El Real Madrid arranca el nuevo año con una victoria en la Copa del Rey
Atrás quedó ya 2017. Ya es Historia. En el futuro miraremos atrás y recordaremos 2017 como lo que fue. Un buen año para los madridistas. Pero ya estamos en 2018 y toca mirar al futuro, a lo que nos queda por delante. De momento, hemos vuelto del parón navideño con un triunfo en Copa del Rey frente al Numancia. Mucho ojo con menospreciar esta competición porque creo que este año hay que tomársela muy en serio. Por desgracia la primera mitad del Campeonato de Liga no está siendo nada satisfactoria... La verdad es que, por muy optimistas que queramos ser, la Liga está francamente difícil. Es una pena, pero no habiendo llegado si quiera al ecuador de la misma se puede decir que está casi imposible. 14 puntos de diferencia, golaveraje perdido, escaso bagaje ofensivo... La Champions League es una incógnita. Tenemos en el horizonte una eliminatoria a priori complicada frente a un PSG que cuenta con una de las delanteras más peligrosas del momento. Por supuesto que el Real Madrid en Europa es otro equipo, pero también somos conscientes de lo complicado que resulta encaramarse a lo más alto en la Champions. Sí... Ya sé que hemos ganado tres en cuatro años y que hemos sido los primeros en encadenar dos títulos consecutivos. Pero precisamente por eso quiero ser cauto... Los rivales ya nos conocen y saldrán muy motivados frente a nosotros.
En fin... Ya veremos lo que nos deparan los próximos meses. En cualquier caso, insisto en que haríamos bien en tomarnos muy en serio la Copa, una competición que nunca se nos ha terminado de dar bien y en la que hemos caído en bastantes más ocasiones de las que deberíamos. Sí, es el título de menos valor de los tres principales de cada campaña, pero es un título y perfectamente puede salvar una temporada. Y a poco que se hagan bien las cosas debería ser relativamente factible el llegar, como mínimo, a la Final. ¿Pero cuántas veces hemos caído a lo largo de los años en eliminatorias contra rivales teóricamente inferiores?
Ayer, frente al Numancia, se ganó 0-3 y en principio la eliminatoria está encarrilada salvo catástrofe en el Bernabéu. No fue un partido para la historia, ni mucho menos, pero se cumplió y el choque sirvió para ver a unos cuantos de los jugadores menos habituales en acción. Marcaron Bale e Isco de penalti y Mayoral de cabeza. El año pasado nos vino muy bien contar con una segunda unidad de futbolistas en forma para afrontar todas las competiciones. Y los resultados fueron buenos. Ojalá pase lo mismo este año. Ojalá enderecemos el rumbo en Liga y nos vayan bien las cosas en las otras dos competiciones: Champions League y Copa del Rey.
También tenemos que desear suerte a nuestros filiales y a la sección de baloncesto. Con la canasta tampoco habíamos tenido un gran arranque de campaña, pero creo que hay que seguir confiando en Pablo Laso y en sus pupilos. Se lo han ganado a pulso a lo largo de estos años y en los últimos compromisos, además, se ha está viendo una mejora en el equipo. Como muestra, victorias como la del pasado miércoles en Vitoria. Laso, por cierto, ya ha igualado en número de partidos a toda una institución de nuestro baloncesto como Don Pedro Ferrándiz. Por delante ya sólo tienen a Lolo Sainz. Al final, la estabilidad en los banquillos siempre suele dar sus frutos.
Por lo demás, 2018 será un año en el que recordaremos un montón de partidos, triunfos, jugadores y anécdotas aquí en 'Historias del Real Madrid'... Pero hay un acontecimiento que cumple un aniversario redondo. Un acontecimiento inolvidable que marcó a todos los madridistas de mi generación. Se cumplen veinte años de la consecución de La Séptima Copa de Europa. La primera Champions League que saboreamos muchos madridistas celebrará dos décadas con nosotros el próximo mes de mayo. Parece increíble que haya pasado tanto tiempo ya... Seguro que recordaremos como se merece un capítulo tan trascendental como aquel.
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