de los jugadores que había coincidido con la Quinta del Buitre a finales de los ochenta. Pero Sanchís y Chendo habían estado en Eindhoven, con lo que todo eso significó...
El trofeo llegó diez años tarde... Llegó diez años tarde. Hubo muchísimos jugadores que merecieron haber sido Campeones de Europa y no lo consiguieron. Hubo una generación extraordinaria de futbolistas que se quedaron sin ganar el preciado trofeo. Manolo Sanchís dedicó La Séptima a sus compañeros de generación que no pudieron ganarla. Un gesto muy bonito, sin duda. Pero fue una pena que los componentes de la plantilla de la temporada 1987-88 no la ganaran. Veteranos como Santillana y Camacho. Futbolistas como Gordillo, Hugo Sánchez, Buyo... Butragueño, Míchel, Martín Vázquez... Gallego, Agustín... Sólo Sanchís y Chendo se pudieron sacar la espina. Y qué curioso que fuese en Ámsterdam, en tierras neerlandesas. Y justo diez años después...
Desde mediados de la temporada 1992-93 había sido precisamente Manolo Sanchís el encargado de sustituir a Chendo en la capitanía del equipo. El de Totana había renunciado al brazalete pero siguió en el equipo trabajando y aportando su veteranía cuando el entrenador lo consideraba oportuno. Cinco años después, curiosamente, tanto Sanchís como Chendo seguían en el equipo. Sanchís, de hecho, jugó de titular en la Final frente a la Juventus y, como es lógico, portaba el brazalete de capitán. Chendo ya no jugaba mucho. Aquella sería su última campaña como futbolista en activo y vivió el encuentro desde la grada. En cualquier caso, había participado en la competición. Había jugado de titular en el complicado partido disputado en Noruega frente al Rosenborg, con unas condiciones climatológicas poco favorables.
Siendo titular Sanchís en Ámsterdam y con Chendo en la grada, el momento de la entrega de la Champions League propició una curiosa anécdota que me contó un amigo y que siempre me saca una pequeña sonrisa. Resulta que mi amigo se encontraba el día de la Final en Madrid por motivos laborales. Salió tarde del trabajo y vio la segunda parte del partido en un bar, acompañado de varios desconocidos. El gol de Mijatovic, el pitido final, alegría de los allí presentes... Cuando llegó el momento de la entrega de la 'Orejona' y Lennart Johansson, el presidente de la UEFA, estaba a punto de darle la Copa de Europa a Sanchís, uno de los que estaba en la barra del bar dijo...
-¿Os imagináis? Tenía que ser Chendo el que recogiera la Copa...
-¡PAGARÍA POR ELLO!
La respuesta de aquel otro cliente del bar delataba que se trataba de un seguidor del lateral derecho murciano o de alguien que guardaba muy buenos recuerdos del equipo que se quedó a las puertas de ganar la Copa de Europa diez años antes. ¡Incluso hubiese pagado por ver a Chendo recoger la Champions League! Seguramente era una simple expresión. Una forma de hablar... Pero me resultó muy curiosa aquella anécdota cuando mi amigo me la contó.
En realidad era normal. Sanchís era el capitán del equipo y había jugado el partido. Era completamente normal que fuese él quien recogiera la Champions League. Pero sí que es cierto que hubiera sido también bonito, por ejemplo, haber visto levantar el trofeo de forma simultánea a Sanchís y a Chendo. Los dos a la vez. Hubiese sido todo un homenaje a la generación de jugadores que se quedó sin Copa de Europa una década antes. Chendo subió con sus compañeros a la plataforma que se habilitó en el Amsterdam Arena para realizar la ceremonia de entrega. El problema era que, al no haber estado convocado para el partido, aparece en todas las fotos de la celebración con el traje oficial del equipo, no con el uniforme de jugador.
Desde mi modesto punto de vista desluce mucho ver en las imágenes de las celebraciones a jugadores vestidos de calle. Cuando vemos fotografías e imágenes de aquella noche del 20 de mayo de 1998 podemos apreciar a Chendo, Guti, Contreras y Dani con los trajes oficiales. Sin embargo, creo que todos los futbolistas de la plantilla merecían aparecer con las camisetas y las prendas deportivas habituales de los partidos. Al fin y al cabo, todos los componentes de una plantilla de fútbol son los que consiguen el título. No parece muy apropiada la distinción entre convocados y no convocados. Es un detalle y una apreciación personal, pero creo que en las finales de las competiciones de fútbol deberían estar presentes o convocados todos los futbolistas que forman parte de la plantilla.
Estaba buscando cosas sobre la Quinta cuando me he encontrado este blog y esta entrada, he estado observando el blog y me encanta como madridista q soy, respecto a la historia yo tenía 7 u 8 años cuando vi aquella 7ª Copa de Europa, vi levantarla a Sanchis, en aquel momento obviamente no sabía la historia de aquella generacíon (junto con el Madrid de los 50 de las 5 Copas de Europa y el Madrid del último lustro ha sido las 3 mejores generaciones de nuestra historia) q en el pico de su carrera había sucumbido ante aquel PSV táctico y con potencial de finales de los 80 (algunos ganarían la Euro 88 con Holanda ese año) y q dejó a 1 generación tocada x no haber conseguido el trofeo continental y q siempre queda la duda de q hubiera pasado si el resto de componentes hubiera resistido en el equipo otro par de años, 3 como mucho (Butragueño se fue a México al finalizar la 94-95, Michel igual en la 95-96 y Martín Vázquez al Deportivo en esa temporada también) aunk ya no hubieran tenido la importancia de antes, para finalizar agradecerte x este blog ya q algunas de las entradas nos hace trasladar hasta nuestra infancia y decirte q sigas así con el trabajo duro
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