Se cumplen 25 años de la derrota en el Bernabéu frente al Odense y la eliminación del Real Madrid de la Copa de la UEFA
El martes 6 de diciembre de 1994 el Real Madrid disputaba la vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA de la temporada 1994-95. Tras eliminar al Sporting de Lisboa y al Dínamo de Moscú el equipo blanco se midió al modesto Odense BK, sobre el papel y a priori un equipo más que accesible. En el encuentro de ida, jugado el 22 de noviembre de 1994, el Real Madrid ganó pero recuerdo que los daneses dieron más guerra de lo esperado. Se adelantaron los locales, Zamorano y Amavisca dieron la vuelta, empataron los anfitriones y Laudrup consiguió el gol de la victoria en el minuto 90. En cualquier caso, victoria 2-3 y eliminatoria encarrilada y favorable para los madridistas.
Quizás los factores teóricamente favorables hicieron que Valdano alineara, para la vuelta, a un equipo, digamos, exótico. Demasiado exótico, incluso. En parte se trataba de un equipo de circunstancias. Sólo tres días antes, Míchel había caído gravemente lesionado de su rodilla izquierda en el encuentro de Liga de la jornada 13 disputado en Anoeta frente a la Real Sociedad. Rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda. El centrocampista, baluarte del Madrid de inicios de los noventa, se encontraba a sus 31 años en el mejor momento de su carrera deportiva pero aquella lesión le apartaría de los terrenos de juego para todo lo que restaba de temporada. Su baja, importantísima, suponía un quebradero de cabeza para Jorge Valdano, que tuvo que improvisar bastante para ocupar esa banda derecha con un sustituto. Hierro y Zamorano también eran baja por sanción. Ya eran tres titulares fuera, a los que se sumaron Buyo y Sanchís por decisión técnica, ya que Valdano decidió darles descanso. Cañizares jugaría su segundo partido oficial como madridista después de haber debutado, también en la UEFA, en Moscú. Nando disputaría su primer partido de aquella campaña. Alfonso, que había vuelto a jugar unos minutos tras su lesión en el primer partido de Liga, sería quien hiciese de Míchel... Entre unas cosas y otras se juntaron muchas novedades, pero había equipo de sobra para ganar: Cañizares, Quique Sánchez Flores, Nando, Alkorta, Luis Enrique, Alfonso, Redondo, Martín Vázquez, Laudrup, Butragueño y Amavisca.
El partido
Lo recuerdo como un partido muy extraño. Era diciembre pero se jugó a plena luz del día. Era festivo, día de la Constitución. El choque arrancó a las 17.15 horas de la tarde y se emitió en directo por TVE-1. El Madrid vistió la camiseta blanca de manga larga sin los emblemas de las garras de Kelme, como era habitual en las competiciones europeas. Las gradas del Santiago Bernabéu estaban medio vacías. Ni por asomo pensaba que la cosa iba a terminar como terminó...
Un partido extraño, sí... El juego no fue bueno pero desde un principio se pudo comprobar que el Real Madrid estaba por encima del rival en cuanto a nivel y calidad técnica. Durante la primera media hora se generaron bastantes ocasiones. Pero no salían las cosas, faltaba acertar en los metros finales... El gol del Real Madrid podía llegar en cualquier momento, pero no llegaba. Butragueño no tenía ya la inspiración de sus mejores días. Recuerdo un remate suyo, muy flojo, que el guardameta foráneo atrapó sin problemas. Sería lo que veríamos a lo largo de todo el encuentro. El Madrid atacando sin éxito y un llamativo 0-0 al descanso. Valdano movería el banquillo con un doble cambio, de esos que se hacen cuando las cosas no están saliendo como se esperaba, con Dubovsky y Sandro sustituyendo a Butragueño y Alfonso.
Mediado el segundo tiempo llegó una jugada que pudo haber cambiado el curso del partido y de la Historia. Tras una espectacular jugada de Fernando Redondo el argentino cedió el balón dentro del área a Dubovsky, por la derecha, y un defensor del Odense le hizo un penalti clarísimo. Penalti de libro que se tragó el colegiado y que pudo haber significado el 1-0 para el Real Madrid. Pero no. Y casi de inmediato, del hipotético 1-0 se pasó al 0-1. Saltó la sorpresa. Una acción de ataque del Odense finalizó con el visitante Petersen dentro del área mano a mano con Cañizares. El danés resolvió cruzando la pelota con una media vaselina por encima del guardameta madridista y establecía así el 0-1 en el marcador. Quedaban veinte minutos por delante. El resultado nos valía, puesto que con el 0-1 seguía pasando la eliminatoria el Real Madrid por el valor doble de los goles fuera de casa. Pero claro, ya habíamos gastado la bala de reserva. Ya no había colchón. Otro gol de los foráneos nos dejaría en la cuneta.
No voy a negar que pasé nervios en lo que restó de partido. Además esos nervios se percibían también en el equipo, demasiado atropellado a la hora de atacar y con sensación de prisas. El cronómetro corría y el 0-1 no se movía. Pero claro, en teoría la presión era para los visitantes... ¿O quizás no? El Odense no tenía nada que perder, venía ya 'eliminado' de Dinamarca. El Real Madrid, quizás por orgullo viéndose detrás en el marcador o empujado por aquella política del fútbol ofensivo tan vigente y azuzada por los medios de comunicación de la época, lo seguía intentando una y otra vez mientras se desordenaban sus líneas y sus jugadores sobre el césped.
Estábamos en el descuento, sólo había que aguantar unos minutillos y se acabaría el partido. Una derrota, sí, pero lo importante era pasar de ronda y seguir en Europa. El equipo, sin embargo, parecía empeñado en, por lo menos, tratar de empatar. Ya habíamos superado el minuto 90 y el Madrid seguía atacando. Quique Sánchez Flores, tras una buena incorporación, realizó un disparo a puerta que se fue a las manos del guardameta visitante. Y en la siguiente jugada llegó el cataclismo, lo que nadie se esperaba... El portero sacó de puerta y tras varios toques los daneses entraron por la izquierda y centraron al área. La pelota pasó por debajo de las piernas de un atacante a la altura del punto de penalti pero le llegó a Bisgaard, totalmente solo, en el pico derecho del área pequeña... ¡Estaba solo! Y todos estábamos con el corazón en un puño. Bisgaard cruzó el balón superando a Cañizares. Gol del Odense. 0-2. Increíble.
La gran decepción
Se me cayó el mundo encima. Me vine abajo. No me lo podía creer. Los jugadores del Odense lo celebraron por todo lo alto y en el banquillo visitante se volvieron locos de alegría. Normal. Le habían dado la vuelta a la eliminatoria en el último minuto. No quedaba tiempo, a duras penas se llegó a sacar de centro del campo. No hubo tiempo para nada. Pocos segundos después de cumplirse el minuto 47 el colegiado italiano Loris Stafoggia, (QEPD), decretó el final de la contienda. El Real Madrid estaba eliminado.
Fue muy duro, muy duro. Hasta tal punto fue tan duro que lo recuerdo como mi segundo peor recuerdo como madridista sólo por detrás de la primera Liga de Tenerife. Petrificado delante de la pantalla del televisor, con aquellos rótulos de TVE reflejando el marcador final del partido... 0-2. Recuerdo que me entró un dolor de estómago terrible. Me entraron ganas hasta de vomitar, lo juro. Fue un palo tremendo, sobre todo por la decepción. El equipo había empezado tan bien la temporada, estaba jugando tan bien y había tanta ilusión alrededor de aquel Real Madrid que nadie se esperaba que pasara algo así. Aquello fue muy de los noventa. Sí, otra gran decepción al estilo tan de los noventa. El 'Síndrome del Transworld Sport' volvía a realizar acto de presencia y lo hacía en una temporada en la que se suponía que no tenía que aparecer. Por fin teníamos un gran equipo, había grandes jugadores, teníamos futbolistas como Laudrup y Redondo... ¿Cómo pudo suceder aquello?
Pues sí. Sucedió. El modesto Odense nos apeó de Europa. Y fue una verdadera pena porque había plantilla y equipo para haber hecho algo importante en aquella Copa de la UEFA. No hubiera sido fácil porque había equipos como el Parma, el Bayern Leverkusen, el Lazio, la Juventus... Qué miedo daban los equipos italianos por aquella época... De hecho, la Final la acabarían jugando el Parma y la Juventus. De todas formas, estoy convencido de que el Real Madrid pudo haber llegado muy lejos y que había equipo para haber peleado por el título. Pero ya no sirve de nada darle vueltas, ¿quién sabe qué hubiera pasado? Es hacer conjeturas. Ciencia ficción. Nunca sabremos qué hubiera pasado de haber seguido en la competición.
Lo único seguro es que estábamos fuera. Fue el último partido de Emilio Butragueño en Europa y su penúltimo partido oficial con la camiseta blanca. Tampoco Dubovsky (QEPD) volvería a jugar en competiciones europeas. Martín Vázquez, por su parte, también se despedía de las competiciones continentales como madridista, aunque todavía jugaría un partido de la Recopa un año después con el Deportivo. El Real Madrid, fuera de Europa, se centraría en ganar aquella Liga con un bloque de futbolistas muy definido y algunos suplentes jugaron muchísimo menos de lo que podían haber jugado en caso de haber seguido en las dos competiciones. Cañizares y Alkorta eran internacionales con Clemente en aquellos momentos. El portero no volvería a jugar hasta la jornada 37, con la Liga ya ganada. Había sido uno de los grandes fichajes de la temporada pero sólo disputó 3 partidos oficiales. El central bilbaíno, por su parte, alcanzó los 14 partidos. De los presentes el día del Odense el defensa Nando desaparecería del mapa y, al igual que Cañizares, sólo volvería a ser alineado en la jornada 37, en Vigo. Dos partidos oficiales en toda la temporada. Alfonso tampoco encontró su sitio en el equipo y la llegada de Raúl le relegó a un rol muy diferente del que todos pensábamos a comienzos de campaña. Tampoco volvería a vestir la camiseta blanca en competiciones europeas. Fueron algunos damnificados por el tropezón continental.
Fue un accidente, tampoco hay que buscarle más explicaciones. Sí, recuerdo la polémica que se generó tras la eliminación... Creo que fue la primera vez que recuerdo escuchar aquello de las "rotaciones". A Jorge Valdano le cayeron muchos palos por la alineación que sacó aquel día. Pero, sinceramente, creo que no es justo. Teniendo en cuenta la calidad del rival y el resultado que se traía de Dinamarca tenía cierta lógica dar oportunidad a algunos suplentes. ¿Que fueron muchos suplentes de golpe? Pues no lo sé, quizás sí. Pero, de todas formas, el equipo formado aquel día frente al Odense no era malo en absoluto. Insisto, había nivel para ganar el partido más que de sobra. De hecho, sin ser un buen partido de los blancos, que no lo fue, se pudo haber ganado perfectamente. Se mereció ganar. Por ocasiones, por llegadas... Por todo. Fue un partido para haberlo ganado. De ahí el sorpresón del 0-2. Ayer recordaba aquí en 'Historias del Real Madrid' mi vieja teoría sobre 'El día tonto en el Bernabéu', aquella leyenda que mantengo desde hace años de que todas las temporadas el Real Madrid tiene una jornada aciaga jugando en casa. Bueno, pues no hay mejor ejemplo que lo que sucedió tal día como hoy de hace 25 años. 'El día tonto en el Bernabéu' de la temporada 1994-95 se registró en la vuelta de los octavos de final de la Copa de la UEFA. Y ya está.
Fue una gran decepción, el lunar de la temporada 1994-95. El 6 de diciembre de 1994 es una fecha negra para mí como madridista. En la víspera del ataque de Pearl Harbor no fueron los japoneses sino los daneses los que nos reventaron el Bernabéu por sorpresa. Una tarde aciaga para el fútbol español, por cierto, en la Copa de la UEFA. Además del Real Madrid también quedaron apeados el Deportivo de la Coruña, que perdió en Dortmund con el Borussia, y el Athletic Club, que perdió en Italia con el Parma. En cualquier caso, lógico, lo que me dolió fue lo del Real Madrid.
De todas formas, a pesar de aquel varapalo con el Odense, conservo buenísimos recuerdos de aquella temporada 1994-95. Ahora me resulta extraño, pero por aquella época lo principal era la Liga. De hecho, el gran objetivo de aquella temporada era la Liga. El equipo tuvo siempre muy claro que lo que quería era el Campeonato Nacional de Liga, el torneo de la regularidad. Y se consiguió. De hecho, después de cuatro años sin ganarla, adjudicarse aquella Liga resultó una de las mayores alegrías que recordamos muchos madridistas. Le tengo mucho cariño a esa Liga y todos aquellos futbolistas que la ganaron. Fue un buen año, una buena temporada. El único disgusto, lo del Odense...
REAL MADRID: Cañizares, Quique Sánchez Flores, Nando, Alkorta, Luis Enrique, Alfonso (Dubovsky, 60'), Redondo, Martín Vázquez, Laudrup, Butragueño (Sandro, 60') y Amavisca.
ODENSE BK: Hogh, Nedergaard (Bisgaard, 76'), Michael Hemmimgsen, Hansen, Schjonberg, Carsten Hemmimgsen, Melvang, Dethlefsen, Thorup (Hjorth, 65'), Pedersen y Tchami.
GOLES
0-1 min. 71 Pedersen
0-2 min. 91 Bisgaard
Tengo difuminados recuerdos de este partido (recuerdo mejor la ida en la que el Madrid gano con gol de Laudrup en el ultimo minuto) pero creo que el madrid jugo mucho mejor y merecio pasar. Este partido, y la temprana eliminación del Copa ese año, fuerón dos lunares en una temporada en la que se practico un gran futbol y en el que la reconquista de la liga despues de 4 años finalmente dejo muy buen sabor de boca.
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