miércoles, 3 de octubre de 2018

ENTREVISTA A CÉSAR GÓMEZ

Ex futbolista profesional y canterano del Real Madrid, jugó en el Castilla de la conocida como 'Quinta del Sabio' durante los años ochenta 

"LA CANTERA DEL REAL MADRID HA SIDO UNA ESCUELA DE VIDA"

César Gómez del Rey (Madrid, 23-10-1967) pasó siete años en las categorías inferiores del Real Madrid. Ingresó en el Juvenil C madridista a los quince y coincidió con una extraordinaria generación de canteranos que darían mucho de qué hablar en el fútbol de finales de los ochenta y de los noventa, la que se conoció como la Quinta del Sabio. Pasó cuatro años en el Castilla, del que llegó a ser capitán, antes de iniciar una prolífica carrera en Primera División en equipos como el Valladolid y el Tenerife. Un inolvidable marcaje a Ronaldo Nazario en la temporada 1996-97 incluso le abrió las puertas del Calcio para jugar en la Roma, donde colgaría las botas en el año 2001. Actualmente reside en Tenerife con su familia. Treinta años después, César Gómez recuerda con cariño su paso por la cantera del Real Madrid y los lazos de amistad que estrechó con los que fueron sus compañeros. Amigos para toda la vida...

Historias del Real Madrid: Me gustaría comenzar remontándonos a tu infancia. ¿Qué recuerdos conservas del fútbol de cuando eras un chaval?

César Gómez: Me acuerdo de estar siempre con un balón, en la calle, haciendo porterías con la ropa. Desde crío siempre con un balón en los pies. Antes encontrar equipos de lo que ahora son benjamines o prebenjamines era casi imposible. Se jugaba en la calle. Recuerdo la primera vez que, con 11 años, fiché por un equipo alevín en Alcorcón. Con vestir una equipación ya te sentías hasta importante. Jugabas en campos de tierra, pero con medidas reglamentarias. ¡Te creías casi jugador!

HDRM: ¿De qué equipo eras seguidor de niño?

CG: Yo siempre fui del Real Madrid.

HDRM: ¿Y qué ídolos tenías de la época de los cromos?

CG: De los cromos me acuerdo de un montón de jugadores. He sentido admiración por muchos futbolistas. Así, propiamente como ídolo, quizás el que más me impresionaba de verlo era Camacho. Era ese jugador que veía cuando iba al estadio de crío. La verdad es que infundía respeto y admiración.

HDRM: Entonces, empiezas a jugar al fútbol en Alcorcón... 

CG: Sí, yo empecé en Alcorcón. Cuando era alevín empecé a jugar con los infantiles, después en el segundo año de infantil empecé a jugar con los juveniles, que estaba federado. Con quince años fui a probar con el Real Madrid. Entonces las pruebas se hacían en la Ciudad Deportiva. Me cogieron y entré en el Juvenil C del Real Madrid en el año 1983. Ahí tuve de entrenador a Antonio Quiroga. Hoy en día todavía sigo teniendo amistad con él. Tenemos una asociación de ex jugadores de la cantera del Real Madrid y cuando nos juntamos de vez en cuando a echar algunas pachangas Antonio Quiroga todavía hace de entrenador con nosotros. Tenemos contacto hasta con los que trabajaban en las oficinas del Club junto a Malbo. Alberto, José Luis Asenjo... Éramos críos y poco menos que te educaban ellos también.

HDRM: Aquello debería ser como una gran familia, supongo.

CG: Sí, sí, sí... ¿Sabes lo que pasa? Entonces las categorías inferiores eran mucho más personales. Conocían a tu familia, conocían tu entorno... Era algo bastante más familiar. Hoy en día es todo bastante más impersonal. Evidentemente el fútbol ha evolucionado.

HDRM: ¿En qué puesto empezaste a jugar al fútbol?

CG: Yo de chaval era delantero. Lo que pasa es que una vez que vas subiendo te vas reubicando. Dejas de jugar con niños y empiezas a jugar con hombres. Y ahí vas encontrando tu espacio ideal. En el Juvenil A, con Toni Grande de entrenador, los delanteros éramos Caminero y yo. ¡Luego coincidimos de defensas centrales en el Valladolid! A medida que vas creciendo te vas dando cuenta de que es más difícil driblar. Y que eso de hacer goles también se hace más complicado...

HDRM: Coincidís un grupo de jugadores que llegaríais todos muy alto. Estáis en los equipos juveniles y sois los que formáis lo que entonces se denominó como la 'Quinta del Sabio' con Eduardo Vílchez.

CG: Después del primer año nos fuimos juntando jugadores como Vílchez, Caminero... Éramos todos juveniles de primer año y ahí en el segundo año se hace una selección que pasa a jugar en lo que hoy sería la División de Honor con el Castilla A. Y ahí es donde coincidimos al principio Caminero, Vílchez, Santi Aragón, estaba yo... Éramos todavía muy críos. Se nos dan las cosas bien y nos pasan a todos en bloque al Juvenil A. En el Castilla estábamos con Alonso y después pasamos al Juvenil A con Toni Grande. En ese equipo se incorpora con nosotros Cañizares. Ahí jugamos la Final del Campeonato de España contra el Barcelona y... La verdad, teníamos bastante mejor equipo pero perdimos. Pecamos un poco de soberbios, al margen de que el Barcelona también tenía buenos jugadores como Amor o Roura. De ahí pegamos el salto al Castilla y coincidimos ya con otros jugadores como Mandía. 

HDRM: Hay un reportaje muy bonito que saca ABC en su coleccionable 'Historia viva del Real Madrid' en el que aparecéis fotografiados en la antigua Ciudad Deportiva. Todavía erais juveniles...

CG: Sí, que estamos como en una escalera... Es cierto que cuando sale ese reportaje te hacen sentir importante. A parte de que eres un crío... Pero es que mira, Vílchez, que era un poco el que encarnaba la figura de 'El Sabio', era un futbolista que era de largo el mejor jugador juvenil. Era un jugador con un porvenir... Llegó a entrenar con el Real Madrid de Beenhakker y era un futbolista al que yo he visto golpear el balón como a pocos. Mira, cuando estuvimos los dos en el Valladolid, él desde el arco del área colocaba el balón pegándola con una especie de 'folha seca' y conseguía darle al balón con potencia, pasaba por encima de la portería y pegaba en la publicidad que hay detrás de la portería del campo de Pucela. Cuando veas un reportaje fíjate cómo es el campo... Te lo estoy contando y te parece increíble. Yo porque lo he visto, si no te diría que es imposible que coja esa curva... Pero Vílchez lo hacía.

HDRM: Eduardo Vílchez era el cabeza visible de aquel grupo de canteranos en cuanto a calidad y repercusión...

CG: Sí, sí, sí. Era el que más repercusión tenía. A parte, yo te digo que era de largo el mejor jugador en categoría juvenil que había en España. Quizás competía un poco con él Onésimo, que estaba en el Valladolid, y Bernal. Pero Vílchez era una persona que aunaba futbolista con buen comportamiento, educado...  

HDRM: Me imagino que también había un poco de morbo para la prensa por el hecho de que fuese catalán...

CG: ¡Catalán pero madridista! De siempre, además.

HDRM: ¿Mantienes todavía contacto con él?

CG: ¡Sí, claro! Mantengo relación con él, con Caminero... Ten en cuenta que en Valladolid vivíamos juntos. ¿Te acuerdas de Pachi, también? Hay una cosa que te da el Madrid... Ahora nos hemos juntado en esta Asociación de Veteranos de la Cantera Blanca gente que hacía treinta o treinta y cinco años que no nos veíamos. Y tienes una afinidad con ellos que a lo mejor yo no he tenido con otros que han sido profesionales. Porque con esta gente hay que tener en cuenta que estamos hablando de verdaderos amigos. Yo por ejemplo estuve siete años en la cantera, desde los quince hasta los veintidós que salgo. Durante esos siete años tú eres un crío. Se conocen tus familias, vas a comer, a cenar, salimos juntos, juegas con ellos... Es una unión distinta. Se hacen amistades de por vida. 

HDRM: ¿Y qué tipo de relación teníais los jugadores de la cantera en aquella etapa de juveniles?

CG: Ahí no hay maldad. Ahí no hay maldad... Ahí tú te alegras por tu compañero. Cuando estás ahí y de repente a uno le convocan con un equipo mayor tú te alegras porque es amigo tuyo. 

HDRM: Entiendo, entonces, que ahí no hay rivalidad, ni envidias...

CG: No, porque nadie gana dinero. Durante los últimos años que yo estaba allí, estando en el Castilla, empezaba a funcionar un poco el tema de los representantes. Pero antes no había representantes. Yo siempre he dicho que nosotros en el Real Madrid teníamos todos el mismo representante que era Malbo. Te decía que firmaras, firmabas y te ibas. Y decías "gracias", porque tú lo que querías era firmar ahí. ¿Sabes qué pasa? Entonces, cuando jugábamos al fútbol, estábamos en la cantera del Real Madrid y podíamos llegar arriba, pero normalmente se estilaba más el pensamiento de que era muy complicado llegar, casi imposible. Por ejemplo, nosotros íbamos a jugar los torneos de verano o de Semana Santa, que jugábamos en el extranjero, o donde fuera. Nosotros, donde íbamos, siempre Vílchez ganaba el trofeo al mejor jugador y había otro chico, que se llamaba Josito, que a lo mejor se llevaba el de máximo goleador... Pero jamás había envidias o reproches. ¡Al contrario! Y los jugadores que estaban fuera de su casa como el caso de Vílchez o Aragón, que estaban en una pensión que había entonces en Antón Martín, venían a comer a casa de los demás. Era una cosa bastante más sana.

HDRM: Me has nombrado ya a Malbo. Para vosotros, como jugadores, ¿qué significaba su figura?

CG: Pues era el jefe. Todos los años pasabas por ahí con él para firmar la renovación, que era firmar otra ficha, nada más. Todo el mundo le teníamos un respeto total. Lo que decía Miguel Malbo no se ponía en cuestión. Nosotros éramos bastante más sumisos que los jugadores de ahora. Con quince, dieciséis o diecisiete años, incluso cuando subíamos al Castilla... Al final, el contrato que nos hacían a todos era el mismo. Tú eras jugador del Castilla, jugábamos en Segunda División y éramos los que menos ganábamos. Hoy día es al contrario, los filiales son los que más ganan de la Segunda División o de la Segunda B. Es un fútbol totalmente distinto. Antes te lo tenías que trabajar y que ganar. Entre nosotros no había problemas porque todo el mundo ganaba lo mismo.

HDRM: A mediados de los ochenta la 'Quinta del Buitre' estaba en pleno apogeo en el primer equipo del Real Madrid. Supongo que aquellos jugadores eran el ejemplo a seguir para los canteranos...

CG: Nosotros cuando estábamos en el Juvenil C ya les veíamos jugar en el Juvenil A o en el Castilla... En la antigua Ciudad Deportiva había un campo principal que era el que estaba arriba, que era donde entrenaba el primer equipo y que tenía una pista de atletismo de tierra batida. Nosotros muchas veces estábamos en la valla viéndoles entrenar. ¡Se nos caía la baba mirándoles! Estamos hablando de jugadores como Míchel, Martín Vázquez, Butragueño... Eran algo más. No sólo eran grandes jugadores. Eran grandes jugadores de allí. Habían salido de allí. Por supuesto que eran un ejemplo a seguir. En el fútbol de antes había mucha admiración. 

HDRM: A vuestra generación, la de la 'Quinta del Sabio', se le puso el foco puesto que la 'Quinta del Buitre' estaba de moda. A vosotros, en cierto modo, os catalogan como sus sucesores... ¿Era una presión añadida?

CG: Cuando nosotros empezamos a jugar en categoría profesional, en Segunda División, esta gente estaba en pleno apogeo. Ellos tenían 24 o 25 años. A parte había otra cosa que hoy día no hay... Tú llegabas al Castilla y como el Castilla estaba siempre en Segunda División nosotros jugábamos los partidos en el Santiago Bernabéu. Tú cuando jugabas en el Castilla al 90% de posibilidades ibas a poder fichar por un equipo de Segunda División o de Primera. Entonces, cuando tú llegabas al Castilla, si lo hacías bien, tenías la posibilidad de ser futbolista, que al fin y al cabo era nuestro sueño. Ser futbolistas. Si podía ser en el Madrid, mejor. Pero claro, si ser futbolista ya es complicadísimo, ser futbolista del Real Madrid ya era la leche. Cada vez se reducían más las posibilidades...

HDRM: ¿Había cierto recelo hacia los jugadores de la Quinta del Buitre? En parte, estando ellos, os cerraban el paso al primer equipo...

CG: No. Al contrario. Por ejemplo Míchel es una persona por la que yo he sentido devoción. En el campo le pintaron una imagen que no tenía nada que ver con lo que era fuera del campo. Sanchís era un jugador en el que me fijaba, porque yo en el Castilla es donde empiezo a jugar de central. Eran más referentes que otra cosa. No pensabas en que te estaban tapando. Es verdad que estaban ellos y que era muy difícil ser jugador del Madrid. Pero ser jugador del Madrid ha sido difícil siempre. ¡Siempre! No fue fácil nunca. Además la Quinta del Buitre fue un equipo referente para todos por cómo jugaba... 

HDRM: Hablamos de un equipo que marcó época en el fútbol español.

CG: Hacían un fútbol que era una cosa que se te caía la baba viéndolo. Hay tres equipos que a mí, en un momento dado, me han parecido que estaban fuera de lo común. Hablo de los que yo he visto, ¿eh? No te hablo del Brasil de 1970 porque yo no lo vi. Pero, por ejemplo, el Brasil de 1982 en el Mundial de España... Era muy difícil ver a un equipo jugar como aquel. Otro fue el Real Madrid de la Quinta del Buitre, por supuesto. Y luego, el Milán de Arrigo Sacchi y después Capello. Tácticamente eran impresionantes y tenían jugadores como Baresi. Baresi era el primer defensa que yo le veía que él amagaba al delantero. Cuando el delantero le iba a encarar, él le amagaba y le hacía perder la iniciativa. Con el fuera de juego muchas veces se rozaba el ridículo cuando se jugaba contra ellos. Pero sí, la Quinta del Buitre fue un equipo referente para todos.

HDRM: Por aquella época, en los ochenta, supongo que los futbolistas de la cantera también teníais que hacer el Servicio Militar.

CG: Sí. Bueno, de hecho, lo hacíamos. En aquella época la 'mili' la hacía todo el mundo menos los que salían excedentes de cupo. Yo la hice en Valladolid, en el Ejército de Tierra. ¡En artillería! Estuve cuatro años en el Castilla y a mí la 'mili' me partió dos. Al hacerla en Valladolid empecé a entrenar con el Valladolid Promesas. Allí querían que jugara con ellos. Malbo me dijo que no me preocupara porque me iban a traer a Madrid. Pero no obtuve el traslado y el caso es que estuve un año largo sin jugar. No sé qué pasó. Me quedé en blanco y el año de la 'mili' no jugué. Otros, como Vílchez, la hicieron en Madrid porque fueron voluntarios. A lo mejor fue mi error, no ir voluntario. Entonces los que estaban en Madrid tenían bastante más facilidades... 

HDRM: Con la 'mili', por tanto, en la temporada 1987-88 no juegas ningún partido. ¿Pasa factura después para recuperar la forma?

CG:
Yo era del reemplazo de marzo de 1987. Te pilla ese año que te lo cortan y te corta el siguiente porque también terminabas en marzo. Luego está el verano y después empiezas a jugar. Por eso digo que a mí me parte dos años, porque en el segundo año tú entrenas con un déficit, porque vienes de no haber estado compitiendo... Yo fui futbolista porque mentalmente no me podían tumbar. ¡No me podían tumbar!

HDRM: Regresas al Castilla de la temporada 1988-89, con Vicente Del Bosque de entrenador.

CG: Sí. Fueron años de muy buenos recuerdos. Era un equipo consolidado en Segunda División y por el que pasaron grandes jugadores. Al margen de los que veníamos del Juvenil A, durante aquellos años en el Castilla yo coincidí con jugadores como Povlsen, Aldana, Lopetegui, Canales, Cañizares... De aquel Juvenil A por lo menos ocho futbolistas jugamos en Primera División. ¿Te acuerdas de Diezma, el portero? Había un montón de jugadores muy buenos.

HDRM: Durante la temporada 1988-89 llegaste a ir convocado con el primer equipo a un partido de Copa, ¿verdad?

CG: Sí, estando en el Castilla me convocaron una vez con el Real Madrid para ir con ellos a un partido de Copa del Rey. Fue contra el Sporting de Gijón, un partido que terminó 5-5. Al margen de la Quinta del Buitre estaban Schuster, Buyo, Tendillo, Maceda... Casi todos eran internacionales. En el partido de ida, allí en Gijón, yo me vestí al lado de Hugo Sánchez. ¡Hay que situarse en lo que era Hugo Sánchez entonces! También había jugadores con los que había estado en el Castilla como Maqueda, Losada o Julio Llorente.
 
HDRM: En la temporada 1989-90 las cosas no funcionaron tan bien en lo colectivo. Ese año el Castilla perdió la categoría...

CG: Al final no deja de ser competir críos contra hombres. Entonces había mucho respeto en el tema de los veteranos. No era sencillo jugar con el Castilla. Pero durante aquellos cuatro años que estuve en el Castilla hubo una cantidad ingente de futbolistas que jugaron en Primera División. El Real Madrid siempre fue un referente en cantera, de ahí siempre han salido jugadores que surtían Primera y Segunda División. 

HDRM: A medida que pasaban los años... ¿En algún momento os dais cuenta de que no vais a llegar al primer equipo?

CG: Bueno, lo asumes... Aceptas que además en el Real Madrid había hueco para muy poquitos. El Madrid ya sabes lo que es. De todas formas, de aquella época todos los que salimos, que además salíamos para equipos de Primera División, todos guardábamos un recuerdo de aquella época con mucho cariño. Nada de dolor ni de rencor. ¡Al contrario! Tuve la suerte de estar en una cantera en la que llegando al penúltimo escalón prácticamente tenías equipo en Primera División y jugabas. ¿Cuántos jugadores de aquella época fuimos al Valladolid? ¿Y al Logroñés? ¿Y al Español? La gente salía y tenía equipos. Mínimo de Segunda División y muchos en Primera División. Ya eras profesional del fútbol. Nos sentíamos afortunados.

HDRM: En tu caso llegaste al Valladolid.

CG: Sí. Como te decía, haciendo la 'mili' no sé si estuve tres o cuatro meses entrenando con el Valladolid Promesas, pero eso me sirvió para que después me siguieran desde el Valladolid. Tras la 'mili' jugué en Segunda División con Del Bosque y en 1990 coincidió que yo quedaba libre. Y fue ese año cuando firmé por el Valladolid. ¡Así que no hay mal que por bien no venga! 

HDRM: Me imagino que sirve de mucho todo lo que se aprende en la Ciudad Deportiva...

CG: Yo después, en el Tenerife, viví una de aquellas Ligas con el Madrid. Hubo una frase que dijo Valdano que es que era verdad... Él decía que lo único que había hecho era hacer lo que le habían enseñado en el Real Madrid, que era ganar. Es cierto que tú sales de allí con una mentalidad de que te fastidiaba perder, porque en el Madrid no te admiten otra cosa. Y eso, si sabes encauzarlo, te vale también para tu vida. 

HDRM: Hay una pregunta que me hago muchas veces... ¿Hay rencor cuando sales de la cantera sin haber llegado al primer equipo?

CG: Los valores del Real Madrid no se pierden. Nosotros salíamos y seguíamos siendo del Real Madrid, evidentemente. Dudo mucho que alguien saliera con rencor. Lo dudo mucho. 

HDRM: ¿Y cómo es el fútbol una vez que se abandona el Real Madrid?

CG: Lo primero que te pasa cuando sales del Madrid es que te das cuenta de lo que es el Real Madrid, porque hasta entonces es lo que tú has vivido. Y más la gente que hemos estado ahí unos años. Cuando sales del Real Madrid te das cuenta de lo que es la grandeza del Real Madrid en todos los sentidos. Nada vuelve a ser igual. Pero también es verdad que hay fútbol más allá, hay equipos que también son profesionales y empiezas a vivir de una manera que consigue vivir muy poca gente. Ser futbolista es un privilegio que pocos obtienen. Mira, a mí cuando me hablan del sacrificio que hay que hacer para ser futbolista... Perdón, para mí es todo mentira. ¡Yo jamás me sentí sacrificado! Yo hacía lo que me gustaba desde niño. Y si en algún momento te hablan de sacrificio porque tus amigos salían y tú te quedabas en casa, y esas cosas que normalmente se ponen... Yo nunca lo hice como un sacrificio. Yo no salía porque tenía partido y aquello era lo que me gustaba. Nunca me sentí con la sensación de: "Qué put..., no puedo salir". Al contrario. 

HDRM: Echando la vista atrás, supongo que todos los recuerdos de aquella época son muy gratos.

CG: Lo que queda cuando se apagan las luces son los recuerdos y las amistades que has hecho. De aquella Ciudad Deportiva, que ahora son cuatro torres inmensas, salieron muy buenos jugadores...

HDRM: Y me imagino que también buenas relaciones personales...

CG: Mira, yo estoy en las dos asociaciones de veteranos, la de Veteranos del Real Madrid y la de la Asociación de Veteranos de la Cantera Blanca. Y todo el mundo somos amigos. En la Asociación de Veteranos del Real Madrid están los que han jugado en el primer equipo y se abrió a los que habían jugado también en el Castilla. La Asociación de Veteranos de la Cantera Blanca no pertenece al Real Madrid, es una asociación que se hizo al margen pero en la que está gente como Vicente Del Bosque, Mariano García Remón y gente que, en un momento dado, pertenecimos a la cantera. También ahí están Vílchez, Aragón... Pero la gran mayoría de los que pertenecen a esa asociación no han sido futbolistas profesionales, son gente que no ha jugado a nivel profesional. Pero seguimos siendo amigos porque cuando te conoces siendo niños es todo distinto. Los vínculos no se rompen y duran toda la vida. 

HDRM: A modo de resumen final... ¿Qué huella deja el haber pasado y haberte formado en la cantera del Real Madrid?

 CG: Es un poco tu ADN. Cómo te has criado. Es donde te han enseñado unos valores, una manera de entender el fútbol. Es una relación un poco familiar. Nosotros, por ejemplo, a Vicente Del Bosque le tenemos un cariño especial. La gente le descubrió como una persona correcta y amable. Pero es que nosotros lo vivimos y nos trataba de una manera... Imagínate cuando era el responsable de la cantera. Parecíamos todos sus hijos. Cada consejo que te daba era para que mejoraras, incluso a nivel personal. Lo mismo con Mariano García Remón, con la gente de las oficinas... Ellos te enseñaban. La cantera del Real Madrid era una escuela de vida. 

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