Un libro repasa la trayectoria del legendario astro en los banquillos
Cuando era niño y me aficioné al fútbol llegué a tiempo para seguir la etapa crepuscular de Juanito en el Real Madrid. Su calidad y su fuerte carisma le sirvieron al jugador de Fuengirola para convertirse en uno de mis primeros héroes balompédicos de infancia.
Sentí muchísimo su muerte, el jueves 2 de abril de 1992. Justo por aquella época yo había empezado a coleccionar todo tipo de material relacionado con la historia del Real Madrid. Recortes de periódicos, entrevistas, biografías, reportajes, cromos, fotografías...
Aún conservo las portadas de las revistas y varias publicaciones de aquella dolorosa semana de abril del 92. Como la paga semanal no daba para mucho, recuerdo que tuve que fotocopiar en la hemeroteca las páginas de los diarios con las noticias que generó la muerte y el entierro del que había sido uno de mis primeros ídolos.
Hoy, más de dos décadas después, revisando todo aquel material que tengo perfectamente archivado, puedo decir que se escribió mucho sobre el Juanito futbolista. Pero muy poco del Juanito entrenador. Sí, quizás sea lógico y natural. Apenas unos meses de trabajo dirigiendo al Mérida en contraposición a una longeva carrera deportiva como futbolista, cargada de éxitos, títulos, trofeos, goles y jugadas para el recuerdo.
De su etapa en tierras extremeñas se había hablado más bien poco y sólo para recordarnos que a Mérida se dirigía la madrugada en la que falleció. Todos recordamos que Juanito había viajado a la capital para ver a su Real Madrid medirse al Torino italiano en la ida de las semifinales de la Copa de la UEFA. Y que fue a la vuelta de aquel partido, en plena madrugada, cuando su coche sufrió aquel desgraciado siniestro que le costó la vida y en el que casi pierde la suya su acompañante.
De Juan Gómez 'Juanito' lo sabíamos todo sobre su etapa como futbolista. Pero los relatos biográficos que existían hasta ahora sobre el malagueño trataban sólo por encima su estancia de unos pocos meses en Mérida. Por ese motivo, me alegré muchísimo cuando me enteré de que estaba a punto de publicarse un libro sobre ese periodo de la vida de Juanito. ¿Cómo vivía los partidos desde la banda? ¿Qué trato tenía con sus jugadores? ¿Colmaban los banquillos su amor por el fútbol? ¡Por fin iba a encontrar las respuestas!
El libro 'Juanito. Sus 141 días como entrenador' se presentó en Mérida el pasado 13 de noviembre. La fecha no estaba elegida al azar. Precisamente fue un 13 de noviembre, pero del año 1991, el día en el que Juan Gómez González dirigió su primer entrenamiento.
Sus autores son dos hombres que vivieron en primera persona la efímera trayectoria como entrenador del malogrado y añorado protagonista. José Antonio Reina, periodista, cubría la información deportiva que generaba aquel Mérida que debutó en Segunda División en la temporada 1991-92. Por su parte, Manuel Jiménez 'Lolino', preparador físico, trabajó codo con codo junto a Juanito en la primera incursión del malagueño en los banquillos como entrenador. Sin duda, dos voces más que autorizadas para contarnos aquel periodo.
El libro intercala a lo largo de cerca de 200 páginas los relatos de los dos autores, que capítulo a capítulo realizan un seguimiento cronológico de los 141 días, contados, en los que Juan Gómez dirigió al Mérida.
En primer lugar, el periodista José Antonio Reina nos ofrece una crónica en la que va narrando la evolución y la marcha del equipo, partido a partido y semana a semana. A continuación, con letra cursiva, Manuel Jiménez 'Lolino' narra esos mismos pasajes de los que nos ha hablado el periodista pero desde su privilegiada posición de testigo directo dentro de la caseta.
Gracias a los recuerdos y las anotaciones de Lolino tenemos acceso al desaparecido entrenador, asistimos a conversaciones privadas, pensamientos, dudas, planteamientos, ideas... Nadie mejor que Lolino para contarnos cómo era aquel nuevo técnico que estaba dando sus primeros pasos. Sus ilusiones y sus enfados, sus manías y sus supersticiones... Juanito en estado puro.
Los dos relatos se entremezclan a la perfección para ofrecernos un relato detallado y fidedigno del día a día que vivió aquella escuadra emeritense bajo las órdenes de Juanito a lo largo de los 141 días a los que se alude en el título de la obra.
El texto te atrapa como una novela y te hace seguir los partidos de aquel equipo que, pese a debutar en la categoría de plata del fútbol español, luchaba por alcanzar uno de los puestos de promoción que abrían la posibilidad de poder jugar en Primera División. Página a página, el lector vibra con los triunfos y sufre con las derrotas de sus protagonistas. Al menos es lo que me ha sucedido a mí al leer el libro.
Pero, por supuesto, no es una novela lo que se lee. No es ficción. Se trata de historia. Perdón, 'Historia', con mayúsculas. El texto incluye las fichas técnicas de los partidos en los que Juanito dirigió al Mérida y en ellas podemos encontrarnos los nombres de conocidos jugadores. Un joven Santiago Cañizares era el portero titular del cuadro extremeño y en aquella Segunda División los jugadores de Juan Gómez se enfrentaron a futbolistas como José Emilio Amavisca o Gaizka Mendieta, entre otros, antes de que éstos triunfaran en Primera División.
Como suele suceder en este tipo de obras, el día a día de un vestuario de fútbol da para muchas curiosidades y momentos divertidos que seguro que le hacen al lector esbozar una sonrisa. El libro recoge muchas de esas anécdotas que tanto me gustan como, por ejemplo, el instante en el que Lolino descubre que los problemas con la báscula de uno de sus jugadores están provocados por la capacidad del futbolista de meterse, entre pecho y espalda, dos litros diarios de Coca Cola. O ese otro, también con la báscula como eje de la trama, en el que un jugador va desprendiéndose de pertenencias y realiza sus necesidades fisiológicas hasta lograr dar el peso requerido y adecuado.
Y es que, en un libro sobre fútbol, los futbolistas son los personajes principales. Dos de los jugadores a los que entrenó en Mérida, Santi Cañizares y Pepe Pla, aportan en el tramo final del ejemplar su visión de Juanito como técnico. Y en el epílogo participa su gran amigo y compañero en el Real Madrid y la Selección Rafael Gordillo. Todos ellos destacan las cualidades humanas y profesionales de un hombre carismático que nos dejó demasiado pronto.
Juanito vivió su primer partido como entrenador el domingo 18 de noviembre de 1991 en San Mamés, donde el Mérida ganó 1-2 al Bilbao Athletic. Murió el 2 de abril de 1992, justo la semana en la que los cachorros bilbaínos debían visitar Mérida.
Antes he escrito que en aquel siniestro en el que falleció Juanito casi pierde la vida su acompañante. Quien conducía el coche accidentado era Manuel Jiménez 'Lolino', que afortunadamente sobrevivió a la tragedia y hoy nos ha brindado la oportunidad de conocer, de primera mano, esa faceta de Juanito de la que no sabíamos tanto. La vida le dio una segunda oportunidad a Lolino. Pura vida, como él mismo suele decir cada vez que tiene ocasión.
El libro tiene un precio muy asequible, doce euros, y ha sido editado dentro de la Colección Perspectivas por la Editora Regional de Extremadura.
LO MEJOR: La cercanía con la que podemos conocer cómo era el Juanito entrenador, gracias a la narración de quien fue su colaborador más cercano durante aquella efímera etapa, Manuel Jiménez 'Lolino'.
LO PEOR: La sensación de que el destino y la carretera nos privaron de un buen número de capítulos. En concreto, los capítulos sobre sus éxitos en los banquillos de Primera División y sus triunfos al frente del Real Madrid. Estoy convencido de que hubiera conseguido alcanzar ese sueño, su gran meta, y que junto a él habría estado trabajando Lolino.
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