sábado, 7 de octubre de 2017

RONALDO NAZARIO

Sin ninguna duda, uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta del Real Madrid

Quienes leían la revista Don Balón allá por la década de los noventa recordarán que había una sección de fútbol internacional, a dos páginas, en la que se recopilaban, como si fuese un collage, un montón de pequeñas noticias, apuntes, citas y referencias que informaban al lector sobre todo lo que sucedía más allá de las fronteras del fútbol español. Fue leyendo esa sección como supe de la existencia de un joven futbolista del Cruzeiro que, según contaban, era la nueva sensación del fútbol brasileño. La nueva perla del balompié de aquel país. 

El chico, un tal Ronaldo, incluso acabó acudiendo al Mundial de Estados Unidos del año 1994, donde su Selección se hizo con el triunfo al doblegar a Italia en la tanda de penaltis con la que se resolvió la Final. Ronaldo no jugó ni un minuto, pero se coronó Campeón del Mundo. Tenía sólo 17 años y el hecho de estar allí entre los tetracampeones cuando todavía era un juvenil era un síntoma de que, realmente, aquel chaval prometía...

Tras el Mundial de Estados Unidos el futbolista brasileño dio el salto a Europa para jugar en Países Bajos con el PSV Eindhoven. En una época en la que no teníamos internet ni YouTube la prensa de papel seguía siendo una fuente importante de información para saber lo que sucedía fuera de la Liga española. Y recuerdo lo mucho que me impactó un reportaje que le dedicó Don Balón a Ronaldo. Todavía lo conservo hoy en día. "El nuevo Pelé", titulaba Juan-Pablo Sainz. ¿Cuántas veces habíamos escuchado y leído eso? La prensa parecía siempre empeñada en encontrar a los sucesores de las grandes estrellas futbolísticas. Cada vez que un joven jugador despuntaba automáticamente se le compraba con algún otro astro. 'El nuevo Maradona', 'el nuevo Pelé', 'el nuevo Maradona', 'el nuevo Pelé'... Luego, en muchos casos, las expectativas no se cumplían. Pero con Ronaldo, no sé por qué, parecía posible... Es raro de explicar porque, en realidad, no le había visto jugar nunca. No le había visto marcar ni un solo gol. Sólo seguía la Liga española. Y, sin embargo, sospechaba que Ronaldo podría llegar a ser uno de los grandes. Y todo basándome en aquel reportaje de dos páginas que había leído en Don Balón.

Pues sí. Ronaldo tenía pinta de ser un jugadorazo. Y mis sospechas se confirmaron cuando por fin le pude ver jugar por televisión. Lo malo es que tocó verle con la camiseta que menos hubiese deseado. Tras jugar dos campañas con el PSV, 1994-95 y 1995-96, Ronaldo recaló en el Barcelona para disputar la temporada 1996-97. El club azulgrana pagó 2.500 millones de pesetas, récord de la época, para llevar al brasileño al Nou Camp. Y tocó sufrirle. No quiero ser hipócrita. No soy de los que 'disfrutan' con el juego de los futbolistas rivales. No. Tocó sufrirle. Ronaldo cuajó un excelente ejercicio en Barcelona. En Liga marcó 34 goles en 37 partidos y recuerdo que llegué a temer que le quitara a Zarra y a Hugo el récord de los 38 goles. Ese año nos dejó perlas como aquel gol frente al Compostela recorriendo todo el campo mientras sorteaba rivales... Aquel gol fue la mejor descripción de lo que era Ronaldo como futbolista. Fuerza, potencia, velocidad, fantasía, calidad técnica, precisión... Se agotaban los calificativos a la hora de hablar de un futbolista que, además, sólo tenía 20 años y todo el futuro por delante...

Afortunadamente, el Real Madrid ganó aquella Liga 1996-97. Una Liga de las Estrellas de la que, aunque nos pesara a los madridistas, Ronaldo era uno de sus máximos exponentes. Con alivio, contemplamos cómo la vinculación entre el Barcelona y Ronaldo sólo duró una temporada. La verdad es que no entiendo cómo los azulgranas terminaron dejando escapar a un jugadorazo con tanta proyección y tanto futuro después de lo que había demostrado ese año.

Ronaldo recaló en el Inter de Milán en el verano de 1997 siendo ya una estrella de talla mundial. En el equipo italiano coincidió con Iván Zamorano. Ganó el Trofeo Bravo en las ediciones de 1997 y 1998, siendo junto a Emilio Butragueño el único futbolista que ha ganado dos veces el prestigioso galardón. También ganó el Balón de Oro en el año 1997. Con la Selección brasileña llegó a disputar la Final del Mundial de Francia-98 y ganó la Copa América en las ediciones de 1997 y 1999. En Italia los títulos no abundaron. Sólo ganó la Copa de la UEFA 1997-98 en su primera campaña con el cuadro nerazzurri. Pero seguramente que la ausencia de más títulos se debió, precisamente, a las ausencias de Ronaldo. Y es que las lesiones se cebaron con el astro brasileño hasta hacer peligrar seriamente su carrera. Una rotura en la rodilla derecha le dejó seis meses en el dique seco. A su vuelta, el día de su reaparición, volvió a lesionarse en la misma articulación. Fue en un encuentro de Copa frente al Lazio, el 12 de abril del año 2000. Ronaldo se destrozó la rodilla y las imágenes del brasileño llorando tirado sobre el césped dieron la vuelta al mundo. Más de un año tardaría en volver a jugar. Se pasó en blanco la temporada 2000-01 y en la 2001-02 sus apariciones fueron intermitentes...

El Mundial de Corea-Japón 2002 supondría su vuelta definitiva. Ahí volvimos a ver al Ronaldo espectacular y decisivo. El mundo del fútbol celebró el regreso de 'El Fenómeno'. El brasileño demostró que tenía mucho que ofrecer todavía. Brasil ganó aquel Mundial con Ronaldo como estrella indiscutible. Marcó ocho goles y se adjudicó la Bota de Oro y el Balón de Plata de la competición. 

Aquel verano, después del Mundial, surgieron los rumores del interés del Real Madrid por Ronaldo. Florentino Pérez, que había accedido a la presidencia del Club con Luis Figo bajo el brazo, había fichado a Zinedine Zidane un año antes y estaba dispuesto a volver a llevarse a otro de los grandes al Santiago Bernabéu. El objetivo en aquella ocasión era Ronaldo. Habían pasado cinco años desde su primera campaña en el fútbol español. La duda era si su rodilla estaba plenamente recuperada. El Mundial parecía ser la prueba de que sí. Pero, claro... Las dos lesiones que había tenido en Italia habían sido tan graves que resultaban lógicas las dudas. Eso sí, la posibilidad de ver a Ronaldo con la camiseta blanca supuso una ilusión tremenda. En caso de no recaer de sus problemas físicos tendríamos la posibilidad de ver a un auténtico fuera de serie. Yo, desde luego, deseaba con todas mis ganas que los rumores se hiciesen realidad. Y, al igual que yo, muchísimos madridistas, por supuesto.

Y llegó. Llegó. El culebrón veraniego terminó con final feliz. Con mucha emoción, porque hubo que esperar al cierre del mercado de fichajes. Pero todo acabó bien. El 1 de septiembre de 2002 la gran noticia deportiva era la confirmación de que Ronaldo Luís Nazário de Lima era nuevo jugador del Real Madrid

La verdad es que fueron días muy felices. Aquel año veníamos de ganar la Champions League y la Supercopa de Europa. Y teníamos un equipazo del que sentirnos orgullosos. Un equipazo al que llegaba para aportar su granito de arena nada más y nada menos que Ronaldo. Días felices para el madridismo.

Además de un gran jugador, Ronaldo era un tío simpático. Y eso es algo que ya se había visto durante su estancia en Barcelona. Pese a jugar con nuestro máximo rival, Ronaldo era uno de esos jugadores que no te podía caer mal. Un tipo muy peculiar. Caía bien, no hay que darle más vueltas. Caía bien. Tenía y tiene muchísimo carisma y una simpatía natural

Está claro que disfrutamos de uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol. Muchos le sitúan en el olimpo de los más grandes. 'El nuevo Pelé', como advertían en aquel reportaje de Don Balón que mencionaba al principio de esta entrada de 'Historias del Real Madrid'. Algunos incluso dicen que de no haber sido por las lesiones estaríamos hablando del mejor jugador de la historia. Personalmente, yo no me atrevería a decir tanto. Pero sí que es cierto que las lesiones nos privaron de ver cuál era el tope del brasileño. Hay que ser sinceros y admitirlo: El Ronaldo que vimos en el Real Madrid no era un jugador al 100%. A mí me quedó la sensación de que Ronaldo ya nunca volvió a estar al 100% de su capacidad tras las lesiones que sufrió en Italia. Le faltaba 'algo', no sé muy bien cómo definirlo, pero le faltaba 'algo' para ser el Ronaldo que habíamos visto antes de sus problemas de rodilla. Y aún así, sin embargo, era un fuera de serie. Sin estar al máximo de sus facultades era un jugador extraordinario con capacidad para hacer goles de todos los colores y levantar a los aficionados de sus asientos.

¿El mejor delantero que he visto con el Real Madrid? Pues no sabría responder convencido... He visto a muchos y muy buenos. Santillana me pilló muy pequeño y sólo pude contemplar la recta final de su carrera, cuando llegó a compartir vestuario con su sucesor a la hora de lucir el 9 a la espalda, Hugo Sánchez. Del mexicano sí que puedo hablar. Hugo era un auténtico rematador del área. Era increíble la facilidad que tenía para ver puerta. Algo parecido a Zamorano y a Ruud van Nistelrooy. Iván Zamorano era más limitado en el aspecto técnico aunque suplía sus carencias con unas enormes dosis de sacrificio y una capacidad de trabajo digna de admiración. Zamorano se lo curraba. Pero Hugo Sánchez y Ruud van Nistelrooy eran mucho más fiables. El mexicano y el neerlandés eran especialistas, auténticos especialistas del área. Ronaldo era otro tipo de delantero, también con el mismo olfato goleador pero con más recursos a la hora de participar en las jugadas del equipo y una mayor capacidad para generar él mismo las ocasiones de gol. Luego está el caso de Cristiano Ronaldo, que me parece más completo que todos ellos pero que no puede ser catalogado como un delantero centro al uso. De hecho, casi siempre ha jugado escorado en banda izquierda, lo cual le da mucho más mérito a la gesta de haberse convertido en el mayor goleador de la Historia del Real Madrid. ¿Cuál ha sido el mejor delantero de los que he visto con la camiseta merengue? Bueno... Qué más da... Todos han aportado goles y han contribuido a hacer más grande al Club

¿Hasta dónde hubiese llegado Ronaldo Nazário en el Real Madrid y en el mundo del fútbol en general habiendo disfrutado de plenas facultades físicas durante toda su carrera? Pues eso es algo que nunca sabremos, aunque se intuye que sus cifras, sus títulos y sus gestas serían aún si cabe mayores de lo que ya consiguió. Y eso que no fue poco lo que ganó el 'Fenómeno'... 2 Mundiales, 2 Copas América, 1 Copa Confederaciones, 1 Copa Intercontinental, 1 Mundial de Clubes, 1 Supercopa de Europa, 1 Copa de la UEFA, 1 Recopa de Europa, 2 Ligas, 1 Copa del Rey, 2 Supercopas de España, 1 Copa de los Países Bajos, 2 Copas de Brasil, 1 Campeonato Mineiro, 1 Campeonato Paulista... Y eso sólo en cuanto al palmarés a nivel de títulos. Las distinciones y galardones individuales dan para elaborar un listado enorme. 2 Balones de Oro, 1 Balón de Plata, 1 Balón de Bronce, 3 FIFA World Player, 2 Trofeos Bravo, 1 Bota de Oro y un larguísimo etcétera...

Datos, títulos y números que reflejan a las claras la dimensión de este futbolista de talla mundial que causó sensación a finales de los noventa y principios del presente siglo. Ronaldo Luís Nazário de Lima ha sido un grande de este deporte. Todo lo que se diga sobre su figura será poco a la hora de describirle y recordarle. Y tuvimos la gran suerte y el enorme privilegio de verle jugar en el Santiago Bernabéu. Dejó huella en nuestro estadio y Madrid también le dejó huella hasta el punto de que hoy en día no esconde su madridismo. "Me hubiera gustado que el gol frente al Compostela fuera con la camiseta del Madrid", afirmó en octubre de 2016 analizando en televisión aquel prodigioso tanto de 1996. Lo dicho, es que hay que quererle. Y, de hecho, la gente le quiere. Así se lo demostró en el último Corazón Classic Match frente al AS Roma el pasado mes de junio con una atronadora ovación. Sí, dejó huella aquí.

En total, fueron cuatro temporadas y media con nosotros. 177 partidos oficiales y 103 goles con la camiseta blanca.  Y un sinfín de grandes momentos. Mereció la pena verle jugar con la camiseta del Real Madrid

2 comentarios:

  1. Lo que más pena me dió del periodo de Ronaldo en el Madrid fue que coincidiera en el tiempo con Raúl. Ninguno de los dos se beneficiaba de la presencia del otro en el campo, eran jugadores muy poco compatibles: Raúl necesitaba un 9 que fijara los centrales y Ronaldo un lanzador detrás suyo o un delantero que bajara de espaldas y descargara sobre él en carrera.

    Ambos empeoraron jugando juntos y mejoraban enormemente cada vez que uno de ellos estaba ausente. Como olvidar el periodo de 2003 cuando se ausentó Raúl y Ronaldo arraso al Manchester, o en 2007 cuando tras la marcha de Ronnie, el capitán volvió a empezar a golear como solía antes de la llegada del brasileño.

    Simplemente no les ayudaba jugar juntos.

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    1. Yo creo que tienes parte de razón, aunque creo que Ronaldo se benefició más de Raúl que al contrario. Raúl era un tipo muy listo, sabía arrastrar muy bien a la defensa para que Ronaldo tuviera más espacio libre.
      Lógicamente, al ser Ronaldo la referencia en ataque del Madrid Raúl se vio perjudicado aceptando otro rol.

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