OTRA LIGA QUE SE ESCAPA

El Real Madrid, defenestrado de la lucha por el título

La Liga 2015-16 no se perdió ayer ni se perdió la semana pasada en Málaga. Se perdió mucho antes. Se perdió antes de empezar a jugar el primer partido del campeonato en Gijón. Allí empatamos a cero, en casa de un equipo recién ascendido. Con todos mis respetos para el Sporting, por supuesto. Pero si quieres salir a ganar la Liga y el primer día ya te dejas puntos...

Ese ha sido el problema. Que nos hemos dejado puntos por todos los lados. Y si nos dejamos puntos por todos los campos de España (incluido el nuestro, donde hemos cedido dos derrotas y un empate hasta el momento) es que no tenemos un equipo competitivo. Y si no tenemos un equipo competitivo es porque no se han hecho bien las cosas  a la hora de diseñar la plantilla.

El problema es que esto ya es demasiado habitual. Los aficionados del Real Madrid nos estamos acostumbrando a ver a nuestro equipo fracasar en la Liga una y otra vez. Esto ya viene de lejos. No es algo reciente. De las últimas ocho Ligas sólo hemos ganado una. Este dato se ha escuchado mucho últimamente en medios de comunicación, foros y redes sociales. Pero es que, para mí, hay un dato mucho peor al que no se está prestando atención. El problema, en realidad, es que de las últimas 26 Ligas sólo hemos ganado 7.

Resulta incluso macabro que justo este fin de semana el diario Marca haya sacado el primer número de un coleccionable con el que se recopilarán los periódicos que se publicaron el día siguiente de cada consecución de un título liguero por parte del Real Madrid. Parece casi una burla. 32 títulos de Liga que empiezan a quedar cada vez más lejos y que nos recuerdan que hubo una época en la que el Real Madrid iniciaba cada campeonato de Liga con el claro y firme propósito de llevarse la competición de la regularidad. La que se pelea cada semana. Esa en la que antiguamente nuestro equipo daba la cara. Se podía ganar o perder. Esto es un deporte. Pero se peleaba hasta el final.

Ahora... Estamos en el mes de febrero y las opciones de ganar la Liga son nulas. Matemáticamente todavía se puede, pero sabemos perfectamente que las opciones reales son nulas. Y no es la primera vez que decimos adiós tan pronto a la Liga. En los últimos años, repito, empieza a ser demasiado habitual.

A la hora de buscar culpables hay que mirar arriba, a la cúpula directiva del Club con su presidente a la cabeza. La gestión deportiva es un despropósito desde hace mucho tiempo. Plantillas mal diseñadas, fichajes desacertados, puestos sin cubrir, jugadores jugando en demarcaciones que no son las suyas... 

Por supuesto, también hay que señalar a los jugadores, que en última instancia son los que juegan. Ellos son los que cobran cantidades astronómicas de dinero. Mucho dinero y pocos resultados. ¿De verdad merecen tantos millones y tantos años de contrato cuando los resultados deportivos que generan son tan pobres?

Ah, por cierto, una vez más se confirma lo que he comentado tantas veces aquí. Que los ceses y cambios de entrenador no sirven para nada. Con esto no estoy exonerando a los entrenadores, que también tienen su parte de culpa, por supuesto. Ahora bien, si estamos cambiando de entrenador cada dos por tres... algo no estamos haciendo bien. Sobre todo, cuando está más que comprobado que los resultados nunca son los deseados.