El legendario futbolista del Real Madrid recibió el reconocimiento del público blanco en un partido que enfrentó al conjunto blanco con la Selección
El viernes 15 de mayo de 1981, tal día como hoy de hace 40 años, José Martínez 'Pirri', en aquellos momentos futbolista del Puebla, recibió un más que merecido homenaje en el Santiago Bernabéu como reconocimiento a su extensa trayectoria en el Real Madrid. Pirri, que finalizó su carrera como jugador blanco al término de la temporada 1979-80, disputó un total de 561 partidos oficiales y marcó 172 goles. Con la escuadra blanca se adjudicó un impresionante palmarés formado por 1 Copa de Europa, 10 Ligas y 4 Copas de España. En la temporada 1980-81 inició una nueva etapa deportiva en el fútbol mexicano defendiendo los colores del Puebla, donde también jugaría el ejercicio 1981-82. Fichó por el Oaxtepec junto al ex azulgrana Asensi en 1982, pero ese capítulo sólo duraría un par de meses antes de regresar a España para concluir sus estudios de Medicina. La intención de Pirri era la de regresar al Real Madrid en un futuro próximo como médico y para ello se estaba formando con mucho tesón. Pero antes, tenía que recibir el calor del público que tanto le había querido como jugador merengue entre 1964 y 1980.
A finales del mes de abril de 1981 ya se conocieron los detalles del homenaje que se le prometió al legendario jugador. Se trataba de un partido homenaje en el que se enfrentarían sus dos grandes equipos, un curioso encuentro amistoso entre el Real Madrid y la Selección española. Pirri había sido Internacional A en 41 ocasiones entre 1966 y 1978. En el mes de mayo de 1981 el Boletín oficial del Real Madrid dedicaba su primera página a la clasificación del conjunto blanco para la Final de la Copa de Europa que se celebraría en París el 27 de mayo frente al Liverpool. En la zona inferior de aquella portada, además, se anunciaba que el día 15 se realizaría el Homenaje a Pirri. "Para el día 15 de mayo está fijada la fecha del homenaje al legendario Pirri, que ahora patea cuero en Méjico pero cuyo corazón sigue estando en España y en el Real Madrid. El jugador que tantas jornadas de gloria proporcionó al conjunto madridista va a recoger esa tarde de San Isidro todas las admiraciones y simpatías a las que se hizo acreedor en los dieciséis años en los que vistió la camiseta blanca", señalaba la publicación madridista.
La Liga había concluido el 26 de abril con el equipo blanco cediendo el título en la última jugada tras ganar 1-3 en Valladolid y empatar la Real Sociedad en Gijón logrando el punto que a los donostiarras les servía para proclamarse campeones. Por aquellos tiempos, las rondas finales de la Copa del Rey, concretamente a partir de octavos de final, se disputaban una vez acabado el campeonato de la regularidad. El equipo entrenado por Boskov se deshizo del Recreativo de Huelva tras empatar 1-1 en la ida y ganar 4-1 la vuelta en el Bernabéu. El siguiente rival, en cuartos de final, sería el Sporting de Gijón. La ida se disputaría en El Molinón el 20 de mayo. Cinco días antes, el viernes 15, San Isidro, estaba fijada la fecha del partido homenaje a José Martínez 'Pirri'.
El partido arrancó a las 20.45 horas con arbitraje del colegiado Lamo Castillo. El encuentro no fue televisado en directo por decisión del propio Pirri. Al tratarse de un encuentro oficioso de carácter amistoso ni siquiera contó en el número de internacionalidades de los futbolistas que vistieron la camiseta de España esa noche. El Real Madrid alineó de salida a Miguel Ángel, San José, Pirri, Benito, García Cortés, Camacho, Del Bosque, Ángel, Isidro, Juanito y Santillana. La Selección de José Emilio Santamaría actuó con Arconada, Celayeta, Alesanco, Tendillo, Gordillo, Alonso, Joaquín, Víctor, Marcos, Montero y Morán. Ejerció de capitán madridista Pirri, por supuesto, que en los prolegómenos del duelo posó también para los medios gráficos con el once inicial de España. Para él fueron todos los aplausos de un Bernabéu rendido a sus pies. El encuentro, futbolísticamente hablando, tampoco dio mucho de sí. A falta de tensión competitiva los noventa minutos de juego resultaron ser un entretenido duelo amistoso en el que al Madrid se le vio mucho mejor conjuntado que su rival. Eso sí, los goles llegaron en el segundo tiempo y fue el combinado nacional el que se puso por delante. En el saque de una falta Marcos recibió el balón y lo elevó con habilidad para que Joaquín efectuase un disparo con el que, tras tocar levemente en un rival, superó a Miguel Ángel por alto. El empate llegó poco después por mediación de otro de los protagonistas de aquella noche. Laurie Cunningham regresaba a los terrenos de juego tras la larga lesión que le había retirado de los terrenos de juego desde finales de noviembre del año anterior. Había mucha expectación por la vuelta del inglés y Boskov aprovechó el homenaje para darle minutos con vistas a rodar al jugador de cara a la Final de París. Laurie parecía estar bien y fue el encargado de anotar el 1-1 con un excelente remate a puerta. El gol, por cierto, también llegó a balón parado tras un saque de falta de Juanito por la izquierda. El esférico, tocado por varios jugadores, volaba sin tocar suelo y finalmente Cunningham se las ingenió para alojarlo en la red con un acrobático remate a bocajarro y de espaldas. El cuadro blanco superó al centro del campo de España aunque no tuvo claridad cara a puerta. La defensa formada por Maceda y Tendillo tampoco ofreció muchas facilidades a los atacantes madridistas.Pirri disputó los primeros 30 minutos del encuentro y cada vez que tocó la pelota se llevó las ovaciones del público congregado en el Bernabéu. A la media hora cedió su puesto a García Navajas y tras recibir todo el cariño de los espectadores se retiró a vestuarios en solitario. Sólo le acompañó una persona, su amigo Raúl Cancio. El fotógrafo tuvo el privilegio de ser testigo directo de un momento único e irrepetible que inmortalizó en una de las mejores fotografías de la Historia del Real Madrid. Un momento cargado de emoción. Pirri, despojado de su camiseta, sostiene en sus manos las botas de fútbol. Alrededor de él las prendas de vestir de los compañeros, las chanclas, las prendas deportivas... Pirri está mirando hacia abajo en la soledad de ese vestuario en el que tantas y tantas veces se había vestido con los colores de un Real Madrid que defendió como nadie a lo largo de dos décadas. Había llegado con el Madrid 'yeyé' y se había marchado con aquel Madrid de finales de los setenta y principios de los ochenta, el 'Madrid de los García' que estaba a punto de intentar ganar aquella Séptima que tanto se resistía... Pirri había ganado La Sexta en 1966 y había protagonizado gestas deportivas de todo tipo que le habían llevado a convertirse en todo un símbolo del Real Madrid. Pirri, de hecho, representaba como pocos los valores del Real Madrid. Lo hizo dándolo todo hasta el último día, aquel 15 de mayo de 1981. Su último día como futbolista del Real Madrid. Todo aquello estaba simbolizado en la preciosa instantánea que tomó el fotógrafo Raúl Cancio antes de fundirse en un sentido abrazo con su emocionado amigo.
El encuentro fue un éxito de asistencia, según plasmaba en su portada del día siguiente el periódico Marca. "90.000 con Pirri", titulaba en grande el rotativo, que cifraba en 16 millones la recaudación del evento. "La Selección, sin punta, y el Madrid, sin puntería", añadía Marca encima de su mancheta y bajo el marcador de 1-1. En la fotografía principal, como no podía ser de otra forma, el protagonista emocionado. "El veterano capitán, llorando", apuntaba el periódico sobre una declaración del propio Pirri. "La gente ha demostrado que me quiere". El homenaje cumplió con su cometido. "Mucho público y poco fútbol para despedir a Pirri", como titularía su crónica Alfredo Relaño en el diario El País. El semanal As Color, también llevó a su portada el homenaje de Pirri. "Un ídolo", titulaba en grande sobre una preciosa fotografía de Agustín Vega en la que se ve a Pirri, con los brazos en alto, saludando a su público. "Pirri dijo adiós. El Bernabéu, a tope. Enfrente, la Selección. Se despedía un ídolo", sentenciaba la publicación. "He visto un ambiente fenomenal. Aquí se me ha aplaudido muchos años y he comprobado que me siguen queriendo", advirtió José Martínez en declaraciones recogidas por el Diario As. El jugador insistió mucho en esa idea en todas las declaraciones que aparecieron en la prensa esos días. "La gente se sigue acordando de mí y eso es emocionante. Ha venido una señora de noventa y tantos años sólo para despedirse de mí, y eso me ha llegado al alma. Sabía que en un día así me iba a emocionar", señalaba Pirri, que también fue recibido por el Rey Juan Carlos en una audiencia celebrada en el palacio de la Zarzuela, donde el futbolista entregó al monarca una medalla conmemorativa de su homenaje.
REAL MADRID: Miguel Ángel, San José (Sabido, 45'), Pirri (García Navajas, 30'), Benito (Cunningham, 45'), García Cortés, Camacho, Del Bosque (García Hernández, 54'), Ángel, Isidro (Pineda, 65'), Juanito y Santillana.
SELECCIÓN ESPAÑOLA: Arconada (Urruti, 45'), Celayeta (Gerardo, 45'), Alesanco (Maceda, 45'), Tendillo, Gordillo, Alonso, Joaquín, Víctor, Marcos, Montero y Morán (Esteban, 45').
GOLES
0-1 min. 55 Joaquín
1-1 min. 60 Cunningham
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