Se cumplen treinta años del partido de Copa del Rey disputado en Sestao
La suerte le sonrió al Sestao cuando en el sorteo efectuado el 6 de noviembre de 1987 el equipo quedó emparejado con el Real Madrid de cara a la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Fundado en el año 1916, el por aquel entonces Sestao Sport Club no había recibido nunca en su campo al Madrid. En la campaña anterior, 1986-87, el conjunto que dirigía Javier Irureta estuvo a las puertas de subir a Primera División. Se quedó a dos puntos de dar el salto. Unos pocos meses después, el municipio vizcaíno de la margen izquierda acogería un duelo de máxima expectación con el vigente Campeón de Liga. El público anfitrión vería a sus jugadores medirse nada más y nada menos que al Madrid que justo una semana antes acababa de eliminar al Campeón de Europa. Por el campo de Las Llanas pasarían futbolistas de la talla de Camacho, Santillana, Hugo Sánchez o el grueso de componentes de la Quinta del Buitre. El lleno estaba garantizado y el récord de recaudación asegurado. Once millones de las antiguas pesetas.
En su estreno en la competición copera de aquella temporada 1987-88 el Madrid volvía por tierras vizcaínas después de haber jugado en Bilbao frente al Athletic Club el 31 de octubre en partido de Liga. Entre medias, el ya citado duelo en Das Antas con el Oporto, y una derrota en el Bernabéu frente al Atlético de Madrid, la primera desde que había arrancado una exigente campaña en la que el equipo no había parado de encadenar partidos. El equipo viajó con un día de antelación. Leo Beenhakker contaba con las bajas de Gordillo y Tendillo por lesión y Jankovic por sanción. Valdano y Gallego seguían fuera recuperándose de sus dolencias y Miguel Pardeza había dejado la disciplina del Club unos días atrás. Julio Llorente también formó parte de la expedición y Muñoz Pérez, al que recordaba aquí en 'Historias del Real Madrid' hace un par de semanas, tenía todas las papeletas para debutar en competición oficial. "Parece
que va a ser mi oportunidad. En los últimos dos meses me han sucedido
muchas cosas y ésta podría ser la más maravillosa. Ahora, no puedo decir
qué sensación sentiré si me pongo por primera vez la camiseta del
equipo. Al principio, tendré los lógicos nervios, pero, una vez comience
a rodar el esférico, todo pasará", contaba el malagueño en la previa del duelo copero.
Una previa de la que se desprendía que el conjunto blanco se tomaba muy en serio la eliminatoria. "Para el Sestao va a ser el partido del año", apuntaba Leo Beenhakker. "Corren mucho, tienen un campo pequeño y ante el Real Madrid... prepárate. Nosotros lo vamos a intentar hacer lo mejor posible, pero conscientes de que ésta es una eliminatoria a doble partido", advertía el técnico madridista.
El partido
Aquel miércoles 11 de noviembre de 1987 el Real Madrid saltó al césped de Las Llanas con Buyo, Chendo, Mino, Sanchís, Camacho, Míchel, Solana, Martín Vázquez, Muñoz Pérez, Llorente y Hugo Sánchez. Por los locales jugaron Echevarria,
Martínez, Herrero, Ribera, Núñez, Juan Ángel, Albistegi,
Bardasco, Sabin Bilbao, Arrien y Mendilibar. En aquel once del conjunto verdinegro destacaba Núñez, que había sido doble Campeón de Liga con el Athletic Club. Sabin Bilbao, Albistegi y Ribera jugarían en los noventa con el 'Súper Dépor'. Y Mendilibar se convertiría en técnico de Primera División con los años.
¿El partido? Pues nada del otro mundo, la verdad. Encuentro poco vistoso y de pocas ocasiones. La primera intervención del guardameta local llegó al filo del descanso y en jugada a balón parado, un córner cerrado botado por Míchel. Ninguno de los dos equipos logró acertar a disparar entre los tres palos. La ocasión más clara del partido la tuvo en el minuto 59 el ídolo local, Primi, que encaró solo portería pero que no acertó al tratar de driblar a Buyo, que le quitó el balón desde el suelo. Por parte de los blancos, un remate al lateral de la red del debutante Muñoz Pérez fue la acción de mayor peligro.
Y en el minuto 74 llegó el famoso incidente por el que se recuerda aquel partido. Resulta que a un cafre, desde la grada, no se le ocurrió mejor idea que lanzar una botella de champán al campo alcanzando en la cabeza a Hugo Sánchez. El delantero cayó al suelo, claro, a causa del impacto. Los futbolistas del Sestao se encararon con la grada recriminando la acción mientras se atendía al mexicano. Hugo, que sangraba de manera abundante, se retiró andando por su propio pie acompañado por Antonio Acedo y el Doctor Martínez, que le cubría la herida con una toalla. El público local de Las Llanas aplaudió al jugador durante su trayecto a vestuarios. Ya en vestuarios, entre el propio Pirri y el galeno del Sestao le aplicaron al delantero once puntos de sutura en la cabeza.
Santillana saltó al césped en sustitución del mexicano para disputar la recta final de un encuentro en el que no pasó mucho más. El comportamiento de los dos equipos fue totalmente correcto y no hubo ningún problema entre ambas escuadras. El colegiado, García de Loza, sólo mostró dos amarillas, una para cada equipo. Aquel Sestao-Real Madrid finalizó con empate a cero y, dado que en lo futbolístico no dio mucho de sí, siempre será recordado por el botellazo que recibió Hugo.
Nada más acabar el encuentro, las declaraciones giraron, lógicamente, alrededor del incidente de la botella. Tantos los entrenadores de ambos equipos como los presidentes, Juan José Azpitarte y Ramón Mendoza condenaron el suceso de forma tajante. Socios y aficionados del Sestao, a través de dos representantes, hicieron llegar al Club blanco una carta con más de 2000 firmas pidiendo disculpas al Real Madrid y recriminando la actuación del autor del lanzamiento. Por parte del Madrid se quiso dejar claro que no se asociaba el incidente con la totalidad de la afición del conjunto verdinegro. "Hay que agradecer a la directiva y al pueblo de Sestao esta carta", señaló Ramón Mendoza. "Moralmente nos sentimos satisfechos con este gesto. Más no pueden hacer", apostilló el máximo mandatario blanco.
La vuelta se disputó el miércoles 25 de noviembre. "El partido de la PAZ", tituló en grande su portada de aquel día el diario Marca. "Hoy, el Santiago Bernabéu debe ser el escenario de una firma histórica: La victoria de la deportividad sobre la violencia", rezaba el periódico que recogía declaraciones de los protagonistas del duelo en favor de la deportividad y en contra de la violencia en el deporte. El partido se disputó a media tarde, con unos 10.000 espectadores en las gradas del Bernabéu y mucho frío. Ganó el Madrid 3-0 con goles de Tendillo, Santillana y Míchel, de penalti. El partido transcurrió sin ningún incidente y con total normalidad.
SESTAO: Echevarria, Martínez, Herrero, Rivera, Núñez, Juan Ángel (Sergio, 67'), Albistegi, Bardasco, Sabin Bilbao, Arrien (Primi, 54') y Mendilibar.
REAL MADRID: Buyo, Chendo, Mino, Sanchís, Camacho, Míchel, Solana, Muñoz Pérez, Martín Vázquez, Llorente y Hugo Sánchez (Santillana, 77').
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