sábado, 27 de abril de 2019

JUAN ANTONIO CORBALÁN, TROFEO EMILIANO RODRÍGUEZ 2019

Segunda edición del galardón de la Peña Madridista Los Blancos de Sestao

El ex jugador del Real Madrid de baloncesto Juan Antonio Corbalán recibió ayer viernes el Trofeo Emiliano Rodríguez que otorga la Peña Madridista Los Blancos de Sestao. Corbalán fue homenajeado como reconocimiento a su extraordinaria trayectoria deportiva en la Sección de basket madridista. El antiguo base defendió la camiseta blanca entre las temporadas 1971-72 y 1987-88 logrando un espectacular palmarés en el que figuran 12 Ligas, 7 Copas, 3 Copas de Europa, 3 Copas Intercontinentales, 1 Mundial de Clubes, 1 Recopa de Europa, 1 Copa Korac y 1 Supercopa de España. También fue internacional absoluto en 128 ocasiones con España, llegando a ser integrante del equipo nacional que logró la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984 y ganando también la Medalla de Plata en el Eurobasket disputado en Francia en el año 1983.

El acto de entrega tuvo lugar, al igual que en la anterior edición, en el restaurante Biriukov Bistró de Madrid y contó con la presencia del gran protagonista, Juan Antonio Corbalán, además de los ex jugadores Emiliano Rodríguez, que acudió junto a su esposa Cuca, Vicente Paniagua y el anfitrión Chechu Biriukov. También asistieron a la cita Manuel Gómez Barrera, Director del Departamento de Peñas del Real Madrid, Tomás Noriega, presidente de la Peña Madridista Alfoz de Cantabria y varios componentes de la Peña Madridista Los Ojos del Tigre con José María Cañas a la cabeza. Gómez Barrera regaló una camiseta oficial del equipo de baloncesto mientras que los peñistas vascos entregaron un pequeño obsequio de recuerdo a la Asociación de Jugadores del Real Madrid de Baloncesto Leyendas Blancas que recogió Chechu Biriukov.

Emiliano y Corbalán presidieron la mesa durante la comida que se celebró y recordaron a los presentes que en la primera campaña de Juan Antonio con el Real Madrid, temporada 1971-72, le pusieron de compañero habitación precisamente con Emiliano, que afrontaba su recta final como jugador en activo. Y una vez terminados los platos llegó el momento cumbre de la jornada. Jon Gurutz Amiama, presidente de la peña Los Blancos de Sestao, agradeció públicamente a Emiliano Rodríguez la cesión de su nombre al trofeo. "Nuestros peñistas dan mucho valor a que no sólo hay que tener en cuenta a Sergio Llull o a Felipe Reyes, que son historia del Club y lo seguirán siendo durante muchos años... Pero noventa años de historia de la Sección de Baloncesto se han hecho desde mucho más atrás, con mucho esfuerzo", apuntó Amiama haciendo referencia al trabajo y contribución que hicieron en su momento las antiguas leyendas de nuestro equipo de básquet. 

El Presidente de Honor de la Sección de Baloncesto del Real Madrid también quiso destacar la dimensión humana del galardonado. "Este trofeo es la imagen del esfuerzo, del esfuerzo deportivo. Pero si habéis tenido hoy ocasión de escuchar a Juan veréis que ese esfuerzo lo ha llevado a todos los órdenes de su vida. En la vida profesional, en las relaciones personales y en todo su conjunto. No deja de ser un esfuerzo para que hoy sea una persona considerada, respetada y, sobre todo, muy querida por parte de todos. Juan, sabes que te queremos, te admiramos y vamos a estar siempre a tu lado. Con este trofeo y los que te puedan venir, porque eres joven", le dijo Emiliano Rodríguez a su 'discípulo' Corbalán mientras le hacía entrega del trofeo que lleva su nombre. Tras fundirse en un cariñoso abrazo tomaría la palabra el premiado.

"Después de un momento como éste mis palabras van a tener que ser muy sentidas", inició su discurso de agradecimiento Corbalán. "Recibir un premio siempre es muy bonito. Recibirlo de alguien que puede ser considerado casi un referente o casi un padre deportivo en tu vida como es 'Emi' es mucho más bonito. Pero yo creo que las cosas en la vida no son solamente buscar un equilibrio entre lo que recibes y lo que vas a dar. Eso es un poco como si fuera repartir un legado. Yo creo que en la vida lo que tenemos que hacer es que todo aquello que recibimos, y aquí se recibe algo más que una figura, se recibe una historia, pues recibir esa historia y enriquecerla cada uno en la medida de nuestra posibilidad. Y para eso hacen falta dos cosas, querer a la gente que te rodea, -incluso querer a la gente que no te rodea-, y querer a la institución a la que perteneces. Eso se llama lealtad. Yo tuve la fortuna, desde muy niño, de aparecer en un Club que me enseñó el criterio de la lealtad, de aparecer en un Club cuyo presidente me dijo: 'Chaval, a partir de ahora no eres Juan Corbalán, eres el Real Madrid'. Y de pertenecer a un Club que me enseñó que más allá del Club está tu ciudad, está tu vecindario, está la gente que comparte tu ciudadanía, está tu país... Está, en definitiva, el ejemplo que puede dar el deporte no solamente a aquellos que jugamos el mejor nivel o que pudimos jugar el mejor nivel, sino a todos aquellos que se están formando. Y el deporte sin valores, el deporte sin educación, el deporte sin entender que ganar no siempre es lo mejor, no es deporte, es una simple herramienta para triunfar y ganar dinero", expuso Juan Antonio Corbalán. El ex jugador no quiso terminar su alocución sin realizar un pequeño guiño a la actualidad y al buen momento que atraviesan los actuales componentes de la Sección. "Y hablando de Llull y de Felipe Reyes, tampoco son malos jugadores. ¡Hay que seguir apoyándoles!", concluyó con una nota de humor el homenajeado mientras recibía el aplauso de los allí congregados.

Deportista ejemplar

Durante la comida previa a la entrega del trofeo, los allí presentes pudieron constatar la dimensión deportiva y humana de un Juan Antonio Corbalán que no dudó en departir y compartir sus impresiones sobre la vida y su manera de entender el mundo del deporte. "Los jugadores de baloncesto y de fútbol tienen que comprender que hay que prepararse para el futuro porque a partir de los treinta nadie te va a llamar. Hay que estar preparados y formarse", explicaba Corbalán, que en la actualidad ejerce como médico y considera que los deportistas no sólo compiten para los aficionados... Que los deportistas tienen que abrirse a la sociedad y a la gente. "Nosotros, cuando jugábamos, no nos escondíamos e íbamos juntos a todos los sitios", apuntaba el antiguo base del Real Madrid. Como ejemplo contó cómo en una ocasión, a finales de los setenta, fueron a comer cerca de San Juan de Gaztelugatxe y unos lugareños mayores, al verlos, les dedicaron un chotis. "Aquello fue realmente emotivo", asegura el ex deportista, que también recuerda que aquel grupo de jugadores con los que coincidió en su etapa en la élite llegó a ser muy querido por la gente. En otra ocasión, con motivo de un partido disputado en Zaragoza, decidió visitar junto alguno de sus compañeros el pequeño pueblo de Alfocea, puesto que el segundo apellido de Corbalán es, precisamente, Alfocea. Una vez allí los vecinos de la localidad no querían dejarles marchar y les agasajaban con todo tipo de alimentos del lugar y obsequios. Los jugadores insistían en que se quedaban sin tiempo porque tenían que ir a jugar su partido. "De verdad, es que nos tenemos que marchar ya", rogaban los baloncestistas. "¡No, de aquí no os marcháis!", insistían los lugareños, orgullosos de contar con tan ilustres visitantes...

A lo largo de la comida Corbalán recordó también un buen puñado de anécdotas, historias y curiosidades con Emiliano y Paniagua como testigos. Se enseñaron fotos antiguas y surgieron nombres de compañeros como Carmelo Cabrera, Wayne Brabender, Walter Szczerbiak, Llorente, Fernando Martín y tantos otros... Historias del Real Madrid y de la propia biografía de Corbalán que sirven para hacerse una idea de cómo era la entidad en aquella época. "En el Club te pedían las notas para ver cómo iban los estudios", contaba el homenajeado en referencia al esfuerzo y entrega de unos hombres que hicieron grande al Real Madrid. "Éramos embajadores en el extranjero representando al Club, a la ciudad y a nuestro país", asegura un Corbalán que también habló de la dureza y el compromiso que había durante los entrenamientos de un equipo que siempre contó con jugadores de primer nivel. 

II Edición

El Trofeo Emiliano Rodríguez cumple con la presente su segunda edición. El año pasado fue Clyfford Luyk quien lo recibió en presencia del propio Emiliano. En el seno de la peña vizcaína se muestran orgullosos de su galardón. "La valoración es muy buena. En dos años que tiene este trofeo hemos conseguido traer a dos figuras internacionales como Luyk y ahora Corbalán. Creo que es totalmente satisfactorio el balance que se puede hacer de un trofeo que tiene tan corta vida", comenta su presidente Jon Gurutz Amiama, que reconoce que ya están barajando nombres para la próxima edición. "Sí, recién acabado éste tenemos que pensar ya en el del año que viene. La cosa se va poniendo más complicada a la hora de acertar, porque creo que hemos puesto un nivel muy alto. En dos ediciones hemos ido superándonos y nos va a costar superar la presente edición. Pero se intentará, porque candidatos no van a faltar y leyendas en el Real Madrid tenemos unas cuantas", apunta convencido.

El presidente de Los Blancos de Sestao explica cómo se fraguó la elección de Juan Antonio Corbalán como candidato al premio que entrega su agrupación madridista. "Todo surgió un poco a raíz de leer su libro, en el que explica lo que fue para él jugar en el Real Madrid. Todo el mundo conoce al jugador Corbalán del Real Madrid y de la Selección española, pero si lees el libro ves cómo para llegar al Real Madrid te tienes que levantar a las seis de la mañana, ir primero a entrenar el tema físico, después ir a la Universidad, después por la tarde retomar los entrenamientos del baloncesto... Salías de casa a las seis de la mañana y llegabas a casa a las doce de la noche, dormías cinco horas durante los primeros años... Ahí te das cuenta de que jugar en el Real Madrid es un éxito pero conlleva un sacrificio detrás. Y un poco lo que se quiere reconocer con este trofeo es el sacrificio de lo que supone levantar al Real Madrid", argumenta Jon Gurutz Amiama, que también menciona la metáfora que encierra el trofeo que entrega su peña, la figura de un levantador o 'harrijasotzaile'. "Sí, el esfuerzo de levantar una piedra pesada. Por eso nuestro trofeo es un levantador elevando una piedra con el escudo del Real Madrid. Es una forma de visualizar lo que es levantar la historia del Real Madrid en los casi noventa años con los que cuenta la Sección de Baloncesto. Ese es el esfuerzo que representa el trofeo y creemos que Corbalán encaja perfectamente en el marco de esos valores que queríamos premiar", concluye el presidente. 

Desde 'Historias del Real Madrid' quiero hacer público mi más sincero agradecimiento a la Peña Madridista Los Blancos de Sestao por permitirme acompañarles en una jornada tan especial e inolvidable para ellos. También lo ha sido para mí.

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