Se cumplen 25 años de la consecución de la cuarta Supercopa de España por parte del Real Madrid
La verdad es que no sé cómo expresarlo. Las sensaciones que siento al recordar la temporada 1993-94 son muy raras, muy raras... Fue una temporada futbolísticamente muy mala para el Real Madrid, un año de muchos disgustos en lo deportivo. Y, sin embargo, recuerdo con cierto cariño y nostalgia aquellos meses. Seguramente porque en lo personal las cosas no marchaban tan mal y porque aquellos recuerdos de juventud siempre se rememoran con una sonrisa. En el fondo tampoco fue todo tan malo. También hubo algunos buenos momentos... Recordaba hace unas semanas el orgullo que sentimos los madridistas el día que Fernando Hierro, con su testarazo, doblegaba a Dinamarca y clasificaba a la Selección para el Mundial que el siguiente verano se celebraría en Estados Unidos. Y hoy toca recordar aquella Supercopa que el equipo blanco se adjudicó en el Nou Camp frente al Barcelona.
Fue uno de los pocos buenos momentos que nos dejó la temporada 1993-94. La Supercopa de España era un título menor pero, no voy a mentir, supo a gloria. Llegó en un momento en el que hacía falta algo así. Una pequeña satisfacción entre tantos reveses y tantos golpes. Hay que analizar el contexto. Los madridistas atravesábamos un periodo nefasto. Veníamos de perder dos Ligas en Tenerife. Para mí, nos encontrábamos en el punto álgido de lo que yo denomino el Síndrome del Transworld Sport. Parecía que todas las noticias que surgían alrededor del Real Madrid eran negativas.
El Real Madrid había arrancado la temporada muy mal. Tras el espejismo de la victoria 1-4 en El Sadar los de Floro entraron en un bache de derrotas y resultados adversos en Liga que dejaron al equipo en una complicada situación clasificatoria. En la séptima jornada, tras un empate a cero en Tenerife, el cuadro merengue era... ¡decimocuarto! Afortunadamente las cosas comenzaron a circular por la senda correcta a partir de la siguiente jornada, tras una goleada 5-0 frente al Lleida. El juego no era para tirar cohetes pero los resultados nos dieron un respiro entre finales de octubre y a lo largo del mes de noviembre de 1993. Parecía que se había superado la "crisis" de la que tanto se hablaba en los medios de comunicación. Pero justo el último partido de aquel mes se volvió a tropezar con una derrota 2-1 frente al Sporting. Se disparaban de nuevo las alarmas en el peor momento porque la siguiente semana tocaba enfrentarse al Barcelona en la Supercopa de España. Sí, por aquellos tiempos este torneo se disputaba en el mes de diciembre. Los catalanes concurrían como Campeones de Liga y el Real Madrid como Campeón de la Copa del Rey. El equipo de Johan Cruyff se llevaba todos los elogios y atravesaba uno de sus mejores momentos, así que no puede extrañar que algunos afrontáramos el duelo con muy poco optimismo.
El jueves 2 de diciembre de 1993 se disputó el encuentro de ida en el Santiago Bernabéu. Y resultó que esa noche el Real Madrid dio la talla. Y eso que se adelantó el Barcelona. Al cuarto de hora Hristo Stoichkov cruzó de primeras y según le venía un pase largo para superar a Buyo y colocar el 0-1 en el marcador. Sin embargo el cuadro blanco no se vino abajo y desplegando un buen juego consiguió acercarse con mucho peligro a la portería azulgrana. Rebasada la media hora un gran pase de Hierro entre la defensa azulgrana fue recogido por Alfonso entrando en el área. El canterano controló el esférico y con gran habilidad lo picó un poco para superar a Busquets y establecer el empate a uno con el que se llegaría al descanso.
En el segundo tiempo los blancos consiguieron ponerse por delante con un gol de Iván Zamorano. Un perfecto y medido centro desde la derecha de Míchel fue cabeceado por el chileno a la red. A la contra el Barcelona tuvo alguna ocasión delante del marco de Buyo pero ninguna llegó a buen puerto. El que sí que acertó de nuevo fue Alfonso, que estaba viviendo uno de sus mejores momentos como madridista y se había hecho con la titularidad por delante de Butragueño. Míchel recogió un balón dentro del área y metió un pase al centro raso que el de Getafe empujó a placer a la red y casi sin oposición. Sólo faltaban cinco minutos para el noventa reglamentario y el Real Madrid vencía 3-1 a los de Cruyff.
Todavía recuerdo la alegría con la que me presenté en clase al día siguiente. Con lo mal que había arrancado la temporada estaba claro que aquel 3-1 frente al Barça era lo mejor que había pasado desde que había arrancado la campaña en septiembre. Eso sí, se trataba de un doble enfrentamiento. Quedaba el segundo partido en Barcelona y la renta de dos goles la hubiésemos firmado todos antes de arrancar la Supercopa.
REAL MADRID: Buyo, Luis Enrique, Alkorta, Sanchís (Nando, 75'), Lasa, Hierro, Milla, Míchel, Prosinecki, Zamorano (Dubovski, 65') y Alfonso.
BARCELONA: Busquets, Ferrer, Eusebio, Nadal, Sergi, Guardiola, Bakero (Amor, 60'), Iván, Stoichkov, Laudrup (Ekelund, 59') y Romario.
GOLES
0-1 min. 16 Stoichkov
1-1 min. 33 Alfonso
2-1 min. 55 Zamorano
3-1 min. 85 Alfonso
Partido de vuelta
El jueves 16 de diciembre de 1993 se disputó el partido de vuelta en el Nou Camp. El equipo de Benito Floro acudía con la ventaja del 3-1 de la ida. Pero claro, quedaban noventa minutos por delante y todo por decidir. Benito Floro volvió a alinear el mismo once que en la ida, de nuevo con Alfonso en punta acompañando a un Zamorano que volvía por sus fueros y con sus goles parecía haber superado una pequeña sequía fruto del mal arranque de temporada del equipo.
Supongo que todos teníamos claro que habría que sufrir para llevarnos el trofeo. Y la verdad es que algunos sustos pasamos, claro. Poco después de superarse los primeros diez minutos Stoichkov envió un balón al palo metiéndonos el susto en el cuerpo. Casi de inmediato Romario tuvo otra ocasión clarísima y el brasileño también falló. Mejor. Evidentemente el Barcelona tenía que arriesgar más puesto que se trataba del equipo que estaba obligado a remontar. El Madrid se mostraba con las ideas más claras, esperando una oportunidad. Y la tuvo. En el minuto 21 nuestro lateral Mikel Lasa, apurando y cerca del banderín de córner, envió un preciso y certero centro al área que Iván Zamorano aprovechó para anotar un gol 'marca de la casa', es decir, de perfecto cabezazo. Fue un golazo. ¡0-1 en el Nou Camp! El gol era importantísimo porque, además de elevar el global de la Final a un 4-1 favorable al Real Madrid, suponía anular el valor del tanto cosechado por los blaugranas en el Santiago Bernabéu. En otras palabras, los locales necesitaban marcar tres goles para forzar la prórroga. El Barcelona tuvo el balón pero sin crear tampoco excesivas oportunidades para lo que se esperaba. Dominio estéril con balón pero sin saber desactivar a un Real Madrid bastante seguro y con un centro del campo muy trabajador. Al descanso se llegó con la victoria parcial 0-1. Sólo quedaba aguantar otros cuarenta y cinco minutos.
En el segundo tiempo el Barcelona efectuó cambios de jugadores y de posiciones tratando de encontrar la forma de desactivar a los blancos. Sólo consiguieron empatar el partido. Bakero, en el minuto 65, recibió por alto un balón largo que controló con el pecho antes de disparar para batir a Buyo. Era el 1-1 pero la ventaja del Madrid seguía sin correr peligro. En la recta final una dura entrada de Koeman a Rafa Alkorta originó una melé que se saldó con la expulsión del defensa local. Quedaba poco tiempo y además alcanzaríamos los últimos compases del choque con uno más sobre el césped. Aquello ya no se podía escapar...
Cada minuto que pasaba era un minuto menos para ser Campeones. Y, por fin, el pitido final. El Real Madrid se proclamó Campeón de la Supercopa de España, el primer título de la temporada 1993-94. Qué cosas... Con lo mal que había empezado todo y resulta que en el mes de diciembre estábamos celebrando un título. Era la cuarta Supercopa que conseguía el Club, contabilizando la que se ganó de forma automática con el doblete de la temporada 1988-89. Las otras tres, además, se ganaron precisamente en enfrentamientos directos con el Barcelona (temporadas 1988-89, 1990-91 y 1993-94).
Ángel María Villar, presidente de la RFEF, entregó al capitán Manolo Sanchís el trofeo y los jugadores posaron para los medios gráficos en una bonita foto de familia. Una semana después la revista Don Balón publicó un póster con la fotografía de la celebración que fue directamente a la cabecera de mi cama. Y ahí sigue un cuarto de siglo después en casa de mis padres. Es la imagen que encabeza la presente entrada del blog. Tras las fotos de rigor los jugadores del Real Madrid intentaron dar la vuelta de honor, pero no la pudieron completar. A medio camino el lanzamiento de objetos por parte del público obligó a los madridistas a tener que retirarse protegidos por los escudos de la policía. Daba igual. El trofeo se iba a nuestras vitrinas.
Aquella victoria fue una satisfacción tremenda. Después de los disgustos que nos habíamos llevado en los últimos tiempos aquel triunfo resultó balsámico. Ojo que en los duelos directos con el Barcelona las cosas no nos habían ido tan mal... Sin ir más lejos, aquel año 1993 había arrancado con el triunfo en Liga del Santiago Bernabéu y en las postrimerías de la temporada 1992-93 habíamos eliminado al cuadro azulgrana en la Copa del Rey ganando precisamente en el Nou Camp con diez jugadores y accediendo a la gran Final en la que los de Benito Floro vencieron al Zaragoza.
Resultó, sin embargo, que aquella Supercopa terminó resultando un oasis en el marco de una temporada que terminó siendo durísima. De hecho, pocas semanas después de levantar aquella Supercopa nos tocó vivir uno de los peores episodios que recuerdo de aquella época. Pero eso es otra Historia... Hoy toca rememorar un bonito triunfo del que hoy se cumplen 25 años.
BARCELONA: Busquets, Ferrer, Guardiola, Koeman, Sergi, Bakero, Goikoetxea, Stoichkov (Laudrup, 50'), Amor, Romario y Beguiristain (Estebaranz, 50').
REAL MADRID: Buyo, Luis Enrique, Alkorta, Sanchís (Nando, 87'), Lasa, Hierro (Ramis, 78'), Milla, Míchel, Prosinecki, Zamorano y Alfonso.
GOLES
0-1 min. 21 Zamorano
1-1 min. 65 Bakero
Ese dia yo estaba en el camp nou con un amigo cule,que me dijo sentirse avergonzado por todo lo que tiraron a los jugadores del Real Madrid,la verdad fue una gran satisfacción refrendar ese trofeo que daba derecho añ supercampeon despues de ganar una sufrida final tambien en Valencia contra el zaragoza a la que también tuve la suerte de poder asistir,eran años en los que el barca tenia mas poderio economico y hacia los fichajes caros...y la quinta del buitre ya se hacia mayor,despues vino la champions del 98 y cambio el rumbo de la historia,eso y pese a las críticas la gestion de Florentino Pérez tanto economica como deportiva que han hecho al Real Madrid lider mundial.
ResponderEliminarRecuerdo este titulo con unas sensaciones parecidas a las tuyas. La temporada fue un desastre(la peor que recuerdo junto a la 95-96) pero el titulo me hizo mucha ilusión, personalmente siempre me ha encantado la supercopa y le dio un valor que otros no le ven(quiza porque casi siempre se la ganabamos al barcelona).
ResponderEliminarRecuerdo que el partido de ida lo escuche por la radio ¿quiza no lo ponian en la televisión?
De todos modos como bien dices en esos años duros de inicios de los 90 cualquier titulo nos sabia a gloria y no es que el equipo jugara mal o no compitiera pero se escaparón tantos titulos en fallando en momentos clave.
Siempre he considerado esta competición un torneo de verano plus, pero leyendo tu pedazo de crónica se me la "gallina de piel".
ResponderEliminarMuy buen artículo, reseñar que aquella extraña y no tan buena temporada de 1993/94 se finalizó en Mayo, con la consecución de un título oficial de la Confederación sudamericana de fútbol, la Copa Iberioamericana de 1994, que por cierto es la gran olvidada de los títulos oficiales del Real Madrid. Véase competiciones internacionales oficiales de la CONMEBOL. Gracias, un saludo.
ResponderEliminar