El lateral guipuzcoano anotó el 2-0 frente al Sevilla desde 58 metros
Hoy 5 de febrero se cumplen veinte años del encuentro en el que el jugador del Real Madrid Mikel Lasa anotó un gol desde su campo. 58 metros recorrió el balón volando desde que el futbolista blanco chutó hasta que por fin entró en la portería defendida por Unzué.
El Real Madrid se enfrentaba al conjunto andaluz aquel domingo 5 de febrero de 1995 en el encuentro correspondiente a la vigésima jornada de Liga. Arrancaba la segunda vuelta, a la que el Madrid había llegado con el título honorífico de Campeón de Invierno. Era el partido que se emitía en Canal Plus y recuerdo que no pude ir a ver el partido al bar, por lo que me tocó escucharlo por la radio.
Qué cosas. Uno de los goles más espectaculares de la historia del Real Madrid y resulta que no lo vi en directo. Y claro, imaginarse ese gol a través de la narración radiofónica fue un tanto extraño. Estaba claro que había sido un disparo lejano... ¿Pero, tanto? Pañuelos en el Bernabéu y la acción del lateral izquierdo recibiendo todo tipo de elogios y exclamaciones por su espectacularidad. El gol, además, llegó en el descuento. Es decir, que debían ser las 20.45 horas, por lo que ardía en deseos de que llegaran los resúmenes deportivos para ver las imágenes de aquel gol. Cuando por fin lo vi, comprobé que realmente se trataba de un gol antológico.
El gol
Centrémonos en el gol. Minuto 91 de partido. El Real Madrid ganaba 1-0 al Sevilla gracias a un tanto conseguido por Raúl en el minuto 61. Los hispalenses buscan el empate y tienen un córner a favor. Puede ser una de las últimas oportunidades de conseguir el empate y sube todo el equipo a rematar. El saque de esquina lo bota Davor Suker desde la banda derecha del ataque visitante. Lo hace en corto para Rafa Paz, que devuelve al delantero sevillista. Sin embargo, Mikel Lasa aparece para robar el esférico, que sale despedido en dirección al centro del campo. El lateral madridista, tras quitar el balón a Suker, había salido corriendo detrás de la pelota. A todo esto, Juan Carlos Unzué estaba fuera de la portería. En el momento de sacarse el córner había subido casi hasta el centro del campo, por lo que el arco del Sevilla estaba desguarnecido. Cuando Lasa, por fin, alcanza el balón, y habiendo visto al cancerbero lejos de su meta, lanza un potente disparo... ¡desde su propio campo!
Lo que sucedió, seguro que lo recuerda cualquier seguidor madridista que viese aquel partido. El balón voló aquellos 58 metros mientras Unzué corría a la desesperada, hacia su propia portería. El balón botó justo delante del área pequeña y entró por el medio. ¡Un golazo espectacular!
Mikel Lasa celebró el gol de rodillas y levantando los brazos mientras el resto de sus compañeros corrían a celebrarlo con el formando una piña alrededor del 3 blanco. En las gradas, el público del Santiago Bernabéu festejaba por todo lo alto lo que acababan de contemplar.
Un gol histórico
Aquel tanto de Mikel Lasa fue durante mucho tiempo el gol más lejano que se había cosechado en la historia de la Liga. Los 58 metros de aquel 'Lasazo' fueron superados nueve años después, en la temporada 2004-05, por los 68 metros de distancia que recorrió el balón lanzado por Antonio José González Santos en un Numancia... Sevilla. Sí. En su único gol en Primera División, el defensa numantino, nacido en Sevilla, la clavó desde su propio campo en la portería sevillista, convirtiéndose en el gol más lejano anotado hasta la fecha en la Liga Española. Así pues, el gol de Mikel Lasa es, aún a día de hoy, el segundo anotado a mayor distancia.
Desde hace justo veinte años, a Mikel Lasa siempre se le ha recordado por aquel fantástico gol. En todas las entrevistas que se le han hecho desde entonces, siempre se le ha preguntado por aquel gol por el que todos le recuerdan. Fue su particular forma de pasar a la historia del Real Madrid, a pesar de que, como él mismo siempre ha dicho, le hizo más ilusión anotar el 2-0 de la Final de la Copa del Rey de la temporada 1992-93 frente al Zaragoza.
Tal día como hoy de hace veinte años, el gran protagonista de la jornada fue Mikel Lasa. Había anotado el gol de la sentencia del Real Madrid 2 - Sevilla 0 y lo había hecho, además, con un gol de bandera. Aquella noche del 5 de febrero de 1995 los focos se posaron en el defensa vasco, los micrófonos le buscaban, copó los resúmenes de televisión, recorrió las emisoras de radio... Fue su gran día.
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