Amancio Amaro es uno de los más grandes jugadores de la Historia del Real Madrid, aunque tengo la sensación de que no está valorado en su justa medida por quienes no le vimos jugar en su momento. A muchos de los más jóvenes, por desgracia, probablemente ni les suene su nombre. Algo parecido a lo que explicaba hace poco sobre Carlos Santillana. En parte es comprensible. Los aficionados tendemos a ensalzar a los futbolistas a los que hemos visto, a nuestros ídolos. Por eso creo que es necesario que el Club reivindique y mantenga vivo el recuerdo de las viejas Leyendas. Para quienes sí que tuvieron la fortuna de verle en acción Amancio es uno de los más grandes y en su momento fue considerado como tal. A sus éxitos colectivos con el equipo blanco se sumaron también los trofeos y reconocimientos individuales de todo tipo. Tiene muchísimo mérito el Balón de Bronce que ganó en el año 1964.
Desde la aparición del galardón de la revista France Football en 1956 han sido varios los madridistas que han aparecido entre los destacados. No me refiero a los ganadores. Ya sabemos que Di Stéfano, Figo, Ronaldo, Cannavaro, Modric y, sobre todo, Cristiano Ronaldo, se alzaron con el preciado trofeo. Pero ha habido otros grandísimos futbolistas que también consiguieron subirse al podio por el galardón. Amancio tuvo el privilegio de ser tercero en la edición del año 1964.
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