Victoria frente al Valencia y primer gol de Dubovsky en Liga
'Historias del Real Madrid' no deja de ser un blog en el que vuelco muchísimos recuerdos personales. Hay partidos que se le quedan a uno marcados en la memoria por las razones más variopintas que sean. No siempre deportivas, además. El duelo que hoy voy a recordar no se me olvidará jamás porque me encontraba de viaje de estudios. Fue el sábado 26 de marzo de 1994 y no lo olvidaré nunca porque sufrí muchísimo pero el partido terminó bien. También lo recuerdo porque ese día me compré mi primera camiseta del Real Madrid. Una de verdad, la Hummel de aquella temporada, no las clásicas camisetas de imitación que se vendían en mercadillo y tiendas de souvenirs como pude comprobar precisamente durante aquel inolvidable viaje con los compañeros de clase...
El partido en cuestión era un encuentro de Liga. Trigésima jornada del Campeonato Nacional. Ya lo he contado unas cuantas veces, la temporada 1993-94 no estaba marchando bien. El equipo era tercero, a un punto del Barcelona, segundo, y a tres del Deportivo, líder. Visitaba el Santiago Bernabéu el Valencia, equipo al que tampoco le estaban saliendo muy bien las cosas. Eran novenos y habían protagonizado un curioso baile de banquillos aquella campaña. Empezaron con Guus Hiddink y al holandés le sustituyeron, atención, Paco Real, Héctor Núñez y José Manuel Rial. Cuatro entrenadores en 29 jornadas. Y lo más chocante era que en la jornada 30, en el partido con el Real Madrid, regresaba al banquillo de nuevo... ¡Guus Hiddink! Tanto cambio de entrenador era señal inequívoca de que el conjunto "ché" no estaba en su mejor momento. Sin embargo, el Valencia llegó a jugar realmente bien a principios de los noventa, sobre todo, precisamente, con Hiddink de entrenador. Y siempre contaba con buenos futbolistas. Menos mal que aquel sábado no jugaría uno de sus fichajes de aquella temporada que estaba rindiendo realmente bien, un tal Pedja Mijatovic... De todas formas, jugara quien jugara, tenía motivos para no estar tranquilo. El equipo encajaba muchos goles y ya habíamos tropezado demasiadas veces esa campaña.
Pues sí, tenía motivos para no estar tranquilo. El partido se emitió en directo por televisión pero en el apartamento en el que estaba hospedado con mis tres compañeros de habitación de hotel no había televisor y me tocó tirar de la radio. Y casi nada más empezar... Gol del Valencia. Gol de Gaizka Mendieta, segundo gol en Liga que marcaba aquel joven jugador que yo recordaba por ser uno de los 'colocas' de la colección de cromos de Este del año anterior y que, con el tiempo, se convertiría en uno de los futbolistas más emblemáticos del conjunto valenciano.
Prosinecki seguía viviendo sus mejores momentos como madridista, tal y como recordaba hace unos días con motivo del aniversario del estreno de Vicente Del Bosque como entrenador. Desde que el técnico salmantino cogió al equipo, tres jornadas de Liga atrás, el jugador croata había pasado a destacar y había marcado tres goles. Durante la retransmisión por la radio Robert seguía siendo protagonista de casi todas las acciones de ataque. Y un pase al área suyo supuso el gol del empate del Real Madrid. Dubovsky, que aquel día jugó de delantero centro con el 9 a la espalda, trató de combinar con Butragueño dentro del área pero el esférico rebotó en un rival y volvió a caer en su poder. Un disparo del eslovaco con la zurda entró ajustado al palo izquierdo. ¡Gol del Real Madrid! ¡Gol de Dubovsky! Qué ilusión me hizo aquel gol... Le cogí un cariño tremendo a aquel jugador, que no tuvo nada de suerte con la camiseta blanca. Era su primera temporada con nosotros y la irregular marcha del equipo le pasó factura pese a que le ponía muchas ganas. Jugó principalmente de centrocampista por la izquierda y en septiembre de 1993, en la Recopa frente al Lugano, había marcado su primer gol como madridista. Su segundo gol, frente al Valencia, era su primera diana en Liga. Qué ilusión me hizo y cómo me alegré por él...
La segunda parte arrancó con un nuevo gol para el Real Madrid. ¡Gol de Prosinecki! Tercera jornada consecutiva marcando y cuarto gol en tres jornadas. Hierro lanzó un fuerte disparo desde fuera del área y Sempere desvió como pudo, quedando el rechace a disposición del croata, que alojó el balón en la red. Era el 2-1 y el Real Madrid remontaba. Pero poco duró la alegría. Unos minutos después el visitante Álvaro protagonizó una espectacular galopada en jugada individual que él mismo culminó con un potente disparo cruzado que superó a Buyo. Empate a dos y jarro de agua fría. Cómo sufrí aquella temporada y cómo sufrí aquel partido... Para mí siempre ha sido lo malo de no poder ver los partidos en directo, que por la radio me pongo muy nervioso. El equipo llegaba arriba pero no terminaba de marcar el tercero y el cronómetro corría. Pasaba el tiempo y encima yo tenía miedo a que un nuevo gol del Valencia nos dejara en la cuneta. Pero en el minuto 86, cuando todo parecía abocado al empate, llegó el gol del triunfo. Jugada de Míchel por la derecha, pase al interior del área y el omnipresente Prosinecki conectó un disparo flojo que tropezó en Mendieta. El balón, suave y de rebote, quedó en poder de Butragueño, que sólo tuvo que empujarlo a la red superando a Sempere. ¡Gol del Real Madrid! Remontada en Liga con gol del Buitre. Y el grito que pegué al celebrar el gol me lo tuvieron que escuchar hasta en el quinto pino...
Una vez terminado el partido, y con la inmensa alegría del triunfo, decidí estrenar mi nueva camiseta del Real Madrid, comprada aquella misma tarde y aún en la bolsa y con su embalage original de Hummel. Resultó que en aquel momento entró en la habitación mi compañera Laura, también madridista, (qué habrá sido de ella, que hace años que no la he vuelto a ver), y me quitó histérica la camiseta para salir corriendo con ella y hacerse una foto. Hay que tener en cuenta que por aquella época no era tan fácil y habitual ver camisetas oficiales de fútbol como en la actualidad. Así que resultó que fue ella la que estrenó mi camiseta...
Mi primera camiseta, el primer gol de Dubovsky en Liga, aquel triunfo con emoción en los instantes finales, el cambio de hora de aquella noche... No dejan de ser bonitos recuerdos de aquel sábado 26 de marzo de 1994, tal día como hoy de hace 25 años.
REAL MADRID: Buyo, Velasco, Alkorta, Sanchís, Luis Enrique, Míchel, Hierro, Prosinecki, Martín Vázquez (Zamorano, 66'), Butragueño y Dubovsky (Lasa, 75').
VALENCIA: Sempere, Quique, Camarasa, Belodedici, Serer, Arroyo, Mendieta, Gálvez (Álvaro, 45'), Tomás, Eloy y Aristizabal (Ribera, 86').
GOLES
0-1 min. 7 Mendieta
1-1 min. 35 Dubovsky
2-1 min. 47 Prosinecki
2-2 min. 55 Álvaro
3-2 min. 86 Butragueño
He descubierto hoy tu blog. Soy un madridista de 1981 así que apenas pude disfrutar las ligas de la Quinta y tuve que comerme todo Tenerife, Odense etc
ResponderEliminarCoincido en el cariño a Peter Dubovski. Es inexplicable. Lo mismo me pasaba con Ricardo Rocha. Soy ovetense y pude disfrutar del eslovaco en el viejo Carlos Tartiere. Era muy irregular pero con un talento descomunal. Busca en youtube la promoción que jugó el Oviedo con Las Palmas. Fue épico como Peter se echó el equipo a la espalda.
No se me olvida la pretemporada del verano del 94. En el Carranza jugábamos la consolación contra el Nápoles de Rincón. Los micrófonos de Antena 3 estaban pegados al banquillo merengue. Dubovski hace una jugada destacada y se ote a Cappa gritar con acento muy argentino: "Buena Peter, buena!!!". Aun hoy mi hermano y yo nos decimos eso.
Qué años tan duros esos primeros años 90 para los madridistas... Aunque descubrí uno de mis ídolos eternos, Don Gica Hagi, el Maradona de los Carpatos.
Hola! Muchas gracias por compartir todas esas vivencias. Veo que coincidimos en el cariño a determinados jugadores. El fútbol de la infancia y de la juventud dejan huella y hacen que quienes compartimos generación tengamos recuerdos similares. Un cordial saludo!
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