jueves, 17 de abril de 2014

CAMPEONES!!!

El Real Madrid conquistó en Valencia la Copa del Rey de 2014

El Real Madrid doblegó al Barcelona en la Final de Copa y escribió así una página más de su exitosa historia. Un triunfo ante el eterno rival que ha valido un título y que ha supuesto una inyección de moral y alegría para los aficionados madridistas.

La victoria llegó, además, con un gol de esos que recordaremos siempre y que anotó Gareth Bale, el fichaje estrella de la temporada. En las postrimerías de un partido empatado a uno y con la prórroga a la vista, el jugador galés recibió un balón de Coentrao en el medio campo y arrancó en una galopada increíble que culminó con el gol del triunfo. Un triunfo más que merecido en un encuentro en el que los futbolistas blancos se emplearon a fondo desde que el esférico empezó a rodar.

El Real Madrid salió al terreno de juego con las ideas muy claras, presionando, cerrando espacios y saliendo a la contra en cuanto se hacían con el balón. El premio llegó bastante rápido y en el minuto diez, el Madrid marcó el primero de la noche. Isco, que cuajó un muy buen encuentro, combinó con Benzema y el francés le pasó rápido al 'Fideo' Di María. El argentino, en línea y posición legal, encaró porterías y, tras deshacerse de Jordi Alba, la cruzó a gol. Pinto llegó a tocar, pero no lo suficiente y el balón llegaba a la red para poner el 0-1 en el marcador. Jugábamos de visitantes.

El Madrid creó más peligro que el Barcelona durante la primer parte, si bien es cierto que el equipo catalán, con el paso de los minutos, trataba de hacerse con el balón para sobarlo una y otra vez. La posesión, a la que tanta importancia suelen dar.

A todo esto, destacar la labor del colegiado, Mateu Lahoz, que cuajó un gran arbitraje, para mi gusto. Sin interrupciones absurdas y dejando seguir el juego en contactos nimios con los que, la gran mayoría de colegiados, no dudan en pitar falta. Y lo hizo tanto a favor como en contra. Me parece bien. Para mí el fútbol es un deporte de contacto y trabar el juego con faltas de chichinabo es desesperante. Basta con no pitar dos o tres para que los jugadores se den cuenta de que el trencilla no va a picar con esos forcejeos. Y a la siguiente jugada, ya se lo piensan mejor. Cuando es falta, que se pite falta. Pero, por favor, los roces no pueden interrumpir el juego.

En la segunda mitad el Madrid volvió a tener opción de matar el choque con un disparo de Bale de volea desde la frontal del área que se marchó por los pelos por encima del larguero. Benzema también la tuvo en sus botas y Ramos, en un saque de esquina, cabeceó sin acierto a la portería de Pinto.

El jugador del Barcelona Marc Bartra, que había tenido la ocasión más clara de los azulgranas hasta lo que se llevaba de partido, fue el encargado de anotar las tablas en el marcador. En un saque de esquina, cómo no. Era el minuto 68 y Pepe, en uno de sus escasos despistes durante el partido, dejó libre de marca al defensor culé, que superó a Casillas con un gran remate de cabeza. Empate a uno y todo como al principio. Era el momento de lamentar las ocasiones falladas.

En el minuto 81, Luka Modric se sacó un fuerte disparo lejano con la diestra y el balón se estrelló en el poste. Estábamos en los últimos diez minutos de partido y cualquier gol, de uno u otro lado, podía decantar la balanza a favor de cualquiera de los dos bandos. El Barcelona se acercaba a la meta de Casillas y, en cualquier momento, una acción desequilibrante de los hombres de vanguardia del equipo del Tata Martino podía echar al traste todo el trabajo de los de Ancelotti. Nadar para ahogarse en la orilla o preparase para una prórroga que, de no haber más goles, sería una realidad en pocos minutos. Pero hubo un gol más. ¡Y vaya gol!

Gareth Bale. El jugador cuyo fichaje había generado tantos y tantos titulares el pasado verano, quiso entrar en la historia, perdón, en la 'Historia' del Real Madrid con el gol del que hablaba al principio. Uno de esos que recordaremos y seguiremos recordando con el paso de los años. Zancada a zancada, encarando portería, los aficionados del Real Madrid contuvieron la respiración con el corazón en un puño y explotaban de júbilo al ver el balón pasar por debajo de las piernas de Pinto.

Gol. Golazo de Gareth Bale que hacía justicia y que nos ponía por delante en el marcador a sólo cinco minutos del final de la contienda. Cinco minutos en los que pasaron más cosas y en los que todo se pudo volver a ir por la alcantarilla si Neymar hubiera acertado con su remate en el minuto 89. Pero la pelota se fue al palo y, rebotada, cayó en las manos de un afortunadísimo Iker Casillas. Faltaba el descuento, pero la suerte estaba echada ya de nuestro lado.

El Real Madrid se proclamó Campeón de la Copa del Rey y los jugadores lo celebraron por todo lo alto. Había escrito una página más de sus 'Historias del Real Madrid'.

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