
El 23 de febrero del año 2006 murió en Bilbao Telmo Zarraonandía Montoya, que pasó a la Historia del fútbol con el nombre de Zarra. Aquel día, al conocerse la noticia, mi padre me contó que cuando él era niño, el día que se retiró Zarra, lloró. "Dios... ¡Creía que se acababa el fútbol!", me contaba. Él, por aquel entonces, ya era seguidor del Barcelona. Pero aquella anécdota refleja bien a las claras lo que representaba la figura de aquel delantero del Athletic Club en el fútbol español.
Mi generación, como es lógico, no vio jugar a Zarra. Pero su figura siempre estuvo ahí. Varias décadas después de colgar las botas había dos registros que parecían insuperables. El récord de los 38 goles en una sola Liga y el de los 251 goles como récord absoluto en la historia de Primera División.
El primero estuvo a punto de caer en la temporada 1989-90 cuando Hugo Sánchez consiguió alcanzar aquella mítica cifra de los 38 goles. Durante muchísimos años llegué a creer que si Hugo no había conseguido rebasar la barrera de los 38 goles nadie lo conseguiría. Pero me equivoqué. En la temporada 2010-11 Cristiano Ronaldo hacía historia al superar al mítico Zarra y convertirse en el primer jugador que superaba las cuarenta dianas. El portugués fue Pichichi aquella campaña con 41 goles.
En noviembre de 2014 el argentino Leo Messi superó el otro récord, el de los 251 goles. Con sus cuatro tantos de hoy en la goleada frente al Celta de Vigo, Cristiano Ronaldo ha superado también a Telmo Zarra y se coloca como segundo máximo goleador de la historia de la Liga con 253 goles.

Hoy Cristiano Ronaldo ha superado a Zarra y como madridista me alegro. Pero también quiero tener un recuerdo a modo de homenaje para el desaparecido Telmo Zarra. El jugador del Athletic Club fue el primero en alcanzar aquellas cifras estratosféricas que, de niño, me parecían inalcanzables. Los récords están para superarlos. Pero las grandes leyendas se quedarán para siempre en la Historia.
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