sábado, 25 de enero de 2025

ADIÓS A DRAZEN DALIPAGIC

La estrella del baloncesto yugoslavo formó parte de la plantilla del Real Madrid en la temporada 1982-83

Este sábado 25 de enero ha fallecido Drazen Dalipagic, ex jugador de baloncesto que formó parte de la plantilla del Real Madrid en la temporada 1982-83. Tenía 73 años y nos deja víctima de una larga enfermedad. Se va uno de los grandes astros del deporte de la canasta, con un excelente currículum tanto con la Selección de Yugoslavia como con los clubes en los que militó. Por razones de edad no guardo ningún recuerdo de su paso por el conjunto blanco. Supe de él a posteriori y siempre me llamó poderosamente la atención un dato muy curioso... Y es que durante su estancia en Madrid sólo disputó la Copa de Europa. Con unos rasgos físicos muy particulares, su imagen destacaba entre sus compañeros en el póster oficial del equipo de aquella campaña.

Drazen Dalipagic nació en la localidad de Mostar el 27 de noviembre de 1951. Con sus casi dos metros de altura se inició en el baloncesto de élite a los 19 años con el Partizan de Belgrado. Alero con gran capacidad de tiro, se convirtió en un referente para los suyos y muy pronto pasó a formar parte, de manera habitual, del combinado nacional de Yugoslavia, con el que llegó a jugar 243 partidos en diferentes competiciones, siendo su máximo anotador con 3.700 puntos. Y logrando 12 medallas en 13 torneos... Fue Campeón en el Mundial de Baloncesto de 1978, se adjudicó la Plata en el de 1974 y el Bronce en dos ocasiones, 1982 y 1986. En cuanto a Juegos Olímpicos logró la Medalla de Oro en Moscú 1980, la de Plata en Montreal 1976 y la de Bronce en Los Ángeles 1984. En los Campeonatos de Europa se subió a lo más alto del podio en 1973, 1975 y 1977. En este torneo también se adjudicó el Bronce en Italia 1979 y la Plata en Checoslovaquia 1981. Su palmarés con la Selección es absolutamente impresionante demostrando el potencial del baloncesto yugoslavo de la época y poniendo de relieve el nivel de Dalipagic, protagonista activo de todos aquellos éxitos en las competiciones internacionales. Recibió numerosos premios, galardones y reconocimientos como uno de los jugadores más destacados de la época. Se le catalogó como Jugador Europeo del Año en 1977, 1978 y 1980. Con el Partizan de Belgrado fue dos veces Campeón de la Liga yugoslava (1975-76 y 1978-79), una de Copa (1978-79) y otras dos de la Copa Korac (1977-78 y 1978-79). Con semejante nivel puede resultar extraño que no acabara en la NBA, pero lo cierto es que hay imágenes de él entrenando con los Celtics. Por lo visto estuvo con ellos un par de semanas... Pero había un problema con la FIBA, puesto que la liga profesional norteamericana le cerraba las puertas a la hora de jugar con Yugoslavia. De haber actuado en la NBA hubiese triunfado allí también, seguro. Siguió en su país y no salió hasta 1980 cuando fue a jugar a Italia con el Reyer Venezia. Volvió al Partizan la campaña siguiente. 

En la temporada 1982-83 fue cuando recaló en España para vestir la camiseta del Real Madrid. Superaba la treintena y cargaba a sus espaldas con un historial impresionante. "Dalipagic nuevo jugador madridista", informaba el Boletín oficial del Club en su número 386 correspondiente a julio de 1982. "El jugador yugoslavo Drazen Dalipagic es el jugador que reforzará la temporada venidera al cuadro blanco en su periplo europeo. Dalipagic, de 31 años de edad y 1,99 de estatura es un excelente jugador  que ha sido más de 200 veces internacional por su país, que ha formado en numerosas ocasiones con la selección europea y que dos años ha sido nombrado mejor jugador de Europa", señalaba la publicación oficial, que también ofrecía un perfil a sus lectores. "Alero, dotado de un extraordinario tiro, es además un buen reboteador que por sus cualidades físicas y técnicas estamos seguros de que triunfará plenamente en su nuevo Club. Dalipagic conoce perfectamente las competiciones europeas  por lo que no tendrá que pasar el periodo de adaptación que sufre el jugador americano. Será sin duda el complemento ideal de su compatriota Delibasic, que ya lleva un año entre nosotros", explicaba la revista del Madrid.

No fue hasta la temporada siguiente, con la llegada de la ACB sustituyendo a la FEB en la temporada 1983-84, cuando los equipos empezaron a contar con dos plazas para jugadores extranjeros. En la 1982-83, en el Baloncesto español, sólo se podía alinear a uno, todavía. Por ese motivo era Delibasic quien ocupaba esa plaza de extranjero. Dalipagic sólo podía jugar la competición continental. Las restricciones y normas de la época impidieron a la afición madridista disfrutar más de uno de los grandes astros europeos. Otra traba burocrática con la que se cruzó 'Praja'. En todo caso, era una gran incorporación para el Madrid. Si Delibasic aportaba buenas dosis de genialidad y brillantez en la creación, Dalipagic garantizaba puntos. Era un tirador de lo que metían y metían. Una máquina de encestar. El martillo pilón yugoslavo.

En el número 389, octubre de 1982, el Boletín oficial recogía todo lo relacionado con la presentación de la plantilla del equipo de Baloncesto. Incluso incluían un simpático póster, con las caricaturas de los jugadores, dibujado por Zulet. Dalipagic llamaba la atención con su peculiar 'mostacho'. "Dalipagic para la Copa de Europa, Beirán que vuelve a casa y Hernangómez que sube al primer equipo, las novedades". Lógicamente, el yugoslavo fue uno de los grandes reclamos en la presentación del conjunto blanco. A las órdenes de Lolo Sainz coincidió en el vestuario con auténticas leyendas de la Sección como Brabender, Rullán, Corbalán, Fernando Martín, Romay, Llorente, Iturriaga... También con el gran Mirza Delibasic, sin duda un punto de apoyo para aclimatarse a la capital española. También le acompañó el preparador físico Miroslav Vorgic, que solía hacer las labores de traductor con los jugadores yugoslavos que llegaban al Club por aquella época. El mismo día de la presentación del conjunto blanco en el Pabellón, sin embargo, sufrió una luxación de hombro. "Yo llevo muy mal lo de las lesiones porque soy una persona muy activa y me gusta entrenar mucho. No sé estar quieto y esta lesión me sabe peor todavía ya que acabo de llegar al Club y llega en un momento inoportuno pues ahora es cuando se trabaja la base para la temporada", relataba el nuevo jugador blanco, que también explicaba lo que significaba para él fichar por el Real Madrid. "En baloncesto lo he ganado casi todo, sobre todo a nivel de selecciones, pero el sueño de todo jugador es llegar a hacerlo en el Real Madrid. Ya desde pequeño, allí en Yugoslavia, había oído hablar mucho del Real Madrid como club y la referencia que tenía de Delibasic y de Vorgic de la excelente organización del Club, me decidió por completo", detallaba un Dalipagic que, al parecer, había contado con ofertas para jugar en la NBA. "Es cierto, y no sólo de Estados Unidos, sino de otros clubes de Europa, pero cuando los directivos del Real Madrid hablaron conmigo en Barcelona, no tardé en decidirme ni cinco minutos, pues aunque otras ofertas eran más interesantes económicamente, en la vida no es todo el dinero; prefiero estar en un gran club  en el que me encuentre bien y el Real Madrid tanto social como deportivamente es el que más me puede ofrecer", afirmaba un hombre que demostraba tener muy claro dónde estaba y por qué.

El 4 de octubre de 1982 el Real Madrid realizó su presentación en el Pabellón con un partido frente al Ferrocarril Oeste. Aunque se venció 95-90 a los argentinos la crónica que publicó el Boletín oficial del Real Madrid deja entrever que no fue un gran espectáculo. El equipo no había estado "muy fino" y desde la publicación se aludía al poco descanso del que habían gozado los mundialistas y a las lesiones que habían sufrido varios componentes de la plantilla. "Dalipagic, que acababa de salir de la lesión de hombro que sufriera en el primer entrenamiento, era el centro de atención , y si bien dejó destellos de su indudable clase, no pudimos ver al Dalipagic que todos conocemos y que pronto empezará a funcionar", escribía el cronista sobre un partido en el que el nuevo jugador yugoslavo anotó 9 puntos

Copa de Europa 1982-83

Su debut oficial llegó unos pocos días más tarde, concretamente el 7 de octubre de 1982, cuando el Real Madrid se desplazó a Suecia para medirse al Alvik en primera ronda de la Copa de Europa 1982-83. Ganaron los blancos 93-99, que pasaron de ronda pese a perder 92-95 en la vuelta disputada en Madrid. Valió el global 191-188 al que contribuyó con indudable acierto el nuevo fichaje madridista. "Pieza clave fue el yugoslavo Dalipagic, que en esta su segunda comparecencia en el Pabellón sí mostró todas las virtudes que le adornan y se convirtió en el bastión sobre el que el equipo blanco basó su reacción y su pase a la siguiente ronda. 30 puntos en el Pabellón y 36 en Estocolmo fueron su tarjeta de presentación por Europa con su nuevo equipo; tiró de lejos, contraatacó y resolvió cuando más difíciles estaban las cosas", relataban en la crónica del Boletín oficial del Real Madrid. En la segunda eliminatoria de la Copa de Europa el rival fue el Crystal Palace. Se perdió en Londres 89-81 con Dalipagic como máximo anotador de los blancos con 20 puntos. En la vuelta el Real Madrid selló su pase a la liguilla final con un contundente triunfo 111-81. Dalipagic volvió a ser el máximo realizador merengue con 25 puntos. Los de Lolo Sainz buscarían un puesto en la Final jugando contra Ford Cantú, Billy de Milán, TSKA de Moscú, Maccabi y Cibona

Esta fase arrancó con buenas perspectivas para el Real Madrid. El 9 de diciembre de 1982 se ganó 90-93 en Moscú con otra buena actuación de Dalipagic, de nuevo máximo encestador blanco con 18 puntos. El 16 de diciembre el Madrid volvió a desplazarse para jugar la segunda jornada de la liguilla. En Tel Aviv se perdió 99-93 con el Maccabi. Dalipagic anotó 15 puntos en un duelo en que los mejores fueron Fernando Martín y Brabender. Aquel mes de diciembre, como era siempre tradición, se disputó el Torneo Internacional de Navidad. En la edición de aquel año 1982 el triunfo final fue para Inmobanco y el Real Madrid fue subcampeón. Por supuesto, Drazen Dalipagic jugó el torneo y dejó destellos de sus habilidades sobre el parqué. 

En enero de 1983 se reanudó la competición europea con una derrota 77-79 en Madrid frente al Ford Cantú italiano. "Dalipagic acertaba con el aro rival con facilidad e insistencia", señalaban en la crónica sobre un partido en el que los locales empezaron bien pero acabaron cediendo. El 20 de enero de 1983, en la cuarta jornada, el Real Madrid venció 82-78 al Billy con Dalipagic saliendo en el quinteto inicial y siendo el máximo anotador del partido con 29 puntos. "El triunfo del Real Madrid se empezó a fraguar en el rebote defensivo que permitía realizar algún que otro relampagueante contraataque y se terminó de remachar en el tiro exterior, disciplina en la que Delibasic y Dalipagic estuvieron sobresalientes", apuntaba en su crónica el Boletín oficial. La quinta jornada se disputó el 26 de enero y se saldó con victoria en Zagreb frente a la Cibona por 89-110. Llorente, Delibasic, Dalipagic, Martín y Romay fueron quienes comenzaron un choque en el que brillaron los dos yugoslavos del Madrid. "Dalipagic y Delibasic fueron profetas en su tierra, dando ambos un recital en los lanzamientos -33 y 26 puntos, respectivamente- y contribuyendo de forma determinante en el hundimiento de sus compatriotas", relataba la crónica en la revista oficial madridista. En la sexta jornada, el 3 de febrero, el Real Madrid ganó 95-91 al TSKA en un duelo capital para seguir teniendo opciones de llegar a la Final. Partido muy intenso en el que Dalipagic formó parte, como era habitual en Europa, del equipo inicial de Lolo Sainz. Esa vez 'sólo' anotó 11 puntos y el gran protagonista fue Romay. El 17 de febrero, de nuevo en casa, se disputó la séptima jornada. Se doblegó al Maccabi 95-92. Dalipagic fue el jugador que más encestó con 27 puntos. Una semana más tarde, el 23 de febrero, la expedición blanca se desplazó a Italia para medirse al Ford Cantú, con quien se perdió 84-78 pese a la buena actuación del conjunto español. "Dalipagic realizó un buen encuentro en ataque y todos los hombres de Sainz brillaron a gran altura", explicaban en el Boletín, que se quejaba de algunas decisiones arbitrales. 22 puntos de Dalipagic, por cierto, que volvió a cuajar otra grandísima actuación en el siguiente partido, también en Italia. Sus 28 puntos no pudieron impedir, sin embargo, la derrota 83-79 con el Billy. "En Milán no pudo ser", tituló la revista del Club. El 10 de marzo el Madrid se despidió de la Copa de Europa con un gran triunfo 99-68 con la Cibona, en la décima y última jornada de la liguilla. Dalipagic terminaba aquella aventura europea anotando 13 puntos. Por desgracia, el Madrid no estaría en la gran Final. Se quedó fuera del partido por el título al concluir la liguilla como tercero con 16 puntos (6 victorias y 4 derrotas). Los que estuvieron en Grenoble el 24 de marzo de 1983 fueron los italianos en un duelo Ford Cantú-Billy Milano que se decantó a favor de los primeros.

Tras el Madrid

La temporada 1982-83 concluyó sin títulos para el Real Madrid en una campaña que acabó siendo de transición. Hubo cambios en el equipo de cara al siguiente ejercicio. Los dos yugoslavos, Dalipagic y Delibasic, salieron del Club, que necesitaba las contadas y limitadas plazas de extranjeros para iniciar un nuevo proyecto en el que los norteamericanos volvieron a ser pieza esencial. En cualquier caso, los balcánicos dejaron un recuerdo muy grato entre los aficionados que les vieron jugar. Repasando las crónicas y viendo los números de Dalipagic se puede observar que Drazen aportó lo que se esperaba de él. Muchísimos puntos... En 1983, concluido su único capítulo con el Real Madrid, el gran Dalipagic volvió a Italia para seguir haciendo carrera enrolado en las filas del Udine. En 1985 volvió a vestir la camiseta del Reyer Venezia. Los años no mermaron nada sus cualidades. El 25 de enero de 1987, tal día como hoy de hace 38 años, anotó 70 puntos en un partido frente a Virtus. Espectacular. Sencillamente espectacular. En la temporada 1988-89 formó parte del Verona y finalizó su carrera deportiva en la campaña 1990-91 con el Estrella Roja. Acabó como un grande entre los grandes. Jugador irrepetible, en 2004 fue incluido en el Basketball Hall of Fame americano y desde 2007 formaba parte del FIBA Hall of Fame. También ha sido reconocido por la Euroliga.

Hoy, el mundo del Baloncesto y los aficionados a este deporte lloran la pérdida de un hombre emblemático que dejó huella en las canchas con unos promedios anotadores espectaculares. Uno de los mejores tiradores que ha tenido el Baloncesto europeo. Un profesional alejado de las polémicas. Un gran tipo, además, como mencionan todas las crónicas, y exponente de toda una generación balcánica que despertó admiración en los setenta y ochenta y de la que tantos talentos salieron. Los madridistas, además, le recordamos en esta triste jornada con el orgullo de poder decir que defendió nuestra camiseta. Me alegro de que un jugador así pasara por nuestro equipo. Igual que Delibasic. Eternos los dos, ya juntos. Desde 'Historias del Real Madrid' quiero expresar mi más sentido pésame a toda su familia, amigos y compañeros. Sirvan estas pocas líneas a modo de pequeño homenaje. Descanse en paz, Drazen Dalipagic.

martes, 7 de enero de 2025

30 AÑOS DEL 5-0

Se cumplen treinta años de la inolvidable goleada del Real Madrid de Valdano al Barcelona en la temporada 1994-95

Estamos de aniversario. Hoy se cumplen 30 años de una fecha inolvidable para los seguidores del Real Madrid. El sábado 7 de enero de 1995 se jugó uno de esos partidos que mi generación recuerda con un cariño inmenso. Pero inmenso de verdad. Quizás el momento cumbre del equipo que, meses después, ganaría aquella Liga tan especial, la de la temporada 1994-95. Fue la noche de la goleada del 5-0 al Barcelona con los tantos de Zamorano (3), Luis Enrique y Amavisca. Siguen pasando los años, pero siempre que llega este aniversario recordamos con mucha estima aquel encuentro. Éramos tan jóvenes y teníamos tanta ilusión hace 30 años...

Ya escribí sobre ese partido aquí en 'Historias del Real Madrid' en 2015, hace una década, cuando se cumplieron los 20 años, para recordar cómo transcurrió aquel choque en el que Iván Zamorano marcó un 'hat trick' y se devolvió la 'manita' aquella del año anterior. El equipo de Jorge Valdano nos llenó de nuevo de orgullo. Y volví a recordar el partido hace cinco años, cuando se cumplió el 25 aniversario. Entonces hice un pequeño repaso a la prensa de la época para ver cómo se había reflejado la goleada en los medios de comunicación. Así que no hace falta volver a repetir los detalles de aquel encuentro que nos sabemos todos de memoria. Pero sí que me gustaría hacer constar que, 30 años después, quienes vivimos aquello seguimos sin olvidar esa noche tan singular. Como digo muchas veces, hay partidos que dejan una huella muy especial y que siempre recordaremos cómo, dónde y con quién los vimos. Este partido es uno de esos. Seguramente, al margen de finales y títulos, es uno de nuestros partidos de Liga favoritos. 

Esta es la última vez que escribiré sobre el 5-0 aquí en 'Historias del Real Madrid'. Siempre he pensado que los aniversarios deben ser redondos, con un número contundente o una cifra muy simbólica. Sé que cada lustro que pasa se hace posible mencionar un acontecimiento pasado, pero, sinceramente, creo que un 35 aniversario no resulta tan redondo y los 40 años quedan todavía un poco lejos. Y aunque una década, por desgracia, pasa volando, a saber dónde estaremos, cómo estaremos... O si estaremos. Es posible que no existan ya los blogs y que la lógica e imparable evolución de la tecnología e internet nos haya llevado ya por delante. El paso del tiempo... El paso del tiempo y la nostalgia duelen. En cualquier caso, aunque no volvamos a tocar el partido por aquí, que conste que nunca lo olvidaremos. Para todos los que lo vivimos siempre será muy especial. Y cada 7 de enero siempre recordaremos la felicidad de aquella noche del año 1995, cuando el regalo de Reyes llegó con un día de retraso. Cuando un partido de fútbol significaba tanto...

REAL MADRID: Buyo, Quique Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Laudrup, Amavisca, Raúl (Martín Vázquez, 64') y Zamorano (Alfonso, 78').

BARCELONA: Busquets, Ferrer, Abelardo, Koeman, Sergi, Hagi, Amor, Eskurza, Bakero (Romario, 45'), Guardiola (Nadal, 45') y Stoichkov.

GOLES
1-0 min. 5 Zamorano
2-0 min. 21 Zamorano
3-0 min. 39 Zamorano
4-0 min. 68 Luis Enrique
5-0 min. 70 Amavisca

domingo, 5 de enero de 2025

ADIÓS A JUAN MANUEL VILLA

Futbolista del Real Madrid en la temporada 1958-59, nos deja a los 86 años

Noticia triste del día. Este domingo 5 de enero ha fallecido Juan Manuel Villa Gutiérrez, ex jugador de fútbol con pasado en el Real Madrid. Tenía 86 años. Ha muerto en Zaragoza, donde pasó sus años de mayor esplendor como futbolista, pero su formación se completó en las filas del Club merengue, donde llegó a disputar 2 partidos oficiales de Copa.

Juan Manuel Villa Gutiérrez nació en Sevilla el 26 de septiembre de 1938. Sus cualidades con el balón le llevaron a trasladarse muy joven a Madrid para formar parte de las categorías inferiores del Real Madrid. Actuaba como futbolista de ataque, bien como delantero o como centrocampista. En la temporada 1958-59 consiguió debutar en competición oficial con la camiseta blanca. Fue el 3 de mayo de 1959, en un partido de vuelta de dieciseisavos de final de Copa frente al Extremadura. El Real Madrid traía la eliminatoria muy encarrilada tras un 0-5 a domicilio y el técnico Carniglia alineó al siguiente equipo: Domínguez, Marquitos, Miche, Santamaría, Zarraga, Ramos, Herrera, García, Villa, Joseíto y Di Stéfano. Ganaron los blancos 3-0. Joseíto abrió un marcador que en la segunda parte completarían Villa y Alfredo Di Stéfano. Sí, el debutante Villa se estrenó en el primer equipo con gol. Mejor, imposible. Pero su juventud y estar rodeado de tantas leyendas, no olvidemos que aquel equipo ganaría su cuarta Copa de Europa consecutiva, mermaron sus posibilidades de contar con oportunidades. No obstante, volvió a vestir la camiseta blanca en otro partido de Copa. El equipo blanco ya se había coronado en la competición europea tras doblegar al Stade de Reims. Tras la resaca continental tocó afrontar la semifinal de Copa. Los blancos cayeron en Madrid 2-4 con el Barcelona. El 14 de junio de 1959, en la vuelta de esas semifinales, los madridistas saltaron al césped con el siguiente equipo: Domínguez, Marquitos, Santamaría, Ruiz, Santisteban, Ramos, Gento, Rial, Villa, Joseíto y Di Stéfano. El encuentro también concluyó con derrota, 3-1, y el tanto del honor merengue lo anotó Francisco Gento. Con ese partido se cerraba la temporada oficial para el Real Madrid.

Villa siguió en la disciplina del Club blanco pero terminando de formarse con el Plus Ultra, equipo con el que jugó la temporada 1959-60. Disputó 28 partidos y anotó 16 goles. Alternó el Plus Ultra con el Real Madrid en la 1960-61, aunque sólo actuó en competición oficial con el filial, con el que disputó 9 partidos y anotó 8 goles, 4 de ellos en un mismo choque, el de la espectacular goleada 11-0 al Jaén del 6 de noviembre de 1960. En total, su paso por el Plus Ultra arroja unas cifras destacadas: 24 goles en 37 partidos de Segunda División. Jugador que llamaba la atención en el césped. Rápido y eficaz delante del marco contrario, con un regate muy bueno y facilidad para llegar a posiciones de disparo con éxito. Era un muy buen jugador pero, como suele suceder muchas veces con los canteranos, necesitaba minutos y partidos para progresar. Fue cedido a la Real Sociedad de cara a la temporada 1961-62, campaña de trasvase de varios futbolistas entre ambos clubes. El guardameta José Araquistáin llegó al Santiago Bernabéu y para San Sebastián se marcharon el sueco Agne Simonsson y Juan Manuel Villa. También el malogrado Chus Herrera iría a la Real para disputar sus últimos encuentros en la élite pocos meses antes de su triste fallecimiento por enfermedad. Con el conjunto guipuzcoano, Villa consiguió debutar en Primera División. Fue el 3 de septiembre de 1961, en un duelo que concluyó con derrota pero en el que, además, consiguió su primer gol en la máxima categoría. Jugó 22 partidos (21 de Liga y 1 de Copa) y anotó 10 goles con la camiseta de la Real, incluyendo un 'hat trick' en un 6-0 al Betis en febrero de 1962.

Una etapa 'magnífica'

Concluido el año de cesión en la Real, que además perdió la categoría bajando a Segunda, y sin opciones reales de poder disfrutar de la titularidad en el Real Madrid tocó cambiar de aires de nuevo. Su siguiente destino sería clave en su vida deportiva y personal. Juan Manuel Villa llegó a Zaragoza para triunfar. Allí se convirtió en uno de los jugadores más importantes del fútbol español. Formó parte de la famosa delantera de Los Cinco Magníficos: Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Con el número 10 a la espalda encandiló a los aficionados aragoneses que disfrutaron de su juego y de su verticalidad. Se quedó allí para hacer carrera y además se le abrieron las puertas de la Selección. Durante su etapa en Zaragoza alcanzó la Internacionalidad en 3 ocasiones.

Debutó con la casaca roja el 11 de marzo de 1964 en Sevilla, en el encuentro España-República de Irlanda que concluyó con un marcador de 5-1 para los anfitriones. El 8 de abril de 1964 jugó en Dublín en el República de Irlanda-España que también finalizó con triunfo para los nuestros por 0-2. El 15 de noviembre, en Oporto, participó en el Portugal-España que deparó una victoria para los lusos (2-1). Es decir, entró en la dinámica de la Selección que ganó la Eurocopa ese mismo año 1964. Aunque no disputó ningún partido de la fase final algunas fuentes le incluyen ese trofeo en su palmarés. "Ayudó a que la Sefutbol lograra su primera Eurocopa", publica, por ejemplo, la propia RFEF en sus redes.

1970-71 fue su última temporada con el conjunto maño. Concretamente el 18 de abril de 1971 jugó sus últimos minutos con la camiseta del Zaragoza. Esa campaña el equipo bajó a Segunda División. Camino de cumplir los 33 años puso punto final a su etapa de futbolista en la élite. En total disputó 233 partidos con el Zaragoza y marcó 77 goles. Fue Campeón de la Copa de Ferias en 1964 y de la Copa española en dos ocasiones: 1964 y 1966. Triunfó por todo lo grande. Allí se retiró y se quedó a vivir, en la ciudad en la que tantos éxitos y tanto reconocimiento había adquirido. Seguro que ha sido muy feliz allí.

Nos deja uno de los jugadores más talentosos del fútbol español en la década de los sesenta. Desde 'Historias del Real Madrid' quiero expresar mi más sentido pésame a toda su familia, amigos y compañeros. Sirvan estas pocas líneas a modo de pequeño homenaje. Descanse en paz, Juan Manuel Villa Gutiérrez.