Periodista del Diario As y uno de los autores de la obra 'Cien años del Real Madrid', editada en el año 2001
"ESA ENCICLOPEDIA DEL CENTENARIO ES UNA OBRA DE REFERENCIA. PARA MÍ, ES COMO EL MUSEO DEL PRADO DE LA HISTORIA DEL REAL MADRID"
Historias del Real Madrid: ¿Cómo fueron tus primeros contactos con el mundo del fútbol?
Agustín Martín: Mira, te cuento. Yo vivía en Carabanchel, en una casa grande en la zona que se llama Colonia de la Prensa. Eran como antiguos caserones que estaban al lado de la finca donde vivió Eugenia Montijo. Era una especie de chalet de cuatro plantas y junto a mis padres y hermano vivía en una planta superior. Mi tío abuelo vivía en la planta inferior y él fue el que me inculcó el amor por el fútbol. A él le gustaba el fútbol y, como era bastante mayor, lo tenía como pasatiempo. Entonces, en los años setenta, había fútbol, toros, boxeo y ciclismo. Y eso era lo que a él le gustaba. Mis primeros contactos con el mundo del fútbol fueron a través de él, porque me decía: "Voy a ver un partido de fútbol. Hoy juega el Real Madrid". El término "Real" Madrid ya te hacía pensar, "ostras, Real... Realeza... Se trata de algo grande"... Yo tendría cuatro o cinco años y claro, me ponía a ver los partidos del Real Madrid. Luego, en el Mundial de 1978, con los partidos de España, quedé impactado por Miguel Ángel, sobre todo por una parada que hace contra Austria en la que sale volando. ¡Sale volando! Entonces mi tío abuelo me decía: "Mira, ese es Miguel Ángel, el portero del Real Madrid". Tú veías a un tío volar y, claro, era el portero del Real Madrid el que volaba. Además, era la época de la película Supermán y decías "es la leche eso". Luego me aficioné a la radio y escuchaba lo del "Supersónico Juanito" y cosas así. También tengo que reconocer que entonces me llevé mi primera gran desilusión con el Madrid que, si no me equivoco, fue la Final de la Copa de Europa con el Liverpool. Pero, sobre todo, uno de mis primeros grandes cabreos fue un partido que echaron por televisión, un Betis-Real Madrid que ganó el Betis 4-1. Ese fue uno de mis primeros grandes cabreros porque yo pensaba que el Madrid podía perder... ¿Pero 4-1? Luego empecé con las típicas colecciones de cromos y te vas aficionando a cambiar cromos. Te salía Juanito, te salía Santillana... Yo, cada cromo del Madrid lo apartaba, ¿sabes? Me daba igual que lo tuviese cinco veces, pero yo quería tener mis cinco cromos de Juan José, de Agustín... Esos no se tocaban, me daba igual que los tuviese cinco veces o seis. Prefería cambiar a Maradona, que era 'Fichaje' en el año 1982, a cambiar un cromo del Real Madrid. Poco a poco me fui aficionando mucho más.
HDRM: El fútbol de la infancia siempre se vive de una manera muy especial, ¿verdad?
AM: En 1982 el Mundial de España yo lo viví muy intensamente. Recuerdo ver partidos con mi tío abuelo y él me explicaba cosas sobre el resto de Selecciones. Por ejemplo, cómo jugaba Checoslovaquia. "Mira, ese es Panenka". Entonces no había internet, claro. Él me intentaba explicar cómo había metido ese gol en la Eurocopa de 1976. Luego, en Valladolid, penalti a favor de Checoslovaquia, lo tira Panenka y tú soñabas que lo iba a tirar como en el 76. De repente, Panenka le pegaba un trallazo al balón y decías... ¿dónde queda la magia de levantar el balón por el medio? (Risas) Tú lo veías con la ilusión de pensar que iba a hacer lo mismo. Mi gozo en un pozo.
HDRM: ¿Cuál fue tu primera toma de contacto con el Real Madrid?
AM:
Fue en 1986. Como premio por haber sacado buenas notas mi padre me
llevó al último partido de Liga que juega el Madrid Campeón de Liga
1985-86, la primera Liga de la Quinta del Buitre. A ver, yo antes ya
había ido a la Ciudad Deportiva y había ido a ver al Castilla. Pero mi
primera vez en el Bernabéu fue en el año 1986. Me empezó a gustar ver
los partidos del Real Madrid. Había una mística... Yo vivía en
Carabanchel, entonces ir de Carabanchel al Bernabéu era cruzarte todo
Madrid, tenías que coger un autobús para llegar al Metro y luego en el
Metro doblabas prácticamente la ciudad. Íbamos los chavales del barrio,
éramos un grupo de ocho o nueve, algunos eran socios, otros no... Era la mística del grupito del barrio que íbamos a ver al Real
Madrid en el 'gallinero'. Entonces, entrar al 'gallinero' te costaba 1000
pesetas. Estábamos todos apretados, viendo fútbol desde arriba, viendo
los pases de Martín Vázquez, de Míchel, de Gallego, Schuster... A mí
siempre me gustaba el centro del campo de cualquier equipo porque lo que
da intensidad, dinamismo y lo que hace jugar a un equipo de fútbol es el centro
del campo. A Gallego le llamaban "el soso" y tú veías a Gallego
cómo jugaba y decías ¿este tío de soso qué tiene? Nada. Veías a Míchel
con esas carreras por banda y esos centros perfectos, a Martín Vázquez
con el exterior, luego te aparecía Butragueño que cogía el balón, se
paraba en el área y todo el mundo se quedaba en silencio. De repente, el
regate, una cosa eléctrica, un chispazo... La Quinta del Buitre era
tremenda, el sumun, era un equipo antológico... Y dentro de esos cinco
años hay un paréntesis, brutal, que es la presencia de Milan Jankovic en
el centro del campo del Madrid. Ese jugador estuvo año y medio y era
una joya, una cosa de locos, uno de los jugadores más minusvalorados que
ha pasado por el Madrid. Minusvalorado porque tenías a Míchel, a
Butragueño, a Hugo Sánchez, a Martín Vázquez, a Sanchís, a Buyo,
Chendo... Jankovic sólo estuvo año y medio pero fue antológico. Se
marchó cuando llegó Schuster en 1988, pero era un jugador... Unos
cambios de juego, una calidad en el centro del campo, ayudaba, buscaba
el desmarque... Gordillo me tenía loco porque todo el mundo decía que era
lateral izquierdo y luego le ponías por delante de Camacho y te metía
unos goles y hacía unas cosas... Era una cosa de locos... Ir al Bernabéu era como ir al cine todos los fines de
semana para ver una cosa que duraba 90 minutos. Pero es que luego,
cuando volvías del campo a casa, ibas recordando las jugadas con tus
amigos, el regate, la finta, la parada, cómo había cubierto bien Camacho
la entrada de un jugador, fíjate Maceda... Te estoy hablando de los
años 1985, 1986, 1987... Eran los comienzos del Madrid de la Quinta del
Buitre. Hablaban de la ópera, del cine, de que iban a estrenar tal
película... ¡Pero es que nosotros íbamos a ver al Real Madrid en el
Bernabéu!
HDRM: Aquel Real Madrid dejó huella entre toda una generación de aficionados.
AM: Estos eran la leche. Era brutal. Un deleite. Toda esa grandeza del Madrid yo empiezo a descubrirla a mediados de los años ochenta. Entonces el Madrid tenía una plantilla espectacular. Yo me acuerdo del Madrid con el PSV, que nos había eliminado el año anterior y aquí gana 2-1 con un gol de Martín Vázquez en la prórroga. Ese partido lo vi yo en el Fondo Sur. La avalancha que hubo para abajo, de alegría, de quitarte una espina... Era un desahogo, digamos. Yo, según van pasando los años y las temporadas, me iba gustando más el Madrid y me iba aficionando más. Mi tío tenía periódicos antiguos y yo entre que me compraba el Don Balón, me compraba el As y el Marca, iba al rastro y compraba cromos antiguos... Todo eso te va alimentando una especie de caldo de cultivo de pasión hacia un deporte, que es el fútbol. Y en mi caso, sobre todo, hacia el Real Madrid. Para mí el Real Madrid y la Copa de Europa eran sagrados. Si había Real Madrid y Copa de Europa ese día no existía para mí, yo iba al colegio, iba a clase, pero no estaba en clase. Yo estaba pensando en qué centro iba a poner Gordillo, qué entrada iba a hacer Míchel, qué tipo de remate acrobático sorpresa iba a hacer Hugo Sánchez... Venía el Napoles, venía el Bayern de Múnich... Y te tirabas una semana antes buscando cosas e información. Pero, insisto, es que casi no había nada. No había internet. ¿Qué hacías? Mira, yo hacía una cosa. Yo iba a la Puerta del Sol de Madrid. Allí había un kiosco que ahora sigue existiendo, pero ya no es como antes. En ese kiosco traían los periódicos extranjeros, ¿sabes? Yo los viernes salía del colegio a las cinco de la tarde y me iba a la Puerta del Sol. Allí me buscaba La Gazzetta dello Sport, que llamábamos "La Gacheta", directamente, porque no sabíamos idiomas. También buscaba alguna revista inglesa como Shoot, algún France Football... Claro, te dejabas una pasta. Te decías ¿qué tengo ahorrado? Pues hoy tengo ahorradas 900 o 1000 pesetas. Llegabas allí y te llevabas a casa todo ese material. Así, poco a poco, fue empezando mi pasión.
HDRM: Por lo que me estás contando, veo que es ahí donde empieza tu pasión por la Historia del fútbol.
AM: Claro. Mira, yo me acuerdo que la primera vez que fui a un Trofeo Bernabéu fue contra el Milán, en la temporada que el Madrid pierde 5-0. Ganaron 1-3. Ahí es cuando yo empiezo a fijarme un poco en la historia del fútbol. Venía el Milán y leías que el Madrid había jugado contra el Milán una Final de la Copa de Europa en el año 1958. Entonces te preguntabas quién jugaba en ese equipo. Y te recordaban a Gre-no-li, los suecos... Y los suecos en el año 1958 habían quedado segundos contra Pelé... Empezabas un poco a buscar y a entroncar un poco la historia de todo eso. A mí me gustaba también el premio del Balón de Oro porque se entregaba al mejor jugador de Europa. Y te preguntabas quién lo había ganado en tal año y empezabas a buscar y a indagar. Hombre, pues mira, Di Stéfano lo gana en 1957, en 1958 Kopa... En 1956 lo gana Stanley Matthews. ¿Quién es Stanley Matthews? Y buscabas información de Stanley Matthews. Estamos hablando de principios de los años noventa y, más o menos, a través de libros y revistas conseguías información... Yo recuerdo que Don Balón te sacaba un jugador a la semana que estaba destacando, con una foto grande y una página entera con la biografía y lo que había hecho. Yo esas cosas me las iba recortando y las iba pegando como en carpetas... También venían entrevistas con algunos jugadores históricos, las leías y te empapabas de lo que decía ese jugador, ya fuese del Madrid, del Español, del Valencia, del Sevilla... Te explicaban cómo se jugaba al fútbol en su época, más o menos. Luego hubo una obra que a mí me abrió mucho los ojos que fue la que hizo el ABC en 1986 sobre el Real Madrid. Eso ya me hizo despertar un sentimiento de querer hacer algún día una cosa parecida, digamos.
HDRM: ¿Es ahí cuando empiezas a pensar en el periodismo?
AM: Acabo tercero de BUP, acabo COU y entro en la Universidad. Mi padre tenía una pequeña empresa y quería que mi hermano y yo nos quedásemos al frente de esa empresa. Pero no queríamos. Ni mi hermano ni yo queríamos, la verdad. Yo hice dos años de Empresariales pero, sin decir nada, me pasé a Periodismo. Estamos hablando del año 1993. Resulta que en una asignatura teníamos que hacer una entrevista a un personaje relevante. Yo tenía un amiguete, Chema Mela, que es muy impulsivo. Y un día nos pregunta a un compañero y a mí que por qué no nos íbamos a Brunete a ver si entrevistábamos a De la Morena. Total, que nos plantamos los tres, Mela Chércoles, Manuel Franco y yo, en Brunete. Después de dos horas de dar vueltas por el pueblo sin que nadie nos dijese dónde podíamos encontrar a Joserra, un señor en una panadería, al que le debimos de caer en gracia o vete tú a saber, salió a la puerta y nos indicó por dónde teníamos que ir a su casa. Era su vecino y nos indicó que dijésemos que íbamos de parte suya. Nos presentamos allí, tocamos al timbre y, como siempre, salieron dos perros ladrando, salió su mujer, le explicamos quiénes éramos y nos dijo que esperásemos un momento. Se metió para casa y yo me dije: "Ya está, de aquí al cuartelillo de la Guardia Civil". (Risas). Total que a los dos o tres minutos apareció José Ramón De la Morena, nos recibió y estuvimos hablando con él hasta las tres y pico de la tarde. Nos atendió muy bien. Le hicimos la entrevista. Esto fue un viernes. Transcribimos la entrevista el fin de semana y el lunes nos fuimos a primera hora de la tarde a la SER. Estamos hablando de 1994 y De la Morena estaba a punto de pasar a García. Nos recibieron y nos metieron en un despacho con Alfonso Azuara, que entonces era el subdirector. Azuara se leyó la entrevista y dijo que estaba impecable, que no había ningún problema y que no se decía nada que pudiese perjudicar al programa. Por aquella época, la SER y Clemente estaban a palos. Clemente tenía localizados a todos, a Gallego, a Lama... Y nosotros éramos estudiantes de Periodismo. Azuara nos llamó 'El Equipo A' y lo que hacíamos era ir donde daba alguna conferencia de prensa Clemente y lo grabábamos. Entonces, Joserra lo tenía por la noche. Más o menos así es como empezamos en esto. En la SER, un día, a Mela y a mí nos dijo Relaño que por qué no íbamos un día a Canal Plus, a Torre Picasso, para ver cómo se hacía el programa (El Día Después). Macho, ¡nos lo dijo una vez y acabamos yendo todos los lunes! Entonces en el estudio estábamos Michael Robinson, Ramos Marcos, Pedrerol, Lobo Carrasco, tres cámaras, un regidor, un señor inglés mayor que yo creo que era el padre o familiar de Robinson, Chema Mela y yo. Nadie más. Ocho o nueve personas en el estudio, todos en silencio. Acababa el programa y Relaño, que estaba arriba en su despacho, nos preguntaba qué nos había parecido. Nosotros éramos unos moñas y aquella era la hos... Para nosotros, una cosa tremenda...
HDRM: Deduzco que es ahí donde surge la opción de ir al Diario As.
AM: Sí, te cuento. El Grupo Prisa iba a sacar un periódico que se iba a llamar El Larguero. Estamos hablando de finales del año 1995. Entonces se enteraron del estado del Diario As. El Diario As estaba que, prácticamente, lo iban a cerrar. Relaño se llevó al jefe de Cierre que era Vicente Carreño, porque habían sido compañeros y eran amigos. Carreño había hecho boxeo durante los años sesenta y setenta, era jefe de Cierre, sabía cómo llevar el control del periódico, una especie de mano derecha para el Cierre del periódico. En primavera de 1996 llamaron a Mela para entrar en motor. Yo entro un año después, en marzo de 1997. Me llamaron a la Universidad y Mela me explicó que Relaño me quería ver esa tarde. Llegué al Diario As y, como pasa en las películas, Relaño me dijo que fuese con Damián, al que ya conocía de la SER, para que me diese un sitio y me pusiese a trabajar. Esto fue en marzo de 1997. Lo primero que hice, como todos los que entrábamos nuevos, era la sección de Televisión, haciendo el tema de las parrillas y estando pendiente de temas televisivos. Estábamos un grupo de seis personas que nos íbamos turnando: Eire García, José Ignacio Vidal, Enrique Guerrero, Chema Mela, Óscar Gogorza... Era una época en la que el As iba a cambiar la gente mayor y veterana que tenía en el periódico y a su vez tenía que tener una especie de cantera que fuese supliendo a toda esa gente.
HDRM:
¿Participas en la elaboración de los libros 'Historia gráfica del Real
Madrid' y '50 años del Bernabéu' que son del año 1997?
AM: No. Yo entro en marzo de 1997. Estaban preparando el libro del Bernabéu y entonces empiezo a chequear datos. Hay una página que es sobre los conciertos en el Bernabéu, cuando llega el Papa, etc... Pero entonces Carreño me dice que fuese para Cierre, así que de Televisión pasé a Cierre. En Cierre ganabas velocidad de trabajo, para ir cogiendo más velocidad. En septiembre de 1997 As llega a un acuerdo con una revista que se llamaba Sport Illustrated para hacer un suplemento que se llamó 'Mas Deporte', que salía los sábados. Yo entré ahí a trabajar con Iván Castelló, con Maldini y con Bernardo Salazar para hacer 'El Mundial en 28 palabras'. Juan Mora, que era el director, daba los temas y yo me encargaba de coordinar el trabajo con Iván. En el año 1998 nos cogen para hacer un libro que es 'Setenta años de Liga' y estábamos cuatro. Era un libro de pegatinas que se hizo en agosto de 1998. El Diario As estaba en Albasanz 14 y había dos plantas. La cuarta planta era íntegramente la redacción del periódico y la tercera planta estaba dividida como en dos, en un lado había otra empresa y la otra mitad era de As. En esa mitad había una pared con todos los tomos del periódico desde su fundación y mesas largas, sillas... Ahí trabajamos haciendo el libro de 'Setenta años de Liga'. Ese fue mi primer trabajo con Bernardo Salazar.
HDRM: Te pensaba preguntar por él, por Bernardo Salazar, porque es una figura clave en todo lo que tiene que ver con Historia del fútbol.
AM:
La pena es que ha fallecido, pero era el 'sancta sanctorum' del fútbol
español junto con Félix Martialay. Creo que son los dos mejores
historiadores de fútbol. Yo con Félix Martialay coincidí un par de
veces. Viendo cómo funcionaba Bernardo me puedo imaginar cómo funcionaba
trabajando el señor Félix Martialay, así de claro te lo digo.
HDRM: ¿Participas en el coleccionable de los Trofeos del Real Madrid?
AM: Sí. Ese es del año 1999. Se hace en enero, febrero y marzo de 1999. Compramos una balanza y un metro. Estaban Raúl Cancio, David López, que era el otro fotógrafo, Alberto Pimentel, Fermín De la Calle y yo. Éramos cinco. Íbamos los cinco al Bernabéu y el Bernabéu abría el Museo solamente para nosotros solos. A las diez de la mañana nos citaba Raúl Cancio en una cafetería que había en la antigua esquina del Bernabéu, que ahora la han derribado. Era la cafetería Mallorca. Quedábamos allí a las diez y nos invitaba a desayunar a todos. Y a las once entrábamos al museo. Entonces teníamos desde las once hasta las seis o seis y media todo el museo para nosotros solos. No entraba ni dios. Yo tengo una foto con las siete Champions, las seis ánforas y la Champions del año 1998, las Intercontinentales... Todas a mis pies rodeándome. Eran las copas que tú habías visto levantar, las Ligas, las Champions... Y las tienes, que las estás cogiendo tú con las manos... Estaba Bernardo Salazar también por allí. Entonces Raúl Cancio nos decía: "Niños, las Copas, con mucho cuidado, con mucho cuidado. Y dejadlas donde estaban". ¿Qué hacíamos? Como había cientos, miles de copas, las cogíamos entre dos y las llevábamos a una especie de poyete. Había un poyete que era donde estaba el Trofeo Ciudad de Barcelona, que era marrón. Ahí poníamos todos los trofeos para que la altura de las copas fuese siempre la misma, para que el fotógrafo tuviese siempre la misma base. Entonces, cuando cogíamos una copa, otro se iba a donde estaba esa copa para saber, cuando la quitábamos, dónde había que devolverla. Por eso se quedaba otro ahí, para dejarlo todo como estaba. Recuerdo un día que eran las seis y media o siete menos cuarto y se había abierto el museo para la gente. Entonces, aparece un vecino de mi barrio con su hijo y me ve a mí con una copa, no me acuerdo qué copa era. Claro, el vecino se quedó mirándome como diciendo: "Y este cab... ¿qué hace aquí con las copas del Madrid?".
HDRM: Ese fichero de los trofeos fue un gran coleccionable. Esos años el Diario As encadena varios proyectos bibliográficos relacionados con Historia del fútbol que resultaron muy atractivos para los que empezábamos a interesarnos por estos temas.
AM: Yo creo que por aquel entonces fue cuando se empieza a considerar la elaboración de la obra del Centenario del Real Madrid. ¿Por qué? Porque en el año 1999 ya Lorenzo Sanz quería plantear la convocatoria para adelantar las elecciones y, así, que el Centenario le pillase a él como presidente del Real Madrid. Relaño, que era muy impulsivo, se empezó a plantear que se acercaba el Centenario, que el Real Madrid es el mejor club, que llevaba siete Champions... As llevaba cinco años bajo el dominio de Prisa, así que por qué no intentar hacer una cosa elogiosa, curiosa, bonita, llamativa, estupenda... Se lo encargó a Carmelo Ruiz. Esta obra tiene cuatro padres. La enciclopedia tiene cuatro padres que son Bernardo Salazar, Carmelo Ruiz, Mariano Tovar y Mariano De los Dolores. Luego te voy a explicar el porqué de cada uno.
HDRM: ¿Cómo pasas a formar parte del proyecto?
AM: Pues mira, en el año 2000, cuando yo estaba todavía en Cierre, un día veo a Carmelo encerrado leyendo tomos. Y en una conversación de esas absurdas, Pimentel le pregunta a Carreño que qué estaba haciendo Carmelo. Vicente le contestó que tenía que hacer una obra del Centenario del Real Madrid. Entonces yo me dije, "host... Yo quiero estar ahí". En Cierre entrábamos a las siete de la tarde. Entonces fui a donde Carmelo y le dije, "oye, si te viene bien, de cuatro a siete yo puedo venir a echarte una mano". Él me dijo que sí. Entonces estaban haciendo la distribución y estaban viendo algunos detalles. Ahí quedó la cosa. Como una semana o diez después me llama Carreño y me dice, "oye, mañana tienes que estar aquí a las diez de la mañana". Yo pensaba que igual había hecho alguna cosa mal... Total, que llego al día siguiente a las diez de la mañana y me encuentro a Fermín, a Bernardo Salazar, a Carmelo, a Mariano, al otro Mariano, a Relaño y a Alejandro Elortegui. Entonces nos dicen que íbamos a hacer una enciclopedia del Real Madrid, que el director iba a ser Bernardo, Carmelo sería el coordinador de la obra, Mariano Tovar el diseñador, Mariano De los Dolores la fotomecánica y nosotros dos, Fermín de la Calle y yo, íbamos a ser ayudantes de redacción. Alejandro Elortegui, que era un hombre muy serio, muy serio, dijo: "No quiero fallos, no quiero fallos, no quiero errores". Claro, Bernardo se moría de la risa...
HDRM: ¿Por qué?
AM: Te cuento por qué. Alejandro Elortegui fue uno de los encargados de hacer la obra 'Historia viva del Real Madrid' de ABC en el año 1986. Y el primer fascículo que sacan está completamente lleno de erratas. Bernardo Salazar lo cogió, lo corrigió y se presentó con ello corregido al ABC. ¿Qué hicieron? Lo ficharon inmediatamente para la obra. Entonces, Relaño sabía su historia y quería conocer a esa persona. Relaño trabajaba en Torre Picasso, que estaba al lado del Bernabéu. Y resulta que Bernardo Salazar vivía enfrente del Bernabéu. Es decir, Relaño quería conocer a la persona que había corregido la obra del ABC y que sabía tanto, esa persona que sabía tanto del Real Madrid y cuyo abuelo había fundado el Atlético... ¡Y le tenía escasamente a 100 o 150 metros de su trabajo! Se hicieron íntimos amigos y desde entonces todo lo que tenía que ver con la historia del fútbol lo hacía Bernardo, o lo editaba, o lo corregía, o te daba las pautas... Entonces, ese fue el comienzo de la obra. Esta reunión sería en noviembre o diciembre de 2000. La obra la comenzamos en 2001. Ya nos habían dicho la distribución: Tres libros con los 100 mejores jugadores, el 1, 2 y el 3. El 4 y el 5 son los 100 mejores partidos hasta esa fecha. El 6, 7, 8 y 9 son la Historia del Real Madrid desde sus comienzos hasta el año 2000 con la llegada de Florentino Pérez. El número 10 es de todos los jugadores del Real Madrid. Y el 11 y el 12 son las fichas de todos los partidos del Real Madrid.
HDRM: ¿En qué tomos empezaste a trabajar?AM: Los tres primeros tomos, los de los 100 mejores jugadores, los hicimos entre Fermín y yo. En realidad hicimos 99. Hubo un jugador, Alfredo Di Stéfano, que lo hizo Carmelo Ruiz. Son 10 páginas de Alfredo Di Stéfano. ¿Por qué lo hizo Carmelo Ruiz? Porque Alfredo Di Stéfano era el santo patrón de Alfredo Relaño. No podíamos equivocarnos. Es más, Relaño le pidió a Carmelo que lo escribiese de tal manera que el día que falleciese Alfredo Di Stéfano esas diez páginas se pudiesen sacar en bloque en el periódico. Los otros 99 jugadores restantes los hicimos entre Fermín y yo. Si te fijas, en cada uno de ellos viene la firma de cada jugador. Para conseguir esas firmas de los más antiguos, hay un libro que se llama '5.000 goles blancos'. En ese libro, según abres la tapa, te vienen tanto por delante como por detrás las firmas de los jugadores. Las firmas las sacamos de ahí, salvo de los más antiguos. Yo, por ejemplo, me fui a la embajada inglesa, a la hemeroteca de Madrid y al cementerio inglés de Madrid a buscar si había una firma de Arthur Johnson, que estuvo en el Madrid a comienzos del Siglo XX y que en torno a 1910, 1911 o 1912 se volvió a Inglaterra. Había que buscarlo. Yo iba a la hemeroteca municipal a contrastar o a comprobar algún dato. Luego Bernardo te venía con una revista que se llama 'Gran Vida'. Ahí te viene todo lo que es el deporte de comienzos de siglo y crónicas de partidos. Esa revista la llevaba un señor que se llamaba Julio Chulilla, que luego fue directivo del Madrid. Bernardo traía los originales de esas revistas porque los tenía. Entonces decía, "esta foto viene bien para esto, esta foto nos viene bien para lo otro".
HDRM. Me has dicho que la obra tiene cuatro padres...
AM:
Sí. Bernardo de Salazar era el director de la obra, el que hace su
planteamiento, dirige todo, se lee todo, edita todo, corrige todo... Mariano Tovar es el diseñador. Carmelo Ruiz es el alma
mater de esa obra junto con Mariano. Al otro, que era Mariano De los
Dolores, le llamábamos Mariano "De los Colores", con 'c'. ¿Por qué?
Porque era el jefe de fotomecánica y es el que se encargó de pintar
todas las fotografías con su equipo, en el que estaba Mamen, estaba
Pedro, José Antonio, Raúl... Eran un grupo muy divertido, muy ameno para
trabajar con ellos. Mariano De los 'Colores' era bajito y tenía muy
mala hostia. Pero muy mala hostia, muy mala hostia... (Risas) Yo siempre he tenido un poco de mano izquierda y me llevé muy bien con él. Entonces, yo le decía: "Mira Mariano, es que este verde...". Y Mariano, gritando: "¡Jod...! ¡Jod...! ¡Ya estáis con los colores!" (Risas). Así que le bautizamos como "Mariano De los Colores". Luego, al hombre,
le hizo gracia. Nosotros hablábamos con él sobre los colores que había
que utilizar y él se lo transmitía a sus chavales. Todo, en esta vida,
tiene un protocolo y una burocracia. Piensa que en esa enciclopedia hay
casi 10.000 fotografías, todas pintadas menos una.
HDRM: Fue un poco polémico en su momento el tema del coloreado, porque entiendo que las fotografías originales eran todas en blanco y negro, ¿no?
AM:
Sí, las fotos eran todas en blanco y negro, del periódico. Por cierto,
hay otra persona que no se me puede olvidar: Jorge Gámez. El auténtico
archivo fotográfico de esa casa que se llama Diario As era este señor.
Ya está retirado, está jubilado. Se sabía todas las fotos. ¡Todas!
Entonces no había nada automatizado. Lo que había entonces eran unos
carpetones, unas carpetas gigantescas, no te puedes imaginar de qué
tamaño. Por ejemplo, en una ponía 'Manolo Velázquez' y tenías
1.000 o 2.000 fotografías de Manolo Velázquez. Pues imagínate así de
todos los deportes, de fútbol, de ciclismo, de boxeo... Tú piensa que en
España la santísima trinidad del deporte en los años sesenta y setenta,
sobre todo en los sesenta, es el boxeo, el fútbol y el ciclismo. Bueno,
pues Jorge Gámez se sabía todas las fotos. Decías, "hay que buscar una
foto de Breitner". Y Jorge decía, "el Abisinio", y se quedaba pensando,
miraba para el techo y decía "ya la tengo, chato". Entonces bajaba al
sótano y te subía un carpetazo que no te puedes ni imaginar. Luego
empezaba a buscar pasándolas, tiquitiquití... Y decía: "Esta es la foto".
Y te quedabas loco...
HDRM: ¿Estaban impresas en papel o eran negativos?
AM: Fotos impresas. Había impresas y también había negativos. Pero sacábamos las fotos en papel, todas en blanco y negro.
HDRM: Para la obras las coloreáis prácticamente todas.
AM:
Claro. El problema es que cuando empiezas a hacer este tipo de obras,
todas las que son de hace un siglo, las de los años 1910, 1915 o las de
los años veinte, casi todas eran pegotes que no se veía absolutamente
nada. Entonces, ¿qué hacían? Las escaneaban y después les hacían una
especie de limpieza y las pintaban. Era comienzos del Siglo XXI y fue
cuando se puso de moda lo de colorear las fotos antiguas. Piensa que de
toda la enciclopedia del Real Madrid sólo hay una fotografía que es en
blanco y negro. Esa foto se pintó, pero se vio que quedaba muchísimo
mejor en blanco y negro que en color y se decidió dejar la foto en
blanco y negro.
HDRM: No la recuerdo ahora mismo... ¿Cuál era?
AM: Búscate el tomo 1, Paul Breitner. Lleno de barro. ¡Lleno de barro! Es la única foto que hay en blanco y negro. La única.
HDRM: Era un retocado que daba la sensación de imagen moderna. Pero hubo gente a la que no le gustó.
AM: Hubo de todo. Tuvimos gente que nos criticó por colorear las fotos, otros a los que les pareció una idea bonita y brillante. Yo creo que quedaba bien.
HDRM: Me gustó mucho lo de las fotografías en el interior de las cubiertas con jugadores destacados, en blanco y negro, y una frase que les describía.
AM: Eso era de Canal Satélite Digital. Era publicidad. Nos pedían las fotografías a nosotros y algún tipo de consejo para ver cómo lo podían enfocar. Nosotros les pasábamos una historia y ellos, en su tormenta de ideas, sacaban una frase que reflejaba la personalidad o algún hecho del jugador.
HDRM: Visualmente el diseño de la colección era muy bonito e incluso el acabado y la calidad del papel la hacen muy atractiva.
AM: Eso, todo, Mariano Tovar. Mariano Tovar es un genio. Y es un crack, hace virguerías.
HDRM: ¿Qué libros consultabais para documentaros?AM: Nosotros, de base, utilizábamos el libro de ABC de los 75 años del Real Madrid, el Libro de Oro del Real Madrid del año 1952 y la revista Gran Vida. Bernardo repasaba y si veía que se nos olvidaba algo, él lo añadía, lo corregía y le daba su toque. Si te fijas en cómo están escritos los tomos 6 y 7 estaban hechos con el sello personal de Bernardo Salazar. Bernardo nos quitó mucho trabajo. Nosotros trabajábamos de lunes a viernes, mañana y tarde. Los viernes por la tarde todo lo que habíamos hecho se sacaba en los ferros y los ferros se mandaban por taxi a casa de Relaño. Relaño se lo leía entre el sábado y el domingo. Entonces los lunes venía con todos los ferros corregidos de su puño y letra con las cosas que había que cambiar. Y había peloteras entre Bernardo y Alfredo, en plan: "Es que esto está bien como lo ha escrito el chaval". Y en verano igual. Alfredo se iba a una casa que tenía por la Sierra de Madrid. Y Mariano Tovar, que vivía en Colmenar Viejo y le caía cerca, le llevaba el jueves por la noche o el viernes por la mañana los ferros. Y los lunes, en un taxi, los ferros corregidos de su puño y letra. Era una cosa de locos. Silvia Quílez fue nuestra becaria ese año e hizo los tomos 11 y 12, los de las fichas. En el tomo 12 también ayudó Isabel Roldán porque en el tomo 11 sólo aparece la ficha del partido, el resultado y los goleadores. No viene nada más. En el 12 se incluyó una especie de croniquilla de dos o tres líneas sobre lo que había pasado en el partido.
HDRM: En total, ¿muchos meses de trabajo?
AM: Fue un trabajo que empezamos en diciembre de 2000 y sólo paramos un día de trabajar, que fue el 11-S. Ese día trabajamos por la mañana y nos fuimos a comer Carmelo, Fermín... Y esa tarde no trabajamos nada, claro.
HDRM: El 11 de septiembre la obra estaba a punto de salir. El primer tomo llegó a los kioscos el 23 de septiembre.
AM:
Sí. A nosotros nos dieron la distribución y nos dieron el cierre de
cada tomo. Cada tomo tenía que estar acabado en tal fecha... Empezamos a trabajar en diciembre de 2000 y acabamos en octubre de 2001.
Entonces, como Fermín y yo tuvimos que hacer los jugadores, nos
repartimos los futbolistas y hablamos sobre cómo lo íbamos a enfocar,
para no pisarnos y que fuese un poco ameno, divertido, curioso y
atractivo para el lector. Para mí eso es el Museo del Prado de la
Historia del Real Madrid.
HDRM: Anécdotas habrá muchas, claro...
AM: Te puedo contar, por ejemplo, que en el verano de 2001 se iba a cerrar a Zidane. Entonces en el tomo 3, que acaba con Zidane, quedaron cuatro o seis páginas vacías hasta que Zidane se hiciese oficial, porque no podíamos salir con Zidane fichado si todavía no lo estaba. Entonces teníamos un plan que era meter un jugador más, que ahora mismo ya no recuerdo quién era, porque había tantos... También te puedo contar sobre las caras del tomo 10, el de todos los jugadores del Real Madrid, que hay muchas caras que son como de confección de DNI de la época. Y hay uno, que es Luis Olaso, que es la ficha entera. Porque Bernardo Salazar tenía, todas, pero todas, todas las fichas de los jugadores que habían jugado en la Liga española. Mira a ver Luis Olaso, por favor...
HDRM: Lo tengo ahora mismo delante. Temporada 1931-32, Federación Española de Fútbol... ¿Y todas estas fichas las teníais vosotros?
AM: Con las cartulinas de color rosa. Pues sí, todo eso lo teníamos porque, según Bernardo, fue un día a la Federación y resulta que las iban a tirar a la basura. Y entonces él dijo, "no, me las quedo yo, me las quedo yo"...
HDRM: Pero, pero... ¿Qué me estás diciendo? ¿Que todas estas fichas las tenía Bernardo?
AM: Todas. Cuando te digo todas, es todas. Cuando te digo todas es que son todas.
HDRM: Pero, ¿qué me estás diciendo? Es que estoy alucinando...
AM: ¿Y sabes lo que es tenerlas en tus manos? La piel de gallina. La ficha original de Ricardo Zamora del año 1931-32. Era la host... ¡Teníamos las fichas federativas! Pusimos la ficha de Luis Olaso para que quedase constancia de que no nos habíamos inventado nada. Teníamos las fichas de todos los jugadores hasta los años sesenta o setenta. Todas las fichas las tenía él: Zamora, Ciriaco, Quincoces... Pero del Real Madrid, del Barcelona, del Valencia, del Betis, del Granada, del Sevilla, del Sporting... Todas, todas, todas... A ver, yo no sé si las iban a tirar de verdad o no, pero Bernardo vino diciendo que él las tenía porque las iban a tirar. Que tuviese todas hace pensar que podía ser verdad. Era de cuando se iban a ir de las oficinas que tienen al lado del Retiro para irse a Las Rozas, o algo así. Yo no sé cómo las consiguió, pero tenerlas las tenía. Y tú las veías y decías, "a tomar por saco la bicicleta. Con esto ya has ganado". Era una cosa tremenda. Era una fuente de información sobre jugadores antiguos en las que te venía todo, todo, todo. Luego, cuando hicimos la enciclopedia del Atlético de Madrid en 2003, dos años después, nos preguntaba qué temporada nos tocaba al día siguiente. Imagínate, por ejemplo, que era la temporada 1946-47. Bueno, pues al día siguiente traía un cuaderno del año cincuenta y pico donde te venía, jornada por jornada, y escrito a mano, la alineación del Atlético de Madrid, la alineación del rival, los goles, el detalle de cómo habían sido los goles... Lo había hecho todo manualmente. Eso del Atlético de Madrid, pero es que con el Real Madrid era igual. Mira, el tomo 10 yo creo que es el primero que se cierra porque Bernardo tiene todas las fotos y manda escanear todas las fotos con las caras.
HDRM: Entonces todas las fotos de las caras de los jugadores del tomo 10 son fotografías que aporta Bernardo Salazar.
AM: Claro, sí, sí, sí... Es que tenía las fichas. A partir de 1996 o 1997 se habían empezado a digitalizar las fotos con las caras de los jugadores. Los Mijatovic, Suker, Jarni, Munitis... Pero las fotos antiguas las iba trayendo todas Bernardo Salazar. Las caras del tomo 10 han estado en el museo del Bernabéu. El Madrid, al ver que estaban todas las caras, nos pidió una copia para meterlas en el museo y el periódico se las cedió.
HDRM: ¿Y dónde tenía todo ese material?
AM: Bernardo decía que tenía todo ese material en una habitación, en maletas. Una habitación llena de maletas y abres una de ellas y te vienen veinte o veinticinco cuadernos manuales y a final de cada cuaderno te venía la plantilla de la temporada con los partidos jugados. No te lo puedo asegurar al cien por cien, pero yo creo que lo tenía de todos los equipos. Si tenía del Real Madrid y del Atlético, del Barcelona seguro que también lo tendría... Es que Bernardo vivía por y para el fútbol, era su pasión. Él había sido ejecutivo de cuentas de Telecinco cuando entra aquí Telecinco en los años noventa, él contaba siempre que conoció a Berlusconi la mañana antes del 5-0... Tenía revistas y libros de Inglaterra, de Francia, de Italia, de Portugal... Era muy amigo del hijo de Ricardo Zamora. Zamora era su ídolo y tenía joyas auténticas que decías madre del amor hermoso... Mira, hicieron una exposición hace muchos años para la Cadena SER, una especie de exposición de cosas de fútbol a la que llevaron, por ejemplo, el balón del 12-1 a Malta que lo tiene Poli Rincón. Pues de esa exposición yo te diría que el 75% o el 80% de las cosas eran de Bernardo.
HDRM: Imagino que era una persona muy respetada entre quienes le conocían, ¿verdad?
AM: Mira, un día estaba en el rastro tranquilamente dando una vuelta sin comprar nada y vi un libro de Jules Rimet. Pensé en comprarlo pero antes di una vuelta para ver si veía otra cosa y después, si estaba, me lo llevaba. Y coincido con Bernardo. Entonces Bernardo me dice que vaya con él y llegamos a un puestecito con un señor mayor que vendía cromos troquelados. Pero cromos de los años de la polca. De la polca. Entonces él llega y el señor le dice: "Por cierto, me estoy haciendo el duro pero te he conseguido lo que me pediste". A Bernardo le cambió la cara. De repente, saca del interior de su chaqueta un sobrecito con cuatro cromos de la temporada 1928-29. Los cromos, intactos. Le dijo: "Te voy a decir una cosa, por ser tú te los voy a dejar baratos, te los voy a dejar a 10 euros cada uno". Bernardo le decía que no, que se los cobrase como se los tuviese que cobrar. "Bernardo, comemos todos los días, somos socios del palco, jugamos al mus... ¿Cómo te voy a cobrar 80 o 90 euros por cada cromo?". Yo me quedé flipado. Pero flipado. Bernardo quería saber cómo los había conseguido y el señor no se lo quería decir. Luego le conté lo del libro que me quería comprar y me dijo que ese libro me lo dejaba él. Y, efectivamente, al día siguiente o a los dos días fue al periódico, me lo llevó y me dijo que le echase un vistazo. "Pero vas a ver que no merece mucho la pena, aparte de que está lleno de inexactitudes". Y te decía: "Esto está mal porque pasó esto, esto y esto". Lo mismo que pasó con el primer fascículo de la obra de ABC que se volvió a reeditar con todas las correcciones.
HDRM: Que es entonces, como has explicado antes, cuando Alejandro Elórtegi conoce a Bernardo Salazar...
AM: Exacto. Si te fijas, en el coleccionable de ABC hay un faldón en el que aparece él. Creo que ahí te lo explica. Bernardo era la hos... Por mucho que yo te pueda decir, si tú no has trabajado con él... Era tremendo. Sabía todo. Tenía todo. Todo. Después de la enciclopedia del Real Madrid yo hago con él la enciclopedia del Atlético de Madrid del año 2003, la de la Champions del año 2005 y la última que colaboro con él es la de la Selección española que hacemos en 2014. Me llama Alejandro en marzo de 2014, "Agustín, a mi despacho". Y yo pensando, "ya la hemos liado" (Risas). Me dice: "Cógete a dos o tres chavales, lo que tú consideres. Hay que hacer una enciclopedia de la Selección española con los 100 momentos de la Selección y 100 jugadores. Y dentro de los 100 jugadores tienen que aparecer todos los que han ganado el Mundial". Siempre me decía lo mismo. "Llámate a Bernardo y cotejáis las listas". Y al día siguiente llamo a Bernardo y un día después se presenta en el periódico y empezamos a cotejar datos. Era una persona que le gustaba el fútbol, le encantaba.
HDRM: ¿Qué recuerdos tienes de Bernardo Salazar como persona?
AM: ¿De Bernardo? Yo me llevaba muy bien con él. Muy bien con él. Siempre estaba dispuesto a ayudarte. Le pedías algo y te decía, "vale, no te preocupes", con una voz muy negra, porque fumaba negro, Ducados. (Le imita a la perfección).
Y al día siguiente o a los dos días estaba en el periódico con la foto
que le habías pedido, con el detalle, con lo que fuese. Le encantaba el
fútbol. Es que sabía de todo. Y controlaba
muchísimo de los deportes de cuando él era crío. Sabía muchísimo y te
explicaba las cosas. Y lo explicaba bien porque encima era didáctico.
Por ejemplo, de un jugador del Real Madrid, vamos a decir Muñagorri, él
te decía que habías fallado en esto, en esto, esto lo tenías que haber
puesto aquí abajo... Era como didáctico, le gustaba que la gente le
escuchase. Y razonaba las cosas.
HDRM: Está claro que Bernardo Salazar era la principal fuente de información. Pero, ¿qué otras obras os sirvieron para obtener datos o imágenes?
AM: Como te decía antes, teníamos la base de Gran Vida, el Libro de Oro del Real Madrid y algunas fotos las sacamos del libro de ABC, que hablamos con ellos. Pedimos algunas fotos, sobre todo de las antiguas, del año 1915, 1916... Luego, a veces, resultaba que buscabas una foto que estaba en el ABC, la pedías a ABC y Jorge, el del archivo, nos decía: "¿Habéis pedido esta foto? Pero no me j... Que esta foto está aquí". Y se bajaba al sótano y después subía: "Mira, aquí está la foto. ¿Para qué la habéis pedido? Si está la foto aquí". Eso nos pasó en los primeros años del siglo, que es el tomo 6, el que empieza con la Institución Libre de Enseñanza. Luego Mariano para pintarlas hacía dos o tres modelos de página para ver cómo cuadraban mejor las fotos y luego decidíamos cuál nos gustaba más. Todo fue muy bien. Hubo muy buen rollo, muy buena armonía. Sabíamos que teníamos que apretar porque, claro, ya en diciembre nos habían dicho que para marzo teníamos que tener dos o tres tomos y uno tenía que ser potente, como el primero de los jugadores, que es donde estaban varios de los buenos: Di Stéfano, Amancio, Butragueño.... Había que escribir, buscar las fotos... Y luego Relaño, que es muy puntilloso, no dejaba puntada sin hilo. Tú presentabas las cuatro páginas de Buyo, por poner un ejemplo. Una foto grande, la otra con la biografía de su época en el Madrid, fotos, su mejor partido, su polémica con Futre... Él te decía que cambiaras esta foto por esta otra. Pero con los antiguos, con Di Stéfano, con Kopa, Gento, Puskas, Rial era: "Esta foto no me vale. Búscame otra mejor". Era así. Me acuerdo que me llevé una bronca con el partido del Madrid con el Eintracht, el del 7-3. Hay un error en los goles y me llevé una cornada de Carmelo tremenda. Nos dijo, "cuidado con los goles del Madrid-Eintracht, cuidado con los goles". Me lo dijo como cuatro o cinco veces. Ese partido lo hicimos un viernes y nosotros salíamos los jueves por la noche... Al final se me coló y cuando salió... "¡Jod...! ¡Pero mira que lo dije! ¡Pero mira que os lo dije! ¡La host...! ¡La host...!" Y yo: "Lo siento, lo siento, lo siento".
HDRM: ¿Qué horarios de trabajo os marcabais?
AM: Fermín y yo entrábamos a las 10.00 o 10.30 horas y nos marchábamos a las 12 de la noche. A lo mejor algún día Fermín me decía que fuese a las cuatro y que él se quedaba por la mañana y se marchaba un poco antes. Y al día siguiente hacíamos a la inversa, ¿sabes? Porque llega un momento, allá por el mes de junio o julio que estábamos achicharrados y ya no sabíamos qué escribir. Entonces, por ejemplo, del 6 al 9 todos los tomos son íntegros de Bernardo Salazar. Todos. Y claro, Bernardo te escribía unos tochos que luego había que ajustarlos. Para un capítulo tenías cuatro páginas, para este otro seis, para este otro capítulo tienes tanto... Si te fijas, de los años setenta sólo hay unos pocos capítulos, uno que es el del estadio que no se va a realizar en el año 1973, el de la balcanización del Madrid, que es cuando metemos a Miljanic y a Boskov a finales de los años setenta, y la llegada de Luis De Carlos tras la muerte de Santiago Bernabéu. Del resto, si te fijas, no hay nada porque había cosas que había que obviarlas y otras había que quitarlas. Eran tomos de 128 páginas y había que hacerlo así. No podíamos perder espacio en explicar algunas cosas demasiado. Pero no podemos tirarnos piedras contra nuestro propio tejado, yo creo que quedó una cosa muy bonita, muy curiosa, muy chula, muy divertida y muy didáctica. Sobre todo, lo que sale en los tomos 6, 7 y 8, para la gente que no conoce esos comienzos del Real Madrid de hace 120 años, queda bastante bien.
HDRM: Trabajo muy duro. Pero, al final, la satisfacción del trabajo bien hecho, ¿no?
AM: Recuerdo cuando íbamos a la hemeroteca municipal a buscar un par de datos, tres o cuatro, sobre todo fechas, porque había fechas que te bailaban y tal... Mira, trabajamos como negros, pero el deleite... Tuvimos la presentación en el Círculo de Bellas Artes, pero por la noche nos fuimos a cenar. Nos fuimos de cena homenaje todo el equipo al Asador Donostiarra. No se sabe muy bien cómo, pero el director se enteró. El director o Elortegui, uno de los dos, pero alguien se enteró de que nos íbamos a cenar los dos Marianos, los chavales de fotomeca, Fermín, Carmelo... Y llaman al Asador para que no nos cobrasen nada, que la factura se la pasasen al periódico. Como diciendo, lo habéis hecho tan de p... madre, que esta comida vais como que vosotros la vais a pagar pero, cuando comes y te preparas para pagar, te dicen: "No, esta cena está pagada. Está pagada, la orden viene de sus superiores". Y te quedas...
HDRM: Un año después, en 2002, hacéis una ampliación de la obra con cuatro libros más.
AM: Sí,
son cuatro tomos más que salen en el año 2002, que son uno de
Efemérides, otro de La Novena, el del Centenario y uno de Baloncesto. El
de las Efemérides era un repaso de la enciclopedia, sacar fechas
concretas. El de Baloncesto lo coordinó Fernando Magallón, que ahora
está trabajando en el Real Madrid. El de La Novena lo hace Mariano Tovar
con las crónicas de ese año. Yo participé en el de Efemérides porque
empecé a dar datos y tal...
HDRM: Al final, 'Cien años del Real Madrid' es una obra de referencia. La pena es que no se ha podido actualizar con lo que ha acontecido después de 2002, pero los cien primeros años del Real Madrid están perfectamente reflejados.
AM: Sí, yo creo que está todo lo que tiene que estar. Creo que nos ceñimos bastante bien a lo que fue el primer siglo de historia de un equipo como es el Real Madrid, que es el mejor equipo del Siglo XX. Y no lo digo yo, lo ha dicho la FIFA. Es un orgullo y una satisfacción. La idea de Relaño era hacer un libro por temporada para completar la historia pero, claro, llega 2002, y luego la del Atlético de Madrid de 2003... El Madrid gana esa Liga de 2003 pero luego ya empieza un poco la cuesta abajo y... Yo creo que entre ellos la mataron y ella sola se murió. Pero a mí me pareció una obra tremendísima.HDRM: ¿En la era digital es posible hacer otra obra similar?
AM: No lo sé, no lo sé... A ver, la idea que tiene el periódico es que toda esta obra se digitalice para que todo el mundo tenga acceso a ella. Incluso quizás hacer una ampliación... Yo creo que esta década pasada que ha vivido el Real Madrid es antológica. Yo he viajado viendo al Madrid por Europa desde 2011 o 2012 y lo que he vivido y he palpado en Alemania, en Holanda, en Portugal o en Italia es que cuando llegaba el Madrid, llegaba el Real Madrid... Más allá de que estuviese Cristiano, es que tu veías línea por línea y... Yo estoy en una peña del Real Madrid y viajamos por Europa. Y te digo una cosa, esta década que acabamos de ver ha sido una cosa de locos. Tú ibas por cualquier ciudad de Europa y era tremendo. Mira, por ejemplo, en Liverpool ganamos 0-3, salimos del estadio de Anfield y teníamos que ir al hotel. Íbamos cinco de la peña. Había dos señores con un chaval que habían ido al partido y nos dijeron que fuésemos con ellos juntos en el autobús. Y en el autobús nos iban diciendo: "Macho, tenéis un equipo que es la hos... Es increíble cómo habéis jugado. Sois espectaculares". Te lo iban diciendo ellos. "Nos habéis pasado por encima, pero es que tenéis un equipo, Kroos, James, Modric, Isco en el centro del campo, Benzema, Cristiano arriba, atrás Varane, Pepe, Arbeloa, Casillas"... Te estoy hablando de 2014. Todos esos años han sido brutales.
HDRM:
Por eso creo que sería magnífico un trabajo de actualización de la
enciclopedia. Sobre todo para poder incluir lo que ha sucedido estos
últimos veinte años. Lo que hemos vivido esta última década ha sido
maravilloso. Pero no sé si eso sería posible actualmente en un mundo en
el que el papel está quedando de lado.
AM: Es que no sabemos qué es lo que va a pasar con el papel. No lo sé, no te puedo decir nada porque no tengo ni idea de por dónde van a ir los tiros.
HDRM: En cualquier caso, ahí quedará para siempre el magnífico trabajo que hicisteis hace ahora veinte años.
AM: El
día de la presentación Florentino Pérez estuvo majísimo con la gente
que habíamos hecho la enciclopedia. Nos dio la enhorabuena por el
trabajo que habíamos hecho. Más que con Relaño, estaba con nosotros.
"Menudo trabajo que habéis hecho, habéis currado bien, se nota. He visto
el primer tomo, enhorabuena, me ha gustado mucho, seguir así". Tengo muy buenos recuerdos. Hacer
esta enciclopedia me ha abierto las puertas para hacer otras cosas después. Por
ejemplo, yo con los Veteranos del Real Madrid me llevo bastante bien y hablo con
ellos. Hace un par de años, por ejemplo, juntamos a todo el Castilla que
fue finalista de Copa en una comida en Casa Juan, creo que fue un
sábado, e hicimos tres páginas. Y así, muchas otras cosas...
HDRM: ¿Orgulloso de aquella enciclopedia?
AM: ¡Sí, claro! Yo
creo que es una obra para sentirse bastante orgulloso. Yo, por lo
menos, lo estoy. Y creo que mis compañeros también te dirían que sí.
Te quedas con ese orgullo y esa satisfacción.
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