Hace unos meses recordaba el papel que jugaron los jóvenes canteranos que debutaron con el primer equipo del Real Madrid hace veinte años, en la temporada 1995-96. Hoy me apetecía recordar de manera específica a uno de aquellos jugadores. Era una de las figuras más prometedoras de las categorías inferiores y, por desgracia, fue el que más mala suerte tuvo. Una gravísma lesión truncó su carrera deportiva cuando todo apuntaba a que podía llegar a lo más alto en el mundo del fútbol. Intentó recuperarse de todas las maneras posibles protagonizando una odisea que se prolongó durante varios años. Terminó regresando a los terrenos de juego, pero las secuelas eran evidentes y nunca llegó a ser el mismo. Aún así, tuvo tiempo de dejarnos pinceladas del extraordinario jugador que nos perdimos.
Hoy, a modo de homenaje, me gustaría recordar la figura de Álvaro Benito y para ello he tirado de un buen montón de revistas y de recortes para repasar con detalle su paso por el Real Madrid. Hoy vamos a recordar sus particulares Historias del Real Madrid.
Sus inicios
Álvaro Benito Villar nació en Salamanca el 10 de diciembre de 1976. Su infancia, sin embargo, se desarrolla en Figueres por razones laborales de su padre Antonio, que impartía clases de Derecho Constitucional. Precisamente en Figueres empieza a dar sus primeros pasos futbolísticos. La familia Benito Villar se traslada posteriormente a Ávila. En la ciudad abulense sigue desarrollándose como futbolista en el equipo cadete del Real Ávila y el 14 de junio de 1991, con 14 años, ingresa en el Real Madrid para seguir formándose en las categorías inferiores del club blanco.
Como jugador de la cantera blanca Álvaro Benito va quemando etapas a la par que deja muestras de su talento con el balón. Juega en el Cadete A, en el Juvenil B, en el Juvenil A y en el equipo Sub-19. En la temporada 1994-95 debuta en Segunda B pero una lesión de pubis le aleja cinco meses de los terrenos de juego.
Centrocampista zurdo de vocación ofensiva que se desenvolvía por la banda izquierda, Álvaro era un jugador potente y de gran velocidad. Tremendamente hábil con el balón, destacaba por su técnica y su conducción de la pelota. Sin duda, era una de las joyas de las categorías inferiores de la antigua Ciudad Deportiva.
En la pretemporada del verano de 1995, Jorge Valdano se llevó con el equipo a varios jugadores de la cantera para que trabajaran con la primera plantilla. Álvaro estaba entre los elegidos junto con Víctor y García Calvo. En el ejemplar de septiembre de 1995 de la revista Real Madrid se les dedicaba un reportaje de dos páginas en las que los tres realizaban sus primeras declaraciones. Se le preguntaba a Álvaro qué tal había sido la experiencia con el primer equipo en la pretemporada. "Sensacional. En líneas generales estoy muy contento, me hizo mucha ilusión el poder trabajar con el primer equipo. La gente nos ha ayudado mucho y se ha portado muy bien. Hemos aprendido mucho", contestaba el joven canterano.
Para los nuevos valores de la cantera blanca, la figura de Raúl era todo un referente. Con sólo 17 años Valdano le había hecho debutar en la anterior campaña 1994-95 y el delantero se había hecho un hueco en el primer equipo. Sin duda, todo un ejemplo para los jóvenes. "Raúl nos ha abierto la puerta. Nunca un chaval había conseguido tanto y tan pronto. Valdano nos está dando oportunidades, tenemos que aprovecharlas", comentaba Álvaro a la revista del Club.
Debut en Primera
Pues sí. Valdano les estaba dando oportunidades a los jóvenes. Y a Álvaro, que ya había disputado algún amistoso con el primer equipo en la pretemporada, le llegó la suya bien pronto. Debutó de manera oficial el 3 de septiembre de la 1995, en la primera jornada de Liga de la temporada 1995-96. En aquel encuentro el Real Madrid se impuso en Vallecas al Rayo con un contundente 1-5 y en el minuto 70 Álvaro sustituyó a José Emilio Amavisca, autor del primer gol del partido. El joven salmantino disputó así sus primeros minutos como jugador blanco. Aunque, aquel día, tocó jugar de morado. Álvaro lució el dorsal número 24 que llevó a la espalda aquella temporada.
Una semana después, el 9 de septiembre, disfrutó de sus primeros minutos oficiales en el Santiago Bernabéu en el encuentro de la segunda jornada de Liga frente al Athletic Club de Bilbao. Álvaro entró al campo, de nuevo, sustituyendo a Amavisca. En el Bernabéu, en realidad, ya había jugado un par de semanas antes con motivo de la celebración del Trofeo Santiago Bernabéu frente al Ajax de Amsterdam, vigente Campeón de Europa. Pero los minutos que jugó frente al Athletic fueron los primeros de competición oficial en el templo madridista.
En octubre de 1995 la revista Real Madrid publicó en las páginas 54 y 55 su primera entrevista con el jugador. 'Álvaro: directo hacia la fama', era el titular. En ella, el futbolista demostraba tener los pies en el suelo y explicaba cómo había sido su camino hasta el primer equipo. "Fácil no ha sido, desde luego, pero es que además tampoco he conseguido nada. Todavía tengo mucho que demostrar, pero no sólo en el primer equipo, sino en el mismo Castilla, donde tendré que luchar por hacerme con un puesto", contestaba haciendo gala de una gran responsabilidad.
En aquella primera entrevista para la revista oficial del club, se le preguntaba al joven jugador qué le pedía a la temporada que acababa de empezar. "Me conformo con seguir en el primer equipo, aunque una vez que llevas tiempo aspiras a más, es lógico. Podría seguir jugando 10 ó 20 minutos por partido, pero sé que a mi edad me conviene jugar. Me quedan un par de años para formarme como futbolista. También me gustaría jugarlo todo con el Castilla. Por haber jugado un par de partidos en Primera no me considero un fijo en el filial. Tengo que seguir luchando igual, con la misma intensidad. Es la única forma de conseguir algo", respondía Álvaro.
Efectivamente, Álvaro alterna el primer equipo con el Castilla en los primeros meses de la temporada 1995-96. Tras disfrutar de minutos en Primera División en las dos primeras jornadas pasa a jugar con el equipo de Segunda División, con el que es titular en cinco partidos. En aquel Real Madrid B coincide con una magnífica generación de jugadores. Varios de ellos, además, terminaron debutando con el primer equipo aquella misma campaña. El entrenador, Sergio Egea, contó con jóvenes promesas de la talla de Guti, Víctor, García Calvo, Fernando Sanz, Gómez, Iván Pérez Muñoz...
En el mes de noviembre de 1995 vuelve a ser reclamado por Jorge Valdano para el primer equipo. El domingo 26 de noviembre, en el Molinón y frente al Sporting de Gijón, Álvaro Benito juega su primer partido como titular con el Real Madrid. Juega además los noventa minutos, siendo su primer partido completo con la camiseta blanca.
Una semana después, llega otra fecha destacada de la vida deportiva de Álvaro. El sábado 2 de diciembre de 1995 vuelve a ser titular. Pero esta vez en el Santiago Bernabéu. ¡Y consigue su primer gol con el primer equipo! Fue en un encuentro frente al Sevilla que el Madrid ganó 4-1. Rafa Alkorta anotó el 1-0 nada más arrancar el choque y en el minuto 13 Álvaro marcaba el 2-0. Raúl, que después marcaría dos goles aquella noche, envió un pase a su izquierda para que su compañero, que se incorporaba al ataque a toda velocidad, se hiciese con el esférico y lo cruzase elevándolo a media altura para superar la salida del guardameta Unzué.
El primer gol de Álvaro en Primera División llegó en un partido que, además, dejó más datos para el recuerdo. Era el partido número 400 de Manolo Sanchís en Liga y el primero de José María Gutiérrez. Sí, en aquel partido debutó Guti.
El número 74 de la revista oficial del club, correspondiente al mes de diciembre de 1995, vuelve a dedicar dos páginas al jugador con motivo de su vuelta al primer equipo. Por el contenido, se deduce que la entrevista está realizada entre el partido disputado en Gijón y el jugado en el Bernabéu frente al Sevilla. Javier De la Calle le preguntaba al joven jugador qué podía aportar Álvaro al primer equipo del Real Madrid. "Técnica no sé, es algo que debéis decidir vosotros. Lo que sí garantizo es esfuerzo, que se traduce en dejarme la piel en cada partido, en cada entrenamiento. Estar en el Madrid es algo grande, lo más grande, por eso se merece el máximo esfuerzo, la máxima dedicación. Y eso la gente lo va a ver desde la grada, van a poder comprobar mi esfuerzo", respondía Álvaro.
Dos semanas después de anotar su primer gol en Primera División el canterano volvió a ver portería. Fue el domingo 17 de diciembre de 1995 en partido correspondiente a la decimoséptima jornada de Liga. De nuevo fue en el Santiago Bernabéu y el rival era el Celta de Vigo. Se impuso aquel día el Madrid 1-0 y el gol lo anotó Álvaro en el minuto 29 de la primera parte. El colombiano Freddy Rincón envió un pase a la izquierda que recogió en banda Álvaro. El canterano avanzó con la pelota mientras se escoraba al centro y al llegar al borde del área, rodeado de adversarios y tras sortear a un defensa, soltó un latigazo ajustado al palo izquierdo de la portería rival. El balón pega en el poste y entra a gol como un rayo. Aquel fue el único tanto del partido. El segundo gol del joven valor blanco con la camiseta merengue servía para darle los tres puntos al Real Madrid.
El cese de Jorge Valdano en enero de 1996, sin embargo, le restó algo de protagonismo en el primer equipo. Aun así, acumuló minutos en Primera División con el Madrid y en Segunda con el Castilla de Sergio Egea.
Álvaro seguía siendo actualidad en el Real Madrid. En abril de 1996 el número 78 de la revista oficial del Club vuelve a tirar de Álvaro para realizar un extenso y precioso reportaje que llevaba la firma de Javier Palomino. 'Jugador Monumental' titulaba el periodista sobre una espectacular fotografía de Jorge Iglesias a doble página en la que se puede ver a Álvaro posando junto a la Muralla de Ávila. A lo largo de seis páginas podemos ver al futbolista rodeado por sus padres Antonio y Begoña y su hermana Laura en el domicilio familiar.
Y hay una fotografía en ese reportaje que me encanta, una en la que posa en su habitación. La pared está llena fotos, pósters y recuerdos. Se puede apreciar un póster de Raúl, otro de Míchel, otro de Laudrup... Ídolos y, finalmente, compañeros de equipo. También hay tres camisetas colgadas, dos del Real Madrid (una morada y otra blanca) y una del Bayer Leverkusen. Me atrevo a suponer que la violeta era la de su debut en Primera División y la blanca posiblemente fuese la de su primer gol... Con la del Bayer Leverkusen seguro que no me equivoco. El Real Madrid había jugado el 16 de mayo de 1995 un partido amistoso en Granada frente al equipo alemán para inaugurar el Nuevo Estadio de Los Cármenes. Aquel día, Álvaro jugó quince minutos sustituyendo a Raúl. Su primer encuentro internacional con el Madrid. Aquella camiseta que tuvo colgada en su habitación la habría intercambiado aquel día con algún rival a modo de recuerdo.
La temporada 1995-96, la de su debut en Primera División, se saldó con un balance de 25 partidos oficiales. Con el primer equipo jugó 14 partidos de Liga, anotando dos goles frente a Sevilla y Celta, y dos de Copa del Rey. Con el filial de Segunda División disputó nueve choques y anotó un gol.
Temporada 1996-97
En la temporada 1996-97 el Real Madrid conformó una espectacular plantilla cargada de nombres que han pasado a la Historia del Real Madrid. A las órdenes de Fabio Capello jugaron futbolistas como Suker, Mijatovic, Roberto Carlos, Seedorf, Panucci... Todos ellos reforzaron a un equipo que ya contaba con hombres como Hierro o Redondo. Y todo ello sin olvidarnos de los jóvenes de la cantera con Raúl a la cabeza convertido ya en todo un referente del Madrid a pesar de contar con 19 años recién cumplidos. Lo dicho, un equipazo que finalmente conquistó el título de Liga de aquella temporada.
Con todo aquel plantel cargado de estrellas jugar no iba a resultar fácil para nadie. Y, sin embargo, Álvaro Benito fue entrando poco a poco en los planes de Capello. En octubre de 1996 empezó a disputar sus primeros minutos en competición oficial en dos partidos en los que saltó al terreno de juego desde el banquillo.
Y, en la octava jornada, el sábado 19 de octubre de 1996, jugó su primer partido de la temporada como titular. Fue en un espectacular duelo frente a la Real Sociedad que recuerdo como si se hubiese jugado ayer. Aquel día, en el que Álvaro jugaba de titular, el ya desaparecido Ferenc Puskas hacía el saque de honor. A modo de homenaje, el Madrid firmó un espectacular 6-1 con una gran actuación de todo el equipo. Además, con remontada. Se adelantaron los donostiarras pero los blancos le dieron la vuelta al marcador a lo grande. Las portadas se las llevaron Mijatovic y Suker con sus goles, pero todos estuvieron de lujo. Incluido Álvaro, por supuesto.
Sin lugar a dudas, el joven canterano convenció de su potencial a Fabio Capello. En el fondo, lo que pasaba era que se estaban confirmando las expectativas que había creadas alrededor del futbolista. A partir de aquel partido frente a la Real Sociedad Álvaro fue titular con el técnico italiano. El jugador formó parte del once inicial en los siguientes cuatro partidos de Liga frente a Zaragoza, Tenerife, Compostela y Logroñés. Frente a los riojanos, en el Santiago Bernabéu, incluso llegó a disputar los noventa minutos completos.
Todo aquello sucedía a comienzos de noviembre de 1996. Álvaro Benito estaba, se puede decir, en el mejor momento de su carrera futbolística. Con 19 años era titular en el Real Madrid y tenía un futuro prometedor por delante.
Pero las cosas, por desgracia, a veces se tuercen y no salen como uno pensaba. Cosas de la vida, del destino...
La lesión
12 noviembre de 1996. Esa es la fecha marcada en negro en la carrera de Álvaro Benito Villar. El 12 de noviembre de 1996 la Selección Sub-21 jugaba un partido frente a Eslovaquia en Las Palmas de Gran Canaria valedero para la Copa de Europa de la categoría. El buen momento de forma del jugador salmantino no pasa desapercibido para los técnicos de la Federación Española e Iñaki Sáez le convoca para dicho encuentro. Aquel día jugaron de titulares con España los madridistas García Calvo y Víctor, compañeros de generación de Álvaro. Precisamente Víctor anotó el gol de España aquel día de infausto recuerdo para su compañero de equipo. También estaba Fernando Morientes, aún en las filas del Zaragoza.
Lo más curioso de aquel día es que Álvaro no jugó de titular. ¿Qué hubiera sido de su carrera, de su vida, si aquel 12 de noviembre no hubiese saltado al césped del Insular? Quién lo sabe...
Pero jugó. Álvaro saltó al terreno de juego en el minuto 77 para sustituir al azulgrana Roger. Por delante, 13 minutos y el descuento. En plena acción, el jugador siente un crujido en la rodilla de su pierna izquierda. El propio Álvaro describía con todo lujo de detalles el momento del percance para un reportaje del diario El País en el año 2001. "Corría por la banda y choqué con un rival, a nivel del hombro, y al frenar, justo, sentí el dolor en la pierna izquierda. Lo he visto en la televisión, en vídeo, y tampoco observo que pisara mal. Fue al frenar, pero había hecho frenadas como ésas 200.000 veces. Hay momentos en que no entiendes por qué te pasan las cosas. Los médicos no me lo han explicado. Quizá fueron los tacos. Ese día jugué con tacos de aluminio. Son peligrosos porque se quedan enganchados", recordaba el madridista.
Los futbolistas suelen darse cuenta de inmediato de que algo no va bien. "Esa noche lloré, al darme cuenta de que estaba en un buen momento y de que había tirado por la borda toda la temporada. Pero nunca sospeché que esta lesión podía poner en peligro toda mi carrera deportiva", recordaba Álvaro sobre aquel fatídico día en otra entrevista publicada años después por El País.
Las primeras exploraciones se las realizaron en la Clínica San Camilo de Madrid y la resonancia magnética efectuada no propició buenas noticias. El diagnóstico era el peor de todos. Rotura del ligamento cruzado anterior, menisco externo y ligamento lateral externo. La famosa y tan temida 'triada'.
En declaraciones recogidas en el número 58 la revista Real Madrid el Doctor Alfonso del Corral calificaba de "gravísima" la lesión de Álvaro. "Hace unos años, los pacientes que la sufrían no podían volver a la alta competición. Ahora se puede volver a ser el de antes", apuntaba el jefe de los servicios médicos del Real Madrid. El tiempo de recuperación barajado era de unos siete meses.
El jugador fue operado por el prestigioso Doctor Pedro Guillén en la Clínica Santa Elena en una intervención que se prolongó por un espacio de unas dos horas y media. Una intervención de la que, visto a día de hoy, no salió bien parado...
Cesión al Tenerife
Cuando se habla de la carrera futbolística de Álvaro Benito suele recordarse que el salmantino no volvió a jugar al fútbol después de aquella terrible lesión. Pero no fue exactamente así. Lo cierto es que Álvaro volvió a jugar. El problema fueron las recaídas. Pero volvió a jugar. Fue en la temporada 1997-98. En concreto, en enero de 1998, Álvaro volvía a pisar un terreno de juego vestido de corto después de más de un año en el dique seco. Reapareció con el Castilla, por aquel entonces Real Madrid B, en Segunda División B. Jugó tres partidos de titular con el filial y jugó también 25 minutos con el primer equipo en partido de Copa del Rey frente al Alavés en el Santiago Bernabéu.
El 1 de febrero de 1998 se hizo oficial la cesión de Álvaro al Tenerife, entonces en Primera División, hasta el 30 de junio de aquel mismo año. Se buscaba la forma de darle minutos en la máxima categoría para volver a coger el ritmo de competición.
Con el equipo tinerfeño Álvaro llegó a jugar dos partidos de Liga, uno en Santander y otro en Valladolid. En el encuentro disputado en Zorrilla, además, Álvaro anotó un gol. Se habían adelantado los locales en la primera parte y ya en la segunda el jugador cedido por el Madrid anotó el 1-1 al aprovechar un error de la defensa anfitriona para robar un balón y marcar el empate. Recuerdo que me alegré muchísimo de aquel gol al escucharlo por la radio y al ver las imágenes por la noche en los resúmenes televisivos. Tenía muchísimas ganas de que Álvaro recuperase poco a poco su mejor versión para poder regresar al Real Madrid y reanudar su prometedora carrera futbolística con la camiseta blanca.
Desgraciadamente, no fue así. Nadie lo sabía entonces, pero aquel partido disputado en Valladolid el domingo 1 de marzo de 1998 fue el último encuentro que jugó Álvaro Benito Villar en Primera División.
Un calvario
Me gustaría no ser muy dramático a la hora de recordar aquellos años de la vida de Álvaro Benito. Quizás sea excesivo hablar de un 'infierno', no lo sé. Eso debería de ser el propio Álvaro el que lo dijese. Pero, como mínimo, hay que calificar de 'calvario' todo aquel periodo que tuvo que sufrir y que se prolongó durante años. Años. Lo siento, pero lo tengo que decir. Aquello tuvo que ser un infierno.
Lo que empezó siendo una triada terminó generando problemas de cartílago. Retrocedo varios meses atrás para volver de nuevo a 1996. En el ejemplar del mes de diciembre de 1996 de la extinta revista Futbolmanía se explicaban los pormenores de la primera operación a la que fue sometido Álvaro. "Una vez en el quirófano, se confirmó que el jugador no solamente tenía roto el ligamento cruzado sino que también tenía dañado el ligamento lateral interno y rotura de menisco. Una auténtica 'escabechina' en la rodilla. Visto el panorama, el Doctor Guillén procedió a 'reparar' la rodilla del futbolista. la intervención fue complicada, ya que la popular 'triada' es una de las lesiones más graves que pueden darse en un futbolista. A Álvaro le fue suturado el ligamento lateral interno, extirpado parte del menisco y el cruzado anterior le fue sustituido por tendón rotuliano", explicaban en la revista.
"El tiempo de recuperación de este tipo de lesiones nunca es inferior a siete meses, y, contando que no haya problemas en la recuperación, el jugador podría estar a punto para volver a entrenar a tope dentro de ocho meses, por lo que la temporada, desgraciadamente, ya ha finalizado para el joven y entusiasta valor madridista", añadía la revista Futbolmanía, que también recogía una declaración de Álvaro cargada de intenciones: "Ahora en lo único que pienso es en mi recuperación y en volver a entrenar cuanto antes".
Álvaro no se recuperó nunca del todo de aquella lesión. El cartílago le dio muchísimos problemas. La rodilla se le inflamaba y no podía ni estar cinco minutos de pie. Llegó a estar literalmente impedido. Ya no era un tema sólo deportivo. Flotaba la preocupación de que le quedaran secuelas de cara a su vida normal.
A la primera operación de 1996 le siguió otra... Y otra... Y otra... Durante más de cuatro años intentó recuperarse de todas las maneras. En total, pasó nueve veces por quirófano para operarse la rodilla. Operaciones, rehabilitaciones, gimnasio, sesiones de fisioterapia... Aquel fue el durísimo día a día durante meses y más meses. Al sufrimiento físico con jornadas de hasta diez horas de rehabilitación había que añadir, además, el sufrimiento psicológico. La impotencia.
Viendo que la cosa no mejoraba se empezó a buscar alternativas y tratamientos innovadores. Álvaro y el Doctor Alfonso del Corral acabaron en Estados Unidos, donde se le llevó a cabo al jugador un injerto de menisco... de cadáver. Sí, se le colocó un menisco y un ligamento extraídos de un banco de órganos. Después, a empezar de nuevo otro largo periodo de varios meses de recuperación. Aunque, al parecer, en aquella ocasión la cosa parecía funcionar bien...
Pero en diciembre del año 2000 el infortunio volvió a cruzarse en la vida de Álvaro Benito. Cuando la recuperación parecía que iba al fin por la buena senda y comenzaba a verse una luz al final del túnel, un accidente de circulación lo echó todo al traste. En el choque la peor parte se la llevó... su pierna izquierda. Sí. La de la lesión. Aquello parecía una cosa de brujas. Se rompió el peroné y se cortó su ligamento cruzado. ¡El mismo de la lesión! Algo absolutamente increíble.
Tocaba empezar de nuevo. Otra operación, otro periodo de recuperación, más meses de rehabilitación por delante... Por supuesto, la temporada 2000-01 se la volvió a pasar en blanco. ¿Tendría final aquella pesadilla?
Vuelta al fútbol
Aunque no regresó al 100%, Álvaro Benito tuvo la satisfacción de volver a jugar al fútbol. Después de todo lo que tuvo que pasar, creo que volver a calzarse las botas y pisar un terreno de juego fue un ejemplo de superación digno de aplauso. En la temporada 2001-02 la recuperación parecía ir ya, por fin, por buen camino.
Empezó a jugar con el Real Madrid B en Segunda División B y aquella temporada incluso volvió a saborear lo que se sentía al marcar un gol en competición oficial. Fue en Toledo, en un partido que los canteranos madridistas ganaron 0-2. El 0-1 se lo apuntó Álvaro, que no celebraba un gol desde aquel que marcó en Valladolid con el Tenerife... hacía más de cuatro años.
Aquel ejercicio 01-02 jugó un total de quince partidos con el Real Madrid B, cuatro de ellos como titular.
El 30 de junio del año 2002 concluyó el contrato que unía a Álvaro con el Real Madrid. Por desgracia, el filial no había conseguido ascender a Segunda División y la perspectiva de forzar una renovación para seguir en Segunda División B no parecía demasiado halagüeña. Álvaro necesitaba minutos y en el primer equipo no iba a gozar de la oportunidad de jugar. Así las cosas, ambas partes decidieron seguir caminos separados. Terminaba así el periplo de Álvaro Benito como jugador del Real Madrid.
En total, Álvaro Benito Villar disputó un total de 24 partidos oficiales con la camiseta del primer equipo del Real Madrid y anotó dos goles, los dos en Liga. Fue campeón de Liga en la temporada 1996-97. Y, a lo largo de los años que permaneció en la disciplina del Club, hubo más títulos. Entre las temporadas 1997-98 y 2001-02 el Real Madrid ganó tres Copas de Europa, una Copa Intercontinental, otra Liga y dos Supercopas de España. El problema era que el jugador no se sentía ganador de todos aquellos triunfos. "No he sido partícipe, y por ello no me siento campeón", declaraba en una ocasión al semanario Don Balón cuestionado al respecto.
Entiendo la posición de Álvaro al respecto. Como jugador le hubiese gustado ganar todos aquellos títulos en el terreno de juego. Es lógico. Pero, personalmente, siempre he pensado que en el fútbol los títulos son colectivos y que los compañeros que están entrenando y trabajando con los titulares son también partícipes de los éxitos. Álvaro se machacaba en el gimnasio y en las sesiones de recuperación tratando de volver a sentirse futbolista junto a sus compañeros de equipo en la Ciudad Deportiva. Podía estar de baja, sí. Pero él formaba parte de la primera plantilla del equipo. ¿Podía haber un mayor ejemplo de motivación para sus compañeros que el de ver cómo sufría y se esforzaba con la intención de volver a vestir la camiseta del Real Madrid?
Recuerdo con mucho cariño el día de la celebración del título de Liga 2000-01. El día que el Madrid ganó 5-0 al Alavés en el Santiago Bernabéu. Volvíamos a ser Campeones de Liga. Al término del encuentro, cómo no, se desató la fiesta. Y aquel sábado 26 de mayo de 2001, Álvaro celebró con sus compañeros el título. No se me olvidará nunca la imagen de los más jóvenes, en plena celebración, subidos al carro motorizado que se utilizaba para retirar en camillas a los lesionados. ¡Con Casillas y Álvaro al volante!
Para mí, un pedazo de todos los títulos logrados por el Real Madrid entre 1995 y 2002 también le pertenece a Álvaro. Es el periodo en el que el jugador formó parte de la primera plantilla del Real Madrid.
Últimos coletazos de fútbol
En el verano de 2002 la revista Don Balón publicó una entrevista con el jugador. "No se me ha olvidado jugar al fútbol", titulaba el semanario deportivo. Álvaro acababa de desvincularse del Real Madrid y, a la espera de que se concretase alguna oferta para seguir jugando al fútbol, repasaba cómo habían sido aquellos últimos años.
"El club se ha portado conmigo fenomenal en todos los aspectos, dándome mucho apoyo hasta el último momento. Para el Real Madrid sólo tengo palabras de agradecimiento", afirmaba el salmantino. En aquella entrevista, Álvaro recordaba que el Real Madrid le había renovado tres veces el contrato aun estando lesionado. "La última vez Jorge Valdano me comentó que continuarían renovándome mientras yo tuviera fuerzas para seguir intentando jugar. El Real Madrid ha sido un soporte para mí durante todos estos años", comentaba el jugador.
"Nunca me fui abajo psicológicamente, pero sí pensé que era complicado volver a jugar, sobre todo esos días en los que hasta dar un paseo alrededor de mi casa era un problema. Pero la esperanza de volver a jugar nunca la perdí", añadía en la entrevista Álvaro, que apuraba lo que le quedaba de carrera deportiva en la elite.
Álvaro Benito jugó una campaña en el Getafe, entonces en Segunda División. Era la temporada 2002-03. En total fueron siete partidos oficiales, seis de Liga y uno de Copa del Rey. El domingo 6 de abril de 2003 Álvaro jugó su último partido oficial como profesional. Fue un Getafe-Almería que concluyó 1-1. Salió al terreno de juego del Coliseum Alfonso Pérez de titular y fue sustituido en el minuto 50 por su compañero Copito.
No volvió a jugar. Sólo tenía 26 años.
El miércoles 13 de agosto de 2003 anunció de manera oficial que dejaba los terrenos de juego. "Ha sido una decisión muy dura, porque el fútbol ha sido mi vida", detallaba el jugador. "Lo he intentado con todas mis fuerzas, pero tengo la conciencia tranquila. El día que volví a un partido y me di cuenta de que la rodilla ya no me respondía como en los años buenos, en ese momento lo tuve claro", explicaba Álvaro en declaraciones recogidas por el diario As.
La vida sigue
"El primer momento que respiré fue el día que dejé de jugar", suele recordar. El fútbol lo había sido todo para Álvaro. Pero la vida no se acabó cuando el balón dejó de rodar para él. Era el momento de buscar otras prioridades y Álvaro las encontró en el mundo de la música. Lo de tocar la guitarra le vino de familia. Por lo visto, su padre Antonio tocaba ese instrumento y durante los largos y dolorosos periodos de recuperación combatió el tedio gracias a la guitarra. Horas y horas inmovilizado tras las operaciones fraguaron a todo un artista que en el año 2002 fundó el grupo Pignoise. Casi quince años después, Álvaro Benito y sus compañeros Pablo Alonso y Héctor Polo siguen en la música con su estilo entre el punk y el rock.
La popularidad de Álvaro no se circunscribe sólo al ámbito de la música. En su condición de ex jugador colabora en diversos medios de comunicación como columnista, analista y tertuliano. Es comentarista de los partidos del Real Madrid en el Carrusel Deportivo de la Cadena SER y se le puede leer en el Diario As.
En septiembre de 2015 regresó a su casa como entrenador de las categorías inferiores del Real Madrid. Empezó como técnico del Alevín B. El pasado enero, con motivo del ascenso de Zidane al primer equipo como nuevo entrenador, se registró un movimiento de banquillos y una reestructuración en el organigrama técnico de Valdebebas. Actualmente Álvaro es entrenador del Cadete A. Desconozco cuáles son las metas de Álvaro como entrenador, pero sería muy bonito que el destino le acabara dando una nueva oportunidad en el mundo del fútbol. ¿Y si en un futuro acabara logrando para el Real Madrid los éxitos que no pudo saborear por su prematura retirada?
Epílogo
Cuando se recuerda la figura de Álvaro Benito como deportista todo el mundo apunta que nos perdimos a un grandísimo jugador. Yo también estoy de acuerdo con esa afirmación. Aquella maldita lesión nos privó de disfrutar de un futbolista que reunía todas las condiciones para triunfar en el Real Madrid. De hecho, estaba empezando a triunfar.
Él, como todos los jugadores que han conseguido vestir la camiseta blanca, también forma parte de la Historia del Real Madrid. Creo que eso es motivo de orgullo y no se lo puede quitar nadie. Se lo ganó a pulso. Y también creo que todo lo que sufrió no fue en vano. Estoy seguro de que él es consciente de que se convirtió en todo un ejemplo de coraje y superación para todos aquellos que, en el deporte o en la vida cotidiana, han tenido que afrontar alguna adversidad. Álvaro nos enseñó a no tirar la toalla y a tratar de salir siempre adelante superando cualquier tipo de zancadilla.
Desde 'Historias del Real Madrid' me gustaría que estas líneas sirvan de recuerdo para aquel joven que, hace ahora justo veinte años, estaba viviendo el sueño de defender el escudo del Real Madrid. Es mi pequeño homenaje, con todo mi afecto, para Álvaro Benito Villar.
Tengo por casa la revista de cuando ganaron la octava y al final nombran a Álvaro como campeón de Europa, aunque llevase 2 años sin jugar por su grave lesión.
ResponderEliminarSí, yo también lo recuerdo. Sin duda todo un detalle. Y además me parece justo que le citasen como Campeón. Tal y como explico en el texto, él también era miembro de la primera plantilla del Real Madrid en el momento de adjudicarse el título. Aunque estuviese de baja.
EliminarSupogo que vería esas finales desde la grada. Me acordaba de él, de que le estaría dando mucha rabia no poder jugar esas finales.
EliminarEmotivo texto,quería destacar lo que he vivido de cerca, su paso como entrenador del alevín b .
ResponderEliminarHa sido increíble lo que hizo con estos chicos, cuanto cariño les dio, cuanta ilusión ,mucho trabajo, pero siempre buscando la sonrisa de esos niños privilegiados con 10 años de estar ahí pero que se someten sin querer a presión por estar donde están y el los ayudó no os podéis imaginar cuanto.
Pero no sólo durante los meses que los entrenó, si no a día de hoy sigue estando con ellos cuabdo acaba , viene a verlos a los partidos, entrenamientos sienpre que puede, hay esta ayudando a nuestros peques y rransmitiendoles su ilusión.
La clave sin duda de Álvaro es la familia que tiene, con que Cariño hablan de nuestros peques, como vienen a ver los Partidos, aun ya no entrenandonos Álvaro y ahí siguen viendo como dicen ellos .....A nuestros niños.
Desde estas líneas quería destacar lo que es Álvaro y lo que a sido capaz de trasmitir y ayudar en pocos meses a unos enanos que lloraron y lloraron cuando les dijeron que no sería su entrenador pero el les dijo seguiré ahí....Y así a sido sigue estando ayudándoles y s acandoles las sonrisas siempre que puede.
Gracias don Álvaro
Muchas gracias por compartir tu experiencia, Miri.
EliminarDesde luego, figuras como Álvaro son idóneas para trabajar con los pequeños de la cantera. Gente que conoce la casa y que precisamente crecieron como futbolistas en los campos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Nadie mejor que ellos para ejercer de maestros.
Ojalá todos esos chicos tengan mucha suerte. Que aprendan todo lo que puedan de entrenadores como Álvaro y que lleguen lo más lejos posible.
Gran reportaje y homenaje, me encantaba Alvaro Benito como jugador y como persona he podido llegar a entrever como es con las participaciones que hace en la televisión (El Chiringuito). Siendo madridista, representa los VALORES del deporte en su totalidad, y en la máxima, de lo que significa pertenecer al Real Madrid (humildad, ambición, trabajo, superación...) Ojalá siga ascendiendo en el Madrid y lo veamos en el Primer Equipo pronto. Madridistas como Álvaro hacen falta en el Club, y personas como él, en el mundo del Deporte en general.
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