La Quinta del Buitre se separó de manera definitiva tal día como hoy de hace treinta años
Quizás no sea una fecha muy recordada, pero tal día como hoy de hace treinta años se separaba futbolísticamente de manera definitiva La Quinta del Buitre. El 5 de noviembre de 1987 el delantero Miguel Ángel Pardeza Pichardo era presentado de manera oficial en La Romareda como nuevo jugador del Real Zaragoza. Volvía a enfundarse la camiseta que defendió, en calidad de cedido, durante la temporada 1985-86. Allí jugaría lo que restaba del ejercicio 1987-88 y se quedaría durante diez campañas, toda una década, hasta finalizar la temporada 1996-97. Pardeza se marchó a tierras mañas en busca de los minutos y la continuidad que no podían asegurarle en el Real Madrid.
Pardeza había empezado la temporada 1987-88 con el Real Madrid. Durante la pretemporada veraniega participó de manera asidua con el equipo e incluso marcó dos goles. Pero según se acercaba el inicio de las competiciones oficiales resultó evidente que Leo Beenhakker contaba con un once titular bastante definido y que el onubense lo iba a tener complicado para jugar. Aunque Valdano continuaba en el dique seco por enfermedad, Hugo Sánchez y Butragueño tenían dos puestos asegurados en la delantera. Juanito había causado baja pero Carlos Santillana seguía en la plantilla completando la nómina de delanteros. Y el fichaje de Paco Llorente suponía la llegada de nueva competencia para los puestos de vanguardia del equipo. Así las cosas, Miguel Pardeza consideró que lo mejor para él era salir del Madrid, así que se reunió con Leo Beenhakker para pedirle que no le alineara en Liga y así poder jugar con el Zaragoza aquel mismo año.
A mediados de octubre se llegó a un acuerdo entre todas las partes para hacer efectiva la marcha del futbolista a partir del 4 de noviembre de 1987. El motivo de esa fecha en concreto era que Pardeza había sido inscrito en la UEFA para disputar la Copa de Europa con el Real Madrid y el 4 de noviembre era el día en el que se disputaba la vuelta de los octavos de final. Los cuartos de final ya no se disputarían hasta el mes de marzo del siguiente año, 1988. Pardeza siguió en el Madrid hasta esa fecha agotando la posibilidad de ayudar al equipo en caso de extrema necesidad si el entrenador lo consideraba oportuno empujado por alguna lesión u otro contratiempo. Una vez pasado ese día tan señalado, Pardeza tuvo vía libre para quedar desvinculado del Real Madrid, como así ocurrió.
Al día siguiente de la clasificación en Oporto para cuartos de final, Miguel Pardeza, que no llegó a disputar ni un solo minuto en competición oficial con el Madrid desde que arrancó esa temporada, ya estaba en Zaragoza. El club aragonés pagó 60 millones de pesetas al Madrid por el traspaso. El presidente zaragocista, Miguel Beltrán, agradeció de manera pública a Ramón Mendoza las facilidades ofrecidas para llegar a un acuerdo. El futbolista y su nuevo presidente atendieron a los medios de comunicación durante la firma del contrato y por la tarde Pardeza ya entrenó con sus nuevos compañeros.
Sólo unos pocos días después, el miércoles 11 de noviembre de 1987, el diario Marca ofrecía una entrevista con Pardeza en la que el delantero explicaba las razones de su marcha: "Un jugador que atesore calidad puede jugar en el Real Madrid, pero con media hora no basta. Es fundamental tener confianza para poder hacerlo. La afición estaba conmigo y la pasada temporada pedía mi presencia sobre el terreno de juego, pero...". Eso sí, no había reproches por parte del onubense, que había dejado el Madrid sin ningún tipo de rencor. "No me invade ningún sentimiento de revancha. Soy una persona muy práctica y dejé el Real Madrid porque no jugaba. Aquí, en el Zaragoza, no voy a demostrar que el Madrid se ha equivocado conmigo. El Real Madrid no me ha vendido al Zaragoza. Me he venido yo", puntualizaba el ariete.
Con la marcha de Pardeza a Zaragoza el grupo de La Quinta del Buitre perdía a uno de sus miembros. Ya no volverían a coincidir todos juntos en un equipo de fútbol como jugadores en activo hasta 1989, en la Selección. Butragueño, Míchel, Martín Vázquez, Sanchís y Pardeza estarían de nuevo juntos en el Mundial de Italia-90. Pero a nivel de clubes no volvieron a jugar juntos. Les tocaría enfrentarse como rivales, tal y como sucedió el 31 de octubre de 1992, el día en el que se tomó la famosa fotografía que recordaba el pasado martes aquí en 'Historias del Real Madrid'.
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