Fue el 10 de abril de 1988. Lo recuerdo como uno de los mejores goles que he visto en mi vida. Así que sólo hay que imaginarse lo que me impactó, siendo un niño, ver aquel golazo. Tal día como hoy de hace veinticinco años el Real Madrid se midió al Logroñés en el Santiago Bernabéu en partido de Liga. En una tarde soleada, aquel partido pasó a engrosar uno de los encuentros que recuerdo con más cariño de mi infancia. En el minuto 9, el mexicano Hugo Sánchez marcó el gol más bello que vi de un futbolista con la camiseta del Real Madrid.
Aquel día, Hugo Sánchez firmó la chilena perfecta. Desde la banda izquierda, llegó un centro medido. El ariete mexicano saltó de espaldas y en el aire conectó un disparo perfecto que se coló por la escuadra de la meta riojana. Un gol, lo dicho, perfecto.
Siendo como era un niño, aquel gol me impresionó sobremanera. Seguro que ya había visto alguno que otro en algún otro partido. Pero tan perfecto, limpio y técnico como aquel, seguro que no. El propio Hugo Sánchez se refiere a aquel gol como el mejor de su vida. Y además ante el Logroñés, que anecdóticamente, significa 'señor gol' al revés. Curiosa anécdota, ¿verdad?
No era una final. No era una eliminatoria. Era un partido de Liga. Pero el gol, por su bella factura, pasó a la historia del Real Madrid como uno de los más bonitos que se han marcado en el coliseo blanco. Y fue anotado tal día como hoy de hace un cuarto de siglo.
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