martes, 31 de mayo de 2016

LA FINAL DE LOS PENALTIS

La Undécima será recordada por la tanda de lanzamientos desde los once metros

Cuando dentro de unos años echemos la vista atrás y recordemos la Final de la Champions League de 2016 lo primero que nos vendrá a la cabeza será la tanda de penaltis con la que se decidió el título. El último disparo, el de Cristiano Ronaldo, forma ya parte del extenso catálogo de imágenes inolvidables de la Historia de nuestro Club. De las once Copas de Europa que ha ganado el Real Madrid esta última ha sido la primera que se ha adjudicado desde los once metros tras acabar el tiempo reglamentario y la prórroga con empate. Sin ninguna duda, la de este año la recordaremos por los lanzamientos desde el punto de castigo. ¡Sobre todo los que vivimos los partidos con los nervios a flor de piel!

El momento cumbre de la Final de 1998 en Ámsterdam, como no, fue el del gol de Mijatovic. Es imposible olvidar el momento en el que el montenegrino cazó el balón que había quedado muerto tras tratar de rechazar Iuliano un centro chut de Roberto Carlos. En aquellos instantes estaba a punto de romperse una espera de 32 años para el Club. Y el gol... Aquel gol... Siempre que me acuerdo de todo aquello me viene a la cabeza sobre todo la imagen de Mijatovic corriendo y sorteando compañeros para llegar al banquillo y abrazarse con Fernando Sanz. Yo, que vi el partido por televisión, no me olvido nunca de que durante aquella carrera de Mijatovic el realizador incluyó una toma de Bodo Illgner levantando los brazos celebrando el tanto que nos acabaría dando La Séptima.

De la Final del año 2000, la de París, el momento más recordado siempre suele ser el del tercer gol, el de la carrera de Raúl desde campo propio tras recibir el balón de Savio para terminar regateando a Cañizares antes de alojar el cuero en la red. Estoy seguro de que es lo primero que recuerda la gente de aquella Final. Sin embargo, no sé por qué, en mi caso fue el segundo gol el que más huella me dejó. Aquella medio tijereta del gran Steve McManaman cazando un rechace en la frontal del área de primeras la recuerdo siempre con muchísimo cariño. Sobre todo porque aquel 2-0 me permitió 'disfrutar' con más tranquilidad del resto del partido. Recuerdo que en aquel partido el Valencia llegaba como favorito y, sin embargo, la mayor parte de los madridistas estaremos de acuerdo en que aquella Final de La Octava fue la más 'tranquila', si se puede decir así. Con el segundo gol, en el minuto 66, logramos un colchón en el marcador de cara al resto del encuentro. 

Con La Novena no hay muchas dudas. Ese balón que Roberto Carlos envió al cielo y que cayó para que Zinedine Zidane lo empalmara de volea es quizás el gol más bonito que hemos podido ver. Y encima en una Final de Champions League, jugándote el título y deshaciendo el empate a uno que reflejaba el marcador en aquellos momentos. Una obra de arte a la altura de un genio del balón. Ese gol no sólo fue el momento cumbre de aquella Champions League 2001-02, lo fue también del paso de Zidane por el Real Madrid y me atrevería a decir que la cúspide de la carrera futbolística del astro galo, al menos a nivel de clubes.

De La Décima lo tenemos todo aún bastante reciente. Al fin y al cabo, sólo han pasado dos años desde el triunfo de Lisboa. Pero es evidente que en aquella ocasión el momento cumbre llegó en la prolongación, cuando Luka Modrić botó aquel saque de esquina para que Sergio Ramos cabeceara a la red. Es curioso, el gol no nos daba el título. Pero como si nos lo hubiese dado. El tiempo se agotaba y estando por detrás en el marcador aquel gol nos daba la vida. Al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto. Aquel cabezazo nos dio una prórroga con la que certificar la remontada con la que nos adjudicamos la Copa de Europa.

Sergio Ramos volvió a marcar dos años después en una Final de la Champions League. Por desgracia, no se pudo mantener la ventaja y en esta ocasión fue el Atlético de Madrid el que forzó la prórroga. Treinta minutos de juego extra que finalizaron sin que ninguno de los dos equipos lograra imponerse sobre el otro. Por delante, una tanda de penaltis. O todo o nada. El éxito o el fracaso. El cielo o el infierno...

Y el resto ya es Historia... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario