FINAL EN MILÁN

A pocas horas de conocerse al nuevo Campeón de Europa

Aquí estamos, dos años después, repitiendo la liturgia de las horas previas a la Final de Lisboa. Un año más llega la Final de la Champions League. La competición llega a su fin y hoy conoceremos al nuevo campeón. Como en el año 2014, el Real Madrid se juega otra Copa de Europa. Y otra vez frente al mismo rival de entonces, el Atlético de Madrid. 

A decir verdad, casi podría repetir palabra por palabra lo que escribí aquí el  24 de mayo de 2014. De nuevo los mismos nervios que aquel día. Entonces la historia tuvo final feliz. Pero aquello ya es pasado y no tiene nada que ver con lo de hoy. Historia que tú hiciste, historia por hacer... 

Dentro de un rato tendremos otros noventa minutos por delante en los que puede pasar de todo. Esto es fútbol. Esto es deporte. Se puede ganar. Y se puede perder. De ahí la incertidumbre que nos generan siempre los partidos. Especialmente los de las grandes citas. Y hoy es una de ellas, no cabe duda.

Se trata de una cita muy especial porque es la Final de la máxima competición continental y porque es tremendamente difícil acceder a ella. Sólo han pasado dos años desde la anterior Final de Lisboa. Pero a esa Final de 2014 llegamos doce años después de la de Glasgow en 2002. ¿Quién sabe cuándo jugaremos la próxima? ¿Somos conscientes de que no serán muchas las ocasiones en las que veremos a nuestro equipo jugarse una Copa de Europa? El Real Madrid es el equipo que más finales ha disputado en la competición. Con la de hoy, serán 14 presencias en el duelo decisivo de las 61 ediciones disputadas desde la temporada 1955-56. E, insisto, somos los que más finales hemos jugado. Pero los números no mienten. 14 finales de 61 posibles. Está claro que hoy nos encontramos en una de esas fechas señaladas... 

Para mi generación esta es la quinta Final que disputa el Real Madrid. La de 1981 en París no la cuento porque, por razones de edad, no conservo ningún recuerdo. Pero sí que recuerdo que tuvieron que pasar 17 años para volver a tener la oportunidad de ver a nuestro equipo levantar la Copa de Europa. Después de Ámsterdam en 1998 llegó París en 2000. Y Glasgow en 2002. Y Lisboa en 2014... 

El triunfo de 2014, el más reciente, significó quitarse una gran losa de encima. Habíamos alcanzado la Décima Copa de Europa. Pero ahora llega la posibilidad de ganar una más y volvemos a encontrarnos con la misma presión y los mismos nervios que hace dos años... Se trata de ganar o de perder. Esto es fútbol. Esto es deporte. Una vez más, a la afición le toca dar ánimos para tratar de empujar a nuestro equipo. El resto, está en manos de nuestros jugadores. O en sus botas, mejor dicho...

Tal y como decía hace dos años, sea cual sea el resultado de hoy, mañana tendremos que seguir con nuestras vidas, con nuestros problemas y con nuestros quehaceres diarios. Pero, cosas del fútbol, dependiendo de lo que pase durante las próximas horas y de quién gane, mañana estaremos un poco más tristes... o un poco más felices. Como tras aquella inolvidable noche en Lisboa... 

Ojalá las cosas terminen igual de bien que entonces y los madridistas podamos celebrar la Undécima Copa de Europa. Ojalá.

Mucha suerte al equipo. ¡Y Hala Madrid!