La resaca de la derrota en la Supercopa de Europa
Se hace raro no seguir las costumbres. En los últimos años me había acostumbrado a lo de ir al kiosco al día siguiente de jugar la Supercopa de Europa para comprar los periódicos y guardarlos, algo que suelo hacer cada vez que ganamos un título. En el caso de los títulos europeos también me gusta comprar el ejemplar de dos días después, con el póster de turno correspondiente. Pero ni hoy he ido al kiosco ni mañana habrá pósters con el Real Madrid celebrando un título. Esta vez salió cruz y el Real Madrid perdió la Final frente al Atlético. Primera Final internacional que perdemos desde el año 2000. La verdad es que no nos podemos quejar en cuanto a títulos internacionales en los últimos tiempos. Nos ha ido muy bien y la racha no iba a durar siempre. Alguna vez tocaría perder.
En teoría no creo en las supersticiones, pero tengo que reconocer que ayer me sentí un poco raro viendo el partido. Todos estos años me tocaba ver la Supercopa de Europa en mi residencia de veraneo. Este año, por circunstancias personales que no vienen a cuento, no ha podido ser así. Y hemos perdido. ¿Casualidad? Es evidente que sí pero, por si acaso, espero que la próxima vez que disputemos este título pueda ver el partido en el mismo lugar que vi los triunfos de Skopie, Trondheim, Cardiff... Hasta ahora he podido ver ganar siete Champions League y todas las he visto en el mismo sitio. ¿Supersticioso? No lo sé... ¿Pero para qué cambiar?
Sobre el partido de anoche, qué voy a decir... Supongo que como todos los madridistas fue una decepción perder. Aunque se trate de un título menor. Pero es un título oficial de la UEFA. Está claro que no es el más importante, pero es un título y tiene relevancia más que nada por el hecho de que para disputarlo se tiene que haber ganado previamente la Champions League. Lo mismo que con el Mundial de Clubes. El problema es que no sabes cuándo vas a volver a disputarlo. Títulos como la Liga, la Copa del Rey y la Champions League (salvo temporada catastrófica que te deje fuera) sabes que los vas a tratar de disputar año tras año. Pero las Supercopas y los Mundiales... Para jugarlos tienes que haber ganado la Champions League y ahí reside la dificultad y la singularidad de estos torneos. Hay que intentar ganarlos siempre que se pueda porque no sabemos cuándo los vamos a volver a jugar.
De todas formas, derrotas como la de anoche sirven para poner en perspectiva los logros del equipo. Siempre insisto en recordar que ganar en el fútbol es muy difícil. Por eso hay que valorar los triunfos cuando se consiguen y, sobre todo, disfrutarlos. Y podemos estar muy orgullosos de lo que ha conseguido el Real Madrid en Europa estos últimos años.
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