jueves, 4 de octubre de 2018

LA QUINTA DEL SABIO

Recordando tres décadas después a la generación de futbolistas que pasó por el Castilla en el año 1988

La primera vez que escuché hablar de la Quinta del Sabio fue en un reportaje de TVE en el que se mencionaba a los jugadores de la cantera del Real Madrid que llegaron a debutar en el primer equipo a lo largo de la temporada 1987-88. Estaríamos hablando de Aldana, Maqueda, Aragón, León y Mandía. Alguno de ellos como Aldana y Maqueda se incorporaron a la primera plantilla de la temporada 1988-89, al igual que sucedió con Santi Cañizares, que aunque no debutó en partido oficial fue el tercer portero del Real Madrid aquella campaña. Fueron tiempos muy prolíficos para la cantera del Club y de la vieja Ciudad Deportiva salió una buena camada de futbolistas, muchos de los cuales llegaron muy alto en el panorama balompédico español. Por eso me apetecía echar la vista atrás y realizar un pequeño repaso a todos aquellos jugadores que despuntaban en el filial en el año 1988, hace treinta años.

Recuerdo que por aquella época yo no entendía muy bien qué era y qué significaba aquello de la Quinta del Sabio. ¿De dónde venía aquel nombre? ¿Quiénes formaban parte de aquel grupo de futbolistas? No fue hasta varios años después cuando empecé a despejar las dudas. Buceando entre libros, periódicos y antiguas revistas del Real Madrid pude por fin empezar a ver un poco de luz al final del túnel... Aunque curiosamente, qué vueltas da la vida, ha acabado siendo el mismísimo Eduardo Vílchez el que ha terminado resolviéndome el misterio del todo. Él, que precisamente es uno de los protagonistas de esta Historia y que, involuntariamente, dio nombre a esa generación de canteranos... 

La Quinta del Sabio 

En la obra 'Historia viva del Real Madrid', publicada en fascículos por ABC entre los años 1986 y 1987 encuentro el reportaje más antiguo en el que se hace referencia de manera clara y directa a la Quinta del Sabio. Y gracias a ese reportaje descubrí que el jugador clave de aquel grupo de futbolistas era, precisamente, Eduardo Vílchez Ortiz. Efectivamente, recordaba a Vílchez de su etapa con la camiseta del Castilla. Las informaciones que leía cuando era un crío en algún que otro Don Balón y Marca que caía en mis manos señalaban a Eduardo Vílchez como uno de los talentos más prometedores de las categorías inferiores del Real Madrid. Sin embargo, el nombre de la Quinta del Sabio no tiene su origen en ese reportaje de ABC sino en una crónica del periódico El Mundo Deportivo de la temporada 1986-87, como luego veremos...

Eduardo Vílchez Ortiz nació en Sabadell, el 22 de septiembre de 1967. Con 16 años ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid para jugar en el Juvenil B de la temporada 1983-84, a las órdenes de Sebastián Fleitas. Un año más tarde, en la temporada 1984-85, formó parte del Castilla Juvenil A, equipo encuadrado en el Grupo 4 de Liga Nacional de Juveniles. El entrenador era Francisco Alonso y Vílchez era uno de los destacados de un equipo en el que empiezan a coincidir futbolistas que pasarían a formar parte de aquella nueva quinta que se estaba gestando. Además de Eduardo Vílchez en aquella plantilla estaban César Gómez, Santi Aragón o Juanjo Maqueda. A principios de septiembre de 1984 Vílchez debuta en Segunda División con motivo de la huelga de jugadores profesionales del 9 de septiembre de 1984. Fue su debut con el Castilla, aunque, obviamente, se trató de una aparición circunstancial.

En la temporada 1985-86 el centrocampista de Sabadell dio el salto al Juvenil A a las órdenes de José Antonio Grande. Junto a Vílchez siguen coincidiendo César Gómez, Juanjo Maqueda y Santi Aragón. Y en ese equipo se les une un delantero que también daría mucho que hablar futbolísticamente con el paso de los años, José Luis Pérez Caminero, que el año anterior había militado en el Real Madrid Juvenil B. El equipo madridista arrasa en Liga y se proclama Campeón con 27 victorias, 2 empates y 1 derrota. La escuadra de José Antonio Grande fue la única del grupo que superó el centenar de goles. Concretamente marcó 113 tantos, 26 más que el Atlético de Madrid, segundo equipo más realizador de aquella Liga. Los blancos, además, sólo encajaron 13 goles a lo largo de todo el campeonato. Eduardo Vílchez era uno de los futbolistas más en forma de ese equipo. Incluso llegó a jugar un partido en Segunda División con el Castilla. Concretamente dispuso de diez minutos en el duelo frente al Barcelona Atlético de la jornada 21. Era su segundo partido en la categoría de plata.

Temporada 1986-87

La temporada 1986-87 el Real Madrid Juvenil A arranca la campaña con la siguiente plantilla: Santi Cañizares y Cordero en la portería. Vidal, Sastre, Juanjo Maqueda, López Martín, Fernández, Mario Díaz y Morales en defensa. Eduardo Vílchez, Fernández Cuesta, Santi Aragón, Paulet, Herrero, Barcia, Mayot y Díaz Fernández de centrocampistas. Vallejo, Caminero, Martín Criado, Plaza, Adrados, De León, Pajares y Román en la delantera.

Sin embargo, algunos jugadores de aquel equipo ya tuvieron presencia en el Castilla de Segunda División. Sin ir más lejos, Santi Aragón y José Luis Pérez Caminero incluso formaron parte de la presentación oficial de la plantilla del filial en la antigua Ciudad Deportiva. Junto al fichaje del danés Flemming Povlsen las novedades oficiales del Castilla eran Vílchez, Aragón y Caminero del Juvenil A así como Canales, Mandía, Marín y Pachi del Real Madrid de Tercera División.

En la plantilla que dirigía Juan Santisteban continuaban otro grupo de jugadores con más veteranía: Adolfo Aldana, Clemente, Ferez, Gay, Geni, Guillermo, Lopetegui, Losada, Julio Llorente, León, Martos, Mel, Pinky, Salmerón y Valdenebro. Y según avanzó la temporada se fueron incorporando nuevos futbolistas. César Gómez, que arrancó la temporada 1986-87 con el equipo de Tercera División, empezó a jugar de forma asidua con el Castilla en Segunda División a partir del mes de noviembre de 1986. 

Eduardo Vílchez disputa ocho partidos con el Castilla en Segunda División durante aquella temporada 1986-87. En realidad, aunque alterna partidos y entrenamientos con el filial madridista, él sigue actuando principalmente con el Juvenil A que compite en la División Honor Juvenil que se había reestructurado precisamente aquella misma temporada. Con los juveniles podían jugar un máximo de cuatro futbolistas Sub-19, razón por la que esta categoría también era conocida como Liga de Honor Sub-19. En el caso del juvenil madridista entre esos cuatro Sub-19 figuraban Eduardo Vílchez, Santi Aragón y José Luis Pérez Caminero. El equipo volvió a proclamarse Campeón de Liga de la recién estrenada categoría ofreciendo un fútbol de mucho nivel y victorias contundentes. Una de ellas es importantísima para entender de dónde venía lo del nombre de la Quinta del Sabio. Fue el domingo 2 de noviembre de 1986.

Aquel 2 de noviembre de 1986 el primer equipo juvenil del Real Madrid se enfrentó al Barcelona en el Mini-Estadi. La alineación del conjunto madridista estuvo compuesta por los siguientes futbolistas: Cañizares, Vidal, Sastre, Maqueda, López Martín, José Luis, Paulet, Fernández, Vallejo (Adrados, 78'), Vílchez y Caminero (Mayor, 83'). Al descanso el marcador fue de 0-0 pero en el segundo tiempo los de José Antonio Grande destaparon el tarro de las esencias y doblegaron a los azulgranas con un contundente 0-4. Vallejo abrió el marcador en el minuto 57, Vílchez marcó el 0-2 en el minuto 70, Caminero hizo el tercero a pase de Vílchez y Juanjo Maqueda, tras una sensacional acción individual eludiendo rivales, puso la puntilla con el 0-4. Espectacular el equipo juvenil del Real Madrid que, según reflejan las crónicas de la época, salió aplaudido del feudo barcelonés.

Sólo un par de días más tarde, el martes 4 de noviembre de 1986, el periódico El Mundo Deportivo le dedicó una página completa al equipo juvenil madridista. "El Real Madrid y la Quinta del Sabio", titulaba el rotativo en lo que, al parecer, fue la primera vez que aparecía escrito ese apelativo para aquella camada de jugadores. "Una nueva generación 'merengue' causa sensación en la División de Honor Juvenil. Su líder es un centrocampista nacido en Sabadell y a quien pudo fichar el Barça: Vílchez", añadía el periódico sobre una gran foto, firmada por E. Omedes, del once titular que había jugado en el Mini-Estadi. El hecho de que uno de los componentes destacados del equipo madridista fuese catalán seguramente fue lo que propició la aparición de aquel artículo. Y el hecho de que por aquella época la Quinta del Buitre estuviera en pleno apogeo mediático tanto a nivel deportivo como social fue lo que inspiró al bautizo de este grupo de juveniles como una nueva 'quinta'... Y aquí, en este punto, es cuando avanzamos unos pocos meses y volvemos a echar mano del reportaje de ABC publicado en su coleccionable 'Historia viva del Real Madrid'. 

Reportaje de ABC

No aparece firmado. Me duele no poder citar al autor o autores del texto ni a los fotógrafos, porque el trabajo que realizaron fue magnífico. El reportaje de ABC ubicaba, efectivamente, a la Quinta del Sabio en el Real Madrid Juvenil A de la temporada 1986-87, equipo entrenado por José Antonio Grande. Según el fascículo número 37 del coleccionable Historia viva del Real Madrid el grupo lo formaban principalmente Eduardo Vílchez, César Gómez, Cañizares, Aragón, Mandía y Caminero. En el reportaje se cita como miembros a otros futbolistas como Martín Criado, Herrero, Maqueda y Vidal. La conclusión a la que yo llego es que, en realidad, nadie tenía claro del todo quiénes eran los integrantes de aquel grupo que se había bautizado como la Quinta del Sabio porque, además, aquella temporada alternaban partidos con dos equipos, el Juvenil A y el Castilla de Segunda División. Seguramente por eso ABC incluyó en su reportaje a Mandía como uno de los protagonistas. Juan Carlos Mandía había nacido en el año 1967 pero en realidad no se había formado con Vílchez, Aragón, César Gómez y compañía. Él había jugado con los Aldana, Canales, Pachi, Hurtado, Mediavilla...

La clave de todo, insisto una vez más, es que durante aquella temporada 1986-87 todos ellos coincidieron en algún momento en Segunda División con el Castilla, equipo en el que actuaron aquella campaña 27 futbolistas. Salvo Santi Cañizares, el resto de los principales protagonistas de aquel reportaje de ABC ya sabían lo que era disputar partidos con el Castilla, tal y como acabamos de comprobar. Y en el filial coincidieron con futbolistas como Adolfo Aldana, Julen Lopetegui, Antonio León, Julio Llorente o Sebastián Losada. De ahí las dudas que mencionaba al principio de la presente entrada del blog sobre quiénes pertenecían a la Quinta del Sabio y quiénes no. Juanjo Maqueda incluso estuvo presente con la primera plantilla el día de la entrega del trofeo de la Liga 1986-87 junto a los castillistas Martos y Julio Llorente.

Si seguimos repasando aquel fascículo número 37 de 'Historia viva del Real Madrid', que estaba dedicado a la cantera, cobran mucha importancia las declaraciones de José Antonio Grande, entrenador de nuestros protagonistas. El técnico hablaba de la finalidad del trabajo que se realizaba en las categorías inferiores... Lo más importante es aportar jugadores al Castilla y al Real Madrid. En este sentido, me satisface el hecho de que Sanchís, por ejemplo, esté triunfando en el primer equipo y que jugadores como Vílchez, Caminero o Maqueda hayan jugado ya este año en el Castilla. De todas formas, reunir una ‘quinta’ como la famosa del ‘Buitre’ es más difícil de lo que puede parecer. La que se ha dado en llamar ‘Quinta del Sabio’, refiriéndose a los juveniles Caminero, Martín Criado, Vílchez, Maqueda y Vidal, es de mucha calidad, pero no podría destacar a ninguno sobre los demás como posibles jugadores del Real Madrid en un futuro”, argumentaba José Antonio Grande en declaraciones recogidas por ABC para aquel magnífico reportaje. “La mayoría de los jugadores que pasan por los juveniles del Real Madrid tienen aptitudes y condiciones suficientes como para jugar de titulares en conjuntos de categoría de provincias. Para llegar al Real Madrid, las exigencias son mayores y en el camino se malogran muchos futbolistas. El cuerpo técnico trata de que todos ellos se sacrifiquen al máximo y de que no se crean que lo saben todo. Lo primordial es tener ganas por llegar y sacrificarse para mejorar, en la medida de lo posible”, añadía José Antonio Grande.

En las siguientes cuatro páginas publicaron un reportaje dedicado de manera íntegra a la Quinta del Sabio, incluyendo una enorme fotografía de seis de estos jugadores posando con un balón de fútbol. Se trata de Vílchez, Caminero, Cañizares, César Gómez, Mandía y Aragón. "La quinta del Sabio tras los pasos de la quinta del Buitre", rotulaba ABC sobre la imagen de los canteranos. “En la temporada 1986-87 si ha destacado uno de los equipos inferiores del Real Madrid ése ha sido el conjunto juvenil que entrena José Antonio Grande. De forma aplastante se ha proclamado campeón de España de la primera Liga de juveniles a nivel nacional ante conjuntos de gran categoría como el FC Barcelona, que entrena Charly Rexach, o los más modestos Kelme y Damm, explicaban los autores. “La calidad demostrada por los componentes del conjunto campeón puede ser calificada como de excelente, hasta el punto de que se les compara ya con esa generación a la que se le dio el nombre de ‘quinta del Buitre’, aunque en esta ocasión ‘el Buitre’ ha sido relevado por ‘el Sabio’ Eduardo Vílchez Ortiz", concluía la introducción. 

"Eduardo Vílchez, 'el sabio' juvenil". Con este ladillo, arrancaba un pequeño repaso que los autores de la obra de ABC dedicaron a los futbolistas destacados de aquella hornada de canteranos. Páginas 548 y 549. "Vílchez es un catalán que nació en Sabadell un 22 de septiembre de 1967. Sus paisanos no supieron ver en él al gran futbolista que lleva dentro, y en 1983 probó fortuna con los que desde muy pequeño había imaginado como enemigos irreconciliables: el Real Madrid. Los técnicos de la ‘casa blanca’ adivinaron las posibilidades que atesoraba y dieron su visto bueno para que luciese la zamarra del equipo del Santiago Bernabéu", explicaban sobre Vílchez, del que también se recogían declaraciones. “Mi fichaje por el Real Madrid fue bastante rocambolesco –cuenta Eduardo Vílchez-. Cuando fui a probar con los equipos inferiores del Madrid, el FC Barcelona se enteró e intentaron ficharme. Sólo cuando el Real Madrid se desentendió un poco de mí los azulgrana desistieron de sus intenciones. Fue entonces cuando Fleitas me llevó nuevamente a la capital, volviendo a la carga el FC Barcelona, aunque tardíamente, ya que el Real Madrid había decidido quedarse conmigo”, contaba la joven promesa en declaraciones para ABC. 

"El porqué del apodo de ‘Sabio’ no tiene mucha coherencia, pero ya es inevitable que vaya unido al nombre de Vílchez como si fuera un apellido", indicaban en la obra en referencia al sobrenombre por el que se conocía al futbolista. “Fue un periodista de Barcelona quien me preguntó por primera vez que por qué lo del ‘Sabio’, pero yo le dije que era la primera vez que me llamaban así. Desde entonces me he quedado con este mote, como a mis compañeros, ya que desde entonces nos llaman la quinta del Sabio", explicaba el de Sabadell. El reportaje también aludía a la calidad técnica del centrocampista del que recordaban que ya había alcanzado la internacionalidad y que ya había llegado a jugar algunos encuentros con el Castilla en Segunda División. “Juego por el centro del campo, pero yo creo que me desenvuelvo mejor como media punta. Mi mejor cualidad es la técnica junto con mi olfato goleador. El año pasado llegué a marcar hasta cuarenta y cuatro goles en el Campeonato Juvenil, explicaba con detalle Vílchez.

Pero, como indicaba antes, el reportaje de ABC también se fijaba en otros componentes del grupo. "Otro de los jugadores del que es inevitable hablar de entre estos ‘quintos’ es de José Luis Pérez Caminero, un madrileño de pura cepa que actúa de delantero centro, una demarcación en la que sus ciento ochenta y seis centímetros le ayudan mucho. Quién sabe, pero puede que en un futuro sea el hombre llamado a sustituir a Carlos Alonso Santillana", comentaban los autores de 'Historia viva del Real Madrid' en referencia a Caminero. “Soy un delantero centro, aunque tengo tendencia a desplazarme hacia la derecha del campo. Me encantaría parecerme en mi juego a Jorge Valdano, ya que, en mi opinión, es el delantero perfecto. Mi media de goles por temporada es de quince, casi todos con el pie”, contaba Caminero, "un ariete que también ha hecho sus pinitos en el equipo de la división de plata", como apostillaban en el texto. 

"Santiago Aragón Martínez es otro de los ‘cracks’ de esta ‘quinta’ juvenil, incluso permitiéndose el lujo de haber marcado goles a pares con el Castilla CF. Nació el 3 de abril de 1968 y su demarcación es la de centrocampista. Hay quienes dicen que es una copia de Rafael Martín Vázquez, y no están confundidos", indicaban sobre Aragón. “Los jugadores que más me gustan son Míchel y Ricardo Gallego, aunque por mi forma de andar, de moverme y de tocar el esférico dicen que soy clavado a Martín Vázquez, contaba el jugador malagueño. 

"José Santiago Cañizares es el ‘cerrojo’ de este Real Madrid juvenil. Fichado en edad infantil del Calvo Sotelo, nació el 18 de diciembre de 1969. Es ya, con diecisiete años, titular indiscutible de su equipo y de la Selección sub-18", reflejaban sobre el guardameta de aquel equipo. Era el más joven del grupo. “Me gustaría tener la colocación de Zubizarreta y su facilidad para blocar los balones por alto, y de Buyo sus reflejos y su habilidad para blocar el esférico”, declaraba Cañizares, "un manchego que, de mantener esta trayectoria, podría romper la hegemonía de porteros gallegos y vascos".

El reportaje de ABC no se olvidaba de otros futbolistas que conformaban la plantilla del equipo juvenil. "Martín Criado, Herrero, Maqueda y Vidal son otros de los componentes de esta ‘apisonadora’ de rivales, aunque también destacan César Gómez del Rey y Juan Carlos Mandía. El primero actuaba de delantero, pero Grande lo ha situado de lateral izquierdo", indicaban en el texto. El reportaje finalizaba prestando atención a estos dos últimos jugadores. “Me he acostumbrado a sufrir en este puesto, ya que es muy difícil subir por la banda y regresar a marcar al delantero, pero me voy acostumbrando. Creo que me gustaría terminar por parecerme en mi demarcación a Gordillo y Camacho, que son dos fuera de serie”, contaba César Gómez. "Por su parte, Juan Carlos Mandía puede decir que es el ‘gallego sabio’ de la ‘quinta’. Nació un 17 de enero de 1967 en Lugo y se ha convertido en un excelente líbero para un equipo que tiene muy pocos huecos que tapar", reflejaban sobre Mandía. “En esta demarcación me gustaría parecerme al alemán Uli Stielike. Intento siempre arrancar desde atrás, con el balón controlado y subir al ataque”, decía el joven defensa. 

Temporada 1987-88 

El grueso de jugadores que conformaban lo que se conoció como la 'Quinta del Sabio' terminó  dando el salto al filial, de manera definitiva, en la temporada 1987-88. Aquella fue la primera temporada como entrenador de Vicente Del Bosque. Mariano García Remón fue su segundo y Miroslav Vorgic el preparador físico.

La plantilla que dirigió el técnico salmantino estaba compuesta por los siguientes jugadores: Julen Lopetegui y Juan Garrido Canales como porteros. León, Maqueda, César Gómez, Mandía, Sánchez Clemente, Ruiz Villar, Mediavilla, López Martín y José María como defensas. Aragón, Gay, Aldana, Salmerón, Santi y Pachi como centrocampistas. Guillermo, Vílchez, Caminero, Hurtado y Rosagro como delanteros. Salieron cedidos Sebastián Losada al Español, Juan José Jiménez Martos al Logroñés y Julio Llorente, que arrancó la campaña a caballo entre el Castilla y el Real Madrid, recaló en el Mallorca con la campaña avanzada. 

La temporada 1987-88 fue muy importante para toda aquella generación de jugadores. Muchos de ellos rondaban ya la veintena y demostraban ya de manera evidente toda la calidad que atesoraban. Varios empezaron a tener contacto con la primera plantilla o incluso a debutar en Primera División. La relación con el primer equipo empezó aquel ejercicio desde bien pronto. Eduardo Vílchez hizo la pretemporada con el primer equipo, aunque para él no era nuevo entrenar con la primera plantilla. Desde su llegada al Club el técnico Leo Beenhakker había quedado prendado de sus habilidades y características. Beenhakker quería que los técnicos de las categorías inferiores prestaran atención al de Sabadell y le incorporó en algunos entrenamientos que se realizaban entre semana. En los primeros compases de su segunda campaña como entrenador del Real Madrid se llevó a Vílchez a la pretemporada de Venlo, Holanda.

Eduardo Vílchez tuvo el honor de entrenar junto a los Butragueño, Hugo Sánchez, Gordillo, Camacho y compañía. Vílchez, además, participó en varios encuentros de aquella pretemporada. Debutó con el primer equipo en el segundo encuentro de la gira que la plantilla efectuó por tierras neerlandesas. Concretamente en un amistoso frente al Doordrecht al que se ganó 2-5 y en el que Vílchez sustituyó, nada más y nada menos, que a Emilio Butragueño. El líder de la Quinta del Buitre le dejaba su sitio en el minuto 77. Un par de días después Vílchez fue titular con el Real Madrid en el amistoso frente al Winterswij que acabó con triunfo blanco 2-4. Y el martes 18 de agosto Vílchez volvió a ser titular en un encuentro amistoso frente al Parma. Ese mes de agosto de 1987 sirvió para que Vílchez tomara contacto con la primera plantilla. ¿Tendría sitio en el Real Madrid?

Durante los dos primeros meses de competición oficial el primer equipo blanco pasó algunos apuros con las bajas. Jankovic andaba un poco renqueante tras salir de una operación de rodilla, Gallego se lesionó frente al Napoles en Copa de Europa, Maceda y Valdano estaban en pleno proceso de recuperación de sus respectivos problemas médicos y Miguel Pardeza sólo estaría disponible hasta el 4 de noviembre de 1987, cuando se haría efectiva su marcha al Zaragoza. El Club sorprendió a propios y extraños cuando a finales de octubre de 1987 incorporó en calidad de cedido al jugador valencianista Francisco Enrique Muñoz Pérez hasta final de temporada. La llegada del nuevo jugador con la temporada ya empezada serviría para reforzar al primer equipo, pero aquello no significaba que en el Real Madrid no se contara con los futbolistas de la cantera. "El Castilla no lo hemos olvidado. Lo que ocurre es que ha tenido un comienzo difícil y hemos preferido dejar que levanten cabeza. Después de la eliminatoria contra el Oporto, tengo pensado incorporar algún jugador para que se entrene con el resto de la plantilla", afirmaba Leo Beenhakker en declaraciones al diario Marca.

Era cierto. El arranque de Liga del Castilla en Segunda División no estaba siendo el esperado. Siendo sinceros, fue muy malo, la verdad. De los primeros cinco partidos el filial había empatado el primero y había perdido los cuatro siguientes de manera consecutiva llegando a ser colista tres jornadas. Una de esas derrotas, por cierto, se registró frente al Málaga en lo que fue la vuelta de Juanito al Santiago Bernabéu. La tendencia, sin embargo, cambió de manera radical en el lugar más inesperado... En la sexta jornada el Castilla, penúltimo de la tabla, visitó Barcelona para medirse al filial azulgrana. Y los de Vicente Del Bosque ganaron 2-3 con goles de Aldana, Gay y Rosagro. A la victoria en Barcelona la siguieron otras cuatro consecutivas. Fue el comienzo de una espectacular remontada que llevó al Castilla a terminar la Liga en tercera posición por detrás de Málaga y Elche. En su condición de filial el segundo equipo madridista no jugó la promoción de ascenso a Primera División. En Copa del Rey el Castilla fue un 'matagigantes', como en los viejos tiempos, y eliminó a dos 'primeras' como Mallorca y Athletic Club. En cualquier caso quedó constancia de la gran calidad que atesoraban los futbolistas del filial blanco. Como muy bien apuntaba Leo Beenhakker en el mes de octubre el primer equipo no se olvidaría de los jugadores del Castilla... Y aquella temporada 1987-88 varios de ellos debutaron con la camiseta del Real Madrid.

Debuts en Primera

Los primeros en hacerlo fueron Aldana y Juanjo Maqueda, nada más arrancar el nuevo año 1988. Concretamente el día 2 de enero y en todo un partido de Liga frente al Barcelona. Ausencias puntuales llevaron a Leo Beenhakker a incluir en la convocatoria a los dos jóvenes del filial. Las sesiones de entrenamiento realizadas en vísperas del choque ya hacían presagiar que Maqueda sería titular. Y así fue. Juanjo Maqueda, que un año antes estaba jugando con los juveniles, debutó como madridista siendo titular frente al Barcelona. Y en ese mismo partido una lesión de Butragueño a la media hora propició el estreno de Adolfo Aldana. "Lo de Maqueda y Aldana, una gesta memorable", exclamó el presidente Ramón Mendoza en declaraciones recogidas por el diario Marca. El Real Madrid ganó 2-1 con un par de goles de Hugo Sánchez. Los jóvenes debutantes lo hicieron bien. "No me he complicado en exceso la vida en este mi primer partido oficial con el Real Madrid. Y en cuanto a los nervios, a medida que avanzaba el partido me he ido tranquilizando", señalaba Maqueda tras el duelo. "Salí dispuesto a todo", contaba por su parte Aldana. "Quizá, por las excesivas ganas, en los últimos minutos del primer tiempo, estuve un poco más bajo, pero en la segunda me entoné como el resto de mis compañeros", añadía el gaditano.

La siguiente gran oportunidad para algunos de los miembros del filial llegó en el mes de abril. Fue un partido muy especial en el que debutaron con el primer equipo del Real Madrid tres futbolistas del Castilla. El encuentro se disputó el sábado 16 de abril de 1988. El siguiente miércoles el Madrid tenía el importantísimo encuentro de la vuelta de las semifinales de la Copa de Europa frente al PSV. Leo Beenhakker reservó a todos los titulares y para visitar al Celta de cara al encuentro de Liga de la jornada 33 tiró de una convocatoria de circunstancias con suplentes y futbolistas del Castilla. El entrenador se llevó a tierras gallegas a los jugadores Santi Aragón, Juan Carlos Mandía, Antonio León y Santi (Santiago Redondo López). La llamada para los nuevos fue recibida con la consiguiente satisfacción. En el caso de León la alegría era doble, puesto que además acababa de ser padre. "Llevo muchos años en el club y estoy convencido de que saldremos al campo con la mentalidad ganadora de siempre", aseguraba el futbolista. Aragón también se mostraba feliz. "Estoy muy contento por esta llamada. No sé si jugaré o no. Por supuesto que me gustaría hacerlo, pero esa decisión es una decisión del míster", indicaba el malagueño en vísperas del partido.

Sí que jugó, sí. Ese 16 de abril de 1988 debutaron Aragón, Mandía y León. Finalmente Santi se quedaría en el banquillo sin jugar. La alineación de aquel partido estuvo compuesta por Ochotorena, León, Mandía, Mino, Camacho, Aldana, Jankovic, Maqueda, Aragón, Paco Llorente y Carlos Santillana. En el descanso Gallego sustituyó a Jankovic y en el minuto 74 Maceda a Maqueda. Este último fue un cambio muy especial puesto que suponía la vuelta a un terreno de juego de Maceda después de casi dos años sin jugar a causa de aquella gravísima lesión que le trajo de vuelta del Mundial de México en 1986. Pese a formar con un equipo de circunstancias el Real Madrid consiguió sumar un punto a domicilio con el empate a cero con el que finalizó el encuentro. Pero el dato más relevante de aquel encuentro en Vigo, al margen del regreso de Maceda, fue el estreno en competición oficial de los canteranos con la camiseta del primer equipo madridista. 

Las crónicas de aquel partido destacaron el buen papel de los debutantes. Especialmente de Mandía y de Aragón. Mandía, además, fue el autor de la ocasión más clara del Real Madrid, un potente disparo desde fuera del área que se estrelló en el travesaño. "Quizá pudimos marcar en esa ocasión que dio en el larguero, pero estoy satisfecho de mi actuación, como de la de todo el equipo", señaló Mandía tras el partido en declaraciones recogidas por el diario Marca.

Mientras sus compañeros debutaban en Primera División, Eduardo Vílchez, con un gol, lideraba el triunfo del Castilla sobre el Deportivo en el Santiago Bernabéu. Triunfo muy importante para el filial, a pesar de las numerosas e importantes bajas de los jugadores que habían acudido a Vigo con los 'mayores'. Al fin y al cabo, ese ha sido siempre el cometido de los equipos filiales: Además de formar futbolistas echar una mano cuando es necesario. Eduardo Vílchez seguía siendo uno de los referentes de la cantera madridista. Vílchez, Aragón y Maqueda formaban parte de lo que el periodista Julio César Iglesias bautizó como La Trilateral.

En mayo de 1988, en su número 453, la revista oficial del Real Madrid publicó una entrevista con el jugador del Castilla. "Eduardo Vílchez, una perla llegada de Cataluña", titulaba Francisco J. Suárez. El jugador repasaba su trayectoria desde su ingreso en la entidad, en marzo de 1984, y hablaba de la influencia que había tenido su progenitor a la hora de recalar en el club blanco. "Aunque yo he nacido en Sabadell mi padre siempre fue ferviente seguidor del Real Madrid y aunque el Barcelona se había fijado en mí, siempre me aconsejó que esperase, que mi destino debía de ser el Real", contaba nuestro protagonista. Vílchez valoraba el hecho de haber hecho la pretemporada con el primer equipo, pero también se mostraba realista y con los pies en el suelo. "Creo que en la actualidad las necesidades del primer equipo hacen que sean unos determinados compañeros los que están siendo convocados más asiduamente. En lo referente a la pretemporada, efectivamente, fue algo inolvidable para mí. Cumplí un sueño que me gustaría repetir siendo mucho más duradero", explicaba el joven jugador. Vílchez no descartaba la posibilidad de salir cedido y ponía como ejemplo a Sebastián Losada, que estaba jugando de manera asidua en el Español, pero su objetivo era seguir progresando para tratar de llegar al primer equipo blanco. "Mi meta es el Real y soy muy joven. Me queda mucho tiempo por delante", afirmaba un Eduardo Vílchez que consideraba "un sueño" pertenecer al Real Madrid.

El Real Madrid cerró la temporada 1987-88 con un amistoso en Almansa que se jugó el sábado 4 de junio de 1988 en el marco del décimo aniversario de la muerte de Don Santiago Bernabéu. En ese partido frente al local Almansa participaron varios futbolistas del Castilla como León, Mandía, Clemente, Aragón, Vílchez, Aldana, Santi y Losada, que una vez acabada la Liga había regresado de su cesión al Español. Ganó el Madrid 2-4. Aquel partido con el primer equipo sería el último de Mandía como madridista, que ya sabía que se marcharía cedido al Español y lo hacía con la satisfacción de haber debutado en Primera con el Real Madrid. "Hasta ahora, ha sido lo más bonito que me ha sucedido en mi carrera deportiva. Fue precisamente en Galicia, mi tierra, y la verdad es que fue un debut afortunado", contaba el propio Mandía a Tomás Calvo, periodista de Marca, en declaraciones recogidas por el rotativo madrileño el 5 de junio de 1988. "Me tocó vestirme al lado de Camacho. Desde siempre he sentido una gran admiración por él y ahora no puedo expresar lo que sentí en esos momentos. Fue realmente maravilloso", contaba el canterano gallego sobre su debut en competición oficial.

Con aquel partido en Almansa se cerró una temporada muy especial para varios canteranos madridistas. No todos tuvieron tanta suerte, pero por motivos ajenos al deporte. Es posible que alguien, leyendo este pequeño relato, se haya preguntado qué pasó aquel año con jugadores como José Luis Pérez Caminero o César Gómez. Pues la respuesta es sencilla. Por aquella época los futbolistas también tenían que hacer la Mili. En el caso de César Gómez, como contaba ayer en su entrevista, le tocó ir a Valladolid a cumplir con el Servicio Militar y le partió dos campañas. La temporada 1987-88 la pasó en blanco sin jugar ningún partido. Le tocaría volver a empezar de cero en la siguiente temporada...

Temporada 1988-89

De cara a la nueva temporada 1988-89 algunos jugadores del Castilla dieron el salto a la primera plantilla del Real Madrid. Aldana, Maqueda y Cañizares formaron parte del primer equipo, el guardameta como tercer portero y, curiosamente, sin haber jugado en el filial. La salida de Julen Lopetegui, cedido a Las Palmas, propició su incorporación al Real Madrid tras la marcha de Ochotorena al Valencia. También Sebastián Losada, que contaba con la experiencia de su fructífera temporada en el Español, se quedaría a las órdenes de Leo Beenhakker.

De los que habían debutado en Vigo, León y Aragón acudieron a la pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Leo Beenhakker. También acudió a tierras holandesas el guardameta Canales, puesto que Cañizares tuvo que pasar por el quirófano por una lesión de menisco.  

Santi Aragón empezaría la temporada con el Castilla pero en febrero de 1989, tras renovar hasta 1992 con el Real Madrid, firmó su cesión por cuatro meses al Español. Allí en Barcelona tendría la oportunidad de jugar con regularidad en Primera División. "Espero demostrar lo que puedo dar de sí en Primera División. Es una oportunidad importante en mi carrera y quiero aprovecharla", contaba el propio jugador al diario Marca. Allí coincidió de nuevo con Juan Carlos Mandía.

Aquella temporada 1988-89 el Castilla no cuajó tan buenos resultados como el año anterior, pero compitió y dio la cara en una Segunda División muy reñida y con mucho potencial en la que los filiales no lo tenían nada fácil. El del Barcelona, por ejemplo, perdió la categoría mientras que los nuestros acabaron en el puesto decimoquinto. "En el Bernabéu tenemos problemas, tal vez como consecuencia de que este estadio hasta a nosotros nos impone. Los contrarios vienen a realizar sus partidos y nosotros nos atenazamos ante la responsabilidad. Fuera, por el contrario, trabajamos bien y realizamos un gran fútbol, tal vez porque nos va más jugar al contragolpe", explicaba sobre la marcha del equipo José Luis Pérez Caminero en una entrevista publicada por la revista oficial del Club en enero de 1989. En conversación con Francisco J. Suárez el futbolista del Castilla reconocía la responsabilidad de los jugadores del filial a la hora de suplir a futbolistas como Aldana, que estaba en el primer equipo, o Guillermo, que aquella temporada 1988-89 había recalado en el Mallorca. "Este año, el conjunto es el mismo a grandes rasgos, pero tener que suplir a jugadores que se van al primer equipo o a clubs de mayor renombre que el nuestro siempre es una mayor responsabilidad. La gente está pendiente de ti y desean, te exigen que des el mismo nivel que ellos. Sin duda, aunque no me puedo quejar porque juego, la responsabilidad es mucho mayor también", explicaba Caminero, uno de los nombres propios del filial en aquellos momentos.

Un año más Vílchez fue el integrante de la 'Quinta del Sabio' que más encuentros jugó con 32 partidos de Liga. Marcó 6 goles. Era fijo en un equipo en el que, además de Caminero, destacó de manera contundente Jesús Rosagro, murciano de 22 años, que en su tercera y última campaña en el Castilla marcó 20 goles y peleó por el Pichichi de Segunda División. León, uno de los debutantes del partido de Vigo, también formó parte de la columna vertebral del equipo de Vicente Del Bosque junto a otros futbolistas como el guardameta Canales, los defensas José María, Felipe Herrero o los centrocampistas Salmerón, Pachi o Santi. También formó parte de la plantilla del Castilla todo un veterano, el capitán Juan José Jiménez Martos, que había coincidido en el filial con la Quinta del Buitre y ese año afrontó su última campaña en el Club tras un ejercicio en blanco en Logroño a causa de una lesión.

Sin embargo, aquella temporada 1988-89 no hubo oportunidades en el primer equipo. Los jóvenes de la primera plantilla que más suerte tuvieron fueron Adolfo Aldana, que participó en 17 encuentros oficiales entre Liga y Copa marcando 4 goles, y Sebastián Losada, que actuó en 14 partidos y marcó 10 goles. El 'Pipiolo', como se le conocía tras su paso por el Español, incluso debutó y marcó 1 gol en Copa de Europa. Juanjo Maqueda, por su parte, no tuvo tanta suerte. Sólo jugó 6 partidos y su papel fue más bien testimonial. El equipo de Leo Beenhakker fue un año más una apisonadora en España y revalidó el título de Liga, cuarto campeonato consecutivo. Además, ganó la Copa del Rey y la Supercopa de España. No hubo lesiones de gravedad y los miembros de la primera plantilla cumplieron de sobra, por lo que el técnico neerlandés no necesitó tirar de los futbolistas de cantera, al contrario de lo que pasó una temporada atrás. Sólo consiguió jugar un futbolista de las categorías inferiores, el delantero Albert Aguilá, que dispuso  de unos minutos en el triunfo del Real Madrid 1-3 en Elche, partido de la jornada 37 a la que el equipo blanco había llegado ya como Campeón. Curiosamente Aguilá era futbolista del equipo juvenil, no del Castilla. Y resulta que ya había debutado un año antes con el primer equipo, en un partido de Copa del Rey frente al Sabadell en la temporada 1987-88. Aguilá consiguió jugar dos partidos con el primer equipo sin haber disputado ni un minuto con el Castilla. Fue el único canterano que consiguió jugar en el primer equipo en la campaña 1988-89...

Cesión al Logroñés

Los años pasaban y el primer equipo del Real Madrid seguía dominando con mano de hierro el fútbol español. Cualquier madridista puede recitar de carrerilla la alineación habitual del equipo blanco de la temporada 1989-90 con John Toshack en el banquillo. Pero bastantes jugadores del filial superaban los 20 y 21 años de edad. La Segunda División se les quedaba ya pequeña y necesitaban jugar en la máxima categoría. Necesitaban minutos en Primera División. Minutos que, por desgracia, el primer equipo no les podía dar. Y como sucede en estos casos la mejor solución suele ser la cesión. De esta forma varios de los integrantes de la Quinta del Sabio y algunos de sus compañeros salieron del Club buscando la manera de completar su formación ya en la élite. Eduardo Vílchez recaló en el Logroñés. Pero no estaría solo. Una buena representación del Castilla le acompañaría en su aventura riojana... 

Allí en Las Gaunas se juntaron Vílchez, Aragón, Maqueda, Rosagro y José María. Los cinco fueron protagonistas de un curioso reportaje que publicó As Color en su número 191 correspondiente al 8 de octubre de 1989. "La legión madridista del Logroñés", titulaba la publicación de As bajo los retratos de los jóvenes futbolistas, que posaron juntos para la revista. Según el autor del texto, Maqueda es el que se mostraba más confiado en el regreso al Real Madrid. "Ahora me veo muy bien, ya que he recobrado la confianza que había perdido en el Real Madrid", señalaba Maqueda, que recordaba que había tenido pocas oportunidades durante la temporada 1988-89. "Allí no jugué casi nada y aquí he podido recobrar mi ilusión", apostillaba el futbolista. Al resto de sus compañeros se les percibía muy realistas en aquel reportaje. Empezando por el propio Vílchez, que se mostraba centrado en su propósito de hacerlo lo mejor posible en su nuevo equipo. "Mi aspiración ahora es jugar más en el Logroñés, ya que no estoy jugando mucho por el momento", admitía Eduardo, que también demostraba ser consciente de la dificultad que suponía jugar en el Real Madrid. "Será muy difícil jugar en ese equipo porque tiene una gran calidad. Pero puede que algunos de nosotros logren beneficiarse de su juego en el Logroñés", explicaba Vílchez. En términos muy similares se expresaba Santi Aragón. "Veo muy difícil jugar en el Real Madrid, ya que hay futbolistas de gran prestigio... Pero lo más importante es la experiencia que puedo adquirir aquí, en el Logroñés", contaba el malagueño. El delantero Rosagro recordaba que lo de jugar en el Real Madrid no dependía de él, mientras que el defensa José María, que ya había cumplido los 24, se había desvinculado de la entidad madridista para ser traspasado al conjunto riojano después de tres temporadas en el Castilla. "Comprobé que era muy difícil llegar al primer equipo. El Madrid está lleno de estrellas. De ahí que, al surgir la oferta del Logroñés, no lo dudé", explicaba José María López.

El Logroñés de la temporada 1989-90, a las órdenes del técnico José Luis Romero, cuajó una excelente campaña. Terminó la Liga séptimo y se quedó a un solo puesto de entrar en la Copa de la UEFA. El concurso de los canteranos madridistas fue notable. A los que mejor les marcharon las cosas fueron a Rosagro y a Santi Aragón. Maqueda y José María también jugaron mucho. El que no dispuso de tantos minutos fue, curiosamente, Vílchez. La experiencia riojana, sin embargo, le sirvió para debutar en Primera División y para marcar su primer gol en la máxima categoría. ¡Nada más y nada menos que en el Nou Camp! 

La salida de estos jugadores a Logroño supuso un síntoma más del cambio de ciclo que experimentó el filial que dirigían Vicente Del Bosque y Mariano García Remón. En el momento de arrancar la pretemporada sólo diez jugadores continuaban respecto al año anterior y había muchas caras nuevas. La media de edad no superaba los 20 años. Casi todas las novedades procedían del Real Madrid Amateur de Tercera División y del Juvenil A. Antonio León, uno de los castillistas que había debutado con el Real Madrid el día del partido de Vigo,  fue declarado transferible y fichó por el Betis poniendo fin así a su etapa en el Club. También Mandía cerró su carrera madridista tras su cesión en el Español. Fichó por el Celta de Vigo. Caminero salió con dirección a Valladolid... La calidad de Vílchez y del resto de compañeros de 'quinta' que salieron fuera aquella temporada 1989-90 era tan evidente que su ausencia se hizo patente en el Castilla. No es ninguna casualidad que el filial terminara la Liga en la decimoctava posición y que perdiese la categoría descendiendo a Segunda B

Aquella temporada llegaron a pasar por el Castilla los siguientes jugadores: Cañizares, Diezma y Cano como porteros. Antón, Felipe Herrero, César Gómez, López Martín, Hurtado, Torres Gómez, Fernández Cuesta, Algar y Arranz como defensas. Pachi, Sastre, Medina, David, Oladimeji, Santi, Soler, Marcel Sabou y Mutiu como centrocampistas. Albert Aguilá, Ohen, Luis de León, Hurtado, Urzaiz, Rajado y Alfonso como delanteros.

La gira americana

La temporada 1989-90 había concluido la primera semana de mayo al finalizar la Liga. Quedaba un mes para el comienzo del Mundial de Italia, demasiado tiempo de inactividad para los jugadores que no habían sido convocados por sus respectivas selecciones. Aprovechando las circunstancias el Club organizó una gira por tierras americanas que llevaría al equipo blanco a jugar en países como México y Estados Unidos. La expedición estaba compuesta por los miembros de la primera plantilla que no jugaban el Mundial, es decir, Buyo, Agustín, Lopetegui, Solana, Tendillo, Gordillo, Schuster, Parra, Aldana, Hugo Sánchez, Losada y Paco Llorente. Junto a ellos acudieron canteranos del Castilla, algunos de los cuales ya habían debutado en el primer equipo. Se trataba de los jóvenes Antón, Maqueda, López MartínAragón, Vílchez, Urzaiz y Aguilá. Vílchez, Aragón y Maqueda habían regresado de su año de cesión en el Logroñés.

La plantilla partió en avión el viernes 11 de mayo y regresó el martes 5 de junio. En ese periodo de tiempo el Real Madrid disputó ocho partidos en los que hubo de todo. Toshack pudo probar jugadores y los menos habituales tuvieron sus oportunidades después de una campaña en la que el míster había contado en competición oficial con un once muy definido. Además de fútbol los miembros de la expedición también tuvieron tiempo para hacer turismo. Pero, en general, y por lo que se desprendió de los testimonios de muchos de los que participaron, la gira se hizo un poco larga. En cualquier caso, aquella fue la última experiencia como madridistas para algunos de los canteranos que estuvieron presentes en ella. Empezando por el propio Eduardo Vílchez, el jugador que había dado nombre a la generación.

Después del Madrid  

Con la llegada del año 1990 los distintos integrantes de la denominada Quinta del Sabio emprendieron diversos caminos por separado. El primer equipo acababa de conquistar su quinta Liga consecutiva y aunque hubo bajas relevantes como las de Schuster y Martín Vázquez seguía sin haber demasiadas plazas para los canteranos de las categorías inferiores. Eso empujó a muchos de aquellos jóvenes a buscarse un futuro lejos del Santiago Bernabéu...

Vílchez. El centrocampista no llegó a debutar en competición oficial con el Real Madrid. A su vuelta de la gira americana el catalán esperó noticias. Ramón Mendoza y Marcos Eguizábal trataron el traspaso del jugador al Logroñés. Sin embargo el técnico del equipo rojiblanco, David Vidal, no parecía muy convencido. Finalmente fue cedido al equipo riojano, con el que entrenó en el verano de 1990. Pero Vidal no contaba con él y ante la perspectiva de quedarse sin jugar Vílchez cambió de aires. El Valladolid, que ya en pretemporada se había interesado por él, buscaba un jugador de su perfil y el acuerdo fue rápido. El 11 de septiembre de 1990, con la Liga ya empezada, fue presentado como jugador del Valladolid en calidad de cedido por el Real Madrid. Allí se reunió con sus compañeros de 'quinta' César Gómez y Caminero y con otro canterano blanco, Pachi. Su temporada en Valladolid resultó excelente. Eduardo Vílchez disfrutó del fútbol en Valladolid a las órdenes de Pacho Maturana. En 1991 concluyó su vinculación con el Real Madrid y el jugador fue traspasado al Español. El Madrid, no obstante, quiso pactar las cantidades económicas a pagar de cara a un hipotético regreso de Vílchez al Real Madrid, con el que todavía tenía un año de contrato por delante. Con todos los términos aclarados, Vílchez regresó a Cataluña para jugar en el Español en la temporada 1991-92. Pero una grave lesión de rodilla le pasó factura... En la 1992-93 fue cedido por el club periquito al Palamós, equipo en el que siguió jugando en la temporada 1993-94 tras desvincularse contractualmente del Español. También vistió la camiseta del Elche.

Aragón. Santi Aragón jugó la temporada 1990-91 en el Real Madrid como integrante de la primera plantilla. Mediada la temporada siguiente, 1991-92, salió cedido hasta final de campaña para jugar en el Valladolid. En la temporada 1992-93 empezó de nuevo con el Real Madrid pero sólo dispuso de unos minutos en el primer partido de Copa de la UEFA, en Rumanía. En la recta final de esa misma campaña acabó en las filas del Zaragoza, club en el que terminaría haciendo carrera. Jugó diez años más allí en el equipo maño, retirándose al término de la temporada 2002-03 con 35 años.

Caminero. No llegó a debutar con el Real Madrid pero, curiosamente, fue uno de los miembros de la Quinta del Sabio que más alto llegó en el fútbol español. José Luis Pérez Caminero disputó cuatro campañas en el Valladolid entre las temporadas 1989-90 y 1992-93. Llegó a sonar mucho su vuelta a la casa blanca y en su momento se habló mucho del tremendo error que cometió el Real Madrid desprendiéndose de él. Y resultó que recaló en el Atlético de Madrid en la temporada 1993-94. Con los colchoneros vivió sus mejores años. Fue una de las estrellas de la Selección española en el Mundial de Estados Unidos 1994 y uno de los protagonistas del doblete rojiblanco de la temporada 1995-96. Tras cinco años en el Calderón regresó al Valladolid para disputar seis campañas más hasta su retirada, en la temporada 2003-04.

Cañizares. El benjamín de la Quinta del Sabio fue el que más alto llegó. José Santiago Cañizares jugó en el Elche en la temporada 1990-91 y en el Mérida en la 1991-92, donde estuvo a las órdenes de Juanito. Debutó en Primera División en las filas del Celta de Vigo ganando el Zamora y alcanzó la internacionalidad, acudiendo al Mundial de Estados Unidos, donde jugó ante Corea del Sur. Aquel mismo verano regresó al Real Madrid como una estrella. Su segunda etapa en el Club duró cuatro temporadas en las que ganó 2 Ligas, 1 Supercopa y una Champions League, La Séptima. En 1998 recaló en el Valencia, equipo con el que jugaría diez temporadas en la élite. Se retiró con 4 Trofeos Zamora y fue Internacional con España en 46 ocasiones.

César Gómez. Tras jugar con el Castilla en la temporada 1989-90, César Gómez coincidió con Vílchez en el Valladolid durante la temporada 1990-91 en lo que fue su debut en Primera División. Con los de Pucela también jugó la temporada 1991-92 y en la 1992-93 recaló en el Tenerife, donde pasó cinco temporadas, todas ellas en Primera División y como titular. Su espectacular marcaje al brasileño Ronaldo Nazario en un duelo contra el Barcelona de la temporada 1996-97 le dio gran notoriedad y le abrió las puertas del Calcio. Pasó cuatro años en la AS Roma antes de retirarse en 2001.

Maqueda. Tras su cesión al Logroñés por un año, Juanjo Maqueda volvió al Real Madrid y jugó de manera asidua en la temporada 1990-91 alcanzando los 28 partidos oficiales. En la 1991-92 volvió a jugar bastante, sobre todo con Leo Beenhakker, que le conocía de su primera etapa y que había sido el técnico con el que debutó. Pero una gravísima lesión en partido de Copa en junio de 1992 frenó en seco su carrera. Estuvo año y medio recuperándose y sin jugar. Mediada la temporada 1993-94 regresó a los terrenos de juego con el Castilla, por aquel entonces Real Madrid B. En el verano de 1994 concluyó su estancia en el Club. Con seis temporadas había sido el miembro de la Quinta del Sabio con más presencia en el primer equipo del Real Madrid. Valencia, Albacete, Racing de Ferrol y Fuenlabrada fueron sus siguientes equipos en España. Probó fortuna en el fútbol mexicano y griego antes de colgar las botas en el año 2000.

Epílogo

A comienzos de la década de los noventa a la Quinta del Buitre todavía le quedaban años de fútbol y definitivamente no hubo sitio en el primer equipo para la Quinta del Sabio como grupo. Sanchís, Míchel y Butragueño estaban entre los 25 y 27 años, en la plenitud de sus carreras. Por razones de edad no era posible sustituirles todavía. Como acabamos de comprobar sólo alguno de nuestros protagonistas de hoy llegó a tener presencia en el primer equipo madridista a título individual. Santi Aragón, en menor medida, y sobre todo Juanjo Maqueda y Santi Cañizares fueron los que más lejos llegaron en el Real Madrid. Pero ninguno de ellos consiguió hacer carrera de verdad en el Club en el que habían crecido. Tanto ellos como Adolfo Aldana, Sebastián Losada o Julen Lopetegui, compañeros de generación, tuvieron que labrarse sus carreras lejos del Santiago Bernabéu. 

La moda de las 'quintas' seguramente le hizo mucho daño a esta generación de canteranos. El listón de la Quinta del Buitre estaba muy alto y en los medios de comunicación se buscaban nuevas 'quintas' de manera permanente e insistente. Y ya se sabe que las comparaciones... El problema era que no había sitio. La cantera madridista funcionaba a pleno rendimiento y de ella seguían saliendo buenísimos futbolistas. Pero no había sitio. En el momento en el que a los miembros de la denominada Quinta del Sabio les tocó despuntar por razones de edad resultó que el Real Madrid tenía un bloque muy definido y cerrado. Era muy difícil poder asentarse en un equipo que estaba ya hecho. Una pena para todos ellos, puesto que no podían esperar y tuvieron que seguir con sus trayectorias deportivas lejos del Club. Al fin y al cabo, para un jugador profesional el mundo no se termina en el Real Madrid. Al margen de sentimientos y aficiones siempre hay más campos y más equipos en los que demostrar las habilidades con el balón.

En cualquier caso, no cabe duda de que se trataba de un excelente grupo de futbolistas. Todos ellos llegaron a jugar en Primera División y labraron notables carreras deportivas. Seguro que ayudó mucho todo lo que habían aprendido en los campos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Allí crecieron y terminaron de formarse como jugadores y, sobre todo, como personas. Y estoy seguro de que todos ellos conservan grandes recuerdos de aquella etapa de sus vidas en la que soñaban con llegar a vestir algún día la camiseta del primer equipo del Real Madrid. Eso sucedía hace ahora treinta años y por ese motivo, aprovechando la efeméride, quería tener un recuerdo para todos ellos aquí en 'Historias del Real Madrid'. Reivindicar su figura. Sirvan estas líneas a modo de homenaje para aquellos canteranos de 1988. Los chicos de la Quinta del Sabio.

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