Broche de oro para un espléndido año en la historia del Real Madrid. El equipo blanco se impuso en la Final del Mundial de Clubes al San Lorenzo de Almagro argentino y se corona como el mejor equipo del planeta del año 2014. El club del Santiago Bernabéu ya había ganado tres Copas Intercontinentales pero no se había hecho con el título en su actual modalidad. Así pues, primera Copa Mundial de Clubes que llega a las atestadas vitrinas del museo blanco.
No fue un partido fácil para el Real Madrid, ni mucho menos. Que la escuadra de Carlo Ancelotti era la clara favorita para alzarse con el título era algo obvio. Como también era igual de esperado que los argentinos no iban a formar una alfombra de pétalos a los pies de los jugadores blancos. El San Lorenzo no está al nivel del Real Madrid y sus futbolistas no iban a dar facilidades para que los madridistas desplegaran su juego. Y así transcurrió el partido. Siguiendo el guión esperado por todos.
Los sudamericanos jugaron a defenderse, lógico, atrás, sin dejar espacios. Con bastante dureza en sus acciones, y firmes en su propósito de cerrar los huecos, consiguieron que al Madrid le entraran las dudas y las prisas. Quizás nos han mal acostumbrado a que los choques se controlen al son que quiere bailar el Madrid casi desde que el balón empieza a rodar. A la media hora de juego, a duras penas habíamos creado un par de ocasiones, aproximaciones al área, más bien, en las que Benzema demostró no estar muy fino.
Como tampoco lo estuvo Cristiano Ronaldo durante los noventa minutos, ofuscado por anotar un gol. Como si el portugués sintiese que sólo la cuenta de los goles le hacen merecedor, a los ojos de los aficionados blancos, de los elogios que se ha ganado ya ha pulso casi desde el día en el que se enfundó por primera vez la casaca blanca de Adidas. Cristiano Ronaldo es, de largo, el mejor jugador que ha tenido el Real Madrid en los últimos treinta años, con permiso de Zinedine Zidane. Pero su terrible afán competitivo, que sólo le reporta beneficios al Real Madrid, también le hace caer, en contadas ocasiones, en jornadas aciagas en las que no logra dar una a derechas. Ayer fue uno de esos días. Es mortal. No pasa nada.
No voy a decir que temía por el partido. Podíamos perder, claro que sí. Esto es fútbol y uno, que precisamente hoy cumple 31 años en esto de ver partidos, se ha tragado golpes de todos los colores en estas tres décadas como madridista.
Pero sí que es verdad que no veía al San Lorenzo con capacidad de hacernos mucho daño. Lo que sí que lograron, con su juego, fue deslucir el fútbol. Cosa que tampoco importaba mucho ayer para los aficionados blancos, la verdad sea dicha. Las finales están para ganarlas. Y punto. A mis nervios, lo de jugar mejor o peor les da un poco igual.
Y para ganar la de ayer había que marcar. Con Benzema poco certero en los metros finales, Cristiano menos fino de lo habitual y James claramente por debajo de su nivel tras salir de una lesión muscular, la función de ariete rompedor la iba a tener que adoptar otro futbolista del once blanco. ¿Bale, quizás? ¿Isco, en plena racha? Pues no. Le tocaba aparecer al de las grandes citas de este año 2014 que ya se nos va terminando, por desgracia.
El gol de Ramos
Pues sí. El defensa de Camas, el héroe de La Décima, volvió a abrir la lata con una diana 'marca de la casa'. Como en Múnich. Como en Lisboa. Minuto 36, Toni Kroos ejecuta un saque de esquina desde la izquierda y Sergio Ramos, de cabeza, manda el balón a la red. 1-0 para el Real Madrid. Gol importantísimo que abría otro panorama. A los argentinos ya no les iba a servir de nada enrocarse atrás. Ya estaba el Madrid por delante en el Gran Estadio de Marrakech.
Al descanso llegamos con el 1-0 a favor y, poco después de la reanudación, llegó el tanto de la tranquilidad. Minuto 50 y, ahora sí, Gareth Bale, fulminaba el partido con el 2-0. Gran pase de Isco y el galés, con pierna izquierda, realiza un disparo que se cuela de manera inocente bajo los brazos del arquero rival. Qué gran año de Bale. Marcó en la Final de Copa, en la Final de la Champions, ayer en la Final del Mundial...
No tuvo mucha más historia el partido. Los minutos fueron transcurriendo hasta el pitido final del colegiado, que abrió paso a las celebraciones. Muy bonito el trofeo del Mundial, por cierto. El Real Madrid, además, fue galardonado con el premio al Fair Play y acaparó también galardones individuales. Sergio Ramos recibió el Balón de Oro de la competición y Cristiano Ronaldo el de Plata.
Buena manera de acabar el año. Triunfo del Real Madrid y nuevo título para las arcas blancas, que han vivido un 2014 espectacular. Copa, Champions League, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Lo hubiera firmado con los dientes, si me lo hubieran propuesto, el pasado 1 de enero. Qué pena que se acabe el año. ¡Felicidades a todos los madridistas!
REAL MADRID: Casillas; Carvajal (Arbeloa, 73´), Sergio Ramos (Varane, 89´), Pepe, Marcelo (Coentrao, 42´); Kroos, Isco, James; Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo.
SAN LORENZO: Torrico; Buffarini, Yepes (Cetto, 61´), Kanneman, Mas; Mercier, Ortigoza, Kalinkski; Barrientos, Verón (Romagnoli, 57´) y Cauteruccio (Matos, 67´).
GOLES:
1-0 min. 36 Sergio Ramos
2-0 min. 50 Bale
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