Texto íntegro de las palabras del ex portero del Real Madrid en su despedida
“En primer lugar, muy buenos días a todos, gracias por estar aquí y
acompañarme en este momento tan especial. Hoy he venido a este estadio, a
este gran estadio, para despedirme de todos vosotros y en especial de
los madridistas.
Como sabéis, desde ayer, dejé de pertenecer al Real Madrid y pasaré a
formar parte del Porto. Quiero deciros que la decisión de irme al Porto
se debe a dos motivos fundamentales. La primera, la ilusión que me han
transmitido el presidente, el director Antero y el entrenador Julen, que
nos conocemos desde hace tiempo y, sobre todo, al resto del equipo.
Y segundo, por las muestras de cariño que he ido recibiendo a lo largo
de que más o menos la gente podía saber ya que mi destino era Portugal. Y
en ese sentido, me han ganado y he estado muy feliz y muy contento.
Haré todo lo posible para no defraudarles y lucharé al máximo para
conseguir el mayor número de títulos posibles en mi nuevo equipo. Por
tanto, muchas gracias, Porto, por haber confiado en mí.
Y ahora sí, me quiero dirigir a todos los madridistas. Después de 25
años defendiendo el escudo del equipo más grande del mundo llega un día
difícil, este día, en mi vida deportiva. Decir adiós a esta institución
que, evidentemente, me lo ha dado todo. Parece que fue ayer cuando con
nueve años vestí por primera vez la camiseta del Real Madrid y vi
cumplido mi sueño. Durante este tiempo, todo este tiempo, hemos sufrido,
hemos reído, hemos llorado, hemos disfrutado juntos. Me he sentido
acompañado y muy querido, tantos en los buenos como en los malos
momentos.
Este club no sólo me ha enseñado a ser deportista, me ha formado como
persona, me ha ayudado a crecer, inculcándome los valores que defiende
su escudo: el respeto, el compañerismo, el compromiso y, sobre todo, la
humildad. He tratado siempre de reflejarlos allá donde he ido
representando al Real Madrid.
Hoy también quiero acordarme de manera muy especial de todos aquellos
compañeros con los que he formado parte cada temporada de las que he
estado aquí. A lo largo de estos años hemos vivido juntos momentos
únicos e irrepetibles. Compañeros con los que he formado una familia y
compartiendo lágrimas tanto de alegría como de tristeza.
Dejo grandes amigos y sé que esté donde esté siempre podré contar con
ellos al igual que ellos conmigo. También me quiero acordar de todos mis
entrenadores, desde los que tuve desde que empecé en el torneo social,
en el equipo Losada. Agradecer a Mezquita, que en paz descanse, que fue
la persona que me rescató para formar parte del benjamín fútbol 7 del
Real Madrid, hasta mi último entrenador, que ha sido Carlo Ancelotti.
Acordarme de todos ellos, de todos, porque de todos he aprendido muchas
cosas.
A sus cuerpos técnicos, que para mí también han sido parte fundamental
en este desarrollo y en mi carrera por llegar a formar parte del Real
Madrid y ser un jugador de fútbol. Porque todos ellos me han dado
consejos, me han transmitido compresión en los malos momentos. Y hemos
vivido muchas alegrías juntos, aparte de mucha experiencia y su
profesionalidad. De todos, todos, he aprendido muchísimo.
Por supuesto, a todo el personal, al que no se ve, que día a día hemos
estado formando parte de este Real Madrid y que me han apoyado siempre a
solucionar cualquier problema. No se les ve pero siempre están ahí.
Todo mi cariño a mis padres y a toda mi familia, que con su esfuerzo y
desvelos me ayudaron a emprender este camino, difícil pero muy bonito.
Y sobre todo, a mi mujer y mi hijo, porque día a día estarán a mi lado
compartiendo cada segundo de esta apasionante etapa de mi vida.
Y estas últimas líneas os la dedico en especial a todos vosotros, al
madridismo, que no conoce fronteras. Gracias por vuestro apoyo
incondicional desde que llegué con 18 años, por permitirme levantar cada
Copa, cada triunfo, por ser vuestro capitán durante cinco años. Por
acompañarme en los buenos y en los malos momentos. Por tenderme la mano y
tirar de ella para levantarme.
Hay una frase que siempre he dicho en alguna entrevista y la vuelvo a
repetir para que la gente se quede con ella: Por encima de recordarme
por ser un buen portero o un mal portero, sólo espero que la gente se
acuerde de mí por ser buena persona. Por tanto, gracias, gracias, miles
de gracias. Nunca os podré olvidar y estad seguros de que allá donde
vaya seguiré gritando: ¡Hala Madrid!"
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