Hace un año por estas fechas, recordaba en ‘Historias del Real Madrid’ los primeros compases de la llegada de La Quinta del Buitre al primer equipo del Real Madrid. Martín Vázquez y Sanchís abrieron el camino en diciembre de 1983 a la llegada de nuevos futbolistas procedentes del filial que terminaron convirtiéndose en columna vertebral del Madrid de mediados de los años ochenta.
Quién puso nombre a aquella generación de canteranos, Emilio Butragueño Santos, debutó en Cádiz el 5 de febrero de 1984, pero vivió su primera gran noche de gloria el 12 de diciembre de 1984. Es decir, tal día como hoy de hace treinta años.
El partido de vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA disputado aquel día frente al Anderlecht ha quedado en la memoria madridista como uno de los encuentros estrella de aquellas épicas remontadas europeas de los años ochenta.
Durante aquellas eliminatorias de la UEFA el Real Madrid parecía haberse acostumbrado a perder fuera para remontar después en casa y pasar a la siguiente ronda. Los equipos visitantes padecían el famoso ‘miedo escénico’ que acuñó Jorge Valdano.
El Anderlecht era uno de los equipos punteros de la época. Campeón de la UEFA en la edición de 1983 y subcampeón en 1984, contaba con grandes jugadores como Enzo Scifo, Franky Vercauteren o Morten Olsen. Precisamente de aquel conjunto belga habíamos fichado a Juan Lozano, centrocampista nacido en Coria del Río pero que emigró de niño a Bélgica. Lozano, que había ganado la UEFA con el Anderlecht, se enfrentó a sus ex compañeros con la camiseta del Real Madrid, equipo por el que había fichado de cara a la temporada 1983-84.
El 28 de noviembre de 1984 el Real Madrid jugó en Bélgica el encuentro de ida de aquellos octavos de final de la UEFA y el resultado cosechado fue adverso. 3-0 ganaron los anfitriones del Constant Vanden Stock.
La vuelta se antojaba más que complicada. Levantar un 3-0 en contra en Europa resultaba difícil. Y más teniendo enfrente a un equipo que acababa de ser finalista en dos ediciones consecutivas de la Copa de la UEFA. Pero si alguien podía obrar el milagro, ese era el Real Madrid. Sin ir más lejos, en aquella misma edición de la temporada 1984-85, los de Amancio Amaro ya habían remontado la anterior eliminatoria de dieciseisavos de final. Habían perdido 3-1 en Yugoslavia frente al FK Rijeka y dieron la vuelta al marcador en el Santiago Bernabéu con un 3-0.
Precisamente otro 3-0 era lo que necesitaban los futbolistas del Real Madrid para igualar la eliminatoria con el Anderlecht y forzar la prórroga.
El vuelo del Buitre
La verdad es que no recuerdo nada del partido de aquella noche. Estoy casi seguro de que no se llegó a emitir por televisión, puesto que me parece muy raro que mi padre no hubiese querido verlo. De lo que sí que me acuerdo es de la repercusión que tuvo los días posteriores. El 6-1 con el que los blancos le dieron la vuelta a la eliminatoria encumbró al joven Emilio Butragueño, autor de tres de los goles. Aquel joven delantero surgido del Castilla unos meses atrás seguía dando pasos para convertirse en uno de los jugadores de referencia del Real Madrid. En el partido frente al Anderlecht, con su 'hat trick', se hizo definitivamente un hueco entre los grandes del equipo y fue protagonista destacado en los resúmenes televisivos y en los periódicos de la época. Como no podía ser de otra manera, una foto de Butragueño era portada del Marca y la revista Don Balón, a la semana siguiente, también llevó al Buitre a su primera página.
Aquella noche la Quinta del Buitre se hizo mayor, por así decirlo. La goleada la abrió uno de sus miembros, Manolo Sanchís, al cabecear a la red un saque de esquina en el minuto dos de partido.
Acababa de rebasarse el cuarto de hora cuando Jorge Valdano entró en el área por la derecha tras recibir un balón del Buitre. Mientras el argentino corría con la pelota Butragueño entraba también en las inmediaciones de la portería foránea por el centro y pide el esférico. Valdano casi llega a línea de fondo, se detiene ante la presión de un belga y pasa por alto a Emilio, que con un ligero toque de cabeza hace una sutil parábola para que el balón entre a gol por la escuadra. 2-0 y se metía el Madrid de lleno en la eliminatoria. No se había llegado a la mitad del primer tiempo y la diferencia de tres goles se había reducido a uno.
A la media hora llegó el tercero de la noche, obra de Jorge Valdano. Mismos protagonistas que en el segundo gol pero a la inversa. Jugada del Buitre y el ariete argentino marca a placer el 3-0. ¡Se había igualado la eliminatoria en sólo treinta minutos! El Bernabéu, abarrotado hasta los topes, rugía como una caldera y llevaba en volandas al equipo, que se contagiaba de aquel ímpetu con el que empequeñecía a sus oponentes.
De todas formas, no todo iba a ser un camino de rosas. Cuatro minutos después del tercero del Madrid, el Anderlecht redujo distancias con el 3-1. Un balón suelto tras un rechace permitió a los visitantes poner la eliminatoria de nuevo a su favor. El global, en aquellos instantes, se ponía 4-3 a favor del Anderlecht. Dos goles necesitaba el Madrid para seguir en la competición. Casi de inmediato Jorge Valdano repetía de nuevo y hacía el 4-1 con el que se llegaba al descanso después de haberse vivido un frenético final del primer periodo. Quedaban cuarenta y cinco minutos para consumar la gesta.
Remontada consumada
Y el milagro se consiguió. Y a lo grande, además. Un par de minutos nada más habían transcurrido tras el descanso cuando llegó el quinto tanto del Madrid. El conjunto blanco se lanzó al ataque y un centro desde la banda izquierda es rechazado por un defensa belga. El balón queda suelto y Butragueño, de primeras, suelta un potente disparo que entra a gol. 5-1 y el Madrid por delante en la eliminatoria. Sólo dos minutos después, para rematar la faena, nuevo gol de Butragueño, tercero de su cuenta particular y sexto del Real Madrid. El Buitre introduce un balón sin apenas ángulo y casi desde la misma raya de fondo, a la izquierda de la portería de los foráneos y rodeado de jugadores del Anderlecht.
Pudieron haber caído más goles a favor del conjunto blanco, que jugó un gran partido aquella mágica noche. Con el Santiago Bernabéu plagado de banderas, la comunión entre público y equipo fue constante hasta que el colegiado decretó el final del encuentro. El Real Madrid volvió a rugir en Europa impregnado de aquel 'espíritu' que personificaba Juanito, curiosamente ausente del partido aquella noche de tal día como hoy de hace ya treinta años.
Tras dejar en la cuneta al campeón de 1983 en octavos, el Real Madrid accedía a cuartos de final, donde le esperaba el campeón de 1984. En esa eliminatoria con el Tottenham volvería a resultar decisiva la participación de Butragueño. Pero eso es otra historia. Aún quedaban partidos y remontadas antes de proclamarnos campeones. Lo recordaré todo a su debido tiempo aquí, en ‘Historias del Real Madrid’.
REAL MADRID CF: Miguel Angel, San José, Camacho, Stielike, Sanchís, Michel (Salguero, 55´), Gallego, Lozano (Martín Vázquez, 71´), Butragueño, Santillana y Valdano.
RSC ANDERLECHT: Munaron, Vercauteren, Grun, Peruzovic, De Groote (Gudjohnsen, 53´), Frimann, Scifo, M. Olsen, Hofkens (Andersen, 83´), Czerniatynski y Arnessen.
1-0 min. 2 Sanchís
2-0 min. 16 Butragueño
3-0 min. 30 Valdano
3-1 min. 34 Frimann
4-1 min. 38 Valdano
5-1 min. 47 Butragueño
6-1 min. 49 Butragueño
El partido fue tan espectacular que, de madrugada, se televisó completo en diferido.
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