Aniversario de la publicación del artículo de Julio César Iglesias sobre aquella extraordinaria generación de futbolistas
El 14 de noviembre de 1983, tal día como hoy de hace 40 años, el diario El País publicaba el artículo con el que se puso nombre a una generación con algunos de los futbolistas más queridos por el madridismo. 'Amancio y la quinta del Buitre' descubría a un grupo de chicos de la cantera del Real Madrid que militaba en aquel Castilla de la temporada 1983-84 que dirigía Amancio Amaro. El técnico gallego posaba con todos sus discípulos en la famosísima fotografía de Raúl Cancio que ilustraba aquella página que pasaría a la Historia del periodismo deportivo de nuestro país. Raúl se siente muy orgulloso de esa imagen que tomó. "Ahí están todos juntos por primera vez".
Ese Castilla que jugaba tan bien y que tanto público congregaba en el mismísimo Santiago Bernabéu terminaría ganando la Liga de Segunda División, todo un hito deportivo tratándose de un filial. Lo consiguió gracias al talento y la calidad de sus magníficos jugadores, varios de los cuales empezarían a debutar con el primer equipo pocos días después de la publicación del artículo. Eran todos muy buenos, pero Julio César Iglesias, con su magnífica prosa, destacaba a cinco de ellos: Emilio Butragueño, José Miguel González 'Míchel', Manuel Sanchís, Miguel Pardeza y Rafael Martín Vázquez.
Cuarenta años han pasado ya. Cuatro décadas en las que todos nos hemos hecho ya mayores. Todo va quedando atrás. Cada vez más atrás. Pero es imposible olvidarse de una época en la que el fútbol es tan importante, es decir, el fútbol de cuando eres niño. Los cromos de Este, las chapas, los futbolines, aquella camiseta Hummel con Parmalat que tan bien lucía en la tele, los encuentros en el patio con los amigos, aquel Adidas Etrusco al que tantas patadas le dimos, los partidos por el Carrusel Deportivo, los resúmenes de Estudio Estadio, los primeros ejemplares de Don Balón, los recortes de Marca y As... Y todo aquello con sus ilustres protagonistas, los futbolistas que tantas alegrías nos dieron a los aficionados del Madrid. También hubo sus momentos malos, por supuesto. Como la vida misma. En lo bueno y en lo malo. Pero pasa el tiempo y la memoria privilegia, sin duda, lo bueno sobre lo malo. Nos lo pasamos muy bien con los goles de Butragueño, con los centros de Míchel, con la calidad de Martín Vázquez, con la elegancia atrás de Sanchís... Y con el talento de Pardeza, jugadorazo al que siempre hay que reivindicar pese a que se terminara quedando sin sitio en aquel gran Madrid de la década de los ochenta. Todos ellos contribuyeron a darnos una infancia inolvidable. Hace ahora cuarenta años, empezaban a hacerlo.
Feliz aniversario para todos los que crecimos y disfrutamos con La Quinta del Buitre.
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