El Real Madrid dejó en la cuneta al Bayer Leverkusen en los cuartos de Final de la Champions League 1997-98
Estaba claro que aquel año el equipo iba en serio a por la Champions League. Diez años después de aquella Copa de Europa que se le había escapado de los dedos a la Quinta del Buitre el Real Madrid caminaba con paso firme, esta vez sí, a por la ansiada Séptima. Aquella que tanto se estaba resistiendo... Si la trayectoria del equipo de Heynckes invitaba al optimismo desde el inicio de la competición, el empate a uno logrado en Leverkusen con el punterazo de Karembeu había sido la constatación de que aquel podía ser el año... ¡No habíamos perdido en Alemania! Para terminar de confirmar los buenos augurios que se presentaban aquel año 1998 el Real Madrid cerró su pase a las semifinales doblegando con autoridad a los germanos en el partido de vuelta. Un encuentro que se resolvió con un 3-0 favorable a los blancos y cuyo primer gol lo marcó... otra vez Karembeu.
Definitivamente, Christian Karembeu se había convertido en el talismán de aquella Champions League. El jugador cuyo fichaje tantos meses y tantos quebraderos de cabeza le había dado al Club se convirtió en el gran protagonista del encuentro de ida. En su primer partido de Champions con el Madrid el neocaledonio marcó el decisivo tanto del empate. Ese gol con el que, como recordaba hace un par de semanas aquí en 'Historias del Real Madrid', se empezó a ganar La Séptima. En la vuelta, el propio Karembeu fue el encargado de abrir el marcador. Era su segundo gol como madridista. Y otra vez en Europa. Aquella era todo un presentimiento de algo bueno...
El Real Madrid-Bayer Leverkusen de cuartos de final se disputó el miércoles 18 de marzo de 1998, es decir, tal día como hoy de hace veinte años. El equipo blanco realizó un extraordinario encuentro aquel día. Se vio desde el inicio que el equipo de Heynckes llevaba una marcha más que su rival. El único contratiempo fue la temprana lesión de Savio, que dejó su sitio ya en el primer tiempo a Fernando Morientes. Pero el Madrid fue muy superior.
Al cuarto de hora Raúl falló un mano a mano con el portero tras recibir un extraordinario pase de Seedorf. A la media hora un tiro de falta de Fernando Hierro llegó raso a las manos del portero alemán. En el 34' uno de los destacados aquella noche, Mijatovic, hizo alarde de su técnica y habilidad pese a estar rodeado por tres defensores y dejó un balón magnífico a Roberto Carlos para entrar en el área. El lateral envió un pase que Karembeu no acertó a enviar a la red pese a estar casi a puerta vacía. Raúl dispuso otra clarísima en el minuto 37 pero el portero alemán logró rechazar el disparo. Los alemanes estuvieron muy tímidos en ataque y la defensa del Madrid muy segura. Robaron muchísimos balones y se adelantaban con facilidad a los movimientos de ataque de los germanos. Los madridistas atacaban mucho, además. Morientes, de cabeza, envió un blaón fuera por alto. Las ocasiones se sucedían. Un centro desde la derecha de Panucci fue respondido con una patada al aire de Mijatovic, que no enganchó el balón. El montenegrino se desquitó del falló con un espectacular lanzamiento casi desde el medio campo, poco después, que no fue gol de puro milagro. El guardameta Heinen tuvo que estirar la manopla para enviar el esférico a córner. Menudo golazo que estuvo a punto de marcar Mijatovic cuando sólo quedaban dos minutos para el 45'. En el saque de esquina, por cierto, Morientes volvió a cabecear enviando esta vez a la izquierda del marco alemán.
Se llegó al descanso con el 0-0 inicial pero el Real Madrid había sido muy superior.
El segundo tiempo arrancó con las mismas sensaciones... Nada más reanudarse el juego Raúl le puso un balón a Morientes desde la izquierda que el ariete no consiguió empujar en condiciones para marcar. El portero envió fuera a córner. Era el preludio del gol que tanto se estaba haciendo esperar para un Real Madrid que no dejaba de acumular ocasión tras ocasión. Clarence Seedorf fue el encargado de botar el saque de esquina desde la derecha. El de Surinam la colgó al área donde Christian Karembeu cabeceó de manera limpia y perfecta cruzando a la escuadra contraria y batiendo por alto la portería del Bayer Leverkusen. Por fin. ¡Gol del Real Madrid! ¡Y gol de Karembeu!
En el minuto 52, y otra vez en saque de esquina, los visitantes sacaron un balón de la misma raya de gol. El esférico no le duraba en las piernas a los alemanes, que perdían con mucha facilidad ante la presión de cualquier jugador madridista. Si algo estaba quedando claro aquella noche es que el Bayer sufría mucho en los córners. Y fue en otro saque de esquina como se gestó el segundo gol. Esta vez fue desde la izquierda y con golpeo de Roberto Carlos. El balón lo cazó de cabeza Morientes que, esta vez sí, la cruzó con acierto para poner el 2-0 en el marcador. Con ese gol ya no había posibilidad de prórroga y el Madrid, que había arrancado el partido por delante en la eliminatoria, tenía mucho más cerca las semifinales. Podía permitirse incluso el lujo de encajar un gol de los visitantes.
En cualquier caso, no parecía que el Leverkusen fuese a inquietar mucho al público del Santiago Bernabéu. Las contadas ocasiones de las que dispusieron los foráneos fueron bien resueltas por Illgner. Además, los blancos siguieron acumulando llegadas al área rival. En el minuto 57 se registró una doble ocasión tras otra bonita jugada de ataque del Madrid. Roberto Carlos se la puso a Raúl, que fusiló a bocajarro a Heinen. El guardameta evitó el gol con una espectacular intervención, pero el rechace lo recogió Morientes, que de cabeza envió fuera. En cualquier caso, el Madrid tocaba y tocaba mientras se escuchaban los 'olés' del público del Bernabeu. En el 70' Mijatovic probó fortuna con un disparo desde fuera del área. Cinco minutos después, otra internada de Roberto Carlos por la izquierda y centro perfecto a la cabeza de Morientes, que envió a las manos del guardameta foráneo. El dominio era abrumador. Seedorf ponía unos centros desde la derecha que parecían medio gol... Lo raro fue que el partido terminara con un resultado tan corto para lo que se vio sobre el césped.
Ya casi en el minuto 90, José Emilio Amavisca, que acababa de saltar al campo en sustitución de Roberto Carlos, puso un centro desde la izquierda que un defensor tocó con la mano. Penalti clarísimo. Fernando Hierro fue el encargado de ejecutar la pena máxima con un fuerte disparo a la izquierda con el que se subió el 3-0 al marcador. Ya no había dudas... El Real Madrid estaría en las semifinales de la Champions League de la temporada 1997-98.
Fue una gran noche para el madridismo. Una noche muy feliz. Un partido de Copa de Europa, frente a un rival alemán y el Real Madrid pasando de eliminatoria tras firmar una gran actuación. Aquella edición de la Champions League estaba marchando realmente bien. Salvo el día de la derrota en Noruega con el Rosenborg BK el resto de encuentros disputados habían dejado sensaciones muy buenas. Al equipo se le veía muy ilusionado en Europa. Y aquel gol de Karembeu en Leverkusen me terminó de convencer de que aquel año, por fin, se podía hacer algo grande. Se confirmó en el partido de vuelta, con aquella exhibición y ese final feliz. Las celebraciones al término del partido constataban que nuestros futbolistas estaban enchufados para recorrer aquel camino que nos separaba de la tan ansiada Séptima.
REAL MADRID: Illgner, Panucci, Hierro, Sanchís, Roberto Carlos (Amavisca, 88'), Redondo, Karembeu, Seedorf, Savio (Morientes, 37'), Raúl y Mijatovic (Jaime, 80').
BAYER LEVERKUSEN: Heinen, Worns, Nowotny, Happe, Lehnhoff (Rink , 50'), Ramelow, Emerson, Beinlich (Meijer, 81'), Zivkovic, Heintze y Kirsten.
GOLES
1-0 min. 50 Karembeu
2-0 min. 57 Morientes
3-0 min. 90 Hierro (penalti)
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