Se cumple un cuarto de siglo del inolvidable golazo del defensa vasco del Real Madrid
Se trata de otro de los grandes recuerdos de la temporada 1994-95. El partido en el que Mikel Lasa firmó el gol por el que todo el mundo le recordaría a partir de entonces, aquel gol desde su propio campo que la prensa bautizaría como el 'Lasazo'. Siempre suelo decir que todos los futbolistas tienen su gran día como protagonistas y el defensa de Legorreta lo tuvo aquella jornada con esa diana que sacó los pañuelos blancos en el Santiago Bernabéu. La gran jornada como madridista de un futbolista muy trabajador y cumplidor...
Titular en el lateral izquierdo madridista durante las últimas campañas, Mikel Lasa no lo tuvo nada fácil de inicio en la temporada 1994-95. Valdano utilizó a Luis Enrique en esa posición e incluso llegó a jugar con el canterano Alberto Marcos en tres encuentros. Lasa sólo jugó en la segunda jornada de Liga frente al Logroñés y en la vuelta de la primera ronda de la Copa de la UEFA frente al Sporting de Portugal. Después, desapareció de las alineaciones durante más de dos meses... El panorama del jugador cambió a comienzos de diciembre de 1994 con la gravísima lesión en Anoeta de Míchel que dejaría al centrocampista diestro fuera de combate para toda la campaña. Míchel era una leyenda en la banda derecha del Real Madrid y además no tenía un sustituto natural en la plantilla, lo que obligó a Valdano a tener que improvisar. Lo más lógico era tirar del comodín por excelencia de aquel vestuario: Luis Enrique. El asturiano, que jugaba y había jugado ya en todos los puestos menos el de central y portero, se asentaría como centrocampista por la derecha. El lateral izquierdo, por lo tanto, volvía a ser para Mikel Lasa. El guipuzcoano regresó a la titularidad el 22 de diciembre, en el último partido del año 1994, el de la goleada 0-5 en Valladolid. Ya no dejaría el puesto en toda la temporada. Mikel Lasa se convirtió en fijo del once inicial del Real Madrid para todo lo que quedaba de la temporada 1994-95.
El domingo 5 de febrero de 1995, tal día como hoy de hace 25 años, el 'Campeón de Invierno' arrancaba la segunda vuelta de la Liga 1994-95 en el Santiago Bernabéu frente al Sevilla, equipo al que había goleado 1-4 en la primera jornada del campeonato. Paco Buyo lograría superar el récord de imbatibilidad de la portería madridista, en manos de Miguel Ángel desde la temporada 1984-85, dejando la nueva marca en 631 minutos. Pero no fue fácil. Resultó ser un partido bastante complicado, con los foráneos muy bien plantados sobre el terreno de juego y cerrándose muy bien. Aun así, el conjunto blanco dispuso de oportunidades que no llegaron a buen puerto. Hierro en lanzamiento de falta, Zamorano, Raúl... Al filo del descanso Mikel Lasa realizó su primera gran intervención del choque al cruzarse providencialmente ante el rumano Dumitrescu para enviar a córner el balón desbaratando así una peligrosísima contra que pudo ser el 0-1. Ya en el segundo tiempo los de Valdano siguieron insistiendo y en el minuto 61 consiguieron ver puerta por fin. Perfecto pase largo por raso de Fernando Hierro para Raúl y el joven delantero, bastante escorado hacia la derecha, consiguió cruzar el balón batiendo a Unzue por debajo de las piernas. Con 1-0 en el marcador Raúl dispuso de una doble ocasión para hacer el segundo y Laudrup también tendría su oportunidad con un disparo que se marchó por alto. Pasaban los minutos y el resultado no quedaba cerrado, lo que impacientaba un poco a los aficionados madridistas de cara a las postrimerías del duelo.
La gran jugada llegó en el minuto 91. En tiempo de descuento el Sevilla, con el marcador en contra, apretaba todo lo que podía en busca de las tablas y se disponía a botar un saque de esquina. Todo el equipo visitante arriba, lógico. Moya ejecutó el córner y el balón quedó en los dominios de Davor Suker cerca del pico del área con el croata tratando de acomodar el esférico para buscar el pase o el disparo a puerta. El batallador Mikel Lasa consiguió arrebatarle la pelota y corrió por banda izquierda perseguido por Suker. El guardameta Unzue había subido, por lo que estaba fuera de la portería. Lasa se percató de la ausencia del cancerbero y sin llegar todavía al centro del campo soltó un tremendo disparo, una parábola de 58 metros que terminó con el balón botando en el área y entrando entre los tres palos del arco sevillista. Impresionante. Un gol impresionante. El gol de la temporada 1994-95. Las gradas se poblaron de pañuelos blancos y todo el público coreó el nombre del defensa vasco...
Lasa fue el gran protagonista de aquel domingo en los resúmenes de la televisión y en los programas nocturnos de radio. Todo el mundo se alegró por él, futbolista poco dado a recibir elogios. "Me dio mucha alegría que le ocurriera eso a Lasa. Me gustó que recibiera un premio tan grande por un golpe de atrevimiento", comentó Jorge Valdano en declaraciones recogidas por la revista oficial Real Madrid. "Una
pasada", tituló en portada el diario Marca al día siguiente. "Lasa
remató la fiesta", rezaba el antetítulo del rotativo madrileño junto a
un dibujo que ilustraba el espectacular tanto y la distancia recorrida
por el balón. Los 58 metros convirtieron al gol de Mikel Lasa en el más lejano anotado en toda la Historia de la Liga y así se mantuvo hasta la temporada 2004-05, cuando el defensa Antonio José González Santos, jugador del Numancia, le clavó un gol al Sevilla desde 68 metros. Hasta entonces el récord fue suyo y en la actualidad sigue siendo el segundo de la lista y el gol más lejano del que hay constancia en la Historia del Real Madrid.
"Lo he visto una y otra vez, y la verdad es que es uno de esos goles que no te cansas de mirar. Cada vez que lo veo lo disfruto con más alegría", contaría días después el propio Mikel Lasa a los responsables de la publicación oficial del Club. "He trabajado y sigo haciéndolo para no defraudar a los que confiaron en mí. Este gol no me va a dormir en los laureles", añadía destacando la humildad de un futbolista que se esforzaba en cada lance de juego y entrenamiento. "He sido poco goleador, pero los goles que he marcado siempre han tenido una significación especial, bien por lo que representaban de cara al resultado o bien por su espectacularidad", recordaba Lasa. Con aquel asombroso tanto Mikel Lasa se hizo un pequeño hueco en la memoria de los aficionados del Real Madrid. Él siguió a lo suyo, trabajando y trabajando como haría a lo largo de todo lo que quedaba de aquella temporada 1994-95. Titular en todos los partidos y siendo cambiado sólo en un par de ocasiones, la segunda por lesión, el de Legorreta se ganó a pulso el puesto y contribuyó desde el césped a la consecución del título de Liga.
REAL MADRID: Buyo, Quique Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Laudrup, Amavisca, Raúl (Martín Vázquez, 77') y Zamorano.
SEVILLA: Unzue, Martagón, Prieto, Diego, Soler, Moacir, Rafa Paz, Cortijo, Dumitrescu (Tevenet, 84'), Estebaranz (Moya, 51') y Suker.
GOLES
1-0 min. 61 Raúl
2-0 min. 91 Mikel Lasa
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