Se cumplen tres décadas de la consecución del título liguero de la temporada 1994-95
Sábado 3 de junio de 1995. Una fecha inolvidable para toda una generación de madridistas. Para la mía, concretamente. Tal día como hoy de hace 30 años el Real Madrid ganaba 2-1 al Derportivo y se proclamaba Campeón de Liga de la temporada 1994-95. La Liga de Valdano. La Liga de Amavisca y Zamorano. La Liga de Michael Laudrup y Redondo. La Liga en la que descubrimos a Raúl. No sé... Qué se puede contar ya de aquella Liga tan especial que no hayamos rememorado un montón de veces. Aquí en 'Historias del Real Madrid' ya escribí sobre el partido hace 10 años, cuando se cumplieron los veinte años y hace cinco, con motivo del 25 aniversario. Sinceramente, poco se puede añadir a lo que ya hayamos rememorado un montón de veces.
Sí que me gustaría reincidir en la importancia que tuvo aquella Liga para todos los que la vivimos, sobre todo para los que teníamos una edad muy determinada. Yo soy de los que vivió las cinco Ligas consecutivas de la Quinta del Buitre, es decir, la Liga de 1995 fue mi sexta Liga. Pero puedo decir claramente que aquella Liga con Valdano fue la primera que celebré por todo lo alto y de manera consciente. Las cinco Ligas seguidas las viví desde el punto de vista de un niño. Sí, disfruté muchísimo con ellas, pero sin ser consciente de lo difícil que resulta ser Campeón y de lo especial que estaba siendo toda aquella etapa. Llegué a 'acostumbrarme' a que el Madrid ganara la Liga. Era como si fuese algo que se daba por hecho. Era lo normal. Todos los años mi equipo ganaba la Liga. Una rutina, vaya. Pero llegaron los noventa y resultó que no, que la Liga no se ganaba todos los años porque sí. Llegaron los noventa con todas sus desgracias y aquel trauma que me dejó Tenerife. Fue entonces, en 1992, cuando se acabó mi feliz 'infancia futbolística' y me di cuenta de dos cosas, de lo difícil que resultaba ganar en el fútbol y de lo grandiosa que había sido aquella etapa de las 5 Ligas consecutivas. Vaya que si fue grandiosa... Como que no hemos vuelto a vivir nada igual desde entonces. Y eso que acaban de cumplirse 35 años de la Liga de 1990. Desde entonces no hemos vuelto a encadenar Ligas. Sólo una vez hemos conseguido revalidar el título, en las ediciones de 2006-07 y 2007-08. Nada más. Dos Ligas seguidas. Como para pensar en cinco. Menudos años fueron aquellos con Míchel, Butragueño, Martín Vázquez, Hugo Sánchez, Gordillo, Chendo... Buen fútbol todas las semanas y unos recuerdos maravillosos para los niños como yo. Pero no valorábamos todo aquello. Ni lo niños... Ni los mayores. Los mayores tampoco, pendientes y obsesionados como estaban con la dichosa Copa de Europa que nunca llegaba. Creo que, pendientes de aquella Séptima que se resistía, muchos no terminaron de paladear a un equipo que ganaba la Liga todos los años pero al que se encargaban de afear que no ganara la Copa de Europa.
Y así nos plantamos en la década de los noventa. Tiempos de sequía en los que ganar una Copa del Rey se celebraba a lo grande. Y en los que empezamos a echar de menos aquellas Ligas que para algunos debían de parecer tan fácil de ganar en su momento. Fueron cuatro temporadas sin la Liga, dos de ellas perdidas el último día en Tenerife. Cuatro campañas y una temporada completa para ganar la de la temporada 1994-95. Desde abril de 1990 a junio de 1995 pasaron cinco años. Ahora, cinco años me parece poco tiempo. Pasan muy rápido, demasiado rápido. Pero entonces, cuando éramos jóvenes, cinco años eran larguísimos, muchísimo tiempo. Ya no digo cuando eras niño. De niño, cinco años era toda una vida. De ahí que yo creciese pensando que la Liga era algo que se ganaba siempre, todos los años, cuando se acercaba el final del curso en el colegio. Cuando ya eras adolescente el paso del tiempo no era tan exageradamente lento, no, pero sí que se hacía largo. Fue tan larga la espera que, cuando por fin ganamos la Liga el 3 de junio de 1995, la celebramos como si fuera la primera que vivíamos. Tengo esa sensación. Era mi sexta Liga pero aquella de la temporada 1994-95 la celebré como nunca. Como si fuese la primera. Porque, en cierto modo, lo era. Ahí ya sí que le dábamos el valor que tenía, porque veníamos de un periodo muy duro de cuatro temporadas sin ganarla. "Un gol que vale una Liga", recuerdo que grité aquella tarde noche de junio de hace 30 años cuando Iván Zamorano marcó el 2-1.
He contado muchas veces en el blog que, de crío, y no tan crío, llegué a estar convencido de que nunca vería ganar al Real Madrid una Copa de Europa. Afortunadamente estaba muy equivocado. Pero en 1995, con el Síndrome del Transworld Sport más vigente que nunca, estaba convencido de aquello. No ganaríamos la Champions League nunca. Era algo como descartado, por así decirlo. Por ese motivo, ganar la Liga era lo máximo. La tensión de aquel sábado 3 de junio de 1995 era la de una Final. La primera página de Marca ese día estaba ilustrada con una gran foto de un trofeo de Liga. "Vale la pena", titulaba el rotativo. "Casi nueve meses de fútbol para llegar a 90 minutos decisivos. El Real Madrid está a un paso de conquistar su 26 título de Liga frente a un Deportivo que quiere luchar hasta el último minuto por su primer título", escribían en el periódico. "Valdano, como Mendoza, apuestan. Quieren que el Real Madrid salga hoy campeón del Bernabéu". Todos los aficionados lo queríamos. Y por ese motivo nuestra generación celebró tanto aquella Liga de la temporada 1994-95. Y es que, además, ese era el objetivo señalado desde el primer día que se puso a trabajar el equipo. El objetivo era ganar la Liga. Sí, fue durísimo lo de la eliminación en la Copa de la UEFA con el Odense. Y en la Copa del Rey también quedamos apeados. Pero, no sé, parecía algo totalmente secundario. Lo que queríamos era ganar la Liga. Y por eso, cuando se ganó, la explosión de alegría fue tremenda.
Todavía conservo la cinta VHS con el partido y las celebraciones del final. Grabé en una cinta de audio el Carrusel Deportivo de aquella tarde noche. Recuerdo que tenía un reloj de pulsera Casio, de aquellos tan 'modernos' de la época con agenda, en el que memoricé la fecha de ese día para recordar cuándo habíamos ganado la Liga. Compré al día siguiente los periódicos. El Marca y el As, con Zamorano en sus primeras páginas, como no. También aparecía en la portada del Don Balón de aquella semana, en plena celebración con el titular de "alirón blanco". Conseguí hacerme con las portadas de casi todos los periódicos del domingo que recogían el triunfo del Real Madrid. Y varios días después mi amigo Jesús me regaló un cuaderno especial que editó el ABC con el historial de las 26 Ligas ganadas por el Real Madrid y toda la información relativa a esa temporada tan maravillosa. Lo sigo conservando todo. Como la edición especial que sacó la Revista Real Madrid, un número extraordinario dedicado a la Liga. "Número especial Campeonato de Liga 94-95. Campeones. Imágenes inéditas del título, fotos y análisis de los jugadores, los números, los récords. Superpóster de los Campeones". No sé si me quedó algo por coleccionar de aquel triunfo liguero de 1995.
Treinta años después
Han pasado tres décadas de aquello. Treinta años. Esto sí que ha sido toda una vida. Y durante todo este tiempo como aficionado del Real Madrid hemos visto de todo. Y sí, resultó que sí que íbamos a ver ganar la Copa de Europa. Y la cosa no se quedó en La Séptima, no. Después vinieron más. Muchas más. La Octava, La Novena... La Décima se hizo también de rogar lo suyo, doce años nada menos. Y ahí, con La Décima, empezamos un ciclo glorioso que se ha prolongado hasta el año pasado. 15 Copas de Europa. Quién nos lo iba a decir, en aquellos tiempos fastidiados de los noventa, que nuestra generación llegaría a ver tantos éxitos en la Champions. Yo, que pensaba que no vería ninguna. Y ya hemos visto nueve. Nueve. Qué barbaridad. Que inmensa alegría. He disfrutado muchísimo con las Champions League de estos últimos años. Pero, precisamente por eso, quiero reivindicar también la alegría que experimentamos los que hace 30 años vimos ganar aquella Liga de la temporada 1994-95. Los más jóvenes no lo entenderán, acostumbrados a ver ganar tantas Champions League y pensando que eso debe de ser lo normal y a lo único que hay que aspirar. Pero es que hace tres décadas ganar una Liga tenía un valor inmenso. Y así lo celebramos.
Así lo celebramos los que cantamos los tantos de Zamorano, que gol a gol se hizo con el Pichichi de aquella temporada. Iván, que por el canto de un duro no se quedó fuera del equipo antes de empezar porque Valdano no contaba con él. Ni con Amavisca, recién llegado, pero que al final se quedó y resultó ser la gran revelación de la temporada. Cómo olvidarnos de todo lo que pasó aquella campaña que recordamos con tanto aprecio. El debate aquel sobre si tenía que jugar Milla o Fernando Redondo. El debut de aquel chaval de 17 años llamado Raúl. El último gol oficial de Butragueño. Francisco Buyo convirtiéndose en el futbolista que más partidos había jugado en Primera División y el primero que alcanzaba los 500 partidos. Luis Enrique, después de recorrer casi todos los puestos del equipo en los últimos años, asentándose en la banda derecha para sustituir al lesionado Míchel. El gol 4000 en Liga. El día del 5-0 al Barcelona. El gol de Mikel Lasa al Sevilla desde 58 metros. La vuelta de Fernando Hierro al centro de la defensa y sus espectaculares incorporaciones desde atrás. El rendimiento de un rejuvenecido Sanchís que volvió a brillar como en sus mejores tiempos. La magia de un Michael Laudrup que nos hizo disfrutar a lo grande con su fútbol. El gol de Chendo al Valladolid para seguir en la carrera por la Liga. El debut con gol de Alberto Rivera, el goleador más joven en Liga de la Historia del Club. La camiseta de Kelme con las garras en las mangas y la publicidad de Teka en el pecho que se ha convertido en un icono de aquel equipo. Son tantos y tantos recuerdos los que me vienen a la cabeza de aquella temporada...
Tal día como hoy de hace 30 años, a estas horas, estábamos viendo aquel partido tan especial. Todos los títulos que ha ganado el Real Madrid nos han hecho muy felices. Pero tengo muy claro que la Liga 1994-95 ha sido uno de los más especiales. No fue la primera que vimos ganar pero, en cierto modo, fue la primera que celebramos. Y lo hicimos a lo grande, siendo ya perfectamente conscientes de la importancia que tenía aquello. No lo olvidaremos nunca. Y eso que han pasado tres décadas. 30 años de la Liga de Valdano...
REAL MADRID C.F. : Buyo, Quique Sánchez Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique,
Redondo, Laudrup (Sandro, 88′), Martín Vázquez (Raúl, 64′), Amavisca y Zamorano. Entrenador: Jorge Valdano
DEPORTIVO DE LA CORUÑA
: Liaño,
Boro, Ribera, Djukic, Nando Martínez, Aldana (Alfredo, 59′), Donato,
Fran, López Recarte, Bebeto y Manjarín (José Ramón, 62′). Entrenador:
Arsenio Iglesias
GOLES
1-0 min. 39 Amavisca
1-1 min. 68 Bebeto
2-1 min. 85 Zamorano